Valve es una de las compañías más respetadas en la industria, especialmente entre los jugadores de PC. Por ello, extraña la demanda de una ex empleada. Acusa a la compañía de discriminación contra el personal transgénero, así como por explotación de menores y pide 3 millones de dólares. Sí, suena rudo, pero hay un argumento al respecto.
La ex empleada, quien laboraba como traductora al español, comentó que le pidieron trabajar de manera remota luego de su operación para reasignar su sexo en 2012. La razón, cuenta, era recuperarse de su depresión de posibles problemas de socialización. Sin embargo, si bien suena a una buena forma de tratar a un empleado, de ahí vinieron problemas.
Durante cuatro años, su puesto en Valve fue definido como contratista independiente y no como empleada. De esta manera, perdió beneficios como seguro de salud y pago de horas extra. No sólo eso, sino que descubrió que su supervisor (identificado como Torsten Zabka) hacía que jóvenes (algunas veces menores) realizaran trabajos gratuitos de traducción a cambio de falsas promesas por integrarlos a la empresa.
Luego de reclamar por la situación, la ex empleada (cuyo nombre se omite en los documentos) fue despedida. La razón que la empresa dio para rescindirle el contrato fue el que buscaban a alguien que trabajara en Washington. Obviamente, Valve ha desmentido estas acusaciones de manera oficial.
Estaremos al pendiente para conocer como va este caso, que luce bastante denso. Te informaremos cualquier novedad al respecto.
Fuente: Eurogamer