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Capcom
Capcom
08/03/2019
Capcom se ganó una terrible fama en la última década. Y con justa razón ya que, durante los pasados años, la compañía nipona tomó múltiples y más que cuestionables decisiones que, más allá de ayudarle a sus finanzas, terminaron por dañar la imagen y credibilidad de la firma. Por mencionar algunos ejemplos tenemos desde su obsesión por sacar contantes DLC para muchos de sus juegos (o de incluirlos dentro de los títulos bajo candado) o lanzar constantes reediciones de juegos previos, hasta abusar de sus franquicias estrellas (cof, cof… Resident Evil y Stret Fighter.. co, cof) con la producción de constantes entregas colecciones y hasta spin-offs, siendo varios de éstos innecesarias.
Ciertamente Capcom realizó varios movimientos que no fueron del agrado de muchos. Sin embargo, de todos ellos hay uno que incluso al día de hoy sus fans le siguen reprochando y ese es el hecho de desplazar y olvidar a muchas de sus franquicias más queridas como Mega Man, Darkstalkers, Viewtiful Joe o Devil May Cry. Por suerte, los nipones se dieron cuenta del enorme error que cometían y por ello pusieron manos a la obra para enmendar esto al crear nuevos títulos con los que pudieran traerlas de vuelta lo antes posible. El año pasado le tocó la suerte al buen bombardero azul y ahora llegó el turno de ver retornar al cool de Dante.
Por sorprendente que parezca han pasado ya diez años desde la última vez que vimos un Devil May Cry, o al menos uno formal hecho por el propio Capcom y que continuase con las aventuras del genial caza demonios. Teniendo en cuenta dicha esto y tras el sabor agridulce que dejó el spin-off hecho por el equipo de Ninja Theory, las expectativas que se hicieron cuando por fin se reveló la tan anticipada quinta entrega de la franquicia el año pasado se elevaron como la espuma, a tal grado de colocarlo de inmediato como uno de los títulos más esperados del 2019. Pero como suele suceder con todo juego que tardó tanto en llegar a nuestras manos resulta imposible cuestionarnos sobre si en verdad valió la pena esperar por éste. En el caso de Devil May Cry 5, creo que puedo decir con certeza que así lo fue.
El 2008 fue la última vez que tuvimos contacto alguno con Dante, Trish y Lady así como con el valeroso y noble Nero, un joven con poderes demoníacos que parecía tener mucho en común con el protagonista. Tras todo este tiempo, uno de los principales temores que surgieron tras la revelación de DMC5 se relacionó directamente con su historia que, entre otras cosas, debía mostrar consistencia ante la ausencia de este memorable elenco de personajes. Para nuestra suerte, el juego nos presenta una premisa que logra relacionarse a la perfección con su predecesor y mostrarnos una nueva faceta de todos sus protagonistas.
Situada varios años después de los sucesos de Devil May Cry 4 (tristemente Capcom no específica cuántos), la trama del juego nos llevará a acompañar a Dante, Nero y sus asistentes en una nueva misión en la que, por encargo de un misterioso sujeto de nombre V, deberán de enfrentarse a un demonio llamado Urizen que busca convertirse en el amo y señor del inframundo y el mundo humano. Para lograr su cometido, llevará a cabo una invasión en la Tierra con la que buscará conseguir sacrificios humanos que le permitan plantar un extraño árbol conocido Qliphoth del que surge un poderoso fruto con el potencial de brindarle poderes inimaginables a quien lo coma; obviamente, el antagonista busca ingerir tal cosecha. Esto dará pie a un conflicto en el que chocaran las fuerzas del infierno con el descendiente de Sparda y su grupo, aunque conforme al paso de la historia se irán presentando sucesos que dejarán entrever que hay algo más profundo y oscuro tras todo este altercado.
La historia de Devil May Cry 5 sigue la misma fórmula singular que ha distinguido a sus entregas previas y que tanto ha gustado a sus fans. Aunque al inicio su trama pareciera ser simple, con varias incógnitas, huecos argumentales y se desenvuelve a un ritmo moderado, ésta va acelerando paulatinamente hasta llegar a un punto crítico del que se derivan fuertes e importantes revelaciones que le dan sentido a todo y que nos encaminan a un desenlace fuerte plagado de mucha acción. Vaya, no se trata de una narrativa convencional sino de una que tarda un poco de tiempo en tomar fuerza pero que, cuando lo hace, dan pie a un emocionante final.
Algo que hace que la historia de DMC5 sea tan disfrutable es su propia estructura narrativa que se aleja de lo lineal y nos mantiene dando saltos en cada uno de sus capítulos entre los sucesos que acontecen al momento con otros previos que dan mayor contexto a la situación. En apariencia esto podría resultar algo negativo y hasta confuso, pero está tan bien manejado que resulta sencillo seguir el hilo argumental de todo. Además, le brinda mayor dinamismo a la narrativa y se presta para que muestre sorpresas en varios momentos.
Comparado con otros juegos, Devil May Cry 5 maneja adecuadamente la tensión su premisa. En todo momento te mantiene interesado a lo que acontece y va elevando gradualmente su complejidad al tiempo que resuelve muchos de los cabos sueltos que nos avienta desde el inicio. Además, éste va más allá al incluir elementos provenientes de otros productos de la franquicia – como lo son las obras ligeras, mangas o hasta el anime – que enriquecen mucho más su presentación y hacen de todo algo más creíble, coherente y entrelazado. Todo lo anterior en conjunto proyectan la historia como una de las mejor contadas en la serie hasta la fecha.
Por obvias razones no puedo contarles muchos detalles sobre la trama ya que ésta se encuentra cargada de varias sorpresas y revelaciones importantes, algunas de las cuales no dudo le volarán la cabeza de la emoción hasta a los fans más clavados. Sin embargo, puedo asegurarte que su duración de entre 15 y 20 horas será todo un deleite para quienes lo jueguen y lo colocarán como uno de los capítulos más memorables de la saga, incluso por encima de DMC3 que, a ojos de muchos, fue el último gran juego de la IP.
Pero como en todo Devil May Cry, el gameplay es la verdadera estrella del juego. Para quienes no sepan de lo que va, DMC5 consiste de un juego de acción en tercera persona de tipo Hack & Slash en el que vamos enfrentando hordas de enemigos mientras avanzamos en sus escenarios. No obstante, lo que diferencia a éste de otros exponentes del género es el enorme peso que su jugabilidad le da a la creación de combos y que recompensa al jugador por las combinaciones de ataques frenéticos, pesados, veloces, diversos, vistosos y cargados de acción que pueda general con cada uno de sus movimientos, armas y habilidades. Busca pues, incitar a los usuarios jueguen con enorme estilo y hagan combos con los que puedan obtener calificaciones altas de tipo SSS (Smokin’ Sexy Style!!).
Visto de manera general, los controles del juego se conforman de cuatro comandos básicos localizados en los principales botones de mando: los ataques físicos que realizamos con las espadas y armas blancas; los ataques a distancia, que vienen siendo disparos con armas; los ataques especiales, que en este caso varían por personaje; y los saltos. Éstas se ven complementadas por una barra especial que se va llenando conforme al daño que hagamos y que nos da acceso al Devil Trigger, una pequeña fase en la que aumentamos nuestros poderes.
La estructura de juego es muy general para cada uno de los protagonistas que controlamos (Nero, V y Dante), pero varía entre cada uno de éstos debido a los diferentes estilos de combates que todos ellos manejan. Por que sí, ninguno de los personajes se siente igual entre sí.
Empezando por Nero, éste es el personaje más balanceado de todos porque cuenta con las armas más básicas – una espada y una pistola de gran calibre – aunque se ve complementado por una adicional, el Devil Breaker. Éste viene siendo un brazo mecánico de diferentes clases que le otorgan habilidades especiales al joven cazador y de los que puede sacar provecho para crear combos más locos, aunque su versatilidad se ve mermada por lo frágil que es y que puede romperse si abusamos de sus poderes o si no tenemos cuidado en su uso en medio de las peleas. En total hay ocho tipos distintos de Devil Breakers con habilidades que van desde lanzar descargas o rayos de energía, hasta lanzar puños cohete, jalar a los enemigos con ayuda de ganchos o crear campos pequeños en los que se ralentiza el tiempo por un breve lapso.
Por su parte Dante es el personaje más dinámico y versátil de los tres gracias a que cuenta con una mayor gama de armas (tanto de fuego como de combate físico) entre las que puede ir cambiando en cualquier momento. Junto a esto también tiene a su disposición cuatro estilos adicionales – Trickster, Gunslinger, Swordmaster y Royal Guard – que al activarse modifican el ataque especial que puede realizar y hasta el modo en el que hace algunas agresiones. Quienes ya hayan jugado juegos previos sabrán perfectamente que esperar pero, si no es tu caso, te comento que éste es el que más se presta para la creación de combos alocados.
Por último tenemos a V, el tercer protagonista de perfil misterioso que, además, se distingue por su peculiar estilo de pelea. Como tal él no combate directamente a los enemigos y en su lugar recurre a tres demonios compañeros que atacan por él, cada uno de manera diferente: Griffon que viene a ser el equivalente del arma que dispara; Shadow, una pantera especializada en el combate físico; y Nightmare, un coloso que pese a moverse lento realiza golpes fuertes y puede disparar rayos. De los tres, él es por mucho el más complicado de manejar ya que debe mantener siempre su distancia respecto a los enemigos al tiempo que evita que sus demonios reciban daño y sean incapacitados temporalmente. Pero aún y con esa aproximación, resulta interesante controlarlo y aprender a dominar su estilo por todo lo que ofrece. Personalmente no fue mi favorito pero disfrute de los segmentos del personaje.
Otro aspecto que enriquece más el juego es su apartado de progreso de personajes. Fiel a su fórmula, podemos ir consiguiendo más habilidades nuevas para cada tipo de arma y mejorar sus habilidades dentro de una tienda en la que habremos de usar las gemas rojas que conseguimos con cada pelea y como recompensas de las misiones. Lo interesante de éstas es que dentro de la interfaz se nos muestra un vistazo de cada una de las técnicas y hasta se nos permite probarlas para que así nos hagamos una idea de cómo funcionan, lo cual nos da apertura para que sepamos elegir aquellas destrezas que creamos convenientes para nuestro estilo de juego.
Tristemente la sublime jugabilidad se ve manchada por problemas de cámara que en ocasiones se vuelve molesta e incómoda al colocarse en lugares que entorpecen nuestra visión. No son constantes pero, cuando se presentan, en verdad se tornan en un completo fastidio.
La campaña del juego está compuesta de 20 misiones en las que tomamos el control de los protagonistas. Algunas están enfocadas en uno de ellos pero hay otras pocas que nos dejan pasarlas los demás. Eso sí, el juego da un mayor peso a Nero, pero eso no es impedimento alguno para que juguemos con Dante y V.
Complementando a las misiones de la campaña, se encuentran las misiones secretas que están escondidas en cada escenario y que nos llevan a enfrentar retos que le dan mayor variedad a las carnicerías. La mayoría consisten de enfrentamientos con enemigos bajo ciertas condiciones o criterios, aunque también hay otras que son más amenas y que ponen a prueba el resto de nuestras destrezas con cada personaje. Aunado a ello también se implementó una nueva modalidad de entrenamiento conocida como Void que sirve para que pongamos en práctica cada una de las técnicas que tengamos y forjemos así combos que nos ayuden a obtener altas calificaciones.
Sobre su dificultad, el título cuenta con lo que se esperaría de un DMC. En un inicio éste sólo ofrece dos dificultades (fácil y normal), pero tiene más que se van liberando conforme acabemos la campaña en cada una de éstas. En ese sentido, el juego puede ser tan retador como tu quieras, aunque para desbloquearlas habrá que pasarlo en varias ocasiones.
Es aquí en donde reside el que quiza sea el mayor problema del juego, su rejugabilidad. Ésta podría no ser del agrado de muchos ya que buena parte de éste recae en volver a pasar casa misión aunque con un nivel de dificultad mayor. Los fans seguramente apreciarán ésto pero aquellos que no sean tan asiduos de la serie, o que en su defecto lo tomen como su primer acercamiento con la saga, sentirán que hay pocas razones para volver a éste una vez que terminan de rodar los créditos. No es como si esto fuera malo pero, simplemente, no hay novedad alguna respecto a otras entregas anteriores. No es un factor que sea para todos.
La presentación del juego no podría ser más asombrosa de lo que de por sí ya es. Para esta entrega Capcom utilizó el motor nuevo que usó para el desarrollo de Resident Evil 7 y que hace que todo se vea más realista. Si bien en un inicio se me hacia extraño el look del título, al final terminé por acostumbrarme al mismo dado lo perfecto que se acomoda a la irreverente personalidad de proyecto. El RE Engine le va como anillo al dedo a DMC5 pues hace que los personajes luzcan más detallados y reales de lo que de por si ya parecían, mientras que postra a los enemigos como entes demoníacos de miedo y a los jefes como seres imponentes
Los escenarios también lucen increíbles. La serie siempre se ha caracterizado por mostrarnos ambientaciones lúgubres y con estilo gótico o demoníaco pero con enorme energía. Ahora todas no sólo lucen con tintes medievales sino más modernos y altamente detallados. Lo único malo que diría de éstos es que son un tanto lineales y con pocas secciones abiertas para explorar, pero eso es algo que ya se tenía presupuestado.
Las interfaces son por igual demasiado visuales y fabulosas. Reflejan la personalidad del juego y son fáciles de navegar. El único fallo notable que me percaté en este aspecto son las pantallas de carga que, pese a no ser tardadas, son constantes y pueden llegar a volverse tediosas, sobre todo cuando navegamos entre los menús principales.
Musicalmente hablando el título ofrece lo que sus seguidores esperarían. La banda sonora se compone principalmente de melodías de rock pesado que va cambiando conforme a los combos que hagamos y la calificación que aumentemos, así como de piezas orquestales que denotan el lado oscuro pero chusco de la trama. Además los efectos y mezcla de sonidos están tan bien implementados que logras percibir y gozar de cada sablazo, golpe o balazo que realices.
La espera por Devil May Cry 5 fue larga, pero creo que valió mucho la pena. Él título es todo lo que los fans esperaban de esta entrega y nos lo presenta dentro de un juego que luce y se juega genial, que ofrece nuevas propuestas dentro de su ya conocida fórmula y de cuya historia, con excelente ritmo narrativo, fascinará a todos los seguidores veteranos del buen Dante por todas las referencias y revelaciones que expone. Es por mucho el mejor juego de la serie.
No obstante a lo anterior, DMC5 no es perfecto y tiene fallas que lo alejan de ser un título memorable como lo son sus constantes pantallas de carga, problemas con su cámara y la poca variedad de contenidos de su rejugabilidad. Pero fuera de éstos, que no te quede duda de que es un título de acción genial que tiene todo para colocarse entre lo mejor del año.