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PS4
Omega Force
Bandai Namco
27/03/2020
A lo largo de sus más de dos décadas de existencia, One Piece nos ha ofrecido aventuras increíbles, batallas trepidantes y explosivas, momentos emotivos y, sobre todo, un amplio elenco de entrañables y únicos personajes. Se trata de una las obras más trascendentes del mundo del manga y de las más importantes de toda la historia; una que ha rebasado las fronteras de su país natal y cautivado a millones de fanáticos de varias generaciones que, semana a semana, siguen fervientemente el viaje de Luffy y sus nakamas que lo llevará a convertirse en el rey de los piratas.
Que la obra de Eiichiro Oda sea considerada como una de las predilectas de los fans del manga se debe, entre muchos otros factores, a su inmenso elenco. Con cada capítulo que transcurre y saga que concluye, ésta va aumentando y añadiendo piratas, marinos y personajes que le dan mayor profundidad a su narrativa, dándole así un perfil digno de un shonen que desborda acción en cada página. Precisamente este factor es el que convirtió al también anime en uno de los candidatos idóneos para los videojuegos, especialmente para los pertenecientes al género Musou que se distinguen por colocar a un amplio y selecto grupo de guerreros a combatir hordas de enemigos.
En esta ocasión, Bandai Namco y Omega Force nos traen una cuarta entrega de esta serie que inició en 2012 y que conocemos como One Piece: Pirate Warriors. Si bien el título sigue una fórmula ya vista en títulos previos de esta saga de combates, también añade algunas novedades que le dan frescura a su gameplay al tiempo que permiten ahondar más en el ya extenso universo del reconocido manga que sigue en publicación. Pero adentrémonos a este cuarto conflicto pirata y veamos lo que nos ofrece.
Para aquellos que no sepan de lo que van los Musou, su concepto básico se puede resumir al de ser títulos donde participamos en combates caóticos contra cientos de enemigos. Aquí controlamos a un determinado personaje que debe abrirse camino ante oleadas de guerreros mientras recurre a diversos ataques y habilidades e intenta cumplir ciertos objetivos. Todo esto por lo general ocurre en enormes mapas conformados de diversas secciones invadidas por las hordas rivales y en las que, de vez en cuando, aparecerán enemigos más fuertes que complicarán la situación.
One Piece: Pirate Warriors 4 sigue este mismo esquema pero, obviamente, dentro de escenarios inspirados en el famoso manga de Oda-sensei. De hecho, uno de los principales atractivos del título consiste precisamente en su modo principal de campaña en el que abordamos algunas de las sagas más importantes de la obra y que tanto han fascinado a sus lectores; desde la primer gran aventura en el reino de Alabasta o la emocionante infiltración a la isla judicial de Enies Lobby, hasta la gran guerra de Marineford o las sagas más recientes que se desarrollaron en las islas de Whole Cake y Wano, son sólo algunos de esos arcos que podrás revivir de una manera más personal y dinámica.
Como mencione arriba, uno de los ejes centrales de los títulos Musou recae en la selección de personajes que podemos controlar, mismos que se distinguen por contar con su propio estilo de combate. Para la ocasión, Pirate Warriors 4 incluye más de 40 guerreros jugables, todos ellos divididos en cuatro clases distintas (poder, velocidad, técnicos y aéreos) y que van desde los protagonistas miembros del bando de los Mugiwaras, hasta piratas (tanto aliados como enemigos), marinos y alguno que otro personaje de gran peso para la trama del manga. Cada uno tiene su propio set de ataques y destrezas básicas (golpe básico y fuerte, salto y evasión) así como un conjunto de habilidades únicas a las que pueden recurrir tras llenar sus respectivas barras y que les dan acceso a Power Ups o ataques especiales que generan más destrozos a su alrededor..
A primera vista el esquema de juego es muy básico y fácil de comprender por lo que en cuestión de unos pocos minutos te verás realizando combos y agresiones devastadores con animaciones vistosas en las que mandas a volar a decenas de unidades enemigas. No obstante, cada uno de los personajes puede ir desbloqueando nuevas combinaciones de ataques, mejorando sus destrezas y hasta aprendiendo técnicas conforme suben de nivel y obtienen materiales que canjean en su propio apartado de árboles (o mejor dicho islas) de habilidades. Es en este rubro en el que el simple sistema del gameplay se vuelve más profundo, aunque no lo suficiente como para tornarse incomprensible o difícil.
Siguiendo con el apartado de personajes, hay dos cosas nuevas que se añadieron y le dan mayor variedad a todo. Por un lado, tenemos a los guerreros de clase aérea que, como su nombre lo indica, pueden combatir por los aires tras levantar a los enemigos con sus habilidades. Por el otro tenemos el modo Titan en el que, de vez en cuando, nos enfrentamos a enemigos de gran tamaño y con enormes defensas que nos obligarán a que los ataquemos por detrás (o en algún punto ciego) para que así les generemos daño.
Otra de las novedades introducidas para este juego se ve reflejada en los escenarios, Por primera vez dentro de la serie Pirate Warriors, muchos de los elementos y edificios ahora son interactivos por lo que es posible destruirlos. Si bien no es indispensable golpearlos y su destrucción será más un resultado colateral de los propios combates, admito que esto le da mayor personalidad al juego y nos hace sentir que estamos en un campo de guerra. Eso sin mencionar que, en ocasiones, dicha destrucción también puede dañar a los enemigos.
Comparado con los capítulos previos de Pirate Warriors, esta cuarta entrega es más robusta y completa tanto en su gama de personajes jugables como elementos de gameplay e historia. Lamentablemente no todas las adiciones funcionan de forma óptima, algunos departamentos recaen en errores que siguen estando presentes desde otros juegos Musou y hasta da la sensación que los creativos dieron pasos hacia atrás en varios puntos respecto a sus predecesores.
Empezando por el apartado de su jugabilidad – y como suele ser común en los títulos de Omega Force -, Pirate Warriors 4 tiene un ritmo de juego que a la larga tiende a sentirse repetitivo. La variedad de misiones que se presentan durante cada combate es poca, suelen ser idénticas entre sí y caen en objetivos demasiado simplones que van desde eliminar a cierto enemigo o capturar un área en particular, hasta proteger a algún compañero, enfrentar a un jefe o aguantar los embates enemigos por un tiempo limitado. De igual manera, los mapas tienen estructuras parecidas y lo único que los distingue entre sí es su respectiva ambientación.
Durante los combates se presenta otro garrafal error: la cámara. Durante mi tiempo de juego y en más de una ocasión, ésta se colocó en posiciones incómodas que entorpecieron mi visión e, incluso, provocó que perdiera el enfoque de mi objetivo central en reiteradas ocasiones. Esto se volvió más notorio en los momentos donde combatía a los enemigos más poderosos – que por cierto son posibles de apuntar -, cuando combatía en secciones estrechas del mapa o hasta en los enfrentamientos contra los jefes de gran tamaño que, de estar demasiado cerca, ocupaban casi toda la pantalla.
Y ya que hablamos de las batallas contra los jefes enormes, debo admitir que éstas no fueron tan divertidas como esperaba. Como buen fan, me emocionó saber que podría enfrentarme a temibles Yonko como Big Mom o Kaido pero, una vez que me los topé, me di cuenta que se puede volver un martirio tener que estar evadiendo sus ataques constantemente y buscar colocarse a sus espaldas para atacarlos, más aún cuando estos pueden voltearse rápidamente y bloquear todo el daño que les hagamos. Esto vuelve a sus duelos innecesariamente largos y tediosos.
Pero como también mencioné, el juego también recayó en errores que son recurrentes dentro de los títulos de su tipo. Por ejemplo, la variedad de modalidades de juego es poca y se limita a ofrecernos tres opciones de juego simples que, objetivamente, son demasiado parecidos. Éstas son el modo de Free Log, en donde podemos rejugar los mapas de la campaña con los personajes que queramos; el Treasure Log, que viene siendo el equivalente al modo de misiones en el que debemos cumplir objetivos dentro de un contexto determinado y con reglas preestablecidas; y el ya mencionado Adventure Log, el de aventura.
De todos los anteriores, el principal de aventura merece una mención aparte ya que, aunque no es malo, sí representó un salto para atrás en la serie. Ahora éste se conforma de sólo seis capítulos que abordan las 6 sagas más importantes del manga, siendo una de ellas la actual de Wano que sigue en desarrollo y que, por obvias razones, tiene un desarrollo diferente y original. Si bien los fans estarán felices de revivir grandes arcos como los de Enies Loby, Marineford o Dressrosa, se resiente la ausencia de otras más como las de Skypeia, la isla Gyojin o hasta Punk Hazard. Además, no está de más decir que las sagas que son el principal atractivo del juego (Whole Cake y Wano) son las últimas en desbloquearse, por lo que es probable que para cuando llegues a ellas sientas que ya viste todo lo que el título ofrece.
Por esta misma razón, considero que Pirate Warriors 4 no es una manera idónea para adentrarte a la gran obra de Eiichiro Oda. Pese a que el juego retoma los elementos más importantes de One Piece y nos da la oportunidad de vivir los sucesos más icónicos, éste omite muchas cosas que hacen de su historia un deleite y, a las que si expone, lo hace sin tanta profundidad y sin esa intención que las hizo tan memorables de leer en el manga.
En lo que respecta a su presentación, hay un desbalance general; algunas cosas son buenas, otras malas y hasta hay apartados en los que se siente que los desarrolladores retrocedieron. El rubro gráfico por ejemplo, deja bastante a desear debido a que ahora el equipo de Omega Force intentó darle cierto realismo al diseño de los personajes y escenarios, aunque manteniendo el distintivo estilo del mangaka. El resultado final luce extraño, incómodo y un tanto incomprensible, sobre todo cuando vemos que el juego previo, Pirate Warriors 3, se veía más homogéneo y acorde a la personalidad del anime.
Otro punto en donde salen a relucir muchas de las fallas del apartado visual es en sus cinemáticas y secuencias de interacción. Mientras que las primeras se ven más trabajadas y detalladas y logran transmitir adecuadamente todas las emociones de sus mágicos sucesos, es en los momentos de transición e interacción los personajes se ven estáticos y con movimientos torpes, carentes de cualquier emoción. Peor aún, hay interacciones entre personajes jugables con otros que no lo son y a los que únicamente se limitaron a incluir por medio de viñetas en 2D. ¡Vaya oportunidad desperdiciada que le resta impacto a la trama!
Músicalmente hablando, el juego cuenta con una banda sonora conformada de melodías que combinan la alegría y emoción de la serie con los tonos de rock que suelen acompañar a los juegos Warriors. Personalmente, me hubiera gustado que el juego tuviera algunas de las icónicas melodías del anime que muchos fans ubican y gozan, pero las que aquí se incluyen son adecuadas y logran su cometido de ambientar cada escenario y combate.
One Piece: Pirate Warriors 4 es uno de esos juegos que, desde que se anunció, ya sabías que esperar: es un título de combates caóticos situado en el universo de One Piece, con un elenco más grande de personajes (veteranos y debutantes) y que cuenta con la novedad de abordar las sagas más recientes del manga. Esto lo ve complementado con algunos aspectos nuevos a su fórmula (como estilos de combate o batallas con jefes enormes) que, si bien no revolucionan al género, al menos brindan cierta frescura al gameplay.
Lamentablemente, el hecho de que el juego ofrezca exactamente lo que se esperaba termina por perjudicarlo por igual. Sus apartados nuevos no son tan espectaculares como uno esperaría y los aspectos que se retomaron acaban sacando a relucir errores que siguen estando presentes de títulos previos y que bien pudieron corregirse. Además, su presentación no es del todo convincente y omite contenidos que hubieran complementado mejor al paquete final.
Pirate Warriors 4 no es un mal juego en lo absoluto, pero sí uno demasiado familiar que apostó por seguir una línea conocida que lo condujera a un resultado predecible. Como fan de One Piece, puedo decir que la pasé bien en este cuarto capítulo, pero no vi nada nuevo que me hiciera sentir que estaba ante una propuesta nueva. Es más de lo mismo, aunque eso no es algo necesariamente malo.
Si les encantan los títulos Musou o de One Piece, Pirate Warriors 4 les dará justo lo que buscan: acción y combates frenéticos en los que podrán ver relucir las habilidades de muchos de sus personajes favoritos del anime. Por el contrario y si nunca han tenido acercamiento con este popular manga o este tipo de juegos, creo que hay mejores maneras de adentrarse a ellos y que les dejarán un sabor de boca más agradable. En resumen, es un juego enfocado y dirigido enteramente para los fans de Luffy y compañía, especialmente para quienes ya sepan a lo que vienen.