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17Bit
17Bit
04/08/2015
En la actualidad existe una gran moda enfocada en crear juegos procedurales –o también conocidos como roguelike en honor al primer título que siguió su estilo– que consisten en tener niveles generados de forma aleatoria con partidas en las que por lo general sólo tienes una vida y puedes durar desde un par de minutos hasta abundantes horas en las que gradualmente te vences a ti mismo llegando más lejos con un poquito de suerte en las misiones que te toca enfrentar.
Spelunky, Rogue Legacy, Don’t Starve, entre otros, son grandes exponentes contemporáneos del género, mientras que hay también otros contendientes que se quedan muy cortos al colgarse de la moda de lo “procedural” sin que precisamente encajen bien con sus productos.
El día que vi por primera vez Galak-Z: The Dimensional en PlayStation Experience el año pasado me encantó el concepto de un nuevo shooter al ser uno de mis géneros favoritos dentro de los videojuegos, pero cuando supe que era un roguelike admito que surgió en mi una gran desconfianza que incluso seguía en el momento en que le puse las manos por primera vez al juego. El mismo director del estudio, Jake Kazdal, está plenamente consciente del abuso que ha tenido el roguelike en la actualidad y la desconfianza que ello genera, como bien lo señalaba en una entrevista reciente, pero confiaba en que las mecánicas de Galak-Z harían entender al usuario que todo el tema de los niveles aleatorios hace todo el sentido para el juego.
Como sea, Galak-Z llegó a la PlayStation Store y en general nos dejó con muy buenas impresiones que nos impulsan a recomendarlo.
El estudio 17Bit no es el más reconocido en el escenario independiente, pero tiene una interesante historia que conviene tener en cuenta para entender un poco el toque que tiene Galak-Z. El estudio surgió en 2009 bajo el nombre Haunted Temple Studios en la ciudad de Seattle con Jake Kazdal y varios de sus amigos ex-empleados de EA y Zombie Studios. Kazdal trabajó por varios años con Sega Japan directamente en el equipo de Tetsuya Mizuguchi en proyectos como Rez y Space Channel 5, lo que además de permitirle acercarse a la manera en que se hacen los juegos en Japón, lo hizo tener una fascinación con los clásicos de los 8 y los 16 Bits, mismo que se refleja en el nombre mismo del estudio.
Su primer juego fue una obra generalmente bien recibida, Skulls of the Shogun que adquirió buena popularidad entre usuarios de Xbox Live, Steam y dispositivos con iOS quienes lo aclamaron como un buen juego táctico por turnos. Su segundo juego es el que recibimos esta semana en la PS Store –y que próximamente también llegará a PC– y que además de rendirle tributo a muchos de los clásicos del género de los shooters incluye varias mecánicas que le dan identidad y mucha personalidad.
Galak-Z es el resultado de la fascinación de Kazdal por la cultura japonesa reflejada en series de los 70s y 80s, y aunque su estilo artístico no encaja por completo con el anime al que hace referencia y más bien tiene un toque muy occidental, muchos de sus conceptos hacen referencia a lo que la gente veía en televisión en Japón durante dicha época, razón por la que el juego ya cosechó algunos galardones entre los festivales de juegos independientes del país del sol naciente.
Entre los roguelike es difícil que el usuario encuentre una campaña que cuente una historia por la misma naturaleza aleatoria del juego, cosa que no sucede con Galak-Z, pues aunque sus misiones son azarosas, están bien curadas en grupos de cinco episodios (niveles) en cinco temporadas para que siempre hagan sentir al usuario como si estuviera viendo una serie japonesa de los 70s y 80s.
En el primer capítulo de cada temporada se plantea parte de la historia que justifica la presencia de las misiones que se te otorgan en los episodios dos, tres y cuatro; concluye en un quinto episodio que a manera de desenlace propone una misión determinada que acaba con una épica batalla con un jefe.
Al finalizar cada una de las temporadas verás rodar los créditos para cerrar con broche de oro la presentación de serie animada televisiva.
De la mano de la buena presentación del juego de la que les hablábamos en el apartado anterior, tenemos que gráficamente el título es muy agradable, no sólo por su dirección de arte, sino también por su estilo gráfico que hace uso adecuado de técnicas como el cell shading acompañado de bellísimas animaciones.
El juego se presenta siempre en una perspectiva de dos dimensiones pero podemos apreciar una profundidad muy agradable en la que veremos cómo la chatarra casi se sale de la pantalla ante las animadas explosiones.
Repetimos, aunque el juego busca apelar a las series animadas japonesas de los setentas y ochentas, más bien tiene un estilo my occidental pero muy bien cuidado en todos sentidos.
Nos gustó mucho el detalle de tener a los personajes en pantalla todo el tiempo reaccionando a lo que va sucediendo dentro de la partida.
Sencillamente es algo que ves y por su apariencia te dan ganas de jugarlo.
Pasemos a lo bueno y que hoy nos hace recomendar el juego: su gameplay. Aparentemente Galak-Z es un shooter clásico, pero créanme, tiene muchísimos elementos que lo hacen trascender del género y convertirse en algo único.
La nave se controla mediante tres propulsores (adelante, atrás y lateral/evasivo) que se controlan mediante los gatillos del control con una física que realmente nos hace sentir en la gravedad cero del espacio exteriror. Los primeros minutos quizá resulte difícil acostumbrarse a la manera de controlar la nave pero no consideramos que sean problemas en el diseño del control que se siente realmente bien en tus manos una vez que estás familiarizado con sus físicas.
La nave cuenta con dos armas, un disparo estándar que se irá mejorando con el avance del juego en su cadencia, cantidad de proyectiles y hasta daños elementales y también una serie de misiles que siguen a los rivales en el escenario.
Gran parte del juego cambia por completo cuando se desbloquea la habilidad de convertirse en un mecha, cambiando los disparos por espadazos láser que funcionan a corta distancia, además de poder manipular objetos de tu entorno a través de un gancho para usarlos a tu favor al arrojarlos –por ejemplo objetos eléctricos para eliminar escudos u objetos explosivos para acabar con las vidas de los rivales.
La combinación entre el gameplay de la nave y del mecha cambiándolos cada vez que lo requieres logran algo que pocas veces habíamos visto en el género y nos agradó bastante.
En los párrafos anteriores les comentábamos que el juego trascendía lo que es un shooter tradicional, lo decimos básicamente porque ante todo Galak-Z es un juego estratégico.
Al tener sólo una vida y enemigos realmente difíciles con una inteligencia artificial muy buena que no descansará hasta acabar contigo, cada movimiento que ejecutes debe ser muy calculado y bien pensado.
En pocas palabras tendrás que planear muy bien tus estrategias que van desde en qué momentos usarás la nave en lugar del mecha o viceversa, cómo aprovecharás los elementos del entorno para alcanzar tu objetivo sin confrontaciones o incluso cómo harás que los enemigos se destruyan entre sí al haber distintas facciones que luchan entre ellos.
Durante mis primeras partidas me sentí en dominio completo de la situación y pensé que podía limpiar por completo cada uno de los niveles y eliminar a cualquier enemigo que me encontrara, aprendí a la mala que muchas veces lo mejor es huir, pasar en modo sigiloso sin molestar a nadie y que un pequeño escondite reducido puede ser la diferencia entre perder o terminar una temporada.
El uso de tu entorno, tanto el mismo mapa como muchos elementos interactivos, te harán descubrir que no todo son los disparos y que en Galak-Z tendrás que ver todas las opciones en lugar de lanzarte a matar a balazos todo lo que se mueva. Es así, estimados lectores, que el juego trasciende las barreras del shooter y se convierte en una experiencia muy estratégica.
Como en la mayoría de los roguelike será muy importante el loot (o “botín”) y la progresión dentro del juego; tendrás que administrar de manera muy sabia todos los recursos que gradualmente vayas obteniendo dentro de la partida comprando mejoras para tu nave que aumentan tu salud, tu escudo, tus armas y hasta tu desplazamiento. También te conviene reparar los daños que recibas en cada una de tus misiones porque recuerden que es una sola vida con una sola barra de salud para toda una temporada.
Una vez que mueres se acaba el juego y tienes que comenzar desde cero, aunque existen monedas muy difíciles de conseguir que podrás canjear por una misión de rescate en la que recuperarás todo lo que perdiste de tu nave al morir y continuarás en el mismo nivel sin reiniciar la partida.
Subestimé mucho el juego pensando que sería un reto sencillo y la primera temporada la pasé muy cómoda, todo se transformaría para mí a partir de la segunda temporada donde comenzó la verdadera dificultad y se acabó el “tutorial”. Habrá partidas en las que inviertas horas completas y no logres progresar en absoluto, horas y horas de ensayo y práctica hasta que seas capaz de completar las cinco temporadas completas y te sientas muy importante por haberlo logrado.
Se los advierto, es un juego muy difícil, un roguelike muy bueno y desafiante, pero la paciencia será lo que haga la diferencia entre que lo disfrutes o desistas a los primeros intentos.
Sentí un poco desafortunado en un juego que se siente muy pulido en muchos de sus elementos que presente algunos problemas técnicos. En el build previo a su lanzamiento estábamos frente a una versión con abundantes caídas de framerate con la que sufrimos bastante, afortunadamente un parche Day One logró mejorar casi milagrosamente el rendimiento general del juego y muchos errores.
Galak-Z no está exento de algunos problemas, siguen habiendo caídas de framerate ocasionales, sobre todo cuando hay muchos enemigos y proyectiles en pantalla –en ocasiones logré solucionarlo con el simple hecho de pausar y reanudar la acción.
También me topé con algunos bugs muy extraños como un nivel que me tocó jugar completamente en cámara lenta sin ninguna explicación.
Algunos de sus problemas afectan la experiencia, otros no tanto; el hecho es de que el parche uno acabó con la mayoría de ellos y no dudamos que sigan lanzándose actualizaciones que nos dejen pronto frente a un juego impecable en todos sentidos.
Galak-Z: The Dimensional me sorprendió y me fue enamorando conforme más lo jugué. Mis dudas respecto a sus propuestas y que se tratara de un roguelike del montón se disiparon cuando vi que aciertos en el diseño de su gameplay y sus escenarios estratégicos permitieron que se combinara la mágica diversión de los shooters en un juego de sigilo y acción táctica que requiere muchísima concentración y habilidad en los pulgares.
No les miento y confieso haber arrojado el control un par de veces al quedarme a punto de pasar una temporada y morir por errores muy tontos, pero es esa dificultad injusta lo que hace brillar al género entre los fans de los juegos difíciles y desafiantes. Me gustó cómo se ve, me gustó cómo se escucha, pero sobre todo me cautivó y me divirtió mucho la manera en que se juega, convirtiéndose así en un título que seguro me seguirá robando horas para poder dominarlo, o al menos, terminarlo.
Con un buen diseño de gameplay, excelente uso de sus entornos y alto nivel de retos, Galak-Z se consolidó como uno de los mejores roguelikes con propuestas frescas y muy divertidas. Después de morir una y otra vez descubrí frente a mi una experiencia altamente adictiva en la que la estrategia y la reflexión en cuanto a cada uno de mis movimientos fue la única clave para triunfar.
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