Reseña: Syndicate

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Varias obras de ficción imaginan un futuro dominado por corporaciones de bioingeniería. En algún momento de este siglo, reza el género cyberpunk, todos tendremos un chip que nos conectará con nuestras máquinas de silicio. Las profecías son claras: será muy difícil conservar en nosotros ese esquivo concepto que muchos llaman “humanidad”. El fin de los gobiernos —en teoría— es regular un país y volverlo competitivo; el de una empresa es hacer dinero a toda costa. Si el control del mundo futuro recae en los directivos de las corporaciones (algunos argumentan que ya estamos en esa época), el panorama social cambiaría muchísimo. Juegos como Deus Ex: Human Revolution y Syndicate esbozan su argumento narrativo en torno a dicha suposición.

Olviden la guerra por el petróleo o por recursos naturales: el escenario que prefigura el cyberpunk es el paraíso del espionaje corporativo. La pregunta de hoy, sin embargo, es la siguiente: ¿es capaz Syndicate de enriquecer el complejo entramado de historias de este género?

Para alguien acostumbrado al inteligentísimo guión de Ghost in the Shell o a la compleja trama capaz de bifurcarse de Deus Ex: HR, tal vez la historia de Syndicate no sea tan emocionante; sin embargo, antes de que comiencen a mover los brazos y a decir “pero es que…”, debo aclarar que el objetivo del título de Starbreeze Studios (The Darkness) no era desafiar su intelecto, sino sus habilidades con los FPS. Les comentaba ayer en la reseña de The Darkness II que, con la sobresaturación del género, los desarrolladores deben “probarle” a los consumidores que su título vale la pena. ¿Qué me ofrece tu FPS para que yo quiera gastar mi tiempo y dinero en él? Las entregas anuales, lo repito, nos tienen mal acostumbrados y muy chiqueados. Somos consumidores, sí, pero muchas veces, en lugar de apreciar los finos ajustes en la asistencia para apuntar o en el movimiento del personaje, nos quejamos por la carencia de cambios radicales. El problema es conocido: los fans demandan algo nuevo y, al mismo tiempo, se quejan cuando una franquicia cambia radicalmente su dinámica básica.

Syndicate no es la reestructuración del género cyberpunk ni del formato FPS. Simplemente es un título sólido y divertido que vale su tiempo y dinero. Si ajustan sus expectativas, pasarán un rato agradable, aunque no exento de problemas.

El primero de ellos es un curioso déjà vu de Deus Ex: HR: los prolongados tiempos de carga cada vez que mueres. Incluso el juego te pide presionar un botón para continuar jugando por si fuiste al baño o a prepararte algo de comer en lo que el título se preparaba. Los detalles técnicos, por lo general, tienen poca relevancia, salvo cuando afectan la experiencia. Lamentablemente, en este caso, el ritmo del juego es mutilado por estas pausas. Puedo entender hasta cierto punto estas demoras: el título se ve muy bien. Los efectos de iluminación y los filtros en verdad ayudan a resaltar el ambiente algo genérico. Si no fuera por estos efectos visuales, la atmósfera de Syndicate decaería mucho. Sin embargo, es agradable ver cómo los desarrolladores corrieron el riesgo de utilizar fuentes de luz cegadoras, pues un mal uso afectaría de manera negativa el juego. Por fortuna, su ubicación está muy bien pensada y jamás interfiere con el juego al mismo tiempo que realza la experiencia y el estilo visual.

¿Y qué tiene Syndicate que no tenga el FPS promedio? La respuesta está en el sistema de combate. El juego está desarrollado en torno a la mecánica títulada “breach”, que significa alterar o irrumpir. Muchas veces intervendrán cámaras, robots, puertas e incluso a los enemigos. El sistema está bien diseñado: utilizas la adrenalina generada por tu cuerpo al acabar con los enemigos para darle poder a tu chip y utilizar dichos poderes. También eres capaz de entrar en un modo llamado “Overlay”. Cuando estés en dicho estado inducido, recibirás diversas bonificaciones: podrás ver detrás de la cobertura, harás más daño, soportarás más balas, etcétera. Además, podrás comprar habilidades adicionales de un sencillo menú. En este punto es inevitable la comparación con Deus Ex: HR (sin embargo, consideren que Syndicate está basado muy libremente en un título del mismo nombre de 1993). Aquí no dependerán de un árbol que jerarquice dichas mejoras: simplemente elijan la que más les gusta y cómprenla. El objetivo de Syndicate no es que personalicen su experiencia a un nivel profundo, sino que la enriquezcan en un solo sentido: ser agresivos. En mi caso, compré primero una mejora que me permitía recuperar vida cada vez que acababa a golpes con un enemigo. Luego mejoré mi racha de muertes, lo que me permitía hacer más daño entre más enemigos seguidos aniquilara. El resultado fue que podía correr directamente hacia los oponentes, acabar con un par y luego disparar al resto sin mucho problema. La bonificación de vida hacía muy fácil no morir. En dificultad normal simplemente rompí el juego desde el comienzo. Salvo los enemigos con armadura, casi no utilicé ninguna otra habilidad o disparé: bastaba con correr, realizar un ataque cuerpo a cuerpo, ir hacia el siguiente enemigo y repetir hasta que no quedara nadie con vida.

El juego, sin embargo, te ofrece tres diferentes posibilidades para “irrumpir” en tus enemigos: Backfire (sobrecarga el arma de un enemigo), Persuade (el pobre desafortunado se unirá a tu causa por un momento y, si ya no quedan enemigos, se suicidará) y Suicide (como suena, el objetivo seleccionado cometerá suicidio). Las tres son muy semejantes. Las estrategias que puedes desarrollar a partir de cada una no son fundamentalmente distintas. Ejemplo: utiliza el Overlay Mode, luego consigue que un enemigo se una con Persuade, corre hacia los desorientados sobrevivientes y acábalos a golpes. Listo: no tuviste que disparar. La mecánica no se detiene ahí: también puedes anular la armadura de los enemigos pesados, desactivar granadas, alterar robots, etcétera. Muchas veces para poder seguir avanzando tendrás que descubrir qué elemento del ambiente debes irrumpir. Ésta dinámica no es estelar salvo en un par de ocasiones; por ejemplo, en cierto nivel debes activar y desactivar elevadores a medida que eres atacado para descender a tu objetivo. Esta combinación de acción y resolución de acertijos me pareció muy acertada y refrescante; es una lástima que no haya sido más explotada en el resto del título.

Aunque sí hay situaciones en las que es posible usar tu impresionante arsenal —las armas están muy detalladas y se sienten muy distintas unas de otras—, la mayor parte del título me encontré realizando la estrategia más sencilla: ataques cuerpo a cuerpo. En verdad es una lástima que sea tan fácil desequilibrar el diseño de combate de un título. Ojo: no tiene por qué jugarlo así. Si, como yo, reúnen su fuerza de voluntad y se niegan a recurrir a esta explotación, tendrán una experiencia muy divertida. Salvo el error mencionado, Syndicate hace un muy buen trabajo diferenciándose de otros FPS. Si se fijan por ahí, encontrarán un pequeño tributo a Ghost in the Shell en un excelente rifle de asalto híbrido llamado Kusanagi.

Voy ahora con otra queja —esta vez relacionada con el diseño de arte. En un intento por parecer futurista, Syndicate añade información innecesaria a absolutamente todos los objetos del ambiente. Sé distinguir una silla de una banca y un florero, muchas gracias. En lugar de añadir algo a la experiencia, en algunos escenarios es complicado ubicar el objetivo debido al exceso de información. El SPAM visual genera mucho ruido en algunas situaciones. También me hace dudar un poco de la verosimilitud del título: no imagino un futuro en el que las interfaces gráficas deban describirte absolutamente todo lo que hay frente a ti sin preguntarte siquiera.

En términos generales, Syndicate consigue destacar en su género. Por desgracia, eso no es suficiente para hacernos olvidar sus fallas: dirección de arte precaria (aunque los efectos de iluminación salvan el día), sistema de juego fácilmente explotable, mecánicas similares y que no alteran radicalmente la dinámica del combate, una trama poco inspirada y una campaña sólida, pero no estelar definitivamente. Los puntos a favor ya los he señalado: un arsenal interesante, un sistema de mejoras sencillo pero significativo y me permito añadir el modo cooperativo bien logrado. Los fans del cyberpunk querrán jugar Syndicate, lo mismo los de los FPS. Aunque el título no es capaz de replantear ninguna convención, sí proporciona una experiencia divertida y sólida.

8.0