3DS
3DS
Nintendo EAD / Grezzo
Nintendo
12/10/2018
Después de una muy complicada experiencia con el Nintendo 64 y el rotundo fracaso del Virtual Boy, la compañía de Kyoto tenía la importante misión de recuperar terreno cuando antes en lo que sería la generación de los 128 bits. De manera paralela, las políticas de la empresa fueron modificadas para diversificar sus opciones comerciales al impulsar a otros personajes y propiedades intelectuales con las que contaban, esto con el objetivo de disminuir la Mario dependencia. Así llegó el año 2001 y el famoso Dolphin se convirtió en el Nintendo Gamecube, consola que durante su desarrollo tuvo un montón de implicaciones y cambios que fueron cerrados con la idea de no ser estrenada con un juego del rostro insignia de la marca. En esta ocasión, el tímido y hasta en ese momento, no tan amado Luigi, recibiría la encomienda de demostrar de qué era capaz la nueva apuesta de la Gran N.
Luigi’s Mansion tuvo un tambaleante inicio en el mercado, pues además de que no estábamos hablando de un juego protagonizado por Mario, se nos ponía enfrente una experiencia sumamente diferente en todo sentido. Desde la parte del gameplay, mecánicas y controles, hasta el arte y en general concepto, fuimos testigos de una propuesta totalmente fresca por parte de Nintendo que claro, muchos simplemente no comprendieron. Con el paso del tiempo, poco a poco, el título se fue convirtiendo en algo importante para los fans de la marca, al punto de que incluso podríamos decir que bien podría ser considerado de culto gracias al prestigio del que ahora goza y al mismo tiempo, tener el hecho de que pocos le han dado una oportunidad.
Nos encontramos en pleno 2018 y sí, el 3DS recibe a una especie de remake o reimaginación de este maravilloso juego que finalmente lanzó a la fama a nuestro querido Luigi y que si bien, no es una versión perfecta que incluso falla en algunas cosas que el original acertaba, la realidad es que resulta ser una oportunidad inmejorable para entrarle a esta ahora franquicia que pronto estará estrenando su tercera parte o por qué no, revisitar a una de las grandes aventuras que tuvimos en nuestros Gamecube hace 17 años.
Como te decía al inicio de esta reseña, más allá de no ser un juego de Mario para estrenar una nueva consola de Nintendo, Luigi’s Mansion se convirtió en toda una curiosidad gracias a que no estábamos hablando de un platformer tradicional, sino que parecía que por alguna razón, se empezaba a experimentar con un survival horror. Sí, en la superficie, la primera aventura protagonizada por Luigi es una especie de parodia a esta género, pero si hablamos de jugabilidad y estructura, te puedes dar cuenta de que estamos frente a un producto bastante distinto a un Silent Hill o Resident Evil clásicos. Decir que Luigi’s Mansion es un “survival para niños”, dista mucho de la verdad.
La naturaleza de Luigi’s Mansion tiene una razón de ser. En un inicio, Nintendo tenía la intención de que el Gamecube pudiera desplegar 3D estereotípico en nuestras televisiones de aquel entonces. Para hacer gala de dicha tecnología, se creó un juego que demostrara de la mejor manera posible lo impresionante que era ver profundidad en algo como un cuarto, por ejemplo. Para lograrlo, se desarrolló un juego que justamente nos colocara en una especie de casa de muñecas en el que el nuevo efecto 3D, luciera lo mejor posible. Al final y por obvias limitaciones técnicas y de producción de aquella época, dicha característica fue recortada, sin embargo, no se quiso tirar a la basura lo que ya se había avanzando en lo que sería la gran estrella que inaugurara la nueva consola.
Luigi’s Mansion es un juego de exploración, aventura y puzzles que en lugar de tener mecánicas de combate que involucren disparar o saltar, se usan las bases que habíamos y hemos visto a lo largo de los años en los juegos de pesca. Sí, la verdad es que esta franquicia se trata de títulos de pescar fantasmas de la manera más literal posible. Otra de las grandes características del Gamecube es que su control contaba con un segundo análogo, lo que dio muchísimas posibilidades. Con el botón R activaríamos la aspiradora de Luigi, mientras que con el análogo izquierdo le daríamos posición al personaje y con el derecho, haríamos movimientos muy parecidos a los de una caña de pescar para atrapar a nuestra víctima. La mecánica resultó ser mucho más divertida de lo que sonaba y hasta nuestros días, sigue siendo sumamente relevante y funcional.
Con esta base, se agregó una enorme mansión que debíamos de explorar y de resolver. Básicamente, cada cuarto dentro de Luigi’s Mansion es su propio puzzle y por medio de las acciones que te acabo de describir, deberás de encontrar los secretos que guarda para poder progresar, esto sin mencionar que básicamente todos los enfrentamientos contra fantasmas no genéricos, son elaborados problemas que tienes que descifrar en medio de acción normalmente frenética. El balance de mecánicas y cómo es que en general fluye el juego, es verdaderamente sensacional.
Regresando un poco al tema de los controles y ahora hablando de manera concreta de esta nueva versión de 3DS, tenemos un par de puntos que vale mucho la pena resaltar. En caso de que estés jugando en un 3DS estándar o XL sin el famoso C-Stick, mi recomendación sería que elijas la configuración de controles que se usaron para Luigi’s Mansion: Dark Moon, juego lanzando antes de los New 3DS que justamente tenía que lidiar con esta limitación. Si por el contrario, cuentas con hardware más reciente, pues te diría que te fueras por los controles clásicos del juego. Ambas configuraciones funcionan, aunque sí puede llegar a ser un poco incómodo jugar en un 3DS estándar, sobre todo porque para apuntar de manera vertical el Poltergust 3000, debes de mover directamente la portátil.
Siempre que se nos vuelve a vender un juego de cualquier manera, existe la preguntar natural de qué es lo se nos ofrece para hacer el gasto en algo que se supone, ya teníamos. En esta ocasión, Nintendo se preocupó un poco más por hacer atractiva esta nueva versión de Luigi’s Mansion, esto por medio de algunos extras que si bien, no llegan a cambiar de ninguna manera la forma en la que se juega este título, sí le añaden algo de sabor del que vale la pena hablar.
Lo primero es que Luigi’s Mansion para 3DS cuenta con una galería en la que podemos ver el retrato de todos los fantasmas a los que hemos capturado, haciendo énfasis en que a diferencia de la segunda entrega, aquí, las verdaderas estrellas de todo el asunto son justamente los espectros a los que cazamos. Dicho espacio además de dejarnos ver de primera mano la colección de capturas que tenemos, nos permite enfrentar de nuevo a cualquiera de estas criaturas en un time attack. Claro que podrás subir tu marca para ver qué tan rápido eres con el Poltergust 3000 a comparación con otros jugadores en el mundo.
Si lo tuyo es el juego cooperativo, entonces te encantará saber que esta nueva versión de Luigi’s Mansion te permite jugar el título entero acompañado por un amigo más, esto claro, siempre y cuando el segundo jugador también tenga su copia del título. De lo contrario, podrás compartir partida con un solo juego, pero en lugar de tener la experiencia completa, sólo podrás enfrentar a los jefes con un segundo jugador. Dichos añadidos son buenos, pero te puedo decir que la dificultad se reduce marcadamente, además de que queda claro que el título jamás fue pensando para funcionar correctamente con otra persona en pantalla.
Para terminar, si lo tuyo son los logros o achievements, te cuento que Luigi’s Mansion viene con su propia lista, aunque claro y como siempre ha sido con este tema, sirven para absolutamente nada. También es importante señalar que gracias a la segunda pantalla del 3DS, todo el tiempo podemos ver desplegado el mapa que se va actualizando en tiempo real.
Como seguro ya te diste cuenta, a pesar de que los extras de Luigi’s Mansion en 3DS son buenos y hasta sorprendentes por momentos, la verdad es que de manera general se quedaron cortos, aportando prácticamente nada de sustancia a la experiencia. Claro que el ahora poder jugar todo el juego en cooperativo resultará atractivo para algunos, pero me cuesta trabajo pensar en un escenario viable en el que esto se podría dar de manera óptima. Como sea, se agradece que estén ahí, pero difícilmente los vería como razones exclusivas para entrarle a este juego.
El 3DS puede seguir recibiendo estrenos de manera más o menos regular, no obstante, resulta innegable que nos encontramos en el ocaso de esta maravillosa portátil. Algo curioso que ha sucedido con ella a lo largo de los últimos dos años, es que muchos de sus nuevos juegos decidieron hacer por completo de lado el efecto 3D. Claramente, esto tiene que ver con el éxito del 2DS y 2DS XL, que básicamente fueron prueba de que una buena cantidad del mercado, jamás apreció el precioso 3D estereoscopico del que la consola es capaz. En medio de la tendencia que te describo, aparece esta nueva versión de Luigi’s Mansion que fiel a sus orígenes, finalmente puede ser jugado en tres dimensiones como inicialmente se concibió.
Sí, el efecto 3D del 3DS encaja a la perfección con Luigi’s Mansion. La manera en la que se puede apreciar la profundidad de los cuartos de la mansión que recorres, logra justamente ese sentimiento de que estamos frente a una casa en miniatura en la que cientos de cosas están pasando. Queda claro que el juego, desde un inicio, estuvo pensado para echar mano de la posibilidad de que nosotros los jugadores tendríamos una percepción del espacio que nunca antes se había visto dentro del medio.
La adición del 3D estereoscopico en esta nueva versión de Luigi’s Mansion no fue el único cambio que se hizo en la parte visual. El diseño de Luigi fue modificado para encajar con su look más actual; es decir, ya no vemos a este Luigi regordete y mucho más compacto que nos acompañó en el Gamecube. Además y seguramente por temas de rendimiento, se nota claramente que ya no tenemos la iluminación dinámica que generaba impresionantes sombras en la versión original del juego, esto sin mencionar que la cantidad de partículas principalmente de polvo que veíamos en pantalla, aquí fueron reducidas de manera drástica.
La parte técnica y estética de Luigi’s Mansion para 3DS tiene sus pros muy marcados, pero también algunos contras que fueron imposibles de ignorar. Por supuesto que estamos hablando de elementos que en realidad no impactan de manera directa a la jugabilidad o en su defecto, a la experiencia que estamos teniendo, sin embargo, considero que sí era muy necesario mencionarlas para tener una imagen mucho más completa de lo que este nuevo producto nos está ofreciendo si lo comparamos con la obra en la que está basado.
Luigi se ha convertido en uno de los grandes rostros de Nintendo. El personaje actualmente cuenta con una personalidad sumamente marcada y distinguible de cualquier otro, sobre todo del la de su famoso hermano. Lo anterior no es obra de la casualidad pues desde 2001, la compañía ha hecho diferentes esfuerzos por impulsarlo y colocarlo en el lugar que actualmente presume. Luigi’s Mansion como juego, fue parte clave de que esto pasara, pues si bien, seguimos hablando de un título que comercialmente no tuvo el paso que se esperaba, tenemos que aceptar que cualquiera medianamente familiarizado con el medio, sabe perfectamente que en el Gamecube hubo un juego protagonizado por Luigi en el que debes de atrapar fantasmas con una aspiradora.
A pesar de lo genial que es tener una versión de Luigi’s Mansion entre nosotros que ahora nos deja por fin jugar en 3D, la realidad es que no encuentro razones verdaderamente pesadas para decirte que salgas ahora mismo a pagar el elevado precio de este título para poder disfrutarlo de nuevo. Claro que si eres muy fan de esta serie, seguro que ya lo tienes dentro de tu 3DS, pero si cuentas con la versión de Gamecube y no sientes urgencia por probar un nuevo rostro de la misma experiencia, te diría que ni te preocupes por hacer el fuerte gasto que representa este título. La cosa cambia si nunca le entraste y ahora tienes ganas de hacerlo. Ahí te diría que no hay mejor oportunidad de disfrutar de uno de los grandes underdogs que vimos a inicios de la década pasada.