Movie Review – Alien: Covenant

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Lo que Scott ama

Al igual que todas las industrias del entretenimiento multimillonarias, la mayor parte de las veces, Hollywood pone lo comercial por encima de cualquier otra cosa, incluso sobre lo artístico y sobre los elementos que al final, le dan vida y esencia a nuestro amado cine. A pesar de lo anterior, actualmente contamos con algunos directores que por su importante nombre, se pueden dar ciertos lujos como por ejemplo, hacer películas por el puro gusto de hacerlas, dejando de lado preocupaciones como cuánto dinero es que el proyecto generará o cuál será la reacción de la crítica especializada. Con el resultado de Alien: Covenant, Ridley Scott vuelve a dejar claro que en esta etapa de su extensa y brillante carrera, lo único que tiene planeado es hacer cintas de su gusto propio sin importar cuál sea la opinión que los espectadores vayan a tener cuando las vean.

Al igual que pasó con Prometheus, Alien: Covenant es una película que lo último que busca es cautivar a las masas y mucho menos, darle gusto a los duros críticos de cine. Más bien busca complacer a una especie de capricho de su director por contar una historia de ciencia ficción que toca temas bastante trascendentes pero que de ninguna manera se olvida de que al final, estamos hablando de Hollywood. Por su puesto que el nuevo trabajo de Ridley Scott no es perfecto ni mucho menos, sin embargo, creo que es algo bien sincero que no se anda con rodeos y que va al grano en el tiempo que dura, siguiendo una fórmula sumamente conocida para los fanáticos que la verdad, no sé si los que nunca le han entrado a esta saga, entenderán del todo.

La secuela de la precuela

Antes de pasar a contarte sin spoilers cómo fue mi experiencia con Alien: Covenant, me parece que lo más adecuado es platicarte qué camino toma el argumento principal de la cinta y cómo es que ésta encaja con todo el universo creado por Ridley Scott y compañía. Esta película es una secuela de la precuela. Sí, estamos frente a la continuación de la historia que Prometheus nos contó en 2012, sólo que en esta ocasión, estamos más cerca de Alien, la cual lo inició todo en 1979.

La trama de Alien: Covenant se centra en los personajes que tripulan un crucero interestelar llamado Covenant, el cual, tiene como objetivo llegar a un planeta distante para colonizarlo. A poco más de siete años de su llegada con más de dos mil colonos a bordo, la nave sufre un percance que obliga a la tripulación encargada de la misión a despertar del criosueño en el que se encontraban. Aquí, se aplica una vez más la famosa fórmula de la saga pues de la nada, los protagonistas reciben una misteriosa señal de radio proveniente de un mundo desconocido la cual, simplemente no se resisten a ir a investigar.

A pesar de los ligeros cambios y motivaciones que en esta ocasión los personajes tienen para arriesgarse a ir al punto de origen de la señal con la que se topan son un poco diferentes a los que habíamos visto a lo largo de esta saga,  el fondo es básicamente lo mismo. Algo que vale mucho la pena resaltar es que los objetivos de los tripulantes del Covenant sí distan bastante de los que tenían los que iban en el Prometheus, pues más allá de estar buscando tener un encuentro con los creadores de la humanidad, éstas son personas mucho más normales que lo único que esperan es empezar una vida nueva en un planeta muy lejos de la Tierra.

Te puedo decir que si bien, la historia de Alien: Covenant arranca justo como todos estábamos esperando, la forma en la que encaja con Prometheus (la historia es 10 años después de los eventos de dicho filme) y resuelve más dudas de por qué es que se dieron los eventos de la primera Alien, es verdaderamente genial, asunto que seguramente será agradecido por los que hayan estado siguiendo esta saga en los últimos años. Por el contrario, sí creo que quienes no estén tan enterados de este asunto, podrían sentir que se les está presentando un relato bastante genérico y sin forma que poco tiene que aportar al cine de este tipo.

Tema profundo con sabor a Hollywood

Decir que Alien: Covenant es una película de suspenso o incluso de terror está bastante lejos de lo que es en realidad. El problema es que por sus propios orígenes, esta nueva cinta está siendo vendida como tal, cuando desde Prometheus, se nos dejó claro que se estaba buscando alcanzar otro tipo de objetivos al tocar temas que buscan tener un fondo mucho más importante como por ejemplo, resolver la duda ancestral sobre cuál es el origen de la humanidad y si es que fuimos creados por inteligencias superiores o tan sólo somos producto de la casualidad.

Alien: Covenant sigue por esta línea muy marcada, tocando temas filosóficos, religiosos y científicos sobre cuál es nuestra posición en el universo y cuál es nuestro propósito como especie que al menos en el mundo creado por Ridley Scott, ya tiene la capacidad de crear vida consiente de sí misma. Aquí es en donde entran todos estos dilemas morales sobre hasta qué punto seremos capaces de alcanzar el status de dioses mortales que incluso, podrían ser considerados como inferiores por nuestras creaciones inmortales que por supuesto, sienten una torcida fascinación por poder convivir con sus creadores y a la vez, darse cuenta de todos sus defectos.

Todo lo que te acabo de contar es el tema central de Alien: Covenant, pues a pesar de que sus protagonistas están en un contexto mucho más simple que la trascendencia o divinidad de la humanidad, el guión de la cinta constantemente regresa a estas áreas de la narrativa para recordarnos que la creación de esta serie de precuelas de Alien, justamente tienen la idea de poner a este tipo de cuestionamientos sobre la mesa.

Dejando de lado lo anterior, tenemos que decir que a pesar de lo profundas que son las temáticas tratadas en Alien: Covenant, la verdad es que estamos frente a una película que lleva a Hollywood en todo su ADN, luciendo escenas de acción mayormente emocionantes con tintes de terror que a pesar de no funcionar del todo, la verdad es que son bastante divertidos. De igual forma, me parece que los momentos de gore o violencia son adecuados y fueron colocados en puntos exactos para que en ningún momento se sientan forzados o fuera de lugar.

La verdad es que en pleno 2017, cuesta trabajo pensar que un monstruo tan conocido como lo es el famoso Alien diseñado por HJ Geiger, siga asustando a los espectadores, pues recordemos que lo logrado en 1979 por este personaje, más bien tenía que ver con lo misterioso que era. Si estás esperando ver una cinta que te aterre o al menos te mantenga al filo del asiento por los nervios, me temo que aquí no la encontrarás, pues como te dije, lo que persigue Alien: Covenant es presentar una historia de ciencia ficción más avanzada que sólo espantarnos por un rato dentro de una sala de cine.

Todos es sobre el villano

Alien: Covenant es una secuela directa de Prometheus y desde que arranca, de nueva cuenta deja claro que esta saga de precuelas de Alien son la historia de David, robot diseñado por Peter Weyland que tiene una extraña visión de la vida y de su posición dentro del mundo, teniendo una obsesión por alcanzar el puesto de dios creador que su padre le mostró desde un principio. De alguna manera, este villano entiende perfectamente los defectos de la humanidad, mismos por los que él considera, no debería de existir.

David es un maravilloso villano en toda la extensión de la palabra interpretado magistralmente por Michael Fassbender, pues además de tener motivaciones que se aclaran de buena forma en Alien: Covenant, cuenta con cierto carisma y misterio que no siempre nos toca ver en este tipo de personajes, esto al punto de opacar por completo a los otros rostros que vemos en la película. Me parece sumamente interesante lo que se tiene planeado para este antagonista en el futuro. Esperemos que se mantenga por esta línea y al final, no se termine traicionando a sí mismo.

El problema de lo anterior es que el resto de los personajes se sienten genéricos, sin vida y sin grandes razones para encontrarse en el punto en el que están. Katherine Waterston le da vida a Daniels, experta en terraforming y parte de la tripulación de la Covenant que como te estás imaginando, resulta inevitable no compararla con Ellen Ripley, protagonista de la saga principal hecha por Sigourney Weaver que se convirtió en uno de los personajes más icónicos del género. A pesar de que esta nueva protagonista no está mal, se queda muy lejos de su antecesora. Del resto de los tripulantes no vale mucho la pena hablar. Sólo resaltar que James Franco sale como dos segundos y que el mexicano Demián Bichir es más relevante de lo que algunos estábamos esperando.

Hablar de actuaciones en algo como Alien: Covenant puede sonar un poco fuera de lugar, pero una vez más perece que es importante resaltar el gran trabajo hecho por Michael Fassbender. Todos los movimientos, inflexiones de la voz y gestos, sí te hacen creer que estás frente a un androide que está buscando ser más que un simple humano y que por supuesto, cuenta con una noción bastante torcida de lo que es bueno y de lo que es malo. Sin lugar a dudas, la única estrella de esta película que seguramente, se mantendrá en ese puesto hasta que Ridley Scott por fin encuentre cómo concluir esta historia.

Más contemplación

Los efectos especiales de Alien: Covenant están a la altura de cualquier súper producción de Hollywood de gran presupuesto actual, por lo que de eso no tienes de qué preocuparte, sin embargo, me parece que en términos de cinematografía y fotografía, se perdieron algunas oportunidades bastante interesantes.

Desde 2001: A Space Odyssey, se nos demostró que el cine era una maravillosa vía para apreciar la belleza del cosmos y de mundos que seguramente jamás visitaremos, asunto que por supuesto Alien de 1979 tomó, y que más recientemente, Gravity de Alfonso Cuarón retrató como pocos. Por tal motivo, me parece que Alien: Covenant pudo haber echado mano de más momentos de contemplación de los fantásticos escenarios que nos pone enfrente y no ir tan rápido al grano. Entiendo que este tipo de recursos puede resultar aburrido para la mayoría del público, sin embargo y tomando en cuenta que en realidad estamos frente a una cinta que no busca complacer a las masas, lo anterior fue algo que se debió haber aprovechado para darle más fuerza a lo misterioso y aterrador que es el espacio exterior.

Para los fans

Alguien tan consolidado en el cine como Ridley Scott no necesita la aprobación de nadie para saber el talento con el que cuenta, es por eso que se puede dar el lujo de crear una nueva saga de precuelas para la que estamos seguros, es su creación más amada. Cada una de las escenas de Alien: Covenant emanan lo anterior gracias a un guión bastante bien escrito que a pesar de tener algunos defectos y de dejar bastante preguntas sin resolver, sí consigue contestar muchas dudas de las que nos dejó Prometheus y por las que supuesto, también fue fuertemente criticada.

Si eres fanático del trabajo de este director o de la saga que nació hace ya tanto años, sobra decirte que este fin de semana tienes que ir a ver Alien: Covenant, sobre todo si fuiste de los pocos que apreciaron y entendieron la idea de Prometheus pues en efecto, sí necesitas haber visto esta película para entender lo que la nueva cinta de Scott está intentando decirnos. Si por el contrario eres de los que nunca entendió por qué tanto fanatismo por Alien, este filme no te hará cambiar de opinión y ni qué decir si estás esperando vivir una experiencia llena de terror como el marketing de la misma nos lo ha estado vendiendo por alguna extraña razón.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!