Los policías entraron en su casa y lo agarraron como al Tigre de Santa Julia… bueno, casi.
Un hombre de 30 años, sospechoso de robar una camioneta fue arrestado por la policía en su casa. Estaba jugando Grand Theft Auto III. El sospechoso, llamado Michael Ray Ekes, respondió “es una bomba” cuando le preguntaron que pensaba de GTA III.
Niños, la cuestión es la de siempre: ¿si en la tele ven que alguien roba coches, los roban?, ¿si leen que asaltar a la gente es divertido, van y asaltan a alguien? Cierto, en los videojuegos el nivel de inmersión es mucho mayor… pero eso suena como el argumento que utilizaría un abogado defensor en una corte estadounidense. A fin de cuentas, los únicos responsables de nuestras acciones somos nosotros (y sus padres, si son menores de edad).
[Mensaje para los padres *ON]
Los medios de entretenimiento son eso: medios de entretenimiento, y no sustitutos de una buena educación. Padres, en lugar de escandalizarse por este tipo de noticias, los invito a informarse en lugar de prohibir, a hablar con sus hijos en lugar de satanizar ciegamente uno de los pasatiempos más satisfactorios que hay: los videojuegos. Así como leerle un libro en la noche a tu hijo (o sobrino, en mi caso) es lo más satisfactorio que puede haber, lo mismo ocurre con un buen juego.
Sentarse frente a una consola no tiene porqué ser una actividad solitaria. Señores, piérdanle el miedo a los videojuegos y participen en todas las actividades de sus hijos.
[Mensaje para los padres *OFF]
Fuente: Game Politics.
