Aunque divertido y caótico, Just Cause 3 fue un juego que generó opiniones mezcladas. Por un lado, muchos aplaudieron el gran mundo abierto del juego, así como las diversas y frenéticas mecánicas de destrucción que permitían crear caos a nuestro paso de manera simple; pero por el otro, éste fue severamente criticado por su insulsa historia, problemas técnicos y físicas que, pese a ser funcionales, resultaban un tanto incómodas por lo exagerado que se comportaban. Vamos, no es como si no se supiera lo irreverente que era el título, pero aún así denotaba varios aspectos por corregir y mejorar.
Ahora y en cuestión de tan sólo tres años, el equipo de Avalanche Studios nos trae una cuarta entrega de su explosiva serie y lo hace bajo la promesa de brindarnos una experiencia mucho más grande, caótica y destructiva. Dicho título es Just Cause 4, el cual saldrá a la venta el próximo 04 de diciembre de este año para PS4, Xbox One y PC. Previo a su estreno, Atomix tuvo la oportunidad de probar una versión en desarrollo del título en la que se nos permitió experimentar con esta nueva misión del temerario Rico Rodriguez y aquí te compartimos nuestras impresiones.
Por si no sabes de lo que va, te cuento que la serie de Just Cause consiste de una del género de acción y aventura en tercera persona con mundo abierto en el que es posible causar destrucción y caos por doquier con la ayuda de múltiples armas, herramientas y objetos. Si bien en éstos se sigue una historia que ahonda en el mundo que exploramos, su trama se convierte en una mera escusa que busca justificar todos los desastres y alborotos que generaremos con tal de cumplir con la misión de nuestro protagonista.
Siguiendo fielmente este concepto, Just Cause 4 se sitúa dentro de una nueva y ficticia nación sudamericana llamada Solis que se ha visto amenazada por una organización de mercenarios militares conocida como Black Hand que, curiosamente, también ha estado experimentando con tecnología que descontrola violentamente el clima. Obviamente y como no se puede quedar de brazos cruzados, el buen Rico Rodriguez se lanzará en una nueva misión en la que, ayudado por un grupo de locales que buscan defender su hogar, buscará desatar un levantamientoarmado con el que puedan derrocar y desterrar al grupo criminal.
Durante nuestro periodo de juego con el juego fue poco lo que pudimos aprender sobre la historia del juego, aunque lo que vimos nos bastó para darnos cuenta del tono serio pero irreverente con la que fue estructurado. Sin embargo y como ya dijimos, la misma se sigue postrando como una mera excusa con la que se quiere justificar todo el aborto que se suscitará en nuestra pantalla.
Pero pasemos a lo que en verdad nos incumbe: el gameplay, Para la ocasión Just Cause 4 cuenta con una fórmula prácticamente idéntica a la de su predecesor aunque tiene varias implementaciones y mejoras que hacen del gameplay algo sumamente alocado. De entrada, al esquema de controles regresaron mecánicas icónicas y aplaudidas como el gancho que podemos usar ya sea para atacar a los enemigos, colgarnos en diversas superficies, atraer cosas hacia nosotros o arrastrarlas hacia otros lados; el paracaídas que abrimos cada vez que nos encontremos en el aire para así controlar mejor nuestras caídas; o el Wingsuit (traje de ardilla voladora) que nos deja planear mientras caemos y/o desplazamos a gran velocidad por los aires. Obviamente junto a éstas también se encuentran el manejo de armas de alto calibre que usaremos para defendernos de las balaceras contra los militares.
Complementando a lo anterior, también contaremos con un amplia gama de menús y apartados en los que será posible desde crear o mejorar armas hasta solicitar objetos que bien pueden ser usados para generar mayor destrucción. ¿Cómo cuáles? Por poner un ejemplo (de los que pudimos ver en el demo) están el solicitar helicópteros, lanza misiles hasta tanques de guerra que estén equipados con pura munición pesada. Porque sí, para armar desastres en Just Cause se pinta solo.
Un elemento clave dentro del gameplay recae en la movilidad; prácticamente el caos que podamos crear derivará de lo bien que sepamos desplazarnos al tiempo que combinamos todas nuestras herramientas, equipo y recursos. Por suerte los controles del título son sencillos, lo cual se traduce en una aparente facilidad de dominio de los mismos.
En una primera impresión, podemos decir que los controles se sienten más que idénticos a los de Just Cause 3, lo cual no es algo necesariamente malo cuando nos percatamos que éstos son un tanto más precisos. No obstante, percibimos que los mismos llegan a complicarse de más cuando decidimos adentrarnos a los apartados de creación de equipo o de petición de armamento.
Durante nuestra sesión de juego nos topamos con una misión en la que se pedían traer un helicóptero chopper hacia el lugar en el que nos encontrábamos. En sí, no tardamos mucho en hacer el pedido, pero por la manera en la que estaban estructurados y organizados los menús, nos pareció que esta acción se volvió más complicada de lo que debía ser. Recocemos que el reducido tiempo, en conjunto a lo limitado del demo, pudo ser un factor que nos impidió comprender más rápido este esquema, pero aún así y al menos en primera instancia, creemos que hubiera sido mejor hacer de estos apartados algo más comprensibles. Pero vamos, eso podremos estudiarlo más a profundidad una vez que se lance el juego.
Siguiendo bajo esta misma idea, durante la sesión de prueba del juego y para facilitarnos la comprensión de lo profundo de sus menús, los desarrolladores hicieron una muestra de las tantas posibilidades que hay en el juego para crear destrucción de las maneras más alocadas posibles. Dentro de una versión más avanzada del título, nos demostraron, con la ayuda de nuestros gadgets y sus modificadores, lo fácil que resultaba elevar un tanque por los cielos con algunos globos, dirigirlo y encaminarlo con la ayuda de la cámara y comenzar a disparar a discreción mientras nos manteníamos en el aire. De esta forma tan absurda nos quedó claro que la imaginación será otro factor a considerar al momento en el que inicie la destrucción.
Siendo honestos, mentiríamos si dijéramos que no nos divertimos mientras probamos Just Cause 4. Tener tanta libertad para destruir cosas resulta muy satisfactorio, aún y si contamos con arsenal limitado para provocarlo. Sin embargo, algo que nos desconcertó a sobremanera fueron las físicas del juego que siguen siendo chistosas pero extrañas. Por mencionar un ejemplo, nuestro personaje salía volando por los aires de manera proporcional al tipo de golpe o agresión que recibía. Esto último aunque no entorpecía mucho el combate con armas o cuerpo a cuerpo, sí llegó a volverse fastidioso cuando nos veíamos inmiscuidos en una explosión o en algún choque vehicular ya que nos mandaban a volar por grandes distancias.
La física fue uno de los aspectos que más se le llegó a criticar al juego previo y por ello nos sorprendió ver que, para el nuevo, ésta también se seguía manteniendo idéntica. Sabemos que el exagerado comportamiento de ésta es uno de los elementos que hicieron divertido a los otros Just Cause pero, al menos para la ocasión, nos hubiera gustado que ésta no fuese tan aparatosa o lo suficientemente incomoda como para incluso influir en el progreso de algunas misiones.
Por último un apartado que queremos mencionar es el gráfico. El demo de Just Cause 4 se veía bien, aunque no dejaba de exponer inconsistencias. Como tal, los ambientes y locaciones de Solis se veían increíbles y detallados, más no así algunos de los personajes que, tras inspeccionarlos de cerca, mostraban expresiones un tanto raras fuera de las cinemáticas. Igualmente, mientras nadamos en algunas partes del mundo notamos que las secciones bajo el agua estaban completamente áridas, como si se trataran de meros espacios con texturas de tierra genérica y sin algún elemento decorativo de por medio.
Estamos conscientes de que probamos una versión de prueba del título y que, por lo mismo, varios de los apartados que criticamos (o alabamos) podrían cambiar bastante en la versión definitiva del juego. Por el bien de Just Cause 4, deseamos que haya bastantes mejoras ya que resultaría triste que apartados como los que aquí cuestionamos terminaran por afectar un juego como éste que, de entrada, nos pareció divertido. Avalanche, conocemos de lo que eres capaz, por favor no nos decepciones.