Al igual que pasa con prácticamente todas las expresiones artísticas, las formas de hacer cine son por demás variadas, pues en realidad, solo dependen de la imaginación de quienes se dedican a este maravilloso medio. El problema es que al ser una industria multimillonaria con niveles de riesgo bastante considerables, se debe seguir cierta fórmula para poder lanzar productos exitosos dentro de lo posible. A pesar de esto, tenemos a varios directores que constantemente se salen de la caja para presentarnos propuestas que sientan frescas en todo sentido. Sin temor a equivocarnos, Quentin Tarantino es uno de ellos y por fin, ha llegado su más reciente película, The Hateful Eight.
Por ahí dicen que cada vez que Tarantino estrena película, el cine se pone especialmente bueno y luego de una espera que se tuvo que alargar más de lo planeado por la famosa filtración del guión, The Hateful Eight por fin está entre nosotros. La octava obra de este amado cineasta es muchas cosas, pero te puedo asegurar que la diversión se impone sobre todas ellas, esto gracias a la maravillosa forma en la que está escrita, actuada y por supuesto, dirigida.
Como te comentaba hace unos párrafos, las formas de contar historias dentro del cine son de lo más diversas, por lo que sobresalir con cierto estilo, es algo verdaderamente complicado. Sin temor a equivocarnos, podemos decir que Tarantino es de los pocos cineastas que han sabido hacerse de un nombre gracias a su muy peculiar forma de hacer largometrajes, esto gracias a un talento nato que se fue desarrollando de manera mucho más natural que el de otros de sus colegas, pues vale la pena recordar que el padre de Pulp Fiction, no tuvo formación académica en este arte.
Uno de los puntos que más me preocupaba de The Hateful Eight tenía que ver justamente con su guión, pues vale la pena recordar que hace un par de años, éste se filtró a través de internet, provocando que muchos lo pudieran leer antes de que la cinta se comenzara a rodar. A pesar de que en un inicio, todos pensamos que se trataba de algo falso, Tarantino salió a confirmarlo y anunciar que la película se tendría que retrasar, pues la historia sería escrita de nueva cuenta para eliminar los efectos de la lamentable filtración.
Lo anterior nos hizo pensar que el filme podría sufrir de manera importante en este apartado, pues para cualquier autor, el tener que cambiar su idea original por algo como lo que pasó, puede ser devastador. Para fortuna de todos los que admiramos a este cineasta y más que destacado guionista, The Hateful Eight encontró el camino para presentarnos una historia completamente impredecible, llena de giros inesperados y por supuesto, todo el toque de este autor que tantas veces nos ha maravillado.
The Hateful Eight nos cuenta la historia de ocho (o más) personajes que se ven en la penosa necesidad de tenerse que refugiar en una posada durante una más que intensa tormenta de nieve en Wyoming. Todo el argumento de este maravilloso western se desarrolla poco tiempo después de la Guerra Civil estadounidense, por lo que los temas de racismo y clasismo social, están muy presentes. En un inicio, la idea de ver a un grupo de personas metidas en un mismo lugar durante tanto tiempo, puede resultar poco interesante, sin embargo, cada diálogo y cada escena de la película están tan bien escritas y ejecutadas, que se consigue mantener la atención del espectador todo el tiempo.
Como era de esperarse en una película de Tarantino, los anacronismos están presentes, mismos que se ven combinados de manera verdaderamente sublime con bruscos cambios en el rumbo de la historia. The Hateful Eight es una de esas cintas en las que simplemente no sabrás qué pasará en los siguientes 30 segundos. Parte de lo anterior se da gracias al excelente trabajo que se hizo con cada uno de los personajes y el estatus quo que cada uno debe mantener. Debido a la época en la que está ambientada la obra, vemos fuertes contrastes y conflictos entre quienes participan en ella.
La narrativa es otro de los puntos más fuertes que le vimos a The Hateful Eight, pues consigue mantener un ritmo verdaderamente intenso a lo largo de las más de tres horas que dura la película. Además de contar con grandes diálogos y en general situaciones por demás interesantes, el filme tiene esos toques muy a la Tarantino que todos sus fanáticos agradecerán. Si eres de los que está esperando escenas de acción llenas de tensión, que se ven perfectamente enmarcadas por violencia de lo más cruda, te podemos asegurar que pasarás un rato más que sensacional con esta cinta.
Al ser un escritor y cineasta en general tan sincero y con tan pocas pretensiones, normalmente las obras de Quentin Tarantino consiguen sus objetivos artísticos como muy pocas lo logran. The Hateful Eight cuenta con un guión supremo pero que muy probablemente, algunas personas lo sientan poco arriesgado. Lo que quiero decir es que el autor se mantuvo increíblemente fiel al estilo y fórmula que tan buenos resultados le han dado a lo largo de su carrera. Seguro que algunos agradecerán enormemente esto, pero creo que hubiera sido muy bueno que se tomara algunas libertadas y por supuesto riesgos, para presentar algo un tanto más innovador.
A la parte narrativa prácticamente no hay que recriminarle, pues funge de excelente manera para hacer que el guión brille, dándole un ritmo y desenvolvimiento por demás destacable.
Los personajes de todas las películas de Quentin Tarantino siempre se han convertido en figuras memorables que forman parte de la historia de este fantástico medio. Puede que algunos no encuentren a su Teniente Aldo Raine de Inglourious Basterds o a su Vincent Vega de Pulp Fiction en The Hateful Eight, pero te podemos asegurar que cada una de las personas que vemos en pantalla dentro de esta obra, se siente relevante, muy bien escrita y actuada de gran manera por sus interpretes.
Creo que lo mejor será empezarte a contar del sensacional trabajo que hizo Kurt Russell interpretando a John Ruth, un caza recompensas que estamos seguros, se robará el corazón de más de uno, esto gracias a una actitud increíblemente badass pero con cierto toque de bondad. Puede que una de las explicaciones por las que no vemos a este actor nominado al Oscar, tenga que ver con lo complicado que es diferenciar el puesto que ocupa dentro de la historia, pues al ser una cinta que se centra en tantos personajes, cuesta trabajo decir quién es protagonistas y quién es de apoyo.
Después del trabajo de Russell, mi corazón me dice que el segundo mejor de toda la cinta fue Samuel L. Jackson, pues hay que aceptar que muchas películas valen la pena solo con tal de ver en acción a este actor. En esta ocasión, quien también nos deleitó en Django Unchained interpretando a Stephen, ahora le da vida al Major Marquis Warren, un veterano de la guerra civil que cuenta con contrastas verdaderamente interesantes, siendo pierda angular de toda la historia.
A lo largo de su carrera, hemos visto que Tarantino no gusta tanto de escribir personajes femeninos (con sus claras excepciones), no obstante, cuando alguno de estos salta a escena, normalmente es brillante. En The Hateful Eight vemos a Jennifer Jason Leigh interpretando a Daisy Domergue, una bandida por la que se ofrece una enorme recompensa. El trabajo de esta actriz es tan bueno, que le valió una nominación al premio Oscar por Mejor Actriz de Reparto. Esta es una de esas antagonistas por las que uno siente odio y repudio en todo momento pero que a la vez, aprendes a amarla por lo sincera que es dentro de su maldad.
El resto del elenco está compuesto por nombres como el de Walton Goggins, quien la verdad me sorprendió enormemente por lo bien que interpretó al Sheriff Chris Mannix, Tim Roth como Oswaldo Mobray, Michael Madsen como Joe Gage, Bruce Dern haciendo al General Sandy Smithers, James Parks en el papel de O.B Jackson y por supuesto, el mexicano Demián Bichir como Bob. Hablando de manera especifica sobre el trabajo de este último, te puedo decir que en un inicio lo sentí un tanto irrelevante para toda la historia, sin embargo, conforme ésta se iba desenvolviendo, se comenzó a ganar un mucho mejor lugar.
Sin arruinarte nada de la película, te podemos decir que además de estos personajes, tenemos la participación de algunos más que también son puntos claves para toda la historia. En caso de que hayas contado, te podrás dar cuenta que hace unos párrafos de hablé de nueve y no solo ocho figuras como el título de la cinta sugiere, esto tiene una muy importante razón que evidentemente no te revelaré para no arruinarte la experiencia.
En general, podemos decir que cada uno de los personajes que vimos en The Hateful Eight nos produjo algún tipo de sentimiento, asunto que habla de lo fantástico que es el guión de la película, el cual, incluso llega a jugar con elementos de misterio muy bien colocados que muchas veces harán que como espectador, te revuelques de la curiosidad por saber quién hizo tal cosa y por qué es que lo hizo, algo como si estuvieras jugando Clue, por ejemplo.
Al ser un cineasta que no recibió educación académica en dicho arte, Tarantino suele hacer experimentos muy interesantes de todo tipo en cada una de sus películas, no solo con cosas como el guión y la narrativa, por ejemplo, pues suele sorprendernos con elementos como la fotografía. Para The Hateful Eight, el director decidió utilizar la Ultra Panavision 70, cámara que fue muy importante en los años cincuenta y parte de los 60 que tiene la capacidad de filmar en 70 mm, asunto que además de darle una gran calidad a la imagen, hace que esta luzca de una manera muy especial, sobre todo cuando hay poca luz. Procura verla en IMAX.
Muchos pensarían que algo como la cinematografía en una película que 90 por ciento del tiempo se desarrolla dentro de una obscura cabaña no sería cosa tan importante, sin embargo, te podemos decir que esto juega un papel por demás crucial, incluso ayuda a que la narrativa se sienta más intensa en algunos puntos. Te voy a poner un ejemplo. Hay cierta escena en la cinta en la que está a punto de pasar algo muy importante, sin embargo, esto ocurre de manera pausada. Para aumentar la emoción de la secuencia, Tarantino y su fotógrafo jugaron con el desenfoque y enfoque constante de dos planos diferentes en los que están pasando dos eventos muy interesantes.
Además de lo anterior, se hizo un especial trabajo para que la iluminación se sintiera escasa, pero suficiente como para no perder detalle de cada una de las gesticulaciones y en general situaciones que vemos en The Hateful Eight. Las pocas escenas que vemos en el exterior, se sienten adecuadas, luciendo paisajes nevados verdaderamente bellos que contrastan muy bien con la obscura paleta de colores que vemos dentro de la obscura y fría posada.
The Hateful Eight es una cinta verdaderamente larga, de hecho dura tres horas con siete minutos, asunto que para como están las cosas, seguro causará que más de uno la sienta por demás cansada. Como ya te expresé a lo largo de toda esta reseña, el ritmo de la cinta es verdaderamente genial y si eres de los que disfruta del trabajo de Tarantino, este tiempo se te irá muy rápido.
Puede que el final se haya alargado un poco más de lo que debía, pues creo que hay cierto punto en el climax en el que en mi opinión, hubiera sido mejor cortar todo de tajo para tener un impacto mucho más importante en nosotros los espectadores. Sí, estamos frente a una cinta bastante larga, pero que en ningún momento cae en el tedio o en pretensiones fuera de lugar que la debilitan como obra cinematográfica.
Lo del tiempo lo comento porque actualmente vivimos rodeados de personas que simplemente no pueden poner atención a algo por más de 10 ó 15 minutos, y que seguramente, una película de más de tres horas en el que la narrativa se mueve por medio de diálogos y no tanto de escenarios o locaciones, se les hará no tan digerible.
Sabemos que The Hateful Eight se estrenó en Estados Unidos en diciembre del año pasado, pero como siempre, nuestro mercado tuvo que esperar hasta ahora para poder disfrutar de ella, esto debido a que las cadenas y distribuidoras de cine de Latinoamérica, normalmente esperan a que La Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas anuncie a sus nominados a los premios Oscar para decidir qué películas traer a cartelera.
The Hateful Eight tiene tres nominaciones a los premios Oscar que se llevarán acabo a finales del siguiente mes de febrero. Como te decíamos, Jennifer Jason Leigh está entre las que luchan por el galardón a Mejor Actriz de Reparto con algunas posibilidades, con todo y que tiene que vencer a Alicia Vikander por The Danish Girl y a Kate Winslet por Steve Jobs.
Como te decíamos, la fotografía de The Hateful Eight es por demás destacable en casi todo sentido, sin embargo, creemos que tiene cero posibilidades contra lo que hizo Emmanuel Lubezki en The Revenant. Además, competirá por el Oscar a Mejor Score por el excelente trabajo de Ennio Morricone en la música, el cual, tendrá que derrotar al mismísimo John Williams.
Ojalá que también hubiera sido considerada en Mejor Dirección o hasta en Mejor Película, pero pues habrá que esperar para ver si es que La Academia en toda su sabiduría, reconoce la nueva propuesta de Tarantino.
Quentin Tarantino es un cineasta muy peculiar para cualquier estándar de Hollywood, asunto que evidentemente, convierte su trabajo en algo que no todo el mundo puede digerir de buena manera. The Hateful Eight es una cinta que cumple al pie de la letra la fórmula que ha hecho tan grande a este director a lo largo de ocho películas, por lo que resulta muy complicado recomendarla a alguien que no guste de este tipo de películas, sobre todo si uno toma en cuenta la duración del largometraje.
En conclusión, te podemos decir que The Hateful Eight es una cinta muy bien lograda que cumple cada uno de sus objetivos, sobre todo los que apuntan al nicho de mercado que disfruta de todo el trabajo de Tarantino, con todo y que el guión es poco arriesgado. Si eres de los que pertenece a este grupo, tienes que ir el siguiente fin de semana (5 de febrero en México) a ver esta película que antes que cualquier cosa, es una experiencia llena de diversión que no se anda con pretensiones sin sentido.