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PC
Arzest / Balan Company
Square Enix
26/03/2021
En años recientes, el género de los plataformeros, o platformers, ha sido muy bien recibido por parte de la crítica y los fans gracias a increíbles juegos como Super Mario Odyssey, Crash Bandicoot 4, Spyro Reignited Trilogy, Cuphead, entre otros. Como tal, es entendible que muchos desarrolladores y publishers estén buscando desarrollar este mismo tipo de experiencias, especialmente en la escena indie. Sin embargo, Square Enix, uno de los publishers más importantes de la industria, se ha aliado con Arzest / Balan Company para crear una IP totalmente nueva bajo el nombre de Balan Wonderworld, que busca recrear la esencia de los plataformeros clásicos.
Este nuevo juego fue dirigido por Yuji Naka, y por si ese nombre no te suena, se trata de la persona que lidero Sonic Team, además de ser el programador principal para la gran mayoría de juegos del erizo azul. Para el desarrollo de Balan Wonderworld, Naka se alió con Naoto Oshima, artista de personajes para la franquicia de Sonic, así que evidentemente, había mucho hype en torno al proyecto. Desafortunadamente, este hype no vivió a la altura del producto final, y en mi opinión, se siente como un juego atorado en el tiempo. ¿Por qué te digo esto? Acompáñame en esta reseña para averiguarlo.
Desde sus primeros tráilers, Balan Wonderworld mostró un mundo bastante colorido, lleno de llamativos personajes que inmediatamente llamaban la atención de quien los estuviera viendo. Bueno, los tráilers y el gameplay son dos cosas bien diferentes, y para la mala suerte de Balan Wonderworld, lo mejor era quedarse con las cinemáticas.
Empezamos con la historia: básicamente inexistente. Al principio de Balan, deberás elegir entre dos diferentes protagonistas; Emma, quien se preocupa de que sus amigos estén hablando a sus espaldas, y Leo, que desde que su mejor amigo le dejó de hablar años atrás, se ha convertido en una persona sumamente introvertida y tímida.
Independientemente de cuál personaje elijas, ambos terminarán en el Teatro Balan, un portal mágico a cargo de este misterioso personaje llamado, adivinaste, Balan. Su misión en nuestro mundo consiste en ayudar a Emma y Leo al enviarlos a un mundo llamado Wonderworld, populado por los recuerdos y memorias de la gente. (Sí, sabemos que esto suena como algo sacado de Persona.)
Una vez en Wonderworld, Emma y Leo deberán navegar por sus propias inseguridades para liberar a este mundo de Lance, una versión malvada de Balan que se alimenta de la negatividad de las personas para invocar monstruos y bestias llamados Negati. Lo cierto es que la historia no es más que una excusa para presentar un poco de contexto sobre lo que estamos haciendo aquí, pero nadie pueda negar lo bien hechas que están las cinemáticas. Si tan solo el gameplay fuera igual de bueno.
Para completar su misión, Emma y Leo se verán obligados a navegar por 12 áreas, cada una de ellas ambientada según las preocupaciones de esa persona en específico. Por ejemplo, el primer nivel del juego está ambientado en una granja porque la persona que debemos salvar es un granjero, el segundo nivel es un océano porque la persona involucrada es un buzo. (De nuevo, suena como algo sacado de Persona.)
Para poder completar estos niveles exitosamente, encontraremos diferentes disfraces esparcidos en cada uno de ellos. Estos disfraces nos otorgan habilidades especiales que podemos utilizar para navegar los diferentes desafíos que nos presenta Balan Wonderworld. Como referencia, piensa en la mecánica de Super Mario Odyssey donde podías colocar a Cappy en algún enemigo para absorber sus poderes. Lamentablemente, esta versión de Balan no funciona tan bien como en el título de Nintendo y te explico por qué.
En primera instancia, solo puedes tener tres disfraces a tu disposición, y si realmente quieres ver todo lo que cada nivel tiene por ofrecer, necesitarás estar entrando y saliendo del hub para cambiar de disfraz, cosa que a la larga se vuelve muy molesta. Por otra parte, si llegas a morir con el disfraz que traes puesto, lo perderás, y algunos de ellos pueden llegar a ser bastante complejos de adquirir. Esto, por supuesto, rompe el flujo del gameplay y tener que estar saliendo al hub cada vez que pierdes un disfraz no solo es tedioso, sino que al menos en la versión de PC, el juego llegaba a crashear después de hacer esto repetidas veces. Por suerte, al terminar cada nivel, podrás almacenar todos los trajes que encontraste en un armario, pero solo podrás acceder a este armario en ciertos puntos específicos de cada área.
Si quieres obtener disfraces no basta solo con encontrarlos, sino que también necesitamos de llaves para desbloquearlos. Estas llaves suelen estar muy cerca de cada disfraz, pero a veces encontraremos dos disfraces y solo una llave cerca, así que deberemos ser muy cuidadoso con el disfraz que elegimos. Claro, siempre existe la posibilidad de regresar más tarde por ese disfraz que no elegiste la primera vez, pero como te decía antes, la tarea puede ser más tediosa de lo que crees.
En total son cerca de 80 disfraces, y como te lo mencionaba hace unos cuantos párrafos, cada uno de ellos te otorga una habilidad diferente. Por ejemplo, el traje de conejo te dejará saltar por tiempo prolongado, mientras que el traje de dragón te dejará escupir bolas de fuego para destruir diferentes terrenos y atacar a nuestros enemigos. Honestamente, el juego sería mil veces mejor si te dejará cambiar de disfraz en cualquier punto, pero desafortunadamente, estamos limitados a solo tres en nuestro inventario y el armario solo está disponible en ciertos puntos específicos de cada nivel.
Al haber tantos trajes, hay algunos de ellos que son completamente inútiles y que desconocemos exactamente por qué sus desarrolladores los implementaron. ¿Tal vez tenían un límite de cuántos disfraces debían meter al juego? Tal vez nunca sepamos la respuesta, pero la realidad es que no llegarás a usar los 80 disfraces, solo los más útiles.
En total son 12 escenarios, y cada uno de ellos está compuesto por 3 áreas: los primeros dos son niveles tradicionales mientras que el tercero es una batalla contra el jefe de esa zona. Dentro de estos niveles, y como buen plataformero, hay diferentes objetos por coleccionar. El principal de éstos son trofeos dorados que también nos ayudan a desbloquear otros niveles.
Esta mecánica es un incentivo para visitar nuevamente algunos niveles viejos y explorar cada rincón de ellos para encontrar estos trofeos, pero su diseño es tan confuso que navegar por ellos una segunda o tercera vez se siente más como una tarea que algo que harías por diversión. El hecho de que no puedas accesar a tu inventario de disfraces en cada momento también tiene mucho que ver con esta tediosa mecánica.
Adicionalmente, el juego no te explica ni te da pistas sobre el disfraz en específico que necesitas para alcanzar cierto trofeo. Con 80 trajes a tu disposición, encontrar la respuesta recae en un molesto proceso de prueba y error. Lo peor de todo es que estos trofeos son obligatorios para desbloquear niveles adicionales, pero por suerte, no necesitas encontrar todos si quieres experimentar todo lo que la historia principal tiene por ofrecer. Claro, sí será necesario hacerlo si quieres terminar el juego al cien por ciento.
Además de los trofeos, cada nivel de Balan Wonderworld esconde varios minijuegos, pero al igual que la mecánica de los disfraces, esta otra también se siente sumamente floja y como algo que solo metieron porque sí. El primer minijuego es el mismo en todos los niveles: un evento de QTE (quick-time-event) en donde deberás seguir la misma secuencia con Baland. Si aciertas correctamente a todos los QTE, obtendrás un trofeo dorado. El segundo tipo de minijuegos se esconde detrás de algunos disfraces, por ejemplo, si encuentras el disfraz de futbolista, podrás participar en un minijuego donde deberás tirar penales con Balan cubriéndolos.
Aunque los niveles están llenos de colores, su personalidad es sumamente vacía. Hay demasiado elementos aleatorios en cada nivel, ¿a qué me refiero con esto? Encontrarás NPCs caminando por ahí, cajas u obstáculos en medio de la nada y otros elementos estéticos que se sienten fuera de lugar y que no hay razón aparente para su existencia. Los caminos escondidos son difíciles de encontrar, y una vez que lo haces, encontrar la solución es todavía más frustrante ya que siempre necesitas de algún disfraz para hacerlo.
Como último punto en este apartado, hablaré de los controles y lo mal que se sienten. Para empezar, los botones A B X Y hacen lo mismo. Sí, el esquema de controles es así de sencillo. Por otra parte, el movimiento del personaje principal se siente lento y poco responsivo, hay demasiado input lag y el tiempo de recuperación entre animaciones es bastante largo. En un plataformero, tener un control tan malo puede resultar en muchas muertes frustrantes y a nadie le gusta eso.
Honestamente, no hay muchos puntos positivos que pueda destacar de Balan Wonderworld. Es un plataformero sencillo, con mecánicas mal hechas y en general, parece que el proyecto fue hecho con toda la flojera del mundo. Hay plataformeros para niños que incluso pueden ser disfrutados por adultos debido a lo bien que se sienten, y desafortunadamente, Balan no es uno de ellos.
Con una mecánica de disfraces sumamente incompetente, un diseño de niveles lleno de elementos aleatorios e innecesarios y un esquema de controles que se siente terrible, Balan Wonderworld es posiblemente uno de los peores títulos que he probado este año. Por cierto, lo jugué con el parche día uno que supuestamente, “corregiría muchos problemas de la demo”, y lamento decir que no sentí ningún tipo de cambio o modificación. No creo que sus desarrolladores hayan mentido, pero tampoco creo que se hayan esforzado mucho en este parche.