Review – Hunter’s Legacy

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Aún falta mucho qué aprender

Los videojuegos podrían ser considerados como una industria bastante joven si se le compara con cosas como el cine, sin embargo, hay que tomar en cuenta que su crecimiento y evolución se ha dado a velocidades verdaderamente impresionantes. A pesar de esto, la región de Latinoamérica sigue dando sus primeros pasos en el desarrollo propio de este tipo de entretenimiento, por lo que las obras que se lanzan en la actualidad, normalmente quedan a deber bastante si se les contrasta directamente con lo que el resto de mundo está haciendo. Hunter’s Legacy es justamente eso, un título mexicano que sin lugar a dudas deja claro que las coas se empiezan a hacer mejor, pero que aún falta mucho camino qué recorrer.

Hunter’s Legacy sigue una fórmula muy bien conocida que vio sus momentos de gloria durante los años ochenta y parte de los noventa. Gracias a esto, sus mecánicas y en general diseño como videojuego es bastante entendible para cualquiera que lleve tiempo disfrutando del medio. El problema es que en poco tiempo te comienzas a dar cuenta de todas las deficiencias que tiene en casi todos sus niveles, sobre todo en el apartado de diseño de escenarios, el cual, toma una camino bastante distinto al que según nosotros, es el verdadero objetivo de este juego desarrollado en Chihuahua, México por un estudio llamado Lienzo.

Había potencial

Una de las cosas más terribles que nos pueden pasar como videojugadores es el hecho de tener frente a nosotros un título que al principio se presente como algo, y en poco tiempo, saque a relucir un montón de defectos que justamente lo dejan como una promesa con enorme potencial que se quedó lejos de concretar sus intenciones. De lo que he jugado en el último par de años, no se me viene a la mente nada que cumpla con lo anterior de una manera tan marcada como lo hace Hunter’s Legacy, pues no es un juego malo, es un juego mediocre que se quedó a la mitad del camino en todo lo que intentó.

Hunter’s Legacy es un juego de plataformas y acción en el que controlamos a Ikki, un gato con habilidades tipo Samurai que debe salvar al mundo de una gran amenaza que lo acecha. Fiel al género al que pertenece, este título te pide tener precisión en cada uno de los movimientos que realizas y cómo es que te enfrentas a sus diferentes enemigos. El peso del protagonista es correcto y la respuesta que tiene a nuestros comandos es adecuada, sin embargo, algunos de sus movimientos no parecen coincidir con las mecánicas que se nos pone enfrente.

Creo que Hunter’s Legacy funciona bastante bien como platformer a pesar de lo pobres que son las animaciones del personaje, el problema principal aparece cuando debemos combatir con algunos de los enemigos. Muchas veces me parecía desesperante que cuando tiraba un golpe con la espada, Ikki se quedaba parado en un sólo lugar sin moverse, asunto poco ideal cuando te encuentras rodeado por varios monstruos que intentan matarte. Entiendo que algo así funcione en un juego con un ritmo menos frenético, pero en éste, no fue lo ideal. Otro tema negativo es cuando apuntas con el arco, pues la mira que se utiliza, muchas veces se pierde con el fondo por el color que se eligió para ella.

La mecánica de brincar y posteriormente sujetarte de una orilla me parece una gran idea, aunque creo que haber dejado un wall jump libre como pasa en el algo como los New Super Mario Bros., hubiera sido mejor, aunque claro, esto habría comprometido un poco el diseño de niveles, aspecto que desgraciadamente, también es un problema para este título que probablemente mordió más de lo que podía masticar.

Podríamos decir que Hunter’s Legacy es un videojuego bastante decente si revisas de forma superficial sus mecánicas y propuesta en general, asunto que va a cambiando de manera radical conforme vas avanzando y te das cuenta de que a pesar de las buenas intenciones por parte de los desarrolladores, su falta de experiencia y muchas veces poco conocimiento de cómo es que funcionan las cosas, lo dejan lejos de ser un producto que al menos esté cerca de los estándares que muchos de sus contemporáneos han dejado.

Diseño de niveles inconsistente

Los videojuegos que hicieron época hace un par de décadas se basaban en varios valores muy marcados que al final, terminaron forjando la esencia de este medio que con el pasar de cada año se vuelve más y más relevante para la industria del entretenimiento. Uno de estos puntos tan importantes y por supuesto, tan difíciles de lograr dentro de cualquier obra es la del diseño de niveles y al igual que pasa con sus mecánicas núcleo,  Hunter’s Legacy se queda corto en este apartado, con todo y que se nota que hubo un claro esfuerzo por entregar algo más digno.

La palabra más adecuada que se me ocurre para definir los niveles en 2D que recorremos dentro de Hunter’s Legacy, es inconsistente. De primera instancia, pensé que estaba frente a un juego que estaba construido a mano con mucho cuidado. Posteriormente, comencé a sentir que tal vez, algunas de las áreas habían sido generadas de manera procedural, práctica muy de moda actualmente entre los independientes que la verdad, casi nunca funciona; sin embargo, en otras partes otra vez me regresaba el sentimiento de que ciertas plataformas habían sido colocadas ahí por un ser humano y no por un algoritmo.

Por más que le he dado vuelta al asunto, no termino por definir cuál de las dos técnicas se utilizó para crear los mundos de Hunter’s Legacy, por lo que decidí buscar información al respecto, pero por el mismo tamaño del proyecto, no me encontré con nada preciso. Tal vez si tuviera que apostar, diría que en efecto, algunas de las zonas de este título se crean de manera aleatoria, mientas que otras, sí fueron construidas a mano. Lo anterior tiene un par de problemas bastante marcados que sí afectan severamente a la experiencia.

Me causa muchísimo conflicto que dentro de un juego vaya avanzando en un nivel con una secuencia lógica y elementos con el propósito de impulsar sus mecánicas y de la nada, todo pierda orden y sentido, colocando pasillos, recovecos y en general zonas que simplemente sobran y que muchas veces no combinan con la forma en la que se controla nuestro personaje, misma que por su propia programación, está bastante alejada de los grandes del género.

Al final, podríamos decir que los niveles de Hunter’s Legacy muchas veces no tienen ni pies ni cabeza y en la mayoría de los casos, llegué al objetivo por mera casualidad. A pesar de lo anterior, no diría que estén rotos o que te impidan progresar, incluso diría que son ambiciosos, pues a pesar de lo desordenados que son y por consiguiente, la forma en la que frenan el ritmo del juego, me queda claro que Lienzo hizo esfuerzos importantes para que al menos, los escenarios no se sientan planos o sin vida. Me parece que lo mejor hubiera sido tener un título de la mitad de duración, pero que cada uno de sus rincones hubiera sido hecho a mano y sin usar algoritmos que la verdad, muchas veces son meras excusas para no hacer las cosas como se deben.

Visualmente limitado

Nos encontramos en medio de una época muy interesante para el desarrollo de videojuegos en 2D, pues gracias lo accesibles que se han vuelto las herramientas para esto, hemos visto como una enorme cantidad de personas están haciendo intentos verdaderamente loables, sobre todo en lo visual. Hunter’s Legacy es muy agradable a la vista, pero su dirección de arte puede ser bastante mediana por lo repetitivos que son los ambientes en los que nos pone.

Sin lugar a dudas, lo que más hace resaltar lo limitado que es Hunter’s Legacy en lo visual, es lo acartonadas y poco fluidas que son las animaciones tanto del personaje principal, como de los enemigos que vemos en pantalla. El diseño de personajes es bastante bueno e incluso, algunos fondos de los escenarios se sienten creíbles y acorde a la historia que se nos está contando, sin embargo, todo esto sale volando por la ventana cuando vez cualquiera de estos elementos moviéndose en pantalla.

Sé bien que el menor de los problemas de los videojuegos hechos en Latinoamérica debería de ser la parte visual y estética, no obstante, creo que para ser un gran juego, primero tienes que lucir como un gran juego para así, abrirte paso en la parte comercial, y a pesar de que en efecto, esto puede ser bastante secundario, siempre se agradece que la vista se nos endulce con las gráficas del título en cuestión, pues quién no ha comprado un juego solo porque lo visual nos preció una experiencia que valía completamente la pena.

Un intento decente

Puede ser que como muchos aseguran, la famosa primavera de los independientes se empiece a convertir en una especie de verano muy caluroso en el que las cosas se comienzan a salir de control, pues prácticamente todo el mundo, puede publicar un videojuego actualmente y por consiguiente, cosas de no tan buena calidad se hacen más y más constantes. Sin lugar a dudas, Hunter’s Legacy está en las principales plataformas del mercado gracias a lo anterior y a pesar de que no estamos hablando de un desastre ni mucho menos, sí lo estamos haciendo de un título que está lejos de lo que esperamos en pleno 2017 de un platformer de acción.

México y el resto de Latinoamérica siguen dando sus primeros pasos en todo el arte de desarrollar videojuegos. Claro que una de nuestras labores es apoyar a la región como podamos, sin embargo, creo que nuestro deber también tiene que ver con medir de la misma manera lo que se hace aquí y lo que se hace en todo el mundo. En caso de que estés interesado en ver en qué punto se encuentra el desarrollo de videojuegos en nuestra región, te recomiendo echarle un ojo a Hunter’s Legacy, pues a pesar de todas sus complicaciones, es un intento bastante loable y hasta disfrutable por momentos. Por el contrario, si estás esperando un título de este género que venga al menos a competir con sus contemporáneos, lamento decirte que aquí no lo encontrarás.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!