Hoy en Atomix tenemos resumen de Dragon Ball Super por partida doble. Ya tuvimos la oportunidad de hablarles sobre el episodio de la semana pasada hoy por la mañana; ahora toca el turno de que hablemos sobre el capítulo que fue transmitido el día de hoy en Japón, mismo que busca continuar con la trama de lo que aconteció hace ya algunos días.
El episodio de esta semana nos coloca seis meses después de la batalla entre Gokú y Bills así como de la partida de Vegeta con Wiss para iniciar con su entrenamiento. Tras todos estos meses, nuestros héroes continúan viviendo sus pacíficas vidas aunque ahora con algunas ligeras diferencias. Por ejemplo, Krillin se ha unido a la policía de la localidad, Gokú parecería se ha acostumbrado a trabajar en el campo y, aún más importante, Videl dio a luz a Pan, convirtiendo así a Gohan en padre y a Mr. Satan, Milk y Gokú en abuelos.
La llegada de Pan al mundo parecería haberles dado un vuelco a la vida tanto a sus padres como a sus abuelos, los cuales ahora se dedican a cuidar de la pequeña bebé. Sin embargo y conociendo la manera de ser de varios de los personajes, podemos suponer que algunos de ellos podrían no ser tan cuidadosos cuando la tienen en brazos –aunque a la recién nacida parecería no importarle mucho esto-.
Precisamente dentro del capítulo en turno se nos muestra como Milk, tras ver como Gohan y Mr. Satán juegan de manera brusca con ella, decide proteger a la bebé a su manera mientras intenta persuadir a todo mundo de que ella no siga los pasos de los hombres de su familia. Luego de armar todo un alboroto y de tomar como rehén tanto a Pan como a su madre, los desconcertados padre y abuelo deciden pedir ayuda a sus amigos para que así puedan hacer entrar en razón a la protectora abuela.
Precisamente de entre los que acuden a ayudar se encuentra Bulma que, al intentar convencer a Milk de que reduzca su proteccionismo, llega a mencionar que Vegeta ha estado fuera de la Tierra por más de un semestre entrenando con Wiss. Obviamente estas palabras no se le escaparon a Gokú, quien también arribo al lugar para ver a su esposa y que no pudo ocultar su sorpresa al enterarse de esto.
Gokú no podía creer que mientras el perdía el tiempo trabajando (LOL) Vegeta ya se le había adelantado en su camino por convertirse en guerreros mucho más fuertes. Por ello y luego de comenzar a insistirle de manera constante a Bulma de que le avise cuando Wiis volviera a la Tierra, acuerda con ella de manera casi secreta que le llamará en cuando el asistente de Bills vuelva a verla para que así, él pudiese pedirle el mismo de que lo lleve a entrenar a donde está el príncipe de los Saiyajin.
Conociendo a Gokú no resulta extraño suponer que tarde o temprano Milk lo agarraría en la jugada, lo cual ocurre precisamente cuando, tras varios días de espera, Wiss acude con Bulma para ir a comer. Ante un insistente e impaciente saiyajin que no puede aguardar más por a alcanzar a su rival, Gohan y su madre acuden para intentar evitar que nuestro héroe se salga con la suya y decida cumplir con la promesa que realizó de convertirse en un buen abuelo para su recién nacida nieta.
Para su mala suerte no logran impedir que Gokú se quede y permiten que él escape hacia el planeta de Bills. Sin embargo y tras el ajetreo suscitado, al final parecen entender que su partida fue lo mejor que pudo haber ocurrido, tanto para nuestro héroe como para todos los habitantes de la Tierra, entre ellos Pan.
De esta forma concluye el capítulo de Dragon Ball Super de esta semana el cual parecería haber formado parte de un especial de dos partes en las que vemos como Gokú y Vegeta se lanzan hacia un nuevo reto. Muy al igual que como ocurrió en el episodio previo, la acción y los combates estuvieron ausentes en lo absoluto y, en su lugar, el humor se hizo presente en prácticamente todo momento. Sin embargo y si somos fríos, podemos percatarnos de que éste ofreció cuando menos un par de momentos importantes adicionales respecto a lo visto hace algunos días.
Más allá de destacar por el hecho de que vemos partir a Gokú hacia su nuevo entrenamiento o de por fin ver a Pan, el episodio brilló por la manera en cómo se abordó la interacción entre los personajes. Aunque breve siento que éste ha sido uno de los capítulos que más ha explotado este factor puesto que en casi todo momento vemos como es que se desenvuelven las relaciones de todos, no tanto como guerreros, sino como amigos, compañeros y hasta familia. En definitiva eso es algo que siempre me ha gustado ver en la obra de Toriyama, el hecho de ver como todos socializan con los demás cuando hay periodos de paz; es algo que enriquece a la forma de ser de cada uno de los personajes y lo que los hacer ser aún más entrañables.
Hasta aquí llegamos con el resumen de esta semana de Dragon Ball Super. ¿Les gustó? Aún más importante: ¿están listos para la increíble resurrección y pelea que se les avecina a nuestros héroes? No duden en compartirnos sus opiniones en la caja de comentarios.
¡Ahora sí, nos vemos la próxima semana dragonboleros!
