PS3, PS4, XBOX ONE, XBOX 360, PC
XBOX ONE
Visceral Games, DICE
Electronic Arts
17/03/2015
A lo largo de toda su historia, esta famosa franquicia de disparos en primera persona, ha sufrido de bastantes cambios en busca de una identidad que la distinga de los cientos de títulos con los que compite dentro del género. Después de lo bien que salió el experimento con Battlefield 3, el cual, además de convertirse en uno de los juegos que mejor se veían en su tiempo, aportó importantes cosas que se habían perdido con el paso de los años. Por alguna extraña razón, Electronic Arts decidió darle un nuevo giro a la serie, entregándonos Battlefield: Hardline, obra que se pone objetivos bastante mediocres que, por supuesto, alcanza con facilidad para quedarse en justamente eso, una experiencia muy mediana que rápidamente pasará al olvido.
No quiero que me mal interpreten por lo anterior, Battlefield: Hardline no es un bodrio ni mucho menos, simplemente está marcadamente por debajo de los estándares que se habían puesto años antes y que recientemente, Call of Duty: Advanced Warfare trajo de regreso, esto claro, sin ser un hito de la industria ni mucho menos. Como comentaba, el título desarrollado por Visceral Games alcanza sus metas, pero estas son por demás pobres en todo sentido. Lo más complicado de entender es por qué EA escogió al estudio antes mencionado para desarrollar un juego de una IP tan importante, cuando su experiencia con el género es simplemente nula. ¿Se acuerdan del terrible Army of Two: The Devil’s Cartel?… ya mejor que los pongan a hacer otro de los increíbles Dead Space.
Lo más sensato es comenzar esta reseña hablando del punto más importante de todos los juegos que componen a esta franquicia. Para muchos, la campaña de estos títulos es completamente irrelevante, por lo que saltan de manera directa al modo competitivo online. Sin lugar a dudas, el multijugador de Hardline es el elemento más sólido de todo el título, presentando tipos de juego bastante interesantes que funcionan siempre y cuando los usuarios así lo quieran.
Antes de pasar a contarte de cada uno de los modos, te puedo decir que Hardline cuenta con todos los elementos conocidos de los FPS competitivos, es decir, existen cuatro clases distintas, cada una con sus ventajas y desventajas. La experiencia que obtengamos en cada una de las partidas, nos servirá para desbloquear nuevas armas, accesorios y perks, mismos que harán un poco más sencilla nuestra vida en los complicados campos de batalla.
Los nueve mapas que tenemos a nuestra disposición, se adaptan de muy buena forma a las mecánicas introducidas en el juego, y al igual que los escenarios que vemos en el modo para un jugador, casi todo a nuestro alrededor, se puede destruir. Su diseño es bastante aceptable y funcionan para casi todos los modos de juego, mismos que te detallamos a continuación.
Blood Money: En este modo, los policías deberán buscar y asegurar una suma de dinero, la cual, tendrán que llevar a un vehículo blindado en diferentes puntos del mapa. Por supuesto, el trabajo de los ladrones será evitar que los uniformados consigan arrebatarles el botín.
Crosshair: El modo de escolta no podía faltar. En éste, los policías deberán de llevar a un VIP a uno de los dos puntos de extracción. Este personaje especial también controlado por un usuario, cuenta con más resistencia, mientras que su arma dorada, infringe más daño que las regulares. Los ladrones deberán eliminarlo a toda costa.
Heist: Evidentemente, los robos clásicos a un banco tenían que estar presentes en el multiplayer de Hardline. En este modo, los policías deberán de evitar que los ladrones entren a la bóveda de un banco para robar el dinero. En caso de que lo consigan, una persecución comenzará.
Hotwire: Si tuviera que escoger alguno, sin lugar a dudas me quedaría con este modo, en el cual, cada uno de los equipos tendrán que asegurar distintos vehículos en el mapa. La comunicación entre tus compañeros será esencial, pues algunos se deberán concentrar en evitar que el otro equipo sume puntos, mientras que los otros deberán ir a la ofensiva. A pesar de que el manejo es bastante malo, se pueden dar situaciones muy divertidas.
Rescue: Los policías deberán de sacar de su cautiverio a las víctimas, mientas que los ladrones buscarán evitarlo. Si mueres, no podrás volver sino hasta la otra partida, por lo que la estrategia será muy importante. Este modo se llega a sentir como si estuviéramos jugando SOCOM.
Team Deathmatch y Conquest: Los clásicos modos de matar a cuanto enemigo se nos ponga enfrente y de capturar ciertas zonas del mapa, están de regreso. Si buscas verdadera competitividad, alguno de estos dos modos son para ti.
Cada uno de los modos funciona de buena forma, sin embargo, como comentaba hace unos párrafos, para que todo sea divertido, los involucrados tienen que saber qué están haciendo y sobre todo, trabajar en equipo, de lo contrario, se hará una verdadero desastre en el que nada de lo pensado por los desarrolladores, ocurrirá. No tuvimos problemas con los servidores a pesar de los reportes de conflictos presentados por algunos jugadores durante las últimas horas. DICE hizo un trabajo correcto en este aspecto y en pocos segundos, ya estábamos jugando con otras personas.
Comencemos con las malas nuevas. Sin lugar a dudas, uno de los puntos que más se nos han presumido de esta saga, son sus gráficas. Cuando en 2011, nos tocó ver Battlefield 3 corriendo en una PC de última generación, varios pensaron que se encontraban ante un video real por lo fantástico que lucía. Dicho elemento se mantuvo en las entregas subsecuentes, asunto por el cual, nos sorprende enormemente la gigantesca inconsistencia gráfica que presenta Hardline.
La versión en la que reseñamos este título, es decir, la de Xbox One, apenas corre a 720p, asunto que me parece más que inaceptable, considerando que además de que el juego está construido sobre Frostbite 3, otros títulos han demostrado que el hardware actual de consolas, pueden dar mucho más en todo sentido, dejándonos claro el poco conocimiento que tiene Visceral Games sobre cómo aprovechar los beneficios de este fantástico motor gráfico.
Existen momentos en los que los escenarios y personajes de Hardline lucen aceptables, con texturas bien definidas y un frame rate estable, mientras que en otros, pareciera que nos hubieran regresado en el tiempo, y que estuviéremos frente a un título de los primeros que aparecieron para el PS3 o Xbox 360, con texturas en muy baja resolución, pobre iluminación y animaciones genéricas poco creíbles. Si quieres saber rápidamente de qué estoy hablando, te recomiendo subirte a un auto para que veas por ti mismo lo terriblemente mal hecho que está hecho este aspecto en la parte visual, cosa que llama mucho la atención, sobre todo por el especial énfasis que se puso sobre todo esto de las persecuciones.
Te repito que en general, Hardline luce visuales aceptables pero nunca sobresalientes, muchas veces, quedando muy por debajo de los estándares actuales. Las expresiones faciales de los personajes son creíbles, pero muchas veces, la iluminación no tienen ningún sentido. Súmale a lo anterior un par de bugs bastante ridículos y una mezcla de sonido pobre, y tendrás una experiencia bastante por debajo de lo esperado. Una verdadera lástima que el principal atractivo que esta franquicia, haya perdido tanto el rumbo.
Al inicio de esta reseña, comentaba lo extraño que me parecía la decisión de darle un giro de este tipo a Battlefield. Con lo anterior, se introdujeron nuevas mecánicas de juego con el intento de hacernos sentir que estábamos en los zapatos de un detective, y no de un soldado en medio de un conflicto armado. Antes de platicarte de qué va todo esto, me gustaría aclarar el problema que tengo al jugar o ver algo no congruente.
Durante los últimos años, Battlefield nos ha vendido una experiencia que busca ser la más realista del mercado, elemento que entra en conflicto con Hardline por lo siguiente: dentro de las mecánicas que fueron introducidas en esta nueva entrega, está la que nos permite arrestar a los malos.
Dicho asunto suena como algo completamente sensato, sin embargo y a pesar de funcionar correctamente, se siente completamente fuera de tono. La mecánica funciona así: si nos encontramos fuera de la mira de los enemigos y los sorprendemos, se nos dará la opción de mostrarles nuestra placa para después arrestarlos. En cuanto nos identifiquemos como oficiales de la ley, los maleantes se rendirán sin ofrecer mayor resistencia, esto a pesar de que cuenten con un rifle de alto poder o cualquier otra arma.
Yo no tengo ningún problema en que los desarrolladores pongan por delante el diseño del videojuego como tal, antes de hacernos sentir en tal o cual escenario, sin embargo y como comentaba, la incongruencia si es bastante molesta. Resulta de risa que nos estemos infiltrando en el cuartel de peligrosos narcotraficantes bajo una buena atmósfera muy realista, para que en nuestro primer encuentro con los maleantes, saquemos nuestra pequeña placa de policía, y los eliminemos de la ecuación, asunto que puedes repetir decenas de veces en una misma escena. ¿Con cuántas esposas puede cargar un detective?.
Ojalá que esta mecánica fuera al menos divertida, pero la realidad, es que no existe mayor diferencia con solo noquear a los enemigos con un golpe. El tomar este tipo de decisiones, hace que los puntos de experiencia que se nos otorgan y que sirven para desbloquear nuevo equipo, varíen. Lo anterior no es del todo negativo, pues permite que la forma en la que nos aproximemos a cada situación, dependa completamente de la elección que hagamos. ¿No te andas con rodeos y quieres acabar a tiros con todos los criminales? Es completamente viable.
Hardline es un juego muy enfocado a la parte stealth. El no ser detectado en algunas partes, será crucial para salir con vida. Cada uno de nuestros enemigos será desplegado dentro del mapa, mismo que nos indica hacia dónde es que están mirando, muy a la Metal Gear. La inteligencia artificial es torpe y muy predecible, presentando patrones claros que una vez más, lucen ridículos dentro de toda esta supuesta atmósfera realista. Esta mecánica funciona bien, pero no aporta nada a lo que ya hemos visto en cientos de juegos que buscan tomar el mismo camino.
Con el objetivo de hacernos sentir como un verdadero policía, nuestro protagonista cuenta con un celular capaz de analizar los ambientes en busca de información valiosa. La visión como de rayos X que nos da este elemento, me recuerda bastante a la detective visión de los Batman Arkham. Para infortunio del juego, todo esto tampoco añade diversión a la experiencia en general, incluso se vuelve molesta, pues cada vez que nos aproximemos a algún elemento detectable, el control nos vibrará. Como te decía, este elemento no apoya a que el título sea mejor para el usuario, pues se siente forzada y fuera de lugar.
Como FPS, Hardline funciona correctamente, te puedo decir que si disfrutaste de Battlefield 3 y 4, en esta entrega te sentirás como en casa. Las armas son bastante comunes y lejos de un par que nos sirven para alcanzar distintos puntos de un mapa a través de una triolesa o cuerda, hay muy poco que no hayas visto de este apartado.
Las parte de persecución en un auto están muy bien producidas, asunto que se ve arruinado por lo terriblemente mal que se siente estar al volante, pues es poco natural y nada intuitiva. Sentirás que estas manejando todo menos un auto a más de 150 kilómetros por hora.
Como videojuego en general, creo que Hardline consigue lo que se propone, no obstante, presenta mecánicas mal implementadas que no hacen que el juego sea más divertido, solo cortándole el ritmo y la acción que alguien que compra uno de estos títulos, espera.
Battlefield Hardline nos pone en los zapatos de Nick Mendoza, un detective joven de origen cubano que se encuentra en medio de un resurgimiento de la venta de drogas en Miami. Todo el juego es presentando en un formato de serie de televisión dividida en episodios, dándole un toque muy de CSI. Cada que vez que salgamos del juego, uno de los famosos videos de “previously on…”, aparecerá.
Para mi, esto es bastante molesto por distintas razones. Entiendo que en la actualidad, las series de televisión están muy de moda y el tema de gustar a una mayor cantidad de personas, está muy presente en la industria, sobre todo en este tipo de entregas. A pesar de lo anterior, no entiendo esta necesidad de buscar validez de un videojuego a través de otro medio de entretenimiento.
Dejando un poco de lado lo anterior, la historia de Hardline es aceptable, presentando giros un tanto inesperados e intentando con bastante esfuerzo que nos encariñemos con los personajes que se nos presentan en pantalla. Repito, la narrativa es buena, pero tampoco sobresaliente ni mucho menos.
La campaña del juego está dividida en distintas misiones, mismas que a su vez, están perfectamente delimitadas por zonas en las que no debemos ser detectados, balaceras libres y persecuciones. Hay momentos en los que se intenta dar la ilusión de que nos encontramos en un pequeño mundo abierto, pero la realidad es que no se logra gran cosa con esto, pues los objetivos, siguen delimitados claramente. Si lo tuyo es el multiplayer, ni te detengas en este punto, no te perderás de gran cosa.
En general, podemos decir que Battlefield Hardline cumple con los objetivos que se planteó desde un inicio, sin embargo y como comentaba anteriormente, estas metas son bastante simples y nada arriesgadas. La idea de hacernos sentir en los zapatos de un policía o de un ladrón, es concreta en pocas ocasiones, demostrando que sin lugar a dudas, todos los problemas que hubieron con el desarrollo del juego, terminaron por impactar negativamente al producto final de Visceral Games, DICE y EA.
Si tienes muchas ganas de probar un FPS nuevo con un sólido multiplayer, te recomiendo que le des una oportunidad a Hardline, esto claro, si es que no te molesta lo mucho que queda a deber en la parte visual. Pero en caso de que estuvieras esperando que este juego llegara para darle un verdadero refresco al género, lo mejor es que ni te acerques. Esperemos que las personas encargadas de todo, replanteen el futuro de la franquicia, pues después de esta entrega, ha quedado bastante nublado.