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PC
Nightdive Studios
Prime Matter
30/05/2023
Durante el inicio del nuevo siglo, un amigo visitó mi casa y me contaba muy emocionado acerca del próximo FPS que estaba en desarrollo y que no podía esperar a tener en sus manos, abrió la página de internet para explicarme que BioShock iba a ser increíble porque era de unos tipos que habían hecho un juego llamado System Shock que era como “Doom en esteroides”, yo no entendía por qué tanto alboroto hasta que descubrí lo que el juego significó para sus seguidores y para los first person shooters.
System Shock es un juego que vió la luz por primera vez en 1994. El título estaba disponible únicamente para computadoras, por lo que, para los jugadores de consolas, pasó desapercibido. Pero no fue así para la crítica, quienes no pararon de admirarlo y llamarlo un parteaguas del género.
La historia de sus secuelas es algo turbia, básicamente en 1999 se lanzó System Shock 2 y en 2015 se anunció que habría una tercera parte. Pero el desarrollo de System Shock 3 pasó por cambios de desarrollador y hasta de dueños de la IP, hubo una versión mejorada del original y básicamente la popularidad del juego se vio eclipsada por el surgimiento de toda la oferta disponible en el mercado, incluyendo BioShock y sus secuelas.
Al final, quien quedó con los derechos de System Shock fue Nightdive Studios quienes anunciaron que trabajarían en un remake del título original para Windows y Xbox One usando el motor gráfico Unity. El plan era juntar $900 000 dólares por medio de Kickstarter, meta que se logró 16 días antes de la fecha límite de la campaña.
Con el dinero recaudado se prometieron versiones para Linux y macOS, pero también recibieron muchas peticiones para llevar el juego a PlayStation 4. Tras hablar con Sony al respecto se decidió cambiar el motor gráfico a Unreal Engine. El título estaba planeado para lanzarse en 2017, pero todas estas decisiones se traducían en más y más retrasos.
Fue hasta 2020 que Nightdive pudo lanzar una versión alpha por medio de GOG y Steam, pero entre personas envueltas en escándalos, la pandemia de COVID-19 y obstáculos burocráticos tuvo que llegar una alianza con el distribuidor Prime Matter para anunciar que System Shock llegaría al fin a PC el 30 de mayo de 2023 con versiones prometidas para PlayStation y Xbox.
La historia del juego se ubica en el año 2072 y te pone en los zapatos de… bueno, curiosamente el protagonista de System Shock no tiene nombre, pero sabemos que es un hacker que atraparon tratando de acceder los archivos de una estación espacial propiedad de la corporación TriOptimum.
Un ejecutivo de esta compañía te ofrece un trato: retirar todos los cargos que se te imputan a cambio de hackear SHODAN, la inteligencia artificial que está a cargo de la estación llamada “La Ciudadela”. El objetivo de esta persona es robar un virus mutante para venderlo en el mercado libre como arma biológica.
Para que te animes, te ofrece un implante neuronal de grado militar (oh, esto me recuerda a Cyberpunk Edgerunners) así que te operan y pasas los siguientes seis meses en coma curativo. Cuando despiertas vas descubriendo que SHODAN se ha hecho del control total de la estación espacial, reprogramando los robots a bordo para atacar lo que sea y que la tripulación entera es ahora conformada por cyborgs, mutantes o muertos.
Como es costumbre en estos juegos, necesitas una voz que te guíe (esto me preocupa, ¿recuerdan a Fontaine?). En este caso se trata de Rebecca Lansing una consultora anti-terrorismo de TriOptimum, ella te hace saber que la estación espacial atacará la Tierra con un poderoso láser tipo “rayo de la muerte”. Pero no quiero arruinarles la experiencia contando más detalles.
La historia tiene los giros de tuerca que te harán sentir que estás jugando un título más de la saga BioShock, en el buen sentido de la frase. Y, de alguna manera, lo estás haciendo.
Parte de lo que resultó impresionante acerca de System Shock fue su jugabilidad emergente, claramente inspirado en sus otras propiedades intelectuales como Ultima Underworld juego que estaban terminando de desarrollar cuando surgió la idea de crear este FPS.
Es uno de los primeros juegos que profundizaba en la historia por medio de bitácoras, grabaciones y mensajes desperdigados por el mapa. Hoy en día, este es un elemento muy común en el género y de nuevo sentirás que es muy parecido a BioShock por la forma que tienen estos objetos y cómo se reproducen. Para contrarrestar la normalización de este recurso en el juego, la nueva versión de System Shock es ahora más un first person shooter/RPG y esto significa que el movimiento es más ágil y fluido.
Un pequeño detalle al cual es un poco molesto adaptarse, es que, con la configuración original de controles, los items se toman presionando el botón derecho del mouse, a diferencia del estandarizado método de presionar la tecla “E” o la “F”. ¿Por qué? pues, supongo que el hecho de que mapearan inclinación de la parte superior del cuerpo del protagonista en las teclas “Q” y “E” se debe a que tenían planeado un multijugador o, les parecía que era un movimiento táctico que pueden ver en juegos como Call of Duty y Player Unknown’s Battle Grounds al principio no le veía mucha utilidad en este juego donde, sinceramente, la acción de disparos la siento lenta y limitada para los estándares actuales. Pero en un abrir y cerrar de ojos, la cantidad de enemigos y el daño que producen escaló, entonces hay momentos en los que sí es útil asomarte por las esquinas para disparar.
En algunas ocasiones encontrarás una llave verde que te transportará a un escenario conformado por cubos de luz, lo describiría como “wireframe” pero con mucho más estética. Aquí el juego se transforma en un “shooter de naves en primera persona”, puedes moverte en tres ejes dimensionales y girar a tu antojo mientras eliminas naves con diseños poligonales de baja resolución. Siento que este elemento está de más pero entiendo que en su época debió resultar sorprendente la sensación de tener un juego dentro de otro juego. Lo único que tienes que hacer es encontrar la salida, eliminar todos los enemigos que puedas y tratar de llenar un medidor que aumenta cada vez que tocas unas cruces verdes. Me hizo pensar en Descent, otro juego de la época.
System Shock no es un juego demandante, sin embargo, tiene problemas, sin importar la máquina o la configuración en la cual lo estés ejecutando, cuando hay demasiados enemigos en pantalla y te mueves rápido, serás víctima de pérdida de cuatros. A pesar de utilizar tecnología DLSS, la cual puedes activar o desactivar por cierto.
Una vez que localices el elevador en un nivel, puedes cambiar de piso, siempre y cuando hayas cumplido con los requerimientos, esto puede ser, reducir el porcentaje de seguridad eliminando cámaras, destruyendo algo en un cuarto o localizando a ciertos personajes.
La mayoría del juego se ve fuertemente influida por Doom y la película de Alien. Se trata de corredores estrechos con muchos elementos en las paredes que le dan un look industrial futurista, si es que tal estilo existe. Es uno de los primeros videojuegos en utilizar una estética cyberpunk y verás luces neón y botones brillar por cualquier superficie.
Tanto el menú como algunas pantallas, tienen una carga de sistema operativo MS-DOS, elemento que, claramente representa lo que es ser un hacker. Y no importa la época en la que leas esto. A veces entrarás a zonas más grandes con puertas que dirigen a corredores, o pequeños laboratorios, otros tienen celofán plateado en las paredes y eso sí te hace pensar que estás en una estación espacial.
Por cierto, algunos cuartos contienen radiación y la mayoría de ellos me dieron la impresión de que no valió la pena sembrar la semilla del cáncer en el protagonista a cambio de lo que podías encontrar dentro de esas habitaciones.
Me hubiera gustado ver más variedad en el juego, entiendo que en los noventa los recursos eran limitados pero, para eso estamos hablando de un remake, ¿no? Tal vez la decisión fue dejar el título original lo más intacto que se pudiera, tal vez así quedó porque ya no querían seguir retrasando el juego.
Un elemento que me llamó la atención fue la distribución de “cuartos seguros”, quiero decir, en Metroid, de vez en cuando encuentras cuartos donde puedes guardar, recargar salud o munición, y puedes encontrarlos cada cierta distancia. En System Shock encuentras una cápsula que llena toda tu salud en la primera habitación en la que accedes y justo en una habitación vecina hay un cargador de energía, y nunca más vuelves a ver algo parecido durante el primer nivel, está bien sí hay otro cargador de energía al menos, pero a lo que voy es que, cuando te encuentras con un piso ya bastante explorado y empiezas a toparte con varios enemigos, no sabes si vale la pena regresar hasta el principio para recargarte y volver a tomar todo el largo camino de regreso, en ocasiones eso podría significar perderlo todo cuando tal vez podrías encontrar parches curativos y baterías matando enemigos, los cuales a veces respawnean.
Siento que en System Shock es un poco difícil entender qué sucede cuando presionas un switch: ese puente que se encendió… ¿es el mismo por el que crucé hace rato? Y es que todo se ve igual, las puertas, los corredores, y es parte de lo que creo que se debió actualizar. Un jugador hardcore te va a decir que así es como deben ser los juegos, pero la verdad es que, de nuevo, esto era así, por las limitaciones de memoria que había antes y que ahora no existen. La topografía de los objetos y las interfaces deberían haberse actualizado junto con algunas mecánicas de juego si el objetivo era atrapar a una nueva audiencia. Un claro ejemplo de esto fue cuando Resident Evil cambió los llamados “controles de tanque” en Resident Evil 4 y en los remakes.
System Shock es un juego de su época, si nunca jugaste un título de computadora en los noventa y te preguntas, ¿cómo eran estos juegos en aquellos días? Unos minutos con System Shock te transportará a esa década.
Si fuiste fan del título original, definitivamente lo que vas a notar primero es la mejora en los gráficos que Unreal Engine 4 es capaz de darle a un videojuego de casi treinta años.
La dirección de arte respeta mucho el espíritu del System Shock original agregando una paleta de colores más clara, iluminación realista y modelos de personajes muchísimo más detallados con texturas y efectos especiales modernos.
Es una perfecta interpretación de cómo recordamos o pensamos que se veían estos juegos en nuestra mente. ¿Recuerdan cuando 343 Industries incorporó un cambio entre gráficos originales y mejorados con un botón en Halo: Combat Evolved Anniversary y podían enfrentar la realidad con presionar un solo botón? Es una sensación similar aunque no contamos con la comparación lado a lado.
La música no es mala pero me pareció que no brilla en absoluto, de vez en cuando tendrás chispazos de terror que en la actualidad no tienen mucha fuerza, pero en su momento debieron haber sido increíbles.
Como lo mencioné anteriormente, en algunas ocasiones el juego pierde cuadros con demasiados efectos, enemigos en pantalla y movimientos rápidos. Es raro que esto suceda en un juego que no requiere tantos recursos, cuenta con opción para activar DLSS y varios ajustes que deberían reducir este problema.
Los enemigos que eliminas tienen estos efectos ragdoll que se activan de manera aleatoria, así que muchas veces estarán muertos pero seguirán moviendo sus cabezas como si estuvieran colgadas o todo su cuerpo como si estuvieran respirando.
En varias ocasiones sentí que se había elegido un motor gráfico que los desarrolladores dominaban (Unity) y que, cuando tuvieron dinero para utilizar uno mejor (Unreal Engine 4) no contaban con el mismo nivel de dominio en las herramientas que ahora tenían a su disposición, dando como resultado un juego que no explota todo el potencial del Unreal Engine 4.
Es difícil calificar el remake de un juego de culto como System Shock. Por un lado, respeta sus orígenes, transmite la sensación de transportarte a una época, las personas que jugaron el original se sentirán de nuevo aprovechando el poco tiempo que tienen para jugar en la computadora del estudio de sus padres, la casa de sus abuelos o de visita con un amigo en una poderosísima Pentium, si tenían suerte, tras intercambiar CDs quemándolos antes de las partidas. Para este tipo de jugador, System Shock es un juego de 80, está bien ejecutado, se ve como ellos lo recuerdan y no te toparás con glitches o bugs que arruinen tu experiencia de juego. Un FPS puro con elementos de terror y una interesante historia.
Pero, para el jugador moderno, y para los que se perdieron del original (claramente la mayoría de la gente) es un juego que, cumple con toda la checklist de lo que un buen título debe tener pero no brilla en ningún aspecto, no tiene una razón para atraer fuera de la nostalgia y se lanza un año en la que hay decenas de alternativas mucho más divertidas e impresionantes para jugar. Si encima de todo esto, eres un adulto que debe seleccionar muy bien, qué títulos comprar y jugar por el poco tiempo que tiene para hacerlo, entonces no puedo recomendarles que vayan por System Shock.