Con el pasar de los años, los juegos de deportes se inclinan más y más por experiencias realistas, dejando un poco de lado el tema de mecánicas divertidas y funcionales. FIFA 15 representa todo esto, sabiendo perfectamente a qué mercado apunta y hacía donde es que quiere llegar en un futuro. A pesar de tener muy buenas adiciones en las ediciones de actual generación, el título de este año falla en entregar una experiencia entretenida y práctica.