Review – Lords of the Fallen

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Deck 13 y CI Games nos traen su visión de un RPG de acción que sigue los estándares que creó la franquicia Souls de From Software.

Review_LordsOfFallenLas nuevas propiedades intelectuales exclusivas para consolas de nueva generación ya se dejan ver. El objetivo de algunas es explotar y mostrar las capacidades técnicas de alguna consola, otras pretenden reforzar el amor a una marca con contratos de exclusividad. Por otro lado, tenemos juegos como Lords of the Fallen, que básicamente representa un cierre a la generación pasada para mostrar que se pueden hacer juegos medianos que responden a las demandas actuales.

Lords of the Fallen hubiera sido un título excelente para dar el banderazo de inicio al PlayStation 4 y al Xbox One, mucho antes de la llegada de Dark Souls II. No obstante, el salir en esta fecha no le quita mérito alguno a su propuesta, ya que es un juego que se logra mantener por sí solo y cumple lo que promete.

Deck 13 y CI Games, estudios alemán y polaco respectivamente, nos traen su visión de un RPG de acción que sigue los estándares que creó la franquicia Souls de From Software. Más allá de copiarlo o intentar emular su grandeza, le rinden tributo y nos ofrecen una experiencia  divertida que aunque mantiene la misma espina dorsal de Dark Souls respecto al combate, logra separarse gracias a sus elementos originales.

Lords of the Fallen nos introduce en un mundo donde un dios maligno ha sido desterrado hace milenios, literalmente enterrado bajo la superficie del planeta. De él  sólo vemos su gigantesca mano sobresaliendo del suelo, petrificada en un intento por escapar.  Aquí tomamos el papel de Harkyn, un criminal cuyo castigo es llevar marcados sus pecados en el cuerpo en forma de runas. Esta escoria de la humanidad ha sido liberada de su eterna prisión para combatir al dios que ha despertado. Sus esbirros, criaturas putrefactas llamadas Rhogar han comenzado una conquista por la humanidad, y a su paso han asesinado a cualquiera que se les oponga.

Harkyn es el único que puede derrotar a este mal, y con ello, lavar sus pecados y ser perdonado de un castigo eterno.

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Así comienza un viaje de crecimiento a través de quince a veinte horas de historia. Comenzaremos en un monasterio y visitaremos prisiones, arenas de combate, catacumbas, e incluso los pasajes subterráneos donde se engendra el mal. Combatiremos demonios, pero también seres humanos infectados por la oscuridad, misma que provoca deformaciones y violencia extrema en las víctimas. El combate contiene el mismo esqueleto que el que vimos en Dark Souls, con los clásicos ataques ligeros y pesados, la posibilidad de cargar un arma en cada mano, los contra ataques con el escudo, la capacidad de rodar para esquivar golpes y la emblemática puñalada por la espalda que consume gran parte de los puntos de vida del oponente.

Tendremos a nuestra disposición un arsenal de decenas de armas de hasta nueve tipos, desde dagas y espadas cortas hasta martillos gigantes y mazas. También podremos utilizar ataques a distancia si mutamos nuestro brazo para lanzar proyectiles mágicos explosivos o de ráfagas rápidas, dependiendo de nuestra elección. El combate será variado y la manera de abordar cada enfrentamiento se acoplará a los gustos de cada jugador.

La personalización lo es todo en Lords of the Fallen.

Al inicio de nuestra campaña podremos elegir tres clases: guerrero, bandido o clérigo. Aparte de la clase, seremos bendecidos por los dioses que nos ayudarán con poderes mágicos en nuestra aventura. Dependiendo del estilo de bendición que escojamos, podremos variar el combate y el árbol de habilidades que recibiremos una vez comenzada nuestra aventura. Así, tendremos hasta nueve combinaciones diferentes de clase y bendición, por lo que será nuestra decisión tomar el rol de paladín, luchador, verdugo o forajido. La personalización lo es todo en Lords of the Fallen, y gracias a la variedad de opciones entre armas, clases y bendiciones, no estaremos atados a un sólo estilo de combate. Las magias nos permitirán generar chivos expiatorios para distraer al enemigo, contar con fuerza sobrenatural para incrementar nuestro poder y no perder aguante, o enviar ráfagas de poder que inflingen daño masivo al oponente, entre otras posibilidades.

Para ahondar en la profundidad de la personalización, es necesario describir que seremos capaces de ignorar las bendiciones y acabar nuestra aventura sin ocupar magia. Conforme adquirimos experiencia podremos subir de nivel, y con ello decidir a qué atributos (fuerza, destreza, agilidad, fe, etcétera) darles prioridad. Podremos basar toda nuestra suerte en las armas que vayamos adquiriendo, o simplemente tener una aventura estándar con un personaje bien balanceado. Literal y metafóricamente, el control estará en tus manos.

lords-of-the-fallen-spiderViviremos un viaje de crecimiento con una alta dificultad que no podrá ser modificada. Lords of the Fallen es lo que es y no hay manera de elegir el modo fácil o difícil. Los retos se irán presentando por sí solos e irán aumentando en dificultad. Cada tipo de enemigo tendrá su propio patrón de movimientos que tendremos que aprender si queremos salir ilesos. No todo se tratará de buscar la espalda de nuestro enemigo para apuñalarlo, algunos tendrán ataques imposibles de esquivar, y otras criaturas simplemente ignorarán cualquier regla de combate al realizar movimientos completamente diferentes, como las arañas que se dedicarán a poner huevos alrededor para así invocar a todo un ejército de monstruos venenosos, por poner un ejemplo.

Los estudios encargados supieron imprimir muy bien en el juego la diferencia entre una gran dificultad y la simple demanda de tiempo. El clásico “grinding”, o la capacidad de matar a los mismos enemigos una y otra vez para subir de nivel y facilitar los retos posteriores no será una opción, ya que los Rhogar no volverán a aparecer a menos que muramos. Por otro lado, se premia la progresión sin descanso al contar con un multiplicador de experiencia, mismo que va aumentando si seguimos avanzando sin recuperar vida en un checkpoint o salvar la partida.

El juego nos enseña que con grandes apuestas vienen grandes riesgos. Si decidimos aumentar nuestro multiplicador de experiencia al continuar sin recuperar nuestras pociones (que serán limitadas al igual que en Dark Souls) o salvar, también correremos el peligro de morir y perder toda la experiencia adquirida. A diferencia de la serie Souls, aquí no bastará con sólo ir y recuperar nuestra experiencia en el mismo punto donde morimos. Lords of the Fallen nos pondrá en una carrera contrarreloj donde la experiencia que nos aguarda irá disminuyendo gradualmente, y si no la recuperamos en el tiempo que nos dan, se perderá para siempre.

lords-of-the-fallen-rhogarEstos ligeros ajustes al gameplay le añaden su propio sazón al juego, y son los elementos por los que destaca más allá de ser una simple copia del trabajo de From Software. Desafortunadamente, la experiencia no se encuentra exenta de sinsabores, ya que en cuestión de historia y universo, el juego deja mucho qué desear. Si bien en Dark Souls tenemos un mundo misterioso en el que conversar con NPCs o tener acceso a una fácil comprensión del universo no es una opción, en Lords of the Fallen esto se vuelve más permisivo al contar con pergaminos que nos cuentan gradualmente cómo ocurrió la desgracia de los Rhogar. No obstante, el juego se queda corto al amarrar todos los elementos de historia y personajes, los diálogos resultan bastante huecos en algunas ocasiones, y durante todo el juego nos perseguirá la duda sobre si en realidad es necesario saber el trasfondo de las cosas o si nos enfrentamos a una narrativa misteriosa en la que no debemos indagar. Básicamente, el título se conserva bastante conciso y coherente en su propuesta de gameplay, sin embargo, flaquea al vestir por fuera la imagen de lo que estamos jugando.

En la cuestión gráfica, el título destaca por su bello trabajo artístico. El monasterio medieval, las catacumbas y los parajes nevados se distinguen por un excelente trabajo técnico, y verdaderamente nos hacen sentir en locación. Los enemigos son memorables y cuentan con personalidad propia, encajando perfectamente con el mundo que los rodea. Tristemente, nos enfrentamos también a algunas deficiencias técnicas como bajones de framerate esporádicos y texturas que van cargándose frente a nosotros como si se tratara de una computadora de bajo rendimiento. Si bien el juego le hace justicia a las expectativas de un juego de actual generación, sólo los menos exigentes con el trabajo técnico dejarán pasar estos pequeños pormenores que aparecen de vez en cuando.

Si son fans de los juegos de acción tipo arcade clásicos, se alegrarán de saber que aquí también nos enfrentaremos a algunas zonas extra con retos específicos que se separan un poco de la oscura trama de la campaña. En ciertas ocasiones seremos capaces de entrar a portales mágicos que serán meros pretextos para salirse un poco por la tangente y ofrecernos objetivos secundarios como derrotar oleadas de enemigos por un botín valioso que consiste en armas poderosas o runas para modificar las que ya tenemos.

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Los jefes tienen esa esencia arcade que no habíamos visto en mucho tiempo. Cada jefe nos doblará en tamaño y tendrá una barra de vida dividida en tres secciones. Conforme vayamos agotando su barra de salud, el enemigo irá cambiando su patrón de ataque, su apariencia física e irá aumentando su agresividad. Con ello tendremos en un mismo jefe a un monstruo con espada, armadura y escudo, que al final terminará blandiendo un espadan gigante envuelto en llamas en un modo de rabia que nos costará superar.

Para esta reseña se utilizó la versión de PlayStation 4, pero también está disponible para Xbox One y PC.×

score80Lords of the Fallen representa un buen ejemplo de hacia donde deben ir los juegos que satisfagan a los poseedores de una consola de nueva generación. Si bien no es el proyecto triple A con decenas de millones de dólares invertidos, sí entrega una aventura concisa y coherente que a nadie dejará con mal sabor de boca. No se trata del RPG de cien horas con decenas de misiones secundarias que tomarán varios meses de nuestras vidas, pero sí de una experiencia gratificante en combate con jefes memorables y la posibilidad de personalizar hasta el más mínimo detalle del rol que decidamos tomar.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg