Review- The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia

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Uno de los animes que a muchos les ha despertado interés es sin duda, The Seven Deadly Sins, ya que combina una historia llena de aventuras, combates, momentos memorables y claro, un humor japonés único. Recuerdo que cuando comencé a verlo quedé enganchado a él de inmediato no tanto por el diseño imperfecto pero agradable de sus personajes, sino por su historia realmente interesante que va complicándose en todo aspecto conforme va avanzando y en el que hay una sensación de progresión en sus personajes. Por ello y cuando me enteré que reseñaría The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia, el nuevo juego basado en la serie, me nació un sentimiento de emoción por la gran variedad de cosas que se podría hacer con la franquicia siendo llevada a un videojuego.

Sin embargo, a veces las cosas no salen como uno espera y justamente eso es lo que ocurre con el título, que desaprovechó muchas oportunidades de brillar dentro de este tipo de juegos basados en un anime, y en donde pudo innovar realmente no hizo nada. Les platico.

Pecado Original

Antes de comenzar a jugar les recomiendo ampliamente que vean el anime y que sepan de la historia del juego, ya les explicaré más adelante por qué.

Los “Pecados capitales” eran un grupo de personas con una fuerza y poderes asombrosos que estaban al servicio del rey de una región llamada Liones. Un buen día, ellos son exiliados tras ser acusados de intentar asesinar al monarca y eso acaba por separar al bando. Los años pasan y la hija del rey, llamada Elizabeth, descubre que los pecados fueron inculpados por la “Orden de los caballeros sagrados” que planeaban dar un golpe de estado que la princesa fue incapaz de detener.

Pero además de ese golpe de estado y de haber matado al rey, los Caballeros sagrados buscaban algo de Elizabeth, quien escapa tratando de encontrar la ayuda de la gente más fuerte de la que había escuchado: los Pecados capitales. Es entonces que la princesa conoce a Meliodas, un chico de aspecto muy juvenil que es dueño de un bar/comedero y su cerdito Hawk, quién entre otras habilidades puede hablar.

Meliodas se revela como un pecado (el de la ira) y, después de escuchar la historia de Elizabeth, decide emprender un viaje con ella en busca de sus demás excompañeros para que los ayuden a combatir a los Caballeros Sagrados y liberar de una vez por todas al reino de su mandato.

Dulce Pecado

Así comienza la historia del anime y de este juego. Nuestro objetivo será encontrar a los demás pecados y hacer que se unan a nosotros en la lucha contra los Caballeros sagrados que, como pueden imaginarse, tienen un poder increíble que llega a rivalizar con el de los protagonistas.

Les platicaré cómo se juega. En un principio tendremos solamente dos opciones para jugar: historia y duelo. Para que la parte del duelo valga la pena, tendremos que avanzar en la campaña para desbloquear personajes en ambas modalidades. Así que tu primera parada será desde aquí.

El juego viene en castellano (ahora no hay subtitulaje latino), pero no está activado desde el principio, incluso y aunque tu consola esté en español. Si deseas contar con él, necesitarás ir al menú de configuración ya dentro del juego y cambiar la opción.

El juego es una fusión de varios géneros que te permitirá tener tanto escenas tipo Musou (que de un espadazo vences a 100 enemigos), así como momentos de recolección con Elizabeth y Hawk en los que básicamente tendrás que esquivar los ataques de los enemigos con la chica y recoger la cantidad de objetos que se nos piden en pantalla, mientras el cerdito – controlado por el CPU – trata de protegernos. También habrá misiones de duelo, las cuales consisten en vencer a uno o más enemigos fuertes (ya sean otros pecados o caballeros de la orden) en un estilo de juego que se parece mucho a Dissidia Final Fantasy NT.

Historia de un Pecado

Lo que les acabo de mencionar son los tipos de misiones que encontraremos de dos formas: viajando en el mapa del mundo o llegando a pueblos y estableciendo nuestro bar en el lugar para obtener información. Al situarnos en alguna ciudad tendremos algunas opciones a realizar como la creación de objetos que, como su nombre lo indica, nos deja forjar diversos artículos para nuestros personajes siempre y cuando hayamos realizado la misión indicada y tengamos los correctos ítems que suelta esa misión. Algunos de estos objetos se equipan en automático a nuestro personaje – normalmente los que tienen que ver con la energía vital – mientras que las habilidades pasivas las tenemos que poner nosotros dependiendo de cómo sea nuestro estilo de lucha.

Además de la opción de crear y equipar, la más importante de todas será la de misiones. Es en ese apartado en donde haremos que la historia avance ya sea por medio de batallas contra ejércitos, recolección o duelos. También podremos hacer misiones extras que no afectan para nada la historia del juego, pero que nos servirán para conocer mejor el mundo de The Seven Deadly Sins, por lo que siempre es una buena idea darte de vez en cuando algunas vueltas por estos lugares. Sin embargo, no todas las misiones están activas y otras se irán abriendo conforme avancemos en la campaña o hagamos una cierta tarea específica. Siempre estarás ocupado haciendo algo dentro del juego.

Pecado Capital

Hasta este momento el juego no suena nada mal pero, conforme lo vayas jugando, te irás dando cuenta que tiene muchas carencias y fallas que hacen que una experiencia que pudo haber sido bastante gratificante y más entretenida de lo que en realidad es no lo sea. Y es que en verdad son detalles mínimos pero que afectan por completo su desarrollo y, como ya les decía más arriba, entorpecen la experiencia en su totalidad.

Una de las primeras carencias que encontrarás es en cuestión de cómo está explicada la historia. ¿Recuerdan que les sugerí que vieran primero el anime y supieran de preferencia quién es quién? El juego avanzará en su trama pero hallarás hoyos argumentales muy grandes que en su momento te confundirán, no entenderás de lo que tratan o simplemente no explicarán cómo sucedieron las cosas. Esto se corrige un poco con algunas batallas extras, aunque el pequeño texto de explicación que brindan no ayuda de mucho.

Esta cuestión de la historia también provocará que si eres bueno jugando desbloquees peleas avanzadas, lo que se vuelve un problema porque te puedes hacer spoiler de algo de la trama y todo por abrir misiones gracias a la calificación obtenida al final de cada batalla y que, a su vez, se transforma en información que vas obteniendo en el bar y que te permite avanzar.

Pecados Respetables

Cuando lleves un rato jugando te darás cuenta de que los escenarios son sumamente repetitivos para cada batalla, lo que puede llegar a aburrirte un poco. Sin embargo, el juego hace algo al respecto para que no perdamos tan rápido la atención en los lugares de los enfrentamientos. A diferencia de otros títulos en donde la destrucción del escenario es menor o nula, aquí podrás destruir casas, paredes, objetos o hasta el suelo y, al hacerlo, cambiará la topografía del terreno, haciendo que tu estilo de juego y del enemigo cambie por completo.

Les pondré un ejemplo. En las primeras misiones quizá no destruyas mucho – una cerca, una piedra y ya – pero, avanzando el juego y cuando las batallas comienzan a ser más fuertes, podremos demoler ciudades, el piso, montañas o hasta ver a nuestro enemigo estrellarse contra una casa mientras ésta se derrumba sobre él (eso es un sentimiento increíble y un indicativo de qué tan feroz es la batalla). Todo irá en base a lo pronto que aprendas a jugar y a realizar poderes en los lugares donde luches.

Los Pecados de Verano

Cuando encontramos múltiples enemigos, nuestro personaje automáticamente apuntará al oponente más próximo. Esto resulta terrible cuando quieres dirigir tu ataque a un rival lejano que te ataca con magia o flechas y en vez de eso, tu atención se enfoca sobre un espadachín que te ignora por completo. Esto sucede particularmente al principio o en las misiones en donde tienes que vencer ejércitos y resulta muy molesto pues se siente como si no tuvieras el control absoluto sobre tu personaje. Básicamente, la decisión hacia dónde atacar depende realmente de tu posición respecto al enemigo.

También ocurre que la curva de aprendizaje puede ser un tanto elevada por los tipos de movimiento que nuestro personaje tendrá. Estos se dividen en mágicos y físicos y los podremos realizar al presionar dos botones. El problema es que aprender las combinaciones de nueve ataques y saber qué hace cada uno, puede volverse algo complicado y más si no estás acostumbrado a este tipo de juegos.

De igual manera tendremos una especie de Dash que, dependiendo del botón con que lo combinemos, nos permitirá avanzar hacia el enemigo o ponernos detrás de él. Esto resulta ideal cuando encadenamos combos muy a la Dragon Ball.

Encajes y pecados

Cada pecado tiene su estilo único de pelea que irás descubriendo conforme avances en el juego y que se adaptarán a tu modo de juego. Gráficamente los modelos de los personajes están bien realizados y son casi iguales a los de la serie de televisión. Si eres muy observador, te darás cuenta de que todos ellos no parpadean y casi no tienen expresión en su rostro cuando pelean. Esto a pesar de ser un detalle estético, no deja de ser curioso de mencionar.

El juego se despliega a 1080p con unos bonitos 60 cuadros por segundo, lo que hace que las batallas sean muy fluidas.

Pero debes de tener cuidado ya que el juego se puede llegar a crashear. No sé si fue por mi manera de jugar, pero hubo 2 veces antes de terminar el juego que los personajes se quedaban atascados dentro de la destrucción que les comentaba más arriba y hubo otro momento en donde el enemigo y yo nos quedamos flotando en el aire sin poder movernos. Ambos casos me obligaron a salir al menú ya que no contamos con una opción para reiniciar las batalla, lo cual es muy lamentable.

La música no tiene nada de especial. Por más que quiero, no puedo recordar ninguna melodía memorable del juego y eso le resta mucha relevancia.

Mi nombre es pecado

El juego de principio a fin llevará entre 12 a 15 horas terminarlo y, si quieren limpiar las misiones restantes y sacar al último pecado, podría tomarles unas 10 horas adicionales dependiendo de su habilidad. Y es que, a pesar de ser repetitivo, el juego tiene cierto encanto en las batallas que no podrás dejar pasar. Los duelos no son tan difíciles una vez que te acostumbras a jugar y, si eres fan del juego, vas a amar los detalles que han puesto directamente sacados de la historia del anime.

El jefe final te va a costar mucho trabajo por lo injusta que puede resultar su batalla (tiene el doble de energía que tú, sus golpes hacen daño masivo y además es bastante rápido y resistente). Por fortuna durante las peleas podrás activar trampas mágicas que te podrán ayudar o perjudicar dependiendo cómo la utilices, así que ten mucho cuidado cuando entres a los duelos.

Conclusión

The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia tiene muchos errores que pueden entorpecer tu experiencia. Gracias a sus diversas mecánicas y al detalle de la destrucción del escenario, así como a la variedad de personajes que lo conforman, hacen que sea menos pesada la búsqueda de los demás pecados. El juego tiene sus fallas, pero seguramente los fans de hueso colorado de la serie disfrutarán y sabrán perdonar las carencias y errores dentro de su sistema de juego. Si no eres fan del anime, te encontrarás con una historia confusa por momentos y con misiones muy repetitivas. Vaya, no lo disfrutarás tanto como los seguidores de esta genial obra.

Con una historia llena de huecos y un sistema de juego mal hecho por momentos pero que hace lo posible por divertir, Seven Deadly Sins: Knights of Britannia es un pecado que no debes cometer a menos que te guste mucho este anime.