Review – Fire Emblem Warriors

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¡Por fin, un Fire Emblem de combates y acción!

Como muchos, mi primer acercamiento con la serie de Fire Emblem se dio con el juego de Super Smash Bros. Melee en Gamecube, justamente cuando, de la nada, me aparecieron para desbloquear un par de personajes que jamás había visto en mi vida. Aún recuerdo bien ese momento en el que, tras acabar una pelea pacíficamente, Marth y Roy aparecieron frente a mi para desconcertarme y hacer que me hiciera una sola pregunta: ¿De qué dónde diablos provienen estos dos tipos?

Tras derrotarlos e investigar un poco sobre ellos en el modo de trofeos por fin pude conocer un poco más de ellos: ambos provenían de una serie llamada Fire Emblem que, al menos hasta ese momento, era exclusiva de Japón. Si bien en aquel entonces no sabía de lo que trataba la saga a la que representaban, con la apariencia que tenían me hice a la idea de que la misma seguramente consistía de una con temática medieval y perteneciente al género de acción o, cuando menos, JRPG. Obviamente me llevé una inmensa sorpresa cuando, un par de años después, nos llegó el primer título de la saga para GBA y me percaté de que ninguna de mis creencias era acertada ya que Fire Emblem consistía en un juego de estrategia por turnos.

Debo admitir que en su momento rehuí de la serie ya que no era lo que yo creí que sería. Y es que si bien jugué, comprendí y disfruté de Advance Wars, la naturaleza compleja y hasta agresiva de Fire Emblem hizo que me alejará de ella rápidamente. Por suerte con el paso del tiempo la situación fue cambiando y, tras ir probando cada entrega, fui modificando mi parecer hasta agarrarle cariño y volverme un gran fan. Pero, siento, que muchos no tuvieron la misma suerte o paciencia que tuve para darle una oportunidad a la saga.

Ciertamente Nintendo hizo un movimiento arriesgado al introducir Fire Emblem a los jugadores en Occidente por medio de su famoso título de peleas ya que, al igual que como me sucedió a mi, hizo que varios se hicieran una idea errónea de lo que era la serie. Con semejante confusión, la franquicia pasó por varios problemas para levantar las ventas en los siguientes años hasta lograr convertirla en el éxito es hoy en día – lo cual, por cierto, es algo relativamente reciente. Pero como se dice coloquialmente, la vida da muchas vueltas y ahora, en un momento como el de ahora en el la saga goza de inmensa fama, Nintendo se ha animado a traer Fire Emblem Warriors, un juego que bien podría venir a cristalizar esa creencia que muchos tuvimos de Fire Emblem hace ya más de diez años. Pero, ¿dicha aproximación basta para convertirlo en el juego que siempre soñamos? En cierto modo sí, pero no de la mejor manera.

Un crossover increíble de trama insípida

Para bien y para mal, Fire Emblem Warriors consiste de un título que, haciendo uso de los elementos que distinguen a la serie, sigue cabalmente la fórmula establecida por Koei Tecmo en sus juegos Warriors. Esto se percibe no sólo dentro del apartado del gameplay, sino incluso en otros como en la narrativa, gráficos, música, presentación y hasta modos de juego.

Empezando por su historia, ésta nos llevará a centrarnos en dos nuevos protagonistas, el príncipe Rowan y su hermana, la princesa Lianna, ambos herederos al trono del reino de Aytolis. Por azares del destino, los dos se verán inmiscuidos en la invasión de su país a manos de unos misteriosos monstruos que han raptado a su madre, la reina Yelena. Obviamente y tras verse obligados al destierro, los dos comenzarán un viaje en el que buscarán reclutar a gente que se una a su causa de recuperar su hogar.

Personalmente me gustó que la historia del juego busque replicar a su manera la premisa de muchos de los juegos de la serie de principal. No obstante, reconozco que ésta es pésima, cuenta con una trama extremadamente predecible y solamente sirve para justificar la inclusión insulsa de todos los personajes que aquí vemos. No es como si hubiese esperado toparme con algo épico aquí, pero en verdad me sorprendió lo terrible que terminó siendo.

Curiosamente, la malísima historia no es lo que menos me desagradó del apartado narrativo sino el rubro de su elenco de personajes. Junto a los dos protagonistas, vemos aparecer a queridos héroes de la franquicia como Marth, Caeda y Tiki (Fire Emblem: Shadow Dragon); Chrom, Robin (hombre y mujer), Lucina, Lissa, Frederick y Cordelia (Fire Emblem: Awakening); Corrin (hombre y mujer), Ryoma, Hinoka, Takumi, Xander, Camilla, Leo y Elise (Fire Emblem Fates); Lyn (Fire Emblem: The Blazing Blade) y Celica (Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia). Aunque todos conforman a un repertorio que dejará satisfechos a muchos fans, me fue imposible sentir la ausencia de otros personajes importantes y hasta populares de la serie como Ike, Roy, Alm, Eliwood o Hector.

No me malentiendan, con esto no quiero decir que los presentes sean pésimos, sino que más bien la elección de guerreros se limitó a solamente rescatar héroes de las entregas más recientes y/o conocidas de la serie. En verdad me parece una oportunidad desperdiciada por parte de los desarrolladores haberse enfocado solamente en lo más nuevo de Fire Emblem en lugar de hacer del juego algo que le hiciera justicia al gran legado de la serie.

Para bien o para mal, un Warriors con ligeros toques de Fire Emblem

Pasando a su gameplay, se podría decir que Fire Emblem Warriors es un juego de acción y combate con mecánicas de juego propias de todo juego Musou. Es decir, dentro de éste se nos coloca en enormes mapas seccionados invadidos por una inmensa cantidad de hordas de enemigos que aguardan a ser masacrados por nuestros personajes y en los que deberemos ir cumpliendo una determinada cantidad de misiones simultáneas que, pese a ir variando, no se alejan del simple objetivo de eliminar a cuanto pelado se nos ponga enfrente por medio de vistosos y explosivos combos y ataques especiales.

Para hacerles frente a esa inmensa cantidad de enemigos tendremos a nuestra disposición a un grupo conformado por cuatro guerreros, todos ellos especializados en el manejo de un arma o estilo de combate único y entre los que podremos intercambiar el control en cualquier momento. No obstante y aunque cada uno tienen sus propiedades y elementos distintivos, a la larga el simple estilo de los controles que se limita a un par de botones (golpe fuerte y débil) hace que todos se lleguen sentir iguales entre si o con apenas sutiles diferencias.

Por donde se le vea, Fire Emblem Warriors encaja perfecto en el esquema de un juego Musou, tanto así que hasta parecería que, más allá de sus personajes y ambientación, no ofrece nada nuevo a lo que ya hemos visto en juegos previos del género. Afortunadamente la adición de elementos provenientes del universo de Fire Emblem al gameplay consiguen distanciarlo, brindarle una determinada personalidad y hasta darle un ligero e ingenioso giro a los combates que los hacen menos simplones o burdos.

La integración del triángulo de armas (espada vence hacha, hacha vence lanza, y lanza vence espada) es quizá la inclusión mas notoria de todas ya que, al momento de los combates, nos enfrentaremos a enemigos que portan algún determinado tipo de arma que los hará resistentes y/o frágiles a un tipo de arma o hasta de personaje. Además, junto a éstos también habrá otro tipo de soldados – como los magos, arqueros o usuarios de piedras dragón – que, si bien no se contemplan dentro del mencionado esquema, sí tienen sus propias fortalezas y debilidades que deben manejarse por separado.

Lo anterior influye enormemente en la manera en la que actuamos durante las misiones ya que el éxito derivará en buena medida de lo bien que manejemos a nuestros soldados en el campo de batalla. Para tener un mejor control de ellos es posible asignarles algunas acciones predefinidas o enviarlos para que invadan algún área o se adelanten a pelear con alguien en particular mientras nosotros llevamos a cabo otra tarea. Esto ayuda mucho a agilizar las cosas, sobre todo cuando las cosas empiezan a pintar mal y nos vemos obligados a atender nosotros mismos las situaciones problemáticas. Sí, esto luce simple, pero en definitiva le añade cierto nivel de estrategia que pocas veces se había visto dentro de un Warriors.

Otro elemento importante que se rescata es el de la posibilidad para perder “permanentemente” a las unidades tras una batalla, pero esto sólo está presente dentro del modo de campaña. Si durante una pelea alguna de nuestras unidades pierde toda su vida, no podremos volver a usarlas en lo que resta de la historia y sólo será posible recuperarlas hasta haber terminado con la historia trama central o, en su defecto, a través de un cuantioso pago de recursos y dinero para revivirlos. Créeme, lanzarte a lo tonto en cada combate como solía ser costumbre en otras entregas similares podría salirte demasiado caro si es que no tomas las debidas precauciones.

Un aspecto más que merece mención aparte es el opción para emparejar unidades. Al igual que como lo hacíamos en FE: Awakening, en cualquier momento podemos aliar a dos personajes para que combatan juntos y se beneficien de trabajar en equipo. Por mencionar algunos ejemplos, unirlos conllevará a ventajas como darles un ligero empujón a sus stats, intercambiar el control entre los dos personajes en cualquier momento, utilizar y combinar sus ataques especiales en combos aún más devastadores, o hasta dejarlos protegerse entre sí ante ataques sorpresivos. Sin duda se trata de un elemento importante a considerar, sobre todo en situaciones que lucen complicadas.

El apartado del progreso, desarrollo y equipamiento de los personajes también se hace presente en el juego. Como ya te podrás imaginar, los personajes conseguirán experiencia y aumentarán de nivel conforme más enemigos eliminen, así como ítems que les ayudarán tanto para forjar mejores armas y equipo como desbloquear nuevas habilidades. Debido a lo complejo y profundo que puede llegar a ser, el juego te incitará a que reintentes ciertos niveles o escenarios con personajes o niveles de dificultad diferentes para que así consigas más materiales que te ayuden a desarrollar mejor a tus héroes o a alcanzar su clase más alta.

Todo lo anterior ayuda a forjar un esquema de juego que, aunque familiar, resulta un tanto distinto a otros juegos y, sobre todo, entretenido y funcional; puedes dar por hecho que Fire Emblem Warriors te ofrecerá varias horas de acción caótica que sólo un Musou te puede dar. Lamentablemente, hay varios elementos que perjudican al juego, hasta el grado de hacernos vivir momentos frustrantes. Desde una inteligencia artificial inútil que vuelve torpes a nuestros compañeros en armas o un nivel de reto por demás sencillo (incluso en dificultades altas), hasta una limitada variedad de comandos, controles que a la larga tienden a ser repetitivos y momentos en los que la inteligencia enemiga se aprovecha descaradamente de las desventajas de nuestros personajes, son sólo parte de esas fallas que merman al producto.

En cuanto a modalidades, el juego sólo cuenta con dos de ellas: la campaña, que tiene una duración aproximada de 8 horas, y el de crónicas. Mientras que el primero es demasiado explícito de lo que trata, el segundo es aquel en el que nos la pasaremos la mayor parte del tiempo. Visto de manera práctica, consiste de una variante del modo aventura de Hyrule Warriors en el que se nos llevaba a realizar misiones con diversos niveles de dificultad o con objetivos y restricciones en particular. Más allá de esto, lo que capturó mi atención es el hecho de que aquí las recompensas son más exóticas y poderosas de las que obtenemos en la historia y, por consiguiente, suelen ser mayor ayuda al momento de desbloquear nuevas habilidades. Además, el hecho de que en ellas se recreen varios de los momentos más memorables de las entregas que conforman al crossover lo convierten en un enorme factor de rejugabilidad por si mismo.

Gráfico que nos hace soñar con el futuro de Fire Emblem en Switch

Gráficamente hablando el juego luce fantástico y se desempeña increíblemente. Jugando en modo de TV, el título puede disfrutarse a una resolución estable de 1080p y 30 fps, aunque también puede cambiarse para que corra a 720p y 60 fps. Por mucho la primera de ambas opciones es la mejor ya que hace ver al juego de mejor manera, mientras que la segunda, aunque más veloz y ágil, saca a relucir texturas no tan detalladas o pulidas.

Pasando a su modo portátil el título se proyecta a 720p y 30fps. Personalmente en éste último es en donde el juego luce más impresionante ya que su framerate nunca fluctúa y se mantiene constante, aún y con toda la frenética acción que acontece en la pantalla. Quizá el único pero que le pondría en este modo es que los textos de diálogos que suelen aparecer en medio de las afrentas se tornan complicados de leer dado su reducido tamaño, aunque eso no es una falla del juego en sí, sino una que se deriva de las propias dimensiones de la consola.

Uno de lo momentos en los que de plano la calidad gráfica del título viene a pique es cuando jugamos en su modo cooperativo. Al adentrarnos en éste la pantalla se divide en dos y permite que tú y un amigo tomen el control de un personaje y se lancen hacia los combates. En sí no negaré que jugar acompañado me resultó entretenido, pero esto vino a costa de que los gráficos decayeran y de que, inclusive, cayera el framerate. No es como si se volviera injugable, pero tampoco es de lo más óptimo que digamos.

Finalmente y en cuanto a su apartado sonoro, la banda sonora del juego se compone de arreglos de varias de las melodías más memorables de los juegos de Fire Emblem que aquí convergen, aunque obviamente la mayoría de ellas con un tono más rokero y explosivo de lo que eran sus contrapartes originales. Puede que a muchos esto no les agrade del todo pero, siendo honestos y si lo comparamos con el trabajo que vimos en Hyrule Warriors, siento que al menos aquí todas las piezas fueron trabajadas de mejor manera.

Por parte del audio, el juego puede jugarse tanto con sus voces en inglés como japonés,aunque para hacerlo de esta última manera debes de descargar primero el pack de voces niponas que, por cierto, es completamente gratuito. En ambos casos, la actuación de voz es impecable y cumplen con los estándares que se esperaría de un Fire Emblem. Por cierto, los textos puedes ponerse completamente en español

Este juego fue reseñado en Nintendo Switch. También se encuentra disponible en New Nintendo 3DS.×

Decir que Fire Emblem Warriors es un juego Musou más no está muy alejado de la realidad, aunque también resultaría injusto considerarlo como tal. Sí, el título retoma y recrea fielmente la fórmula de los juegos de acción de Omega Force y lo hace de tal manera que la experiencia de juego que ofrece no se aleja mucho de lo que ya hemos visto en otros juegos parecidos. Empero, los elementos provenientes de la franquicia de Intelligent Systems añaden alguos discretos cambios que bastan para darle su propia personalidad al juego.

Si eres fan de Fire Emblem, puedo decirte con toda certeza que FEW te dejará muy satisfecho, no tanto por el esquema de juego sino por todo el fanservice que se carga y por la manera inteligente en la que aterriza los conceptos de los juegos principales. Por otro lado, aquellos jugadores que nunca han tenido un acercamiento con la serie, bien podrían usar esto como plataforma para iniciarse, cuando menos, en el universo de la IP. Eso sí, los detractores de este autonombrado género no hallarán aquí ninguna razón que los haga cambiar de parecer; para ellos seguirá siendo pan con lo mismo.

Fire Emblem Warriors no es perfecto, pero cumple con el cometido de ofrecerle a los curiosos seguidores ese anhelado juego de acción de la serie. Sin duda alguna, es una gran propuesta que mantendrá entretenidos a los fans en lo que esperan por la llegada del primer Fire Emblem de Switch.