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Square Enix
28/10/2021
Yoko Taro es una de las mentes creativas más interesantes de la industria de los videojuegos. Hoy en día este nombre es un sinónimo de Drakengard y NieR, dos de las series más deprimentes y extraños que hemos visto en este siglo. De esta forma, puede ser algo intimidante adentrarse al mundo que esta persona con cabeza de Emil ha creado para todos nosotros. Sin embargo, este año sucedió algo que no muchos creían posible. Este desarrollador decidió alejarse por completo de sus propiedades más famosas, y nos ha entregado un JRPG que bien puede funcionar como una carta de presentación para las cautivadoras y perturbadoras historias por las que se volvió famoso.
Anunciado durante el E3 de este año, Voice of Cards: The Isle Dragon Roars decide alejarse por completo de la compleja e interconectada narrativa de NieR y Drakengard, para así presentarnos una nueva propiedad que bien puede convertirse en el tercer pilar de Yoko Taro. Desarrollado originalmente como una entrega para móviles mientras que Square Enix estaba trabajando en Replicant ver.1.22474487139…, eventualmente las intenciones de este proyecto aumentaron de forma considerable, al grado de que a este título se le otorgó la oportunidad de llegar a consolas y PC a finales de octubre. Esto no debería ser una sorpresa, ya que parte del equipo que se encargó de las dos series previamente mencionadas, también están involucradas aquí.
Después de solo un par de meses de espera, en donde la compañía japonesa no le hizo algo de ruido sustancial a este trabajo, el nuevo juego de Yoko Taro por fin ha llegado a nuestras manos. ¿Es Voice of Cards: The Isle Dragon Roars la siguiente gran propiedad de este desarrollador japonés? ¿Acaso este título vale la pena? ¿Por qué nadie está hablando sobre este JRPG? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Previo al lanzamiento del juego, Yoko Taro dejó en claro que Voice of Cards: The Isle Dragon Roars no tiene relación alguna con Drakengard o NieR. Si bien muchos esperaban que esto resultara ser solo una mentira para sorprender a los jugadores con una referencia a las aventuras de 2B o Caim, este no es el caso. Esto le da una gran libertad a los desarrolladores de crear algo completamente nuevo, sin estar atados a una narrativa con casi 20 años de antigüedad, pero conservando varios de los elementos que tanto han caracterizado a estos trabajos. Aunque esto puede decepcionar a más de un fan, el resultado final vale mucho la pena.
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars nos presenta un mundo medieval, en donde la magia y las criaturas como los orcos, son cuestiones mundanas. De esta forma, el juego nos pone en los pies de Ash, o como quieras llamarlo, quien es reclutado por una reina con el objetivo de derrotar a un dragón que ha causado una serie de estragos a lo largo de diferentes territorios y ciudades. Es aquí en donde comienza la aventura. Con solo un monstruo como acompañante, nuestro protagonsista se embarca en una aventura que a la distancia parece ser bastante estándar. En el camino es posible aliarse con una maga oscura, una arquera y un alquimista súper fuerte, quienes harán que esta incursión sea más fácil y divertida para el jugador.
Aunque la premisa del juego es muy básica, Yoko Taro, en el puesto de director creativo, utiliza las convenciones de este tipo de historias para construir una aventura que en más de una ocasión juega con nuestras expectativas, con el objetivo de ofrecer momentos perturbadores, tristes e incómodos. El viaje no es tan sencillo como nuestros protagonistas lo esperan. Cada pueblo que visitan tiene un aura inquietante, en donde las cosas no son como lo parecen. En unas ocasiones esto se origina por las historias extrañas que los NPC cuentan, y en otros momentos es la misma incursión principal la que nos hace enfrentarnos a situaciones que pueden ser controversiales para más de uno.
Al completar ciertas misiones, el juego nos recompensa con información adicional sobre los personajes y enemigos que habitan este mundo. Algunas de estas descripciones son bastante básicas y expande sustancialmente la forma en que este universo funciona. Por otro lado, también hay una par que nos muestran un lado oscuro, uno en donde las perversiones de un niño salen a la luz, en donde la violencia de un matrimonio atormenta a una mujer, en donde el bullying provocó que cierta criatura mutara de manera horripilante, y en donde la naturaleza de ciertos aliados y contrincantes de verdad sale a la luz.
Es aquí en donde el verdadero talento de Yoko Taro y Yuki Matsuo, quienes se encargaron del guion, resalta. En la mayoría de los juegos, un compendio es solo una biblioteca de información que se siente como tarea, y no incita al jugador a leer todo lo que se ofrece. Este no es el caso en este título. Con cada nueva descripción no podía esperar para conocer más sobre todo lo que este mundo ofrece. Todas funcionan como un buen complemento para la aventura principal, y hacen que el mundo que aquí se nos presenta se sienta más vivo y real que muchas otras tierras mágicas.
En el centro de toda la aventura están nuestros protagonistas. Los cinco personajes que podemos controlar en este viaje se llegan a sentir bastante unidimensionales durante gran parte del juego. Cada uno cuenta con una pequeña personalidad y solo eso. En todo esta historia, solo hay dos momentos en donde el juego decide hacer algo interesante con ellos, pero rápidamente regresan rápidamente a sus comportamientos básicos. Es algo decepcionante que este sea el caso, especialmente considerando que el diálogo que se les ofrece es bastante divertido en ocasiones.
Sin embargo, no esperen un viaje deprimente de principio a fin. Voice of Cards es, por lo general, un juego bastante amigable. Ni siquiera la gran revelación que ocurre al final de la aventura llega a ser tan inquietante como lo que vemos en NieR Replicant. Esta es una buena introducción al tipo de historias que a Yoko Taro le encanta contar. Al final del día, el trabajo que se nos presenta aquí cuenta con una perspectiva más optimista, y deja el espacio suficiente para que en un futuro regresemos a este mundo, ya sea para una continuación directa, o para experimentar algo diferente. Esto sin mencionar la carismática presentación estilo Dungeons and Dragon, con todo y un narrador.
Inmediatamente, Voice of Cards: The Isle Dragon Roars llama la atención por su dirección artística. Cuando el juego fue revelado como un JRPG de cartas, muchos pensamos que esto se refería al gameplay, es su presentación en donde esta descripción es usada en todo su esplendor. El estilo Dungeons and Dragons nos ofrece una mesa de juego, en donde cada espacio disponible es representado por una carta en particular. Algunas de estas están agrupadas para crear bosques, ciudades, calabozos y un extenso campo abierto. Otras están más enfocadas en personajes y objetos en particular que llaman la atención.
Si bien la decisión de crear un mundo compuesto completamente por cartas es algo interesante, es el trabajo de Kimihiko Fujisaka, el artista principal, el que de verdad le da vida al mundo de Yoko Taro. Los diseños para los personajes principales, NPC y enemigos toman como base todos los elementos tradicionales del género. Tenemos a Melanie, quien es una maga oscura, por lo que su vestimenta representa el clásico trabajo que todos reconocemos por juegos como Final Fantasy, solo que con la ausencia de un sombrero puntiagudo. El personaje principal es el típico héroe de fantasía, con espada en mano y un gran abrigo. Por otro lado tenemos a Bruno, un apotecario que rompe con cualquier concepción de este puesto, ya que su complexión es la de un fisicoculturista.
Junto a esto, los diseños y convenciones que Fujisaka nos presenta en el juego también son usados para jugar con las expectativas del jugador. Por ejemplo, la Ivory Order fue creada como los guerreros en blanco que tanto asociamos con este tipo de aventuras, pero sus motivaciones no podrían estar más alejadas de su color. Este es el caso con múltiples enemigos y aliados. Las cosas simplemente no son lo que parecen, y los desarrolladores utilizan nuestras preconcepciones del género para jugar con las emociones del usuario.
Lamentablemente, no todo es perfecto. Debido a las características de las cartas, no hay forma de expresar emociones. Todas las cinemáticas y momentos más importantes en la historia son protagonizados por estos objetos simplemente moviéndose de un lado a otro, eliminando así algo de la seriedad y emoción que ciertos eventos merecen. De igual forma, los mismos NPC siempre están en todos los pueblos, y el juego eventualmente nos entregará versiones del mismo enemigo con diferentes tonalidades. Esta no es una total decepción, ya que el trabajo de Fujisaka siempre es de primera calidad, pero sí existía el espacio para crear más diseños únicos para todos los personajes.
Uno de los aspectos que mejor dejan en claro la inspiración en Dungeons and Dragons, es el narrador del juego. Voice of Cards cuenta con un Dungeon Master que se encarga de describir todos los eventos, diálogos y acciones de la historia. Esto significa que por la duración de toda la aventura solo podrás escuchar una voz. Ninguno de los personajes principales habla, y esto le otorga un gran grado de personalidad a toda la experiencia.
El Dungeon Master es un hombre anciano, el cual parece que ha hecho este trabajo por mucho tiempo. Sin importar que evento tan impresionante suceda, la entonación siempre será la de alguien cansado que ha hecho esto un millón de veces, y está listo para volver a hacerlo cuando el viaje llegue a su fin. Uno de los detalles más divertidos es cuando el narrador se equivoca al pronunciar algunas palabras, o cuando simplemente no obedece los diálogos establecidos en las cartas. Aunque uno podría argumentar que su trabajo no cumple con algunos de los momentos más fuertes de la historia, este personaje tiene un carisma que funciona de gran forma con la presentación del juego, y puede llegar a elevar la experiencia dependiendo de los gustos de cada quien.
Sin embargo, el Dungeon Master es solo uno de los dos pilares de Voice of Cards en este apartado. Keiichi Okabe, compositor que ha trabajado junto con Yoko Taro en las series de Drakengard y NieR, también está involucrado en este proyecto. Si bien su usual trabajo orquestal no está presente en esta ocasión, sí encontramos una saludable cantidad de composiciones inspiradas en la música folclórica irlandesa. Aquí los protagonistas son la flauta, el timbal, el harpa y los cánticos tradicionales que logran representar de gran forma una aventura medieval clásica.
Okabe una vez más lo ha hecho y, aunque sus composiciones carecen de la gran escala que caracteriza a NieR o la depresión auditiva de Drakengard, su trabajo es impecable en esta ocasión. El tema principal es un claro ejemplo de esto. Esta pieza no solo cuenta con su sello, ya que nos prepara para un viaje mágico, pero su uso a lo largo de la historia es acertado.
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars puede no verse tan imponente como otros títulos de Yoko Taro en el apartado sonoro, pero esto no demerita el gran trabajo que se llevó a cabo en esta ocasión. El Dungeon Master es un fenomenal acompañante, el cual tal vez no sea del agrado de todos, pero nunca es cansado escucharlo. Las compasiones de Keiichi Okabe son cautivadoras y nos muestran otra faceta del compositor. Un gran apartado, sin duda alguna.
Aunque Yoko Taro y Square Enix quieran vendernos a Voice of Cards: The Isle Dragon Roars como un JRPG que funciona con cartas, la experiencia principal, el gameplay y el sistema de combate, están alejados de esta explicación, y están más apegados a las convenciones clásicas del género. Más que ofrecer una experiencia que vaya por el mismo camino de SteamWorld Quest, Slay the Spire o Metal Gear Acid, los cuales sí funcionan a base de una baraja que nos otorga ítems, ataques y habilidades de una forma al azar, esta entrega se siente más apegada a un Final Fantasy o Dragon Quest, y en ningún momento necesitas confiar en el corazón de las cartas para sobrevivir algún combate.
Como ya lo mencione, el elemento de cartas es solo una decisión artística bastante única, pero esto no tiene algún tipo de peso en el gameplay. Al tratarse de un JRPG tradicional, Voice of Cards nos presenta un extenso mundo con diversos pueblos y calabozos que podemos explorar cada vez que se avanza lo suficiente en la historia. Cada sección está construida por una carta. Por lo general estas están ocultas y necesitas mover a tu personaje en un tablero para revelar parte del mapa. Esto es bastante interesante, ya que nunca sabes exactamente qué hay frente a ti. Puede ser un bosque encantado que albergue a un hada, quizás un camino de piedra te guiará a la casa de alguien, o una inesperada montaña bloqueará tu paso. La exploración es uno de los elementos más importantes del juego, y no hay un solo momento en donde te puedas sentir perdido.
El uso de cartas hace que todo sea fácil de identificar y, si bien al explorar necesitas mover a tu personaje una casilla a la vez, cuando logras identificar cualquier parte del mapa, es posible saltar de forma inmediatamente a la zona que lo desees, eliminando así el tedioso proceso de regresar a una área en particular. Sin embargo, sí decides viajar de una manera más tradicional, prepárate para tener muchos enfrentamientos random, y toparte con una serie de eventos inesperados.
Como cualquier otro JRPG tradicional, el juego cuenta con enfrentamientos random contra pequeños enemigos. Dentro del combate, tendrás un sistema muy básico de combate, pero con una idea en particular interesante. Cada pelea está conformada por tres miembros de tu equipo, los cuales puedes elegir a tu gusto. Al principio de un turno recibirás un cristal especial, el cual se puede usar para activar ciertas habilidades. En dado caso de que decidas utilizar un ítem, usar tu ataque básico o simplemente no realizar alguna acción, podrás guardar este objeto especial para emplearlo en otro momento.
Los cristales pueden ser considerados tu barra de MP. Ciertos ataque, usualmente todos menos los básicos, necesitan al menos uno de estos ítems. Será cuestión tuya administrar todos estos objetos de una forma apropiada para cada combate, ya que al terminar una pelea, estos desaparecerán. De igual forma, también necesitas considerar las habilidades, fortalezas y debilidades de cada enemigo, algo que te llevará a la victoria de una manera más sencilla. Por último, cada personaje en tu equipo puede equipar un arma, una armadura y un anillo especial. Cada elemento mejorará tu desempeño en ciertas áreas, aumentando así la vida, defensa y ataque de cada miembro del equipo.
Conforme cada personaje suba de nivel, obtendrá habilidades pasivas y poderes que sirven para ganar cada batalla. Sin embargo, no puedes hacer uso de todo esto al mismo tiempo, ya que solo es posible seleccionar cuatro diferentes tipos de acciones, así que necesitas construir un equipo que tenga las herramientas necesarias para sobrevivir cada enfrentamiento. Como seguramente ya se dieron cuenta, esto es sumamente básico. Voice of Cards no está rompiendo terreno nuevo, ni se está encargando de llevar estos conceptos a la perfección. Yoko Taro y su equipo se dieron a la tarea de crear un sistema divertido, sencillo y que cualquier persona puede entender, algo que lograron.
Para reforzar la idea de un juego de Dungeons and Dragons, el juego cuenta con una serie de elementos que típicamente se asocian con este tipo de experiencias. La primera está relacionada directamente con los combates, ya que algunos ataques requieren de tirar un dado virtual para calcular el daño que sufrirán los enemigos. Por otro lado, también encontramos una serie de eventos inesperados que suceden en el mapa principal, los cuales van desde simples encuentros con un NPC en medio de la nada, hasta momentos en donde tu vida dependerá de tirar el dado y esperar que el número representado sea benéfico.
Si el combate no es lo tuyo, entonces también puedes disfrutar de un juego de cartas estilo baraja española, en donde tienes que juntar cierta cantidad de puntos para ganar. Lo interesante de esto, es que puedes implementar una serie de reglas que vuelven más complicado este apartado, ya que se agregan elementos adicionales como el uso de habilidades especiales, o una baraja adicional. Por si fuera poco, este es un elemento que se puede jugar en línea contra personas reales, y no me sorprendería ver como un título para móviles en un futuro.
Aunque la aventura no es tan extensa como uno podría llegar a pensar, carece de algún verdadero reto, y su sistema de combate es sencillo, la experiencia que Voice of Cards: The Isle Dragon Roars es una de calidad de principio a fin. Cada enfrentamiento es divertido y todos los jefes siempre ofrecen lo mejor del juego. La exploración se complementa de gran forma con la presentación de cartas, y los elementos de Dungeons and Dragons le dan una personalidad a este JRPG que hoy en día es difícil de encontrar.
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars es fenomenal. Yoko Taro y su equipo claramente son un grupo de apasionados desarrolladores, artistas y compositores que constantemente están tratando de ofrecerle al público algo que valga la pena, sin importar que tan extensa sea la experiencia en cuestión. La historia es sencilla por gran parte de su duración, y los personajes principales son bastante planos, pero la aventura es divertida y llena del característico estilo narrativo con momentos inquietantes que tanto asociamos con este desarrollador.
La presentación visual es única, y utiliza de gran forma el estilo de cartas para crear un mundo que se siente como un juego de mesa, algo que está reforzado gracias a un fantástico narrador que logra encapsular el papel del Dungeon Master para ofrecer un viaje divertido. El sistema de combate y gameplay, por sencillos que sean, están bien construidos, y lograrán atrapar al jugador durante horas y horas.
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars puede ser considerado una carta de presentación, no solo para el género de los JRPG por turnos, sino para el trabajo de Yoko Taro. Si el mundo que Drakengard y NieR presentan te interesa, pero los temas deprimentes que estas obras ofrecen no te convencen, puedes disfrutar de este nuevo trabajo y averiguar si el estilo de este desarrollador japonés es para ti o no.