PS3, PS4, PS VITA, PC
Messhof
Messhof
14/10/2014
Por poco más de una semana hemos estado jugando Nidhogg de nuevo, título independiente del desarrollador californiano Mark “Messhof” Essen que nos cautivó desde su lanzamiento a inicios del año en PC. Con su llegada al PS4 y PS Vita el pasado 14 de octubre, nuestra adicción al juego de combate independiente volvió a llenarnos de alegría y sana competencia entre amigos.
En esta reseña hablaremos una vez más de los elementos del gameplay de Nidhogg que nos han cautivado y que nos han hecho considerarlo como una de las experiencias más divertidas del año, comentaremos también cómo estuvo la adaptación de Code Mystics para las consolas de PlayStation.
En Atomix ya se publicó una reseña de este juego independiente en el marco de su lanzamiento durante el mes de enero. En ella además de darse los detalles del juego se habla extensamente sobre su desarrollo y la manera en que su creador por varios años estuvo refinando el gameplay para hacer de Nidhogg un juego que destacara en el círculo de los títulos de peleas; todos sus años de trabajo no se notan en sus gráficos que son intencionalmente sencillos y constan de unos cuantos pixeles, pero son absolutamente notorios en una gran precisión de los controles que terminan convirtiéndose en una extensión del cuerpo de quien está jugando, de esta manera, podríamos considerarlo como un deporte digital.
Asumiendo el caracter deportivo de Nidhogg está implícito su carácter competitivo que consistiría en un combate que sucede entre dos personas.
Cruzar el campo rival hasta ser devorado por la criatura mitológica Nidhogg.
Combate frente a frente con tu rival, ambos cuentan con una espada con la que pueden asesinar al contrincante como si de una partida de esgrima se tratara. Cuando logras matar a tu rival es tu turno de correr hacia su campo y a él le toca defender en cuanto reviva. En el momento en que te maten es tu turno de defender y recuperar el turno de correr hasta llegar a la meta.
En Nidhogg sólo usas dos botones y un control direccional, ya sea el d-Pad o el stick análogo según te acomodes. Uno de los botones es el de ataque, y el otro el de salto.
Con el botón de ataque puedes dar estocadas con tu espada en tres guardias: alta, media y baja. Si gustas también puede arrojar la espada con el botón de golpe estando un toque arriba de la guadia alta.
Otra forma de atacar al rival es a golpes; si no tienes una espada equipada lanzarás golpes con los que puedes derribar a tu rival y eliminarlo en el piso. Si saltas y oprimes el botón de ataque lanzarás una patada en diagonal hacia abajo, movimiento muy útil para superar al rival. También puedes agacharte, si lo haces y usas el botón de ataque efectuarás una patada que puede derribar al rival –aunque traiga su espada– para poder acabar con él en el suelo.
La espada no sólo se usa para atravesar el cuerpo del rival y matarlo, también te puede ser útil para desarmarlo, para hacerlo sólo tienes que mover rápidamente tu guardia ante la de él para poder botarle su espada y eliminarlo.
Correr es de vital importancia para alcanzar la meta, lo harás más rápido si arrojas tu espada pero eso te dejará desprotegido ante las estocadas del rival. Mientras corres también puedes agacharte y hacer una rodada para superar al rival siempre y cuando no mantenga su espada en defensa baja, pues de lo contrario quedarás ensartado en ella.
Por complejo que parezca lo que describimos en la sección anterior de la reseña, es un gameplay tan natural que se adapta a la perfección a tus manos en unas cuantas partidas logrando que, como lo dije al principio, el control llegue a sentirse como una extensión del cuerpo.
Con el tiempo las partidas pasan del frenesí inexperto que hace que desemboquen en combates de 2 minutos hasta batallas muy cerebrales que se extienden a más de 15 minutos en los que los participantes se mantienen por lo general en la parte media del escenario sin demostrar dominio de ninguna parte.
Después de meses de jugar Nidhogg me doy cuenta que cada día descubro algo nuevo y sólo el entrenamiento es la clave para la especialización en el gameplay. Por ejemplo, antes no sabía cómo romper la guardia de un rival que defendía desde una puerta, por lo que comencé a usar una táctica que consiste en rodar y saltar agachado para evitar quedar ensartado en la espada del rival, una vez cerca de sus pies soltar patada baja para derribarlo y eliminarlo. Cuestiones como la anterior sólo las vas descubriendo mientras más juegas. Descubrirás que cada persona tiene su propio estilo de juego muy peculiar y reaccionarás ante el mismo con diversas estrategias.
Si quieres darle un toque variado al gameplay, el juego tiene reglas opcionales para el combate local con otra persona que consisten en alterar el juego con condiciones como baja gravedad, espadas bumerán, y otras opciones; el juego funciona muy bien con sus opciones estándar así que muchos ni siquiera las tomarán en cuenta, no obstante, ahí están para que experimentes si lo deseas.
Sí, de hecho tiene un modo en el que compites contra personajes controlados por la inteligencia artificial cuya dificultad va incrementando y grabas tu tiempo como récord al finalizar el recorrido para intentar batirlo en futuras ocasiones.
Desafortunadamente no hay muchas opciones de juego en solitario, nos hubiera gustado poder jugar combates sencillos en los que pudiéramos cambiar las variables, escenarios y reglas a nuestro gusto para entrenar como se debe.
Desafortunadamente por muy fuerte que sean los rivales virtuales jamás se comparan con la experiencia de estar jugando contra otra inteligencia humana que reacciona ante la partida de forma muy diferente a la de una máquina.
El modo de un jugador es sólo un entrenamiento, el objetivo de Nidhogg es jugarlo con alguien más.
Si no tienes cerca alguien con quién jugar está la opción de buscar otros participantes por internet. Las dudas ante este modo estuvieron latentes para la versión de PlayStation porque en PC no fue tan bueno como la gente esperaba con partidas inestables.
En el caso de la versión de PS4 y PS Vita, las veces que he logrado encontrar una partida disponible me he quedado con buenas impresiones. En específico en la versión de PS4 –que es en la que más he jugado en línea– me encontré con partidas que sí tienen un poco de lag, pero son lo suficientemente estables para disfrutarlas de principio a fin.
El problema principal es que resulta muy difícil encontrar contra quién jugar a menos que te pongas de acuerdo con un amigo y se inviten mutuamente. No sé si sean problemas del matchmaking o que en realidad no haya quién se conecte a jugar en línea, pero la constante es que el menú me indica que hay cero personas conectas. Muchas veces me he topado con los mismos nombres al jugar de forma aleatoria lo que señala que quizá sí somos muy pocos los que juegan en línea con todo y que supuestamente se pueden jugar partidas por internet entre usuarios de PS4, Vita y PlayStation TV.
Puedo asegurar que Nidhogg en Vita es una delicia, el juego corre igual que las versiones de PC y PS4 con la ventaja de que lo llevas en el bolsillo. Se ve muy bien en su pantalla de 5” y se juega muy bien, principalmente con el D-Pad.
Sabemos que es difícil que tengas a un lado un amigo que también tenga un Vita, pero si así lo es, les recomendamos ampliamente que ambos se hagan de este título porque las partidas ad-hoc son tan adictivas y competitivas como estar jugando frente al televisor en alguna de las otras versiones del juego.
Un experimento no tan funcional pero que se agradece, es la oportunidad de jugar dos personas en una sola portátil, cada uno tomando uno de los sticks análogosy los botones de su lado. No es muy cómodo pero me agrada que la función esté presente.
Esta versión de PS Vita también es compatible con el nuevo PlayStation TV, de hecho el estudio que se encargó de los ports de PlayStation, Code Mystics, hizo ajustes especiales para la versión de Nidhogg en PS TV para facilitar el juego competitivo local con dos controles, siendo de los pocos títulos en la plataforma que podrás compartir con juego local. Fue precisamente en la versión de PS TV que nos enganchamos por horas en la oficina jugando con controles de PS4, resulta cómodo tener una consola tan pequeña que puede correr un juego tan adictivo y competitivo como Nidhogg, llegó un punto en el que decíamos que fuera de todas sus funciones, la PS TV podría ser simplemente “la consola de Nidhogg”.
Sería muy bueno tener tanto en PlayStation como en PC una expansión para Nidhogg que nos diera más opciones de escenarios y, por consiguiente, más de la fabulosa música de Daedalus. Aunque casi siempre optamos por el mapa Castle para el juego competitivo más reñido, sería interesante tener más arenas en dónde competir.
También nos gustaría que todas las variantes que se ofrecen para el modo competitivo off-line, estuvieran disponibles en partidas para un solo jugador en las que tuvieras la opción de configurar batallas sencillas personalizadas para entrenar a tu manera.
Podríamos escribir cientos y cientos de palabras al respecto de este juego pero nada se compara a que lo pruebes por ti mismo con tus amigos y así sean testigos de esta adictiva experiencia competitiva que nos tiene cautivados.
-Perfección en el diseño del gameplay y los controles.
-Adictiva fórmula que fácilmente podríamos considerar como un deporte dentro de los videojuegos.
-Buena adaptación del juego por parte de Code Mystics tanto en PS4, Vita y PS TV.
-Poca variedad de escenarios.
-Aunque sabemos que la verdadera diversión está cuando te encuentras con otras personas, se hubieran agradecido más opciones para que entrenes en el modo de un solo jugador.
-Multijugador en línea estable pero completamente vacío.
Si tienes un PS4, PS Vita o PS TV, ya no hay pretexto para perderse Nidhogg, un juego que será el alma de la fiesta cuando estés con otras personas. Su excelente diseño de gameplay hace que sea fácil de entender y que con el entrenamiento vayas adquiriendo mejores habilidades para coronarte como campeón entre tus amigos. Es sin lugar a dudas una de las mejores experiencias competitivas del año, y un juego que recordaremos y jugaremos por muchos años cuando nos encontremos con otras personas frente a la misma consola.