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Square Enix
Square Enix
27/08/2020
En más de una ocasión los desarrolladores crean experiencias que sobrepasan las limitantes de un hardware. Ya sea por cuestiones narrativas, gráficas o técnicas, algunos juegos simplemente no logran completar su visión de la forma deseada o, en el mejor de los casos, resulta sumamente complicado experimentar al 100% cierta obra. Sin embargo, en la actualidad los relanzamientos le proporcionan una segunda oportunidad a estos títulos y, gracias a los avances de los últimos años, estas obras por fin pueden cumplir con todo lo que se deseaban en su momento.
¿Problemas con el multiplayer? El internet puedo solucionarlo. ¿Falta de contenido? Las versiones definitivas ahora incluyen todo lo que tuvo que ser eliminado por diferentes cuestiones. ¿Un horripilante aspecto gráfico? Un remake hará que hasta el modelo más feo se vea hermoso. En estos casos un relanzamiento también le permite a un nuevo público experimentar alguna obra clásica, y todos aquellos que crecieron con cierto título pueden revivir su infancia o completar algo que en su juventud parecía sumamente complicado.
Square Enix se ha especializado de esto en los últimos años. Final Fantasy VII, VIII y IX, juegos clásicos del PS1, ahora están disponibles en prácticamente todas las plataformas actuales, y estamos hablando de versiones con mejoras visuales y agregados opcionales. Así que no debió ser una gran sorpresa escuchar que la compañía tenía planeada una remasterización de Final Fantasy Crystal Chronicles, uno de los títulos más interesantes de inicios del siglo, pero que, debido a las limitantes de la época y del hardware, no muchos tuvieron la oportunidad de disfrutar de la forma correcta.
Para empezar, Crystal Chronicles está diseñado con el multiplayer en mente, pero no de una forma tradicional. Al ser una exclusiva del Nintendo GameCube, este título fue uno de los pocos juegos que aprovecharon al máximo el Game Boy Advance link cable. Gracias a este accesorio, hasta cuatro jugadores pueden aventurarse en este mundo con su propia pantalla, objetivos específicos y tareas que ayudan al grupo.
Sin embargo, no todos tenían un GameCube, FF Crystal Chronicles, el adaptador necesario, cuatro GBA con sus respectivos cables especiales. De esta forma, la experiencia optima se encuentra bloqueada detrás de un costoso muro. Afortunadamente, la remasterización de este juego planea resolver este gran problema. ¿Es acaso Final Fantasy Crystal Chronicles Remastered Edition la versión definitiva de esta experiencia? ¿Vale la pena jugar este título multiplayer en pleno 2020? Descubre la respuesta a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Final Fantasy Crystal Chronicles surge en un ambiente bastante interesantes. Después de la separación de Squaresoft y Nintendo en los 90’s, este título significaba una reconciliación entre las dos compañías y, aunque el desarrollo del juego comenzó de una forma bastante complicada, conforme proyectos como FFX y FFXI salieron al mercado, más y más empleados del recien formado Square Enix tuvieron la oportunidad de trabajar en el juego y crear una experiencia como ninguna otra en la serie.
En lugar de enfocarse en una historia para un solo jugador que estuviera a la par con el resto de la serie, Kazuhiko Aoki -director- y el resto de su equipo decidieron enfocarse en una aventura más simple, algo que puede ser disfrutada en pequeñas sesiones por diferente personas, y no tener que preocuparse por conflictos interdimensionales y batallas contra entidades divinas. Crystal Chronicles es más simple y carece de muchos de los elementos de la franquicia, ya que los desarrolladores esperaban eventualmente separar a la serie del nombre Final Fantasy y formar su propia identidad, algo así como la propiedad de Mana en occidente.
Crystal Chronicles nos presenta con un mundo cubierta de una bruma venenosa. Esta sustancia es sumamente tóxica para las diferentes razas que habitan el gran continente. Sin embargo, gracias a unos cristales gigantes la sociedad ha logrado perdurar. Lamentablemente, similar a una batería, estos objetos místicos necesitan ser recargados constantemente. De esta forma, desde los pequeños pueblos, hasta las grandes ciudades necesitan de aventureros que estén dispuestos a explorar diversos territorios con el objetivo de encontrar gotas místicas que extiendan la vida de los cristales.
Aquí es en donde entramos nosotros. Nuestra tarea es formar una caravana y ayudar a nuestro pueblo natal a recargar el cristal místico y mantener esta tradición vigente. Eso es todo. No hay un enemigo que busca destruir la paz. No tenemos que buscar la forma de eliminar la bruma del mundo. No hay algún tipo de rival. Solo eres tú, tus compañeros y un viaje que dura un par de horas.
Aunque este aspecto pude tener un valor similar al de una sidequest que podrías encontrar en un juego principal de la serie, el énfasis está en otros lados. En las pequeñas interacciones con NPC’s. En la forma en que la mitología del mundo se deselvuelve poco a poco. En los recuerdos de las aventuras. No será mucho, especialmente para aquellos que buscan una aventura de proporciones bíblicas, pero es exactamente lo que una experiencia como Final Fantasy Crystal Chronicles necesita.
Sin embargo, la historia no es lo único que se simplifica debido al deseo de crear una experiencia multiplayer, ya que el gameplay sufre de ciertos obstáculos y la única forma de disfrutar del juego en su máximo esplendor es con un par de amigos a tu lado. Crystal Chronicles, más que parecerse a FFX o previas entregas en este aspecto, nos ofrece un punto medio entre FFXI y FFXII, en donde el combate deja de lado el sistema ATB y los turnos, y opta por una versión simplificada de algo como The Legend of Zelda, es decir, un RPG de acción sencillo.
Debido a que Square Enix diseño el juego con el objetivo de que cualquier persona pudiera unirse a la aventura de alguien sin la necesidad de preocuparse por hasta dónde va la historia, aquí no hay niveles ni habilidades. De igual forma, el mundo está dividido en pequeños niveles que ofrecen sus propios retos y no hay necesidad de explorar un extenso continente. El juego está dividido en años, cada uno con tres diferentes zonas que necesitas completar. En algunos casos tienes la opción de elegir el orden de los niveles que visitarás, pero su mayoría será necesario seguir una secuencia establecida.
Pero, si no hay niveles ni habilidades, ¿lo único que haces es atacar? Si y no. Aunque cada nivel lo empezarás con solo la opción de atacar y defender, al derrotar enemigos encontrarás ciertos orbes que te permitirán emplear magia negra y blanca, y una vez terminada la zona perderás acceso a estas. De igual forma, tienes que considerar que no puedes utilizar los objetos especiales en todo momento. Aunque es posible recolectar varios en un mismo nivel, solo puedes realizar cuatro acciones sin la necesidad de ingresar al menú y cambiar tu equipo. Una vez más, piensen en algo como Ocarina of Time.
Al terminar cada nivel, podrás obtener una recompensa especifica, ya sea incrementar permanentemente tu vida, fuerza, magia, defensa, inventario, o realizar cierta acción sin la necesidad de encontrar un orbe primero. Tendrás que ser consciente de cada una de estas mejoras, ya que no todos los personajes son similares. De igual forma, podrás recolectar ciertos objetos para crear armas y armaduras que mejoran constantemente tus stats.
Una de las ideas más interesantes de Crystal Chronicles es la implementación de la bruma en el gameplay. Debido a que el ambiente es tóxico, necesitas de un pequeño cáliz con la habilidad de crear una zona segura. En dado caso de que juegues por tu cuenta, la función de cargar este objeto recaerá en un moogle, pero en multiplayer una persona tendrá que ser la encargada de mover la copa de vida.
Al inicio del juego tendrás la oportunidad de elegir una de cuatro razas disponibles. La primera es Clavate, los caballeros y quienes tienen un buen balance entre todos los atributos posibles. Después encontramos a los Lilty, guerreros con el mayor ataque físico. Tu tercera opción son los Yuke, unos maestros en el arte de magia. Por último, tenemos a los Selki, aquellos que poseen la mayor velocidad de las otras tribus. Dependiendo de tu elección, tu experiencia podrá variar en la dificultad.
La idea aquí es construir un equipo efectivo con tus amigos, de esta forma alguien puede ser el mago blanco del grupo y otro el tanque. De igual forma, es importante considerar que un hechizo por si solo será modesto en poder y rango, sin embargo, si los cuatro jugadores deciden usar cure al mismo tiempo, no solo podrás recuperar toda tu vida, sino que el efecto se replicará en toda la pantalla. Lo mismo se puede decir de la magia ofensiva, un fire se convierte en firaga con la ayuda de un par de amigos. Por otro lado, el grupo puede experimentar con diferentes combinaciones y formar holy o gravity y causar un gran daño. El juego fomenta el trabajo en equipo y la experimentación… aunque solo funciona si estas en multiplayer.
En dado caso de que juegos solo, entonces toda la experiencia es bastante monótona, y básicamente te la pasarás masacrando el botón de ataque para concluir un nivel lo más pronto posible. En lugar de cooperar con tus amigos, la única forma de realizar ciertas acciones será mezclando orbes en tu inventario. Además, gracias a que no ganas experiencia por derrotar enemigos, no hay un gran incetivo para iniciar un conflicto, fuera de la posibilidad de encontrar un artefacto que te otorgue un objeto especial.
Jugar solo o en multiplayer en Final Fantasy Crystal Chronicles se siente como día y noche. Mientras que aventurarse es genial en compañía, hacerlo solo es muy aburrido. En su momento muchos experimentaron del juego sin amigos, debido a todos los requerimientos necesarios para esto. Afortunadamente, ya contamos con una remasterización que arregla este aspecto.
Como ya mencione, el mundo de Crystal Chronicles se siente como un punto medio entre FFXI y FFXII, algo que no solo se refleja en el gameplay, sino en el apartado visual y sonoro también. Desde las praderas, pasando por los lagos, el juego toma inspiración de regiones como Escocia e Irlanda, combinando con un par de escenarios que parecen sacados de Ivalice.
En su momento el juego se veía genial en GameCube. Era la primera vez que los usuarios de Nintendo tenían la oportunidad de experimentar un mundo de Final Fantasy desde la sexta entrega numérica. A pesar de que el título no cuenta con niveles de producción como otras entregas principales de la serie, podemos ver un aspecto gráfico que sobresale.
Los diseños de cada una de las cuatro razas es único y, aunque no se han visto fuera de la serie de Crystal Chronicles, para toda una generación representan una etapa especial de Final Fantasy. Gracias a la estructura del juego, los desarrolladores tuvieron la libertad de crear diferentes zonas sin la necesidad de preocuparse mucho por un estilo orgánico en el mundo.
En un momento exploras una caverna infestada de enemigos, y al siguiente puedes visitar un pueblo fantasma que nos demuestra que sucede una vez que la caravana no logra cumplir con su objetivo. Incluso cuando el juego decide incluir un desierto o un volcán, no se siente una gran discrepancia, ya que son zonas que se encuentran alejadas del continente principal.
Pero ¿acaso la remasterización cambia sustancialmente la experiencia visual? Algo. Estamos hablando de un trabajo enfocado en escalar y darle una mayor definición al mundo, y no de un remake que nos ofrece un universo desde cero. En este aspecto, no hay mucho que alabar. Tuve la oportunidad de probar la versión de Switch y, claro, se puede notar una mejora visual en comparación con la obra original, pero nada que te vuele la cabeza.
Lamentablemente, esto no se queda aquí. Problemas que no existían en el juego original, como caídas de frame rate, ahora son molestias comunes que pueden arruinar una experiencia. Cada vez que decides iniciar el juego o entrar a una pantalla nueva, parece que Crystal Chronicles está a un paso de dejar de funcionar por completo. Este tipo de contratiempos necesitan ser arreglados y espero que Square Enix ya tenga una solución lista en forma de un parche de día uno.
De esta forma, la remasterización deja mucho a desear en esta área. Fuera de una mejor resolución, no hay mucho que admirar. Sí, el juego se ve mejor que la entrega original de GameCube, pero esto es algo que se espera de una remasterización.
Siguiendo esta inspiración irlandesa, el soundtrack del juego cuenta con instrumentos como gaitas que le ofrecen un aire poco explorado por la serie y que refuerzan esta idea de aventurarse al campo de una forma más tradicional. El trabajo original es bastante bueno, y la remasterización, más que cambiar cierto aspecto o agregar más de lo necesario, se enfoca en hacer que estas melodías clásicas sobresalgan gracias a nuevas grabaciones y una banda sonara actualizada.
En cuento a los nuevos agregados, el título ahora tiene más voces. El juego original ya contaba con algunas escenas narradas por el personaje principal, pero estaban restringidas a ciertas cinemáticas. La remasterización ahora incluye nuevo talento en prácticamente todas las cutscenes. De esta forma, ahora podrás disfrutar de hasta los pequeños encuentros con otras caravanas de una forma única para esta versión.
Sin embargo, el trabajo no es espectacular, cumple su función y ya. De igual forma, no hay un gran repertorio de actores, se ve que usaron a las mismas personas para varios papeles en el juego. Aunque este es un buen agregado, no hay una gran justificación para su inclusión. El agregar voces o no a las pequeñas interacciones no cambia mucho y tampoco están aportando algo sustancia a la experiencia.
De igual forma, se han agregado opciones de voz para las cuatro razas seleccionables. Sin embargo, estas se limitan a solo gruñidos similares a los de Link. En un juego multiplayer es una extraña decisión no incluir algún tipo de opción para que los personajes griten “por aquí” o “cuidado”, especialmente considerado que estamos hablando de un título cross-play en donde no todas las personas tendrán la opción de comunicarse directamente.
Este aspecto, al igual que el apartado visual, presenta un par de mejoras, pero que al final del día no cambian mucho en comparación con la entrega original. Sí, se escucha mejor y los agregados se aprecian, pero fuera de eso no hay un trabajo sustancial.
Entonces, si el gameplay, apartado visual y sonoro no cambian sustancialmente en comparación con la entrega original ¿qué amerita la compra? Bueno, el multiplayer lo justifica. Como ya lo mencioné, jugar en compañía es la verdadera experiencia de Final Fantasy Crystal Chronicles, y Square Enix ha vuelto más accesible este apartado con la remasterización.
Lejos han quedado los días de gastar miles de pesos en diferentes accesorios y dispositivos, ahora solo necesitas una copia del juego y listo. Puedes disfrutar de esta aventura con hasta tres amigos más en diferentes plataformas. Es totalmente posible crear una party compuesta por alguien que juega en Switch, otro en PS4 y dos personas más en dispositivos móviles, y todo gracias al cross-play.
Además de poder experimentar el gran punto de venta del juego de la mejor forma posible, esta versión incluye contenido adicional que será del agrado de todos los jugadores. Después de completar la aventura principal, tendrás acceso a una serie de niveles extra, los cuales ofrecen un mayor reto y proporcionan recompensas como trajes adicionales y armas más poderosas. De igual forma, se han incluido una serie de cambios dedicados a mejorar la aventura en general, como más funciones para el mapa, una sección que organiza datos importantes de la aventura, la posibilidad de convertirse en NPC’s, y mucho más.
Lamentablemente, no todo es perfecto, ya que el juego carece de co-op local, de esta forma desaprovechando uno de los mejores aspectos del Switch. Square Enix justifica esta decisión argumentando que todos sus esfuerzos se utilizaron para asegurar que el cross-play le ofreciera a los jugadores la mejor experiencia posible. Aunque es una lástima, considerado que tres de las cuatro plataformas en donde está disponible el juego son portátiles tampoco es difícil reunirse en un solo lugar y jugar.
De igual forma, se introduce una versión Lite, la cual es gratis y te permite experimentar el primer año del juego sin costo alguno. Lo más interesante de esto, es que si juegas en compañía de una persona con la edición de paga, podrás disfrutar del título completo sin gastar un solo centavo, algo que sin duda alguna será un punto a considerar para todos aquellos a los que se les puede dificultar comprar un juego en estos momentos.
Esta es la verdadera razón detrás de remasterizar este título. El aspecto visual y sonoro solo necesitaban un par de toques para llegar a la generación. El gran logro del juego es volver accesible una experiencia que es casi imposible disfrutar hoy en día en Nintendo GameCube. El cross-play elimina cualquier barrera establecida por la plataforma original. La versión Lite proporciona la entrada perfecta a este mundo. Final Fantasy Crystal Chronicles es un juego multiplayer, y la Remastered Edition por fin crea la aventura que Square Enix deseaba ofrecer hace casi dos décadas.
Final Fantasy Crystal Chronicles: Remastered Edition no llega al nivel de un MMO o de Monster Hunter World, pero ofrece una aventura única en la serie. Jugar en compañía de tus amigos es la mejor manera de experimentar este trabajo. Sin embargo, si tus conocidos no están interesados, creo que será mejor que sigas juntando dinero para otro juego.
El aspecto de remasterización se reduce a hacer al juego más bonito y el contenido adicional se llega a sentir como una idea tardía que los desarrolladores decidieron implementar para justificar este aspecto. Fuera del más accesible multiplayer, no hay mucho que recomendar. El juego base sigue siendo una propuesta interesante y uno de los mejores spin-off de Final Fantasy, pero al momento de juzgar la experiencia como una remasterización, te podrás dar cuenta de que no hay un gran mérito.
Mi recomendación es probar la versión Lite, ya sea por tu cuenta o con tus amigos, y partir de este punto deliberar si la experiencia es para ti o no. Es importante recalcar una vez más que Final Fantasy Crystal Chronicles es un juego enfocado al multiplayer, y si decides aventurarte por tu cuenta, entonces te estarás perdiendo de mucho.