Square Enix ha luchado por llevar la serie Final Fantasy a los móviles, de manera que pueda ataer a dicha plataforma a jugadores leales a la marca, así como capturar aficionados al juego en estos desarrollos. Los títulos de antaño son  adaptados al ecosistema móvil, con diversos niveles de éxito. Sin embargo, también la saga ha generado proyectos propios para celulares y tablets. La mayoría con relativo éxito en el mercado nipón, mientras que no suelen llegar a nuestra región. O, en caso de hacerlo, no provocan el ruido que suele tener un Final Fantasy.

Era el caso de Mobius Final Fantasy justamente. Originalmente lanzado para Japón en junio de 2015, los procesos de localización hicieron que el juego se lance apenas esta semana. Es decir, más de un año de diferencia. Podríamos esperar un título maduro, apto en más de un sentido para las audiencias occidentales. Al final del día, esa es una parte de la apuesta del publisher al traer este desarrollo a nuestra región.

Por otro lado, otra parte de la apuesta consta en dotar al título de elementos reconocibles en la serie Final Fantasy. De este modo, los fans de la serie podrían sentirse cómodos al momento de jugar el título. Todo sin abandonar el concepto de free to play, tan necesario para triunfar en la arena móvil. Es por eso que, ante todo, la pregunta básica es: ¿es esto un Final Fantasy de verdad?

Guerrero de la Luz

Estamos ante un juego que aprovecha los fundamentos básicos del primer Final Fantasy. Al menos en cuanto a las clases de personajes. Eres un Onion Knight, que ha sido llamado por una misteriosa voz a las tierras de Palamecia. Hay una profecía, tan serie como puede serlo en esta serie, en la que se habla de un legendario Guerrero de la Luz. Como puedes imaginar, tu camino tiene como destino convertirte en él. Pero no eres el único. Hay varios combatientes que, como tú, han perdido la memoria. Quienes buscarán, también, convertirse en el mítico peleador.

El juego, en su gameplay de combate, es sencillo. Vas a combatir contra monstruos de diversos tipos, básicamente es lo único que harás de manera activa. Para atacar, sólo basta el toque de tu dedo. Sin embargo, contarás con ataques especiales y magias elementarles que te permitirán causar mayor daño. Como suele ser cada que los elementos están relacionados con el combate en un RPG, dependiendo del tipo al cual pertenezca tu enemigo serán los tipos que le causen mayor o menor daño. Claro, en un piedra-papel-tijeras clásico.

En el combate también  obtendrás esferas, las cuales van a darle poder a tus ataques elementales. Incluso podrás defenderte contra ciertos elementos o curarte, dotando al juego de una estrategia importante en la cual, también, intervendrá la clase de personaje que elijas. La cual, claro, puedes cambiar en el momento que necesites a través de tarjetas especiales.

La clase de personaje define con qué elementos puedes jugar, así como el tipo de habilidades que puedes obtener. Así que debes pensar muy bien en qué elementos te mueves, o de lo contrario podrías pasar varias dificultades al elegir una clase incorrecta para la situación o para tu manera de jugar.

Las tarjetas, también, definen los especiales que puedes realizar. Tendrás que equiparte correctamente, de otro modo podrías quedar un poco a merced de ciertos enemigos. Es aquí cuando interviene el conocimiento, expertise y paciencia. Ésta última debido a que necesitarás fusionar las tarjetas con diversos elementos para obtener mejoras.  De esta manera, se le dota al juego de un componente táctico, el cual quizá algunos jugadores más casuales prefieran pasar por alto. Sin embargo, para quienes han pasado por la serie este tipo de organización alrededor de las habilidades sea pan comido.

Olvídate, eso sí, del sentimiento de aventura. El camino es lineal y avanzarás ganando peleas. Cada lugar al que llegues representará cierto número de enemigos. Derrótalos y obtendrás ítems, al tiempo que podrás avanzar al siguiente sitio. Si tienes suerte, este paso representará el ver una secuencia cinemática que cuente un poco más de la historia.

No podemos olvidar, tampoco, que el juego está dirigido a una audiencia casual. Puedes poner los combate en piloto automático y el sistema jugará por ti. No es lo más divertido, pero más de un jugador encontrará atractiva esta opción.

Con el ADN de Sephiroth, pero…

Kazushige Nojima, autor de los relatos que nos hicieron vibrar en Final Fantasy VII, es el responsable de contarnos la historia. Se agradece el tinte espiritualista de la narrativa, así como las alusiones a conceptos clásicos como el Guerrero de la Luz. Sin embargo, la historia no va muy lejos. Más que una trama que atrape y enamore, no deja de sentirse como un mero aditivo que funciona simplemente para dar cuerpo al juego. Es un grato intento, pero no alcanza a dejar de sentirse como un juego menor.

Para lo que los juegos de móvil suelen representar, estamos ante un desarrollo visualmente atractivo. Hay momentos en que, claro, las texturas y los modelados dejan ver las limitaciones de un sistema móvil. Pero no por ello deja de notarse el trabajo técnico para que un proyecto en móviles luzca lo más posible como lo haría un título contemporáneo de la serie.

Estamos ante un juego interesante. No, no logra sentirse como un Final Fantasy. De entrada, la narrativa carece del encanto obligado para un juego de la serie. Pese a los esfuerzos de dotar al juego de estrategia, termina por sentirse repetitivo. Especialmente al momento de ir batalla tras batalla y carecer de una auténtica sensación de aventura. Por tanto, el primer objetivo falla.

El segundo objetivo, el ser un juego que enamore, también falla. Se ha hecho muy fácil el poder disfrutar del combate. Pero termina siendo un tanto insulso y aunque es fácil de comprender, el sistema de habilidades y tarjetas tampoco es muy intuitivo que digamos. Se queda en un intento por darle una dimensión hardcore a un proyecto de naturaleza casual.

Aún así,  no podemos hablar de un mal juego. Estamos ante un proyecto con ambiciones muy especiales. Que busca atender a públicos muy distintos entre sí y que es traído a un público muy distinto de aquél para el cual fue ideado. No es un mal RPG de móviles, pues funciona de manera adecuada. Pero no tiene el encanto de un Final Fantasy. Tiene una historia loable para los juegos de su plataforma, pero no alcanza el nivel a la que la serie nos acostumbra. Posee un componente estratégico interesante, pero no es tan profundo ni tan funcional como esperas de la saga.

Básicamente intenta ser un Final Fantasy, pero es justamente la plataforma y sus detalles (free to play, táctil, con juego más casual) aquello que lo limita.