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Stoic Studio
505 Games
27/07/2018
En algunos casos para bien y en otros para mal, resulta innegable que Kickstarter llegó para cambiar la industria de los videojuegos para siempre. A inicios de la presente década, tres talentosos desarrolladores de BioWare decidieron dejar sus trabajos estables en busca de crear el juego con el que siempre habían soñado. Para lograrlo, fundaron su propia compañía bajo el nombre de Stoic Studio y por medio de la plataforma de crowdfunding antes mencionada, consiguieron los recursos necesarios para arrancar con el desarrollo de The Banner Saga, primera parte de una trilogía de RPGs tácticos muy apegados a la narrativa clásica que vimos en cosas como libros de “elige tu propia aventura”. Cuatro años más tarde y luego de que milagrosamente el proyecto se haya completado, tenemos a nuestra disposición The Banner Saga Trilogy, paquete que agrupa a las tres piezas de esta franquicia que la verdad, me ha dejado impresionado.
Siempre he tenido una fuerte debilidad por los juegos de estrategia. Final Fantasy Tactics, Advance Wars, los Fire Emblem y claro, grandes clásicos del género de rol con elementos de estrategia como Baldur’s Gate, me han marcado como pocas cosas en todo el tiempo que llevo jugando. Desafortunadamente y a pesar de contar con una apasionada base de fanáticos, este tipo de videojuegos no son ni cerca algo que se podría considerar verdaderamente popular, por lo que actualmente no es tan común ver que los desarrolladores se aventuren a crearlos. Por razones del destino y las millones de distracciones que tenemos hoy en día, había pasado por alto The Banner Saga, viéndolo solo de reojo a la distancia, hasta que por fin y gracias al lanzamiento físico de The Banner Saga Trilogy, decidí adentrarme en su universo, el cual, deja entrever en todo momento la formación de sus creadores y sobre todo, el talento de grandísimos artistas que deberían de tener mayor presencia en el medio.
Como te comentaba al inicio de esta reseña, The Banner Saga es una franquicia de RPGs tácticos que intenta contar una gran historia usando recursos limitados, pero sumamente bien aprovechados. La manera en la que cada una de sus partes está hecha, denota por completo que fue trabajada por un equipo muy pequeño que puso todo de sí para entregar la mejor experiencia posible. Su historia y forma general de la narrativa, juega un papel crucial dentro del producto, pues básicamente ocupa un lugar igual de importante que las secciones con gameplay. Lo anterior lo digo porque básicamente estamos frente a un relato interactivo en el que nuestras decisiones importan muchísimo, al grado de cambiar por completo el destino de los personajes a los que conocemos. Sí, aquí es donde más se nota el ADN de BioWare que carga Stoic Studio.
Vamos por partes. De lo primero que me gustaría contarte es de cómo es que The Banner Saga Trilogy funciona al momento de ponernos en escenas de combate. Al igual que pasa con los RPG Tácticos más clásicos, tenemos que el terreno de juego está separado por casillas dentro de una cuadrícula. En ella, podremos mover a nuestras unidades dependiendo de la clase que cada una de ellas tenga. Por ejemplo, los arqueros se pueden mover muchos más espacios que un guerrero Varl que lleva una gran hacha consigo, por ejemplo. A diferencia de cómo es que funciona Fire Emblem, por ejemplo, aquí, en cada turno, solo puedes mover a una unidad. Así te vas alternando con el enemigo. Habrá batallas que deberás ganar sí o sí para poder progresar, mientras que otras, en caso de perderlas, te costarán personal y recursos, pero podrás seguir adelante.
Dicho sistema, al inicio me sacó un poco de mi zona de confort, pues resulta bastante frenético el no poder planear demasiado a futuro al solo poder mover a una unidad por turno. No me mal interpretes, el sistema sin lugar a dudas funciona, pero cuesta un poco de trabajo acostumbrarse si vienes de otros juegos del género. Una gran característica de los títulos de The Banner Saga es que cada unidad cuenta con dos distintas barras. Una representa a sus puntos de vida como tal, mientras que otra nos muestra cuántos puntos de escudo le queda. Si la de salud llega a cero, el personaje en cuestión es sacado de la acción. Entre menos escudo se tenga, más daño directo se recibe.
Siempre que vas a atacar a cierta unidad, se te pregunta cuál de las dos barras quieres dañar. En este punto puede haber algo de confusión al inicio, pues lo más natural para cualquiera, es irse directo por la salud del personaje al que estás agrediendo, lo cual, puede que resulte en ciertas ocasiones, pero en otras y con enemigos de mayor calibre, la estrategia se tiene que repensar. Habrá rivales que por su alto grado de escudo, podrán rechazar por completo los ataques directos a su salud. Cuando decides atacar la vida de cierta unidad, se te dice la probabilidad en porcentaje de que tus golpes acierten, misma que en caso de que el personaje en cuestión cuente con buen escudo, será verdaderamente baja. El estar decidiendo qué barra dañar, le agrega una capa de profundidad al gameplay sumamente interesante y bien lograda.
Además, nuestras unidades cuentan con puntos especiales que sirven para potenciar sus acciones dentro del campo de batalla como dar uno o dos golpes extra, usar su habilidad especial o moverse casillas adicionales en su turno. Dichos puntos son consumibles, pero cada vez que matas a una unidad enemiga, se te otorga uno que puedes asignar a cualquiera de tus personajes. Algo curioso y que la verdad me encantó, es que The Banner Saga usa números de golpes como unidad única para saber qué tanto daño harás, es decir, no tenemos estas elevadas cifras que representan la vida de los personajes y que hacen complicado de calcular qué consecuencias tendrán nuestras acciones. Das un golpe con una espada o con una flecha, quien lo recibe perderá un punto directamente en su escudo o barra de salud. Así de simple y sencillo.
A pesar de lo planos y reducidos en tamaño que pueden llegar a ser los mapas de las secciones de combate, la variedad de enemigos y personajes que tenemos a nuestra disposición, hacen que cada uno de estos enfrentamientos sea emocionante y sumamente retador. No obstante, sí existen algunos problemas de interfaz que sobre todo al inicio, hacen que navegar y dar ordenes en los tableros, sea un poco incómodo. Al tener una vista isométrica con una cámara que no podemos rotar por el propio estilo visual del juego, hay momentos en los que ciertas unidades de menor tamaño, se ven completamente tapadas por las más grandes, además de que si tienes encendidos los indicadores de salud y escudo, se hace un verdadero desorden si cuatro o más personajes están cerca. De igual forma, los indicadores de a qué unidad vamos a atacar, no suelen ser muy claros y en más de una ocasión, actué contra quien no quería. Te repito, son inconvenientes a los que te acostumbras, pero al final de cuentas, son problemas.
Vale la pena mencionarte que si bien, The Banner Saga no tiene muerte permanente, cada vez que alguna unidad cae en batalla, necesitará de cierto número de días de descanso para poder regresar al cien. Invertir días de descanso en los largos viajes de los que cuales te hablaré un poco más adelante, es una complicada decisión que deberás tomar en más de una ocasión.
La manera en la que los personajes progresan es bastante sencilla. Para subir de nivel, cada unidad deberá de apuntarse cierto número de muertes; sin embargo, para poder concretar la mejora, deberás de pagar con una moneda común que también sirve para comprar ítems, así como recursos para tu caravana. Dicho asunto me lleva a contarte más sobre el segundo pilar del gameplay de estos complejos videojuegos.
The Banner Saga Trilogy es una franquicia en la que viajar de un pueblo a otro, se convierte en una mecánica de juego de administración de recursos y solución de situaciones a veces sencillas, y otras sumamente complejas. Como líderes de una caravana compuesta por guerreros y civiles, será nuestro deber decidir cuándo descansar o cuándo apretar el paso para eludir alguna amenaza. En esta secciones en las que vemos a nuestros personajes y a sus acompañantes caminando, nos tendremos que preocupar de la moral, así como de las provisiones con las que contamos. Mejor moral, mejor desempeño en el campo de batalla. Por su parte, las raciones tienen un indicador de cuántos días durarán. Si te llegas a quedar en cero, cada día que pase, perderás guerreros y civiles que morirán de hambre, y como te decía, la moneda con la que pagas mejoras de tus personajes principales, es la misma que se usa para comprar comida. Vaya dilema.
La población con la que cuentes dictará qué tan complicados sean los enfrentamientos conocidos como Guerras que se dan de manera esporádica cuando estamos viajando. Por ejemplo, puede que en uno de tus recorridos aparezca un grupo de enemigos. El juego te dirá con cuántos soldados cuenta el rival y de ahí, comparando con tus números, decidirás cómo aproximarte al combate. ¿Superas por mucho al contrincante? Tal vez arriesgarte a un ataque frontal con todo lo que tienes, te deje muy buenos dividendos. ¿Te ves fuertemente aventajado? Entonces una postura defensiva o incluso buscar evitar el choque, sería una sabia decisión. Dicho sistema es sumamente interesante y siempre te mantendrá especulando sobre qué tanto invertir en provisiones para llegar a tu destino, o en mejoras para tus héroes. Encontrar un balance es súper importante.
A lo largo del camino, también te podrás topar con problemas cotidianos como pleitos o robos entre tus ciudadanos, así como complicaciones de mayor tamaño como estar perdiendo carros de provisiones enteros. En estas partes y a través de puro dialogo como los libros de “Elige tu propia aventura”, tendrás que tomar fuertes decisiones que impactarán de manera directa la moral, comida y hasta la vida de tus personajes principales. Sí, puede que en batalla no haya muerte permanente, pero en un par de ocasiones perdí a héroes en el camino por decisiones que tuve que tomar para bien o para mal del grupo que comandaba. Estas secciones de viaje logran su cometido de hacerte sentir en verdadero peligro, aferrándote a la vida con las uñas. El ambiente en general de The Banner Saga es pesado y pesimista. Las posibilidades siempre están en tu contra.
Como seguramente ya te diste cuenta, The Banner Saga Trilogy es un montón de cosas a nivel de gameplay por las cuales te deberás de preocupar. Más allá de ser RPGs Tácticos sumamente sólidos en cada una de sus mecánicas y conceptos, me impresiona la gran forma en la que Stoic Studio convirtió a la narrativa en algo que justamente se siente como parte de la jugabilidad de estos títulos. Seguro que quien no esté tan familiarizado con el género o con una experiencia como la de los libros de los que te he contado, sentirá que el ritmo es un tanto lento y cortado, pero si por el contrario gustas de este tipo de vivencias que en ciertos puntos llegan a ser contemplativas y hasta reflexivas, estoy seguro de que pasarás rato inolvidables.
La historia escrita por Alex Thomas para The Banner Saga Trilogy es una de las más épicas y bien llevadas que me haya tocado experimentar en un largo tiempo. Es claro que su formación como profesional de este refinado arte, viene de un estudio tan fuerte en el ámbito de la narrativa como lo es BioWare. Lo más interesante es que se usa al propio guión como recurso para tapar algunas carencias de la producción como la casi nula presencia de actuación de voz e incluso cinemáticas. Sí, más bien se trata de leer un cuento perfectamente descrito que hace que nosotros como jugadores, usemos nuestra imaginación para complementar de manera muy importante, lo que se presenta en pantalla. Y sí, se puede poner en español.
Todo el universo de The Banner Saga Trilogy está inspirado en leyendas y mitología nórdica. Los dioses han muerto. Un día, el sol simplemente se detuvo en el firmamento, causando estragos a nivel climatológico, social y por supuesto, religioso. Además, una nueva amenaza emana del norte, poniendo en jaque a la alianza formada entre humanos y los Varl, gigantes con cuernos y una marcada personalidad. El argumento puede sonar simple, sin embargo, te aseguro que se va volviendo cada vez más complejo e interesante, tanto por las relaciones a nivel personal, como lo que está pasando con el mundo en el que vives.
Absolutamente todos los elementos gráficos que vemos en pantalla fueron hechos a mano por Arnie Jorgensen, quien en una entrevista señaló que su principal influencia es el trabajo de Eyvind Earle en La Bella Durmiente de Disney de 1959. Trazos con contornos muy finos que intentan emular retratos en colores planos, es una constante que verás en The Banner Saga Trilogy, además de preciosos paisajes llenos de detalle. Algo que me encanta además de la animación de estos juegos, es la extracción de cada uno de los héroes tanto en el campo de batalla, como en las partes de viaje. Puedes distinguir a cada uno de ellos. Impresionante el logro que se tuvo en este apartado, sobre todo al momento de transmitir ese sentimiento de escala de algunos lugares y seres, con todo y que nos nos hubiera gustado que contara con más cinemáticas animadas o más animaciones cuando los personajes están dialogando entre sí.
Para rematar, tenemos que el mismísimo Austin Wintory se encargó de componer y orquestar toda la música de The Banner Saga Trilogy. En caso de que no lo ubiques, este artista saltó a la fama en el mundo de los videojuegos por el espectacular trabajo que hizo con la banda sonora del siempre aclamado Journey de Jenova Chen que en 2012, causó sensación por todas sus aportaciones. Piezas con coros nórdicos funcionan a la perfección para establecer la atmósfera adecuada para el juego.
Ahora que ya tienes mucho más claro qué es The Banner Saga como franquicia y lo que propone, me parece que es buen momento de detallarte lo que obtendrás en caso de que decidas comprar este paquete de trilogía.
Como su nombre lo indica, The Banner Saga Trilogy incluye las tres partes que componen a esta serie. Mi recomendación es justamente hacerte de ellas en conjunto, pues además de que son juegos sumamente similares, se nota claramente que desde un inicio estuvieron pensadas para formar parte de un todo, antes que para funcionar de manera independiente. Cada una tiene una duración de entre ocho y 10 horas, por lo que completar la experiencia entera, no te tomará demasiado tiempo.
Las versiones de PS4 y Xbox One cuentan con una edición física llamada Bonus Edition, misma que junto con los tres juegos, incluye el soundtrack también en disco, así como algunas piezas de arte impreso bastante bonitas. Claro que en mi opinión te deberías de ir por esta opción, sobre todo por la de PS4, pues todo viene dentro del Blu-ray, es decir, no necesitas de ningún tipo de conexión a internet para jugar o para bajar parches. Caso contrario de la de Xbox One, que al igual que todos sus juegos “físicos”, requieren de permiso de la nube para poder funcionar.
En el caso de la versión de Nintendo Switch, misma que supuestamente se lanza el próximo 21 de septiembre, se tendrá la gran opción de llevar una saga así a cualquier lado. La mala noticia es que en su versión física, parece que dentro de la tarjeta de juego en realidad solo vendrá el primer The Banner Saga, mientras que los otros dos se tendrán que descargar a través de la eShop.
Desde hace tiempo sabía perfectamente que The Banner Saga era un producto para jugador de mi perfil, no obstante y como ya te contaba, distracciones y demás elementos, me habían impedido entrarle de lleno. Ahora con su trilogía completa y empaquetada en un mismo producto, simplemente no me pude resistir más. La experiencia que he tenido ha superado mis expectativas y me ha sorprendido por lo diferente y especial que se siente a cualquier otra cosa que hay allá afuera actualmente. El talento, pero sobre todo amor por este tipo de videojuegos que se tiene en Stoic Studios, se puede palpar en cada uno de los rincones de esta serie.
Definitivamente, The Banner Saga Trilogy no es perfecto. Algunas de sus carencias a nivel de producción son sumamente notables, mientras que errores en diseño de interfaz, sí llegan a hacer incómoda la experiencia en algunos momentos, sin embargo, la realidad es que la cantidad de valores y riesgos que se tomaron para hacer todo esto realidad, la convierten en una fantástica aventura llena de momentos memorables que creo, deberías de vivir en algún momento. Sé que por su naturaleza, los RPG Tácticos son intimidantes, pero te aseguro que con que pongas atención a sus tutoriales y tengas la disposición de entender cada una de sus mecánicas, terminarás completamente enganchado de este maravilloso género que no debería de perder relevancia en ningún momento.