El atractivo del gaming retro nunca ha sido tan fuerte. Desde el resurgimiento de consolas clásicas como la Nintendo Classic hasta el apogeo de los remakes y remasters, está claro que los juegos de la vieja escuela cautivan tanto a los jugadores veteranos como a las nuevas generaciones de gamers. Pero, ¿qué impulsa esta tendencia? ¿Se trata solo de una nostalgia por los días de gloria pixelados, o se esconde algo sigilosamente innovador en esos cartuchos gruesos y en sus aventuras de 16 bits?
No hace tanto que la Nintendo Classic y la Super Nintendo Classic llegaron a los estantes de las tiendas, arrastrándonos de nuevo a un mundo de sprites en bloques y magia chiptune. Estas maquinitas no eran solo una trampa para la nostalgia, sino un auténtico portal a la época dorada del gaming. Todo esto sin necesidad de actualizaciones de 50 GB ni parches de un día. Basta con enchufarlas, pulsar el botón de inicio y listo.
¿Y sabes qué es lo mejor? Ya no necesitas soplar en los cartuchos. Y si tienes una consola actual, puedes seguir disfrutando de ese estilo retro con una tarjeta de regalo de Nintendo Switch. La biblioteca de la Switch está repleta de ports de juegos clásicos y títulos de inspiración retro que capturan la magia de la vieja escuela sin renunciar a la conveniencia del gaming actual.
La tendencia retro no se detuvo en las miniconsolas. Remakes como Final Fantasy VII y Resident Evil 2 se reinventaron conservando el corazón del original, pero adaptándolo a pantallas 4K y a un gameplay más equilibrado. No son simples remakes: son auténticas cartas de amor a una época donde las tarjetas de memoria eran tu salvavidas.
Y luego están los demakes, esos primos extravagantes de los remakes que toman éxitos actuales y los reimaginan como si hubieran salido en 1995. Piensa en unos efectos visuales de baja calidad, menús recargados y esa dulce, dulce técnica de píxeles.
Los juegos indie como Shovel Knight y Octopath Traveler hacen que lo retro parezca nuevo, mezclando imágenes perfectas con una jugabilidad actual. Luego están los que aprovechan el estilo de la época de la PS1 –polígonos gruesos, bandas sonoras espeluznantes y todo eso– y, de alguna manera, hacen que parezcan nuevos otra vez.
Si echas de menos esa energía de antaño, una tarjeta de regalo de PlayStation puede abrirte la puerta a una biblioteca llena de remakes, demakes y éxitos indie que parecen sacados directamente de finales de los 90, pero que son todavía mejores.
Entonces, ¿por qué ese estilo ‘old school’ sigue pegando tan fuerte? Sencillo: las limitaciones alentaban la creatividad. Cuando los desarrolladores tenían que exprimir sus ideas en unos pocos megabytes, cada píxel y cada timbre tenían que contar. Juegos como Chrono Trigger y Super Mario World no podían permitirse el lujo de unas escenas cinemáticas o unos gráficos fotorrealistas: solo tenían que ser divertidos. Y lo eran.
Estas mecánicas y estilos visuales retro han evolucionado hasta convertirse en algo más que un retroceso: ahora son una legítima opción creativa para los desarrolladores independientes. Aquel gameplay crudo y sin filtros sigue siendo más elocuente que cualquier videojuego gargantuesco y excesivamente cinemático de 100 horas.
El gaming retro no consiste en aferrarse al pasado. Se trata de aprender de él, tomando el encanto, el desafío y la creatividad de aquellos tiempos más sencillos para mezclarlos con la tecnología actual. Tanto si te gustan los juegos de plataformas con píxeles perfectos, los RPGs con la energía de la Super Nintendo o los juegos independientes que parecen sacados de un arcade de los 90, hay algo para ti.
Y oye, los mercados digitales como Eneba hacen que sea ridículamente fácil crear tu colección de juegos retro. Tanto si te haces con una tarjeta regalo para Nintendo Switch o PlayStation, como si simplemente buscas una buena oferta para tu próximo juego favorito, es la plataforma de lanzamiento perfecta para sumergirte a fondo en el renacimiento más cool del gaming.