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PS5
Sledgehammer Games
Activision
05/11/2021
El año ya está llegando a su fin, y todos los jugadores ya sabemos lo que eso significa: un nuevo Call of Duty ya está aquí. En esta ocasión, Sledgehammer Games y Activision nos traen de regreso a la Segunda Guerra Mundial con Call of Duty: Vanguard, título que ya puedes jugar en tu consola favorita y que para cuando estés leyendo esto seguramente ya llevará como mil millones de copias vendidas. Y es que por más criticismo que reciba esta popular franquicia de disparos en primera persona, nadie puede negar que año tras año, cada nuevo juego de la serie se vende espectacularmente bien. Seguro que Vanguard no será la excepción, pero ¿realmente vale la pena o estamos frente a otro CoD del montón? En esta reseña te lo platicamos a detalle.
Por el hecho de estar ambientando durante la Segunda Guerra Mundial, muchos ya consideran que Vanguard es “un regreso a las raíces de la franquicia”, pero estas declaraciones no podrían estar más equivocadas. Más adelante te explicaré el por qué, pero puedo adelantarte que esta nueva entrega cuenta con varios elementos que ya podrían ser considerados como una evolución para la serie. Aunque claro, al final del día estamos frente a otro Call of Duty, así que no esperes que este título sea una “revitalización” para la saga ni mucho menos.
Tras el descontento que provocó Black Ops Cold War en 2020, particularmente por su limitado motor gráfico y su apartado multiplayer, Activision retomó el IW engine para esta nueva entrega y fue este el mismo motor que se utilizó para el reboot de Modern Warfare por allá de 2019. Sin embargo, para Vanguard ya se siente mucho más refinado y optimizado, por lo que puedes anticipar un desempeño técnico bastante bueno. Pero bueno, ahora si veamos si Vanguard es realmente un juego al que debas invertirle tu tiempo, o si solo estamos frente a otro Call of Duty más.
Desde el reboot de Modern Warfare por allá de 2019, Activision le ha estado dando un mayor énfasis a las campañas single-player de Call of Duty, con valores de producción mucho más altos y una narrativa más estructurada. Vanguard no es la excepción a esto, sin embargo, su campaña termina siendo otra más del montón, que pese a sus impresionantes escenarios y batallas a grande escala, nos deja con una historia predecible y poco original.
Como te decía antes, Vanguard nos regresa a la Segunda Guerra Mundial, pero ya no a los frentes de batalla como tal. En lugar de esto, asumiremos control de cinco diferentes especialistas del Ejército Aliado, quienes terminan por convertirse en el primer escuadrón de Fuerzas Especiales en la historia de la humanidad. En ese sentido, estamos frente a una historia de origen de este escuadrón de élite, por lo que puedes anticipar misiones con muchísima diversidad.
Tras ser capturados y enviados a una prisión nazi, estos sobrevivientes deberán aprender a dejar de lado sus diferencias para pelear por una causa mayor. Definitivamente existe cierta progresión y desarrollo en cada uno de estos personajes, pero al tratarse de una historia que dura unas cinco o seis horas, tampoco esperes la gran cosa.
De igual forma, todos estos personajes cumplen cierto estereotipo; tenemos a Polina Petrova, la francotiradora rusa muy fría y que no le gusta hablar con nadie, Wade Jackson, piloto gringo súper carismático y que no le para la boca, Lucas Riggs, un especialista irlandés que siempre está buscando pelear y Arthur Kingsley, un sargento británico que parece estar un paso por delante de los nazis con una mente muy calculadora. Por supuesto, estos héroes solo san tan buenos como sus villanos, y en esta ocasión, los antagonistas de la historia no siempre son tan intimidantes como nos hubiera gustado. Eso sí, cada uno de los actores utilizado para esta historia hace un gran trabajo con sus respectivos personajes, y hay un par de escenas bastantes emocionales que bien podrían haber sido de cualquier otro título AAA enfocado en la narrativa.
La narrativa se desempeña a finales de la Segunda Guerra Mundial, en una época donde Hitler ya cometió suicidio, por lo que nuestro deber ahora será detener el ascenso al poder de Jannick Richter, quien busca convertirse en el Cuarto Reich junto a su secuaz y asistente, Freisinger. La dinámica entre ambos villanos es predecible y normalmente sabrás en qué dirección irá la historia incluso antes de que ocurra. La mayor parte del tiempo, estos nazis suelen tomarse muy en serio su trabajo, pero hay instancias en donde el juego se olvida por completo de esto y decide darles un tono caricaturesco que arruina por completo la atmósfera de la escena.
El juego descarta por completo lo que hizo Black Ops Cold War con este tablero en donde tú podías elegir qué misión llevar a cabo, y ahora se enfoca en una campaña totalmente lineal que nos llevará desde Hamburgo, hasta los fríos paisajes de Stalingrado en Rusia, y cómo no, batallas aéreas que parecen sacadas directamente del cine. La verdad es que sí existe una amplia variedad en cuanto a misiones dentro de esta campaña, pero por desgracia, no todas están tan bien estructuradas.
Mientras que algunas de ellas están repletas de acción y cuentan con un buen balance entre sigilo y disparos, hay otras con un ritmo sumamente lento y que no sabes si realmente estás jugando Call of Duty o alguna aventura interactiva. Tal vez estoy exagerando con esto último, pero a veces el juego tarda demasiado en mandarte a la acción y opta por darle mayor importancia al desarrollo de personajes, algo que no siempre sale bien y como resultado tenemos estas misiones lentas y aburridas.
Tras haber jugado los últimos tres Call of Duty, puedo decir con seguridad que Modern Warfare sigue teniendo la mejor campaña de los tres, aunque la de Vanguard sí está mejor que la de Black Ops Cold War. Al final esto dependerá de tus gustos, ya que en realidad las tres son muy similares en cuanto a estructura. Lo que sí puedo decirte es que si piensas jugar Vanguard solo por su campaña, lo más probable es que vayas a salir decepcionado.
Mientras que Vanguard decepciona con su campaña, lo mismo no puede decirse sobre su apartado multiplayer. Mientras que el de Black Ops Cold War resultó ser una decepción por el motor gráfico utilizado para el juego, mismo que limitaba las acciones y animaciones de los jugadores, Vanguard trae de vuelta el IW Engine que se utilizó tanto para Modern Warfare como para Warzone. Es decir, los jugadores del battle royale estarán mucho más acostumbrados a este nuevo título que a como lo estaban con Black Ops Cold War.
Más allá del cambio en el motor gráfico, Vanguard introduce una serie de muy bienvenidos cambios a este apartado. Para empezar, ya es posible ajustar el ‘pacing’ de las partidas, es decir, tú puedes elegir exactamente el tipo de partida que quieres tener. En total puedes elegir de tres diferentes categorías y a continuación te las explico.
Para empezar tenemos el pacing Táctico, el cual significa que tendrás partidas de entre seis y 12 jugadores. Se podría decir que es la experiencia tradicional de Call of Duty, con equipos de seis contra seis. Después está el pacing de Asalto, de entre 20 y 28 jugadores. Este pacing es el modo ideal si buscas una experiencia con más enemigos a quienes matar, pero con cierto aspecto estratégico. Y por último, está el Blitz pacing, de entre 28 y 48 jugadores, que, como seguramente esperabas, es un caos total. También es posible elegir todos al mismo tiempo, así tendrás una experiencia más variada y diversa.
En total tenemos hay 20 mapas disponibles de lanzamiento, y 16 de ellos se pueden disfrutar a través de los diferentes modos del multiplayer. Los cuatro restantes son exclusivos del nuevo modo Champion Hill, el cual es una especie de mini battle royale por equipos en modalidades de dúo y tríos.
¿Qué es exactamente Champion Hill? Se trata de un modo totalmente nuevo que debutará junto a Vanguard y que, honestamente, me gustaría que regresara en futuras iteraciones de la saga. Básicamente, se trata de una evolución del modo 2v2 Gunfight introducido en Modern Warfare, en donde ocho equipos competirán en un pequeño torneo por vidas. El equipo que termine con más vidas será el ganador al final.
El modo funciona bastante bien, aunque evidentemente, se trata de una experiencia recomendada para jugar con amigos. Aunque es posible jugar con desconocidos, sí se requiere de un importante nivel de comunicación y coordinación ya que estos mapas suelen ser pequeños y con distintos puntos para esconderse o campear.
Por otro lado, los mapas tradicionales ahora ofrecen una mayor verticalidad. Ya tenemos edificios con distintas habitaciones y un techo en donde es posible formar un nido de francotirador. Estos edificios normalmente cuentan con distintos pisos, así que no siempre será tan fácil encontrar a los rivales escondidos dentro de ellos. Eso sí, el juego tiene un montón de cobertura en donde esconderse, pero también hay entornos destruibles que le dan un mayor dinamismo a cada mapa.
Uno de los problemas más molestos del multiplayer que tiene actualmente Vanguard es en lo desequilibrado y roto que se sienten los puntos de respawn. Es muy fácil que un enemigo se ponga a campear estos puntos y obtener así fácilmente muchas kills. Incluso en los modos con menos jugadores, verás que constantemente estarás muriendo a los pocos segundos de haber regresado a la vida. Esto se puede solucionar con algún parche, pero al menos por ahora, están terriblemente rotos.
A Vanguard también regresan varios elementos clásicos de la franquicia, como son los loadouts personalizados, los operadores, las calling cards y muchas otras cosas más. Ahora, y posiblemente una de las adiciones más interesantes, es que ya es posible equipar las armas hasta con 10 accesorios sin ningún tipo de perk equipado. De entrada, uno pensaría que esto tal vez rompería el juego por completo, pero la verdad es que no es así. Y claro, tenemos modos clásicos como Team Deathmatch, Hardpoint, Search & Destroy y muchos otros más.
Este nuevo sistema de armas funciona muy bien con las de Vanguard, y evidentemente, nos ofrecen mayores opciones de personalización con cada una de ellas para adecuarse mejor al estilo de cada jugador. Al menos por ahora, todas las armas se sienten balanceadas y no hay alguna que sea mejor que otra, tal y como suele ocurrir normalmente con estos juegos. Tal vez uno de los cambios más notables, y que los jugadores de Black Ops Cold War y Modern Warfare notarán de inmediato, es que los francotiradores ya no son tan viables como antes. Esto lo digo porque el tiempo que requieren para apuntar ya se vio drásticamente aumentado, y aunque todavía es posibles usarlos, ya es más común llegar a cada acercamiento con una escopeta o rifle de asalto.
Y hablando de las armas, la verdad es que se sienten muy bien. El impacto de los disparos es casi palpable, y con la configuración adecuada, es posible eliminar el retroceso que tienen casi al cien por ciento. Evidentemente esto variara según el arma, pero en general, casi todas se sienten muy bien y se manejan de muy buena forma.
También hubo cambios al sistema de operadores, el cual ahora te incentiva a estar cambiando constantemente entre ellos. Y es que cada operador cuenta con su propio nivel, y entre más alto sea su nivel, desbloquearás nuevas skins y calling cards. Sin embargo, estos operadores vienen divididos en grupos de tres, y si subes al máximo nivel los mismos operadores de estos grupos, entonces desbloquearás todavía más cosas. Es decir, aunque es posible solo jugar con un operador a lo largo de todo el juego, en realidad te conviene alternar entre ellos si quieres desbloquear la mayor cantidad de objetos cosméticos posibles.
Cada operador también incluye so propio set de retos y desafíos completamente opcionales, aunque si optas por completarlos, obtendrás mayor experiencia y de vez en cuando, algunos otros objetos como tarjetas de presentación o marcos para tu perfil.
Al final de cada partida ahora podrás votar por un MVP. En total se mostrarán a tres jugadores, y cada uno de ellos habrá destacado por algún logro en particular. Ya sea un ratio muy elevado, por apoyar a sus compañeros, o tal vez una simple mención honorífica por haber obtenido resultados constantes a lo largo de la partida. De entrada el sistema es interesante, pero llegó un punto en donde solamente quería saltármelo para así avanzar a mi siguiente juego y es imposible hacerlo a menos que te salgas del juego, lo cual te penalizará.
En general, Vanguard ofrece una experiencia multijugador bastante disfrutable, y no importa que seas un jugador casual o alguien que busque un ambiente mucho más competitivo, el matchmaking del juego se asegurara de emparejarte con otros usuarios de tu mismo nivel. Conforme vaya mejorando tu K/D/A ratio, entonces te encontrarás con oponentes más difíciles, pero creo que el juego hace un muy buen trabajo equilibrando ambos equipos para que la desventaja no se sienta tan marcada.
Call of Duty: Black Ops Cold War trajo de regreso el modo zombies, con todo y su respectiva narrativa. De hecho, el modo zombies de este título fue considerado como uno de sus pocos elementos rescatables, así que las expectativas por la inclusión de este modo en Vanguard eran demasiado altas. Bueno, al final terminó por ser una decepción.
Sí, Vanguard ya trae el modo zombies de lanzamiento, pero cambió por completo su estructura. En lugar de tener el mismo nivel de complejidad y profundidad que el de Black Ops Cold War, la experiencia en Vanguard fue sumamente rebajada, al punto de que ahora solo tenemos un hub y desde ahí podemos acceder a diferentes misiones repetitivas.
Bueno, en realidad en este hub podemos hacer más cosas que solo acceder a los diferentes niveles. Desde aquí podemos mejorar nuestras armas, fabricar armadura, comprar munición e intercambiar “corazones” por perks. Estos corazones los obtienes cada vez que terminas una misión, y los puedes canjear por perks que te permitan congelar a un enemigo mientras le disparas, otro hace que tus ataques cuerpo a cuerpo te regeneren vida y otro permite convertir a ciertos zombies en aliados.
En este hub también te encontrarás con fuentes de las cuales puedes beber para obtener ciertos beneficios como mayor velocidad de carga, mejor regeneración de salud, entre otras cosas. Es posible beber más de una vez de estas fuentes, pero a partir de la segunda vez ya deberás pagar por cada recarga de las fuentes, así que deberás ser cuidadoso en cuanto a la administración de tu dinero.
Antes de empezar cada partida de zombies podrás elegir un loadout personalizado, así como en multiplayer, solo ten en cuenta que estos loadouts no se comparten entre distintos modos. Además del loadout, es posible elegir cuatro diferentes poderes especiales: Energy Mine, una mina que hace daño masivo a los enemigos que la activen, Aether Shroud, un artefacto que te hace invisible por cinco segundos, Ring of Fire, que invoca un anillo en el suelo y si te paras dentro de él, harás mucho mayor daño por 15 segundos, y Frost Blast, que invoca un vortex helado que congela a los enemigos y que también hace daños.
En teoría, un equipo coordinado debería tener todos estos artefactos equipados, uno por cada integrante, pero tampoco te preocupes si todos usan el mismo todo el tiempo. En realidad, la mayoría de los objetivos en el modo zombies son bastante simples y repetitivos, así que la estrategia suele ser casi la misma para todos.
En la hub de zombies habrá varios portales, los cuales te llevarán a diferentes zonas, cada una con un objetivo en particular por completar. Específicamente, hay tres misiones distintas por terminar y a continuación te explico de qué va cada una de ellas.
Primero tenemos Blitz, una misión bastante simple en donde tu único objetivo será el de sobrevivir por un determinado periodo de tiempo mientras hordas de zombies de atacan. Entre más tiempo lleves sobreviviendo, te tendrás que enfrentar a más zombies y algunas variantes más poderosas como zombies con metralletas y otros zombies que explotan en cuanto se te acercan.
Después está Harvest, un modo en donde deberás recolectar unas runas que sueltan ciertos zombies al derrotarlo. Al tener cinco de ellas o menos, deberás dirigirte a un obelisco y ahí depositarás estas runas. Este obelisco cambiará de posición en todo momento, pero podrás encontrarlo fácilmente con el uso del minimapa.
Por último es Transmit, en donde deberás seguir de cerca a una cabeza zombie mientras ésta se mueve por el mapa. Deberás permanecer junto a ella en todo momento si es que quieres que avance, ya que si te alejas demasiado, la cabeza se dejará de mover y no podrás progresar. Una vez que se llene el indicador en pantalla, regresarás sano y salvo al hub.
Estas misiones las estarás repitiendo constantemente y no siempre podrás elegir la que quieras hacer, ya que cuando regresas al hub, solo podrás elegir entre una o dos de las tres. Esto evita que constantemente estés eligiendo la misma, pero después de un tiempo, se vuelve tedioso estar cumpliendo los mismos objetivos una y otra vez.
Es posible disfrutar de Call of Duty: Vanguard en resolución nativa de 4K a 60 cuadros por estables, esto por lo menos en PS5 y Xbox Series X. También existe la opción de disminuir su resolución 1080p, pero a cambio obtendrás un desempeño de 120 cuadros por segundo. Sin importar cuál de estos dos modos elijas, la experiencia resulta ser igual de buena, así que dependerá de ti y de qué tan competitivo seas para elegir alguna de estas dos opciones.
A lo largo de las seis horas de campaña, difícilmente me encontré con bugs o glitches que afectarán drásticamente mi experiencia. A lo mucho me llegaba a topar con ciertas animaciones extrañas, las cuales ocurrían después de haber matado a algún enemigo, pero fuera de eso, el juego cuenta con un muy alto nivel de calidad técnicamente hablando. Claro que no todo es miel sobre hojuelas, pero a comparación de otras juegos modernos, Vanguard está casi impecable.
De igual forma, la conexión en las partidas multiplayer es muy, muy estable al punto de que casi nunca sufrí de lag o desconexiones. El único problema que tuve fue cuando quería jugar con amigos, ya que sí tuvimos que reiniciar la party en más de una ocasión porque constantemente se quedaba atorado al buscar una partida. Pensamos que este inconveniente tal vez tenía que ver con el hecho de estar jugando de forma cross-gen, pero también tuvimos este mismo error al conectarnos únicamente entre sistemas PlayStation.
Tal y como sucedió con Modern Warfare y Black Ops Cold War, la calidad del audio en Vanguard es simplemente espectacular. El juego es compatible con el Tempest 3D Audio de PS5, por lo que si cuentas con un headset compatible disfrutarás de una experiencia sumamente inmersiva. Podrás escuchar cada pisada enemiga, los casquillos de las balas al rebotar en el suelo, y hasta el sonido que hace tu ropa mientras te arrastras por los diferentes terrenos del juego.
Por más acción y explosiones que había en pantalla, Vanguard logró mantener una tasa de cuadros por segundo bastante estable, algo que no ocurría normalmente con entregas anteriores de la saga. Lo único que de vez en cuando pasaba, es que tras atravesar o llegar a ciertos checkpoints, el juego se congelaba por un par de segundos y después ya regresaba a la normalidad. Te digo, esto no ocurría con frecuencia pero era imposible no notarlo cuando si pasaba.
A pesar de haber debutado para la pasada y actual generación de consolas, esta versión de IW Engine que nos presenta Vanguard se siente mucho más optimizada e inclinada para PS5 y Series X|S. El apartado gráfico sí mejoró si lo comparamos con Modern Warfare, y el molesto detalle que prevenía la carga correcta de ciertas texturas parece haber desaparecido por completo en esta nueva entrega.
Eso sí, debo advertirte que el nivel gráfico disminuye bastante en el apartado multiplayer, pero honestamente, es difícil notarlo. Este cambio es particularmente evidente si vienes directo de la campaña, donde la atención al detalle es realmente impresionante, pero cuando estás peleando contra otros jugadores casi ni te darás cuenta del bajón gráfico que te menciono. Este tipo de sacrificios son comunes en la serie, así que no era de sorprender que Vanguard fuese a ser la excepción.
Al final del día, Call of Duty: Vanguard sigue siendo otro CoD, pero uno de los buenos. Tras el tropiezo que fue Black Ops Cold War, Activision se puso las pilas con esta nueva entrega y como resultado tenemos un juego bastante sólido que si bien no aporta nada nuevo a la serie, y mucho menos al género, ya empieza a sentirse como una evolución para la franquicia.
Sí, su campaña es olvidable y posiblemente terminará por decepcionar a más de una persona, pero el elenco de personajes tiene un desarrollo decente y hay escenas realmente impactantes. Las misiones de este apartado no siempre mantienen un constante nivel de calidad, pero casi todas ofrecen unos cuantos minutos de diversión.
Su apartado multiplayer no es perfecto, y tiene varios errores, pero definitivamente es uno de los mejores que he jugado en años. Al menos por ahora las armas se siente con un muy buen balance, y la variedad en niveles hará que casi la gran mayoría sean opciones viables. De igual forma, se agradece el cambio en el sistema de operadores.
Tal vez la más grande decepción tiene que ver con su modo zombies, el cual fue drásticamente rebajado en esta entrega. Los nuevos jugadores tal vez apreciaran esta disminución en cuanto a su complejidad, pero los veteranos ciertamente no lo harán.
Call of Duty: Vanguard no es el mejor juego de la saga allá fuera, pero definitivamente tampoco es uno de los peores. Creo que los fans de la serie quedarán muy satisfechos con la nueva propuesta de Sledgehammer Games, pero si nunca te gustaron este tipo de juegos, entonces no esperes que este título te vaya a hacer cambiar de opinión.