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Artdink
Bandai Namco Games
17/11/2015
Sword Art Online (SAO) es quizá uno de los anime/novela que podría prestarse más para realización de un videojuego que cualquier otra obra; su increíble historia basada en un videojuego de realidad virtual, misma que se estructura sobre sus propias mecánicas, resulta algo tan atractivo que difícilmente se podría imaginar que no hubiese un juego basado en el mismo. Por desgracia estos han terminado por no ser lo que muchos esperarían.
Bandai Namco se animó a intentarlo una vez más al traernos Sword Art Online: Lost Song, tercera entrega dentro de la serie de títulos basados en la novela ligera de Reki Kawahara. Más allá de ser una continuación a su trama, con este juego la compañía busca darle un giro al gameplay que utilizó en sus antecesores (Infinity Moment y Hollow Fragment) e intenta abordar nuevos acercamientos que le permitan encontrar la fórmula perfecta para crear futuros proyectos de esta popular serie.
¿Son fans de Sword Art Online? ¡Pff, qué pregunta! Si están interesados en este juego es obvio que sí. Si es así, entonces podemos decirles que la trama del título está dirigida para ustedes, los seguidores hardcore. Sin embargo, si la serie les atrae o apenas la están conociendo, entonces les diremos que se la van a pasar muy mal desde el inicio.
Al ser esta la tercera entrega dentro de la serie de títulos de SAO la historia nos ofrecerá una continuación a lo visto en la novela y los títulos previos. Tras los terribles incidentes ocurridos en los servidores de Sword Art Online, Kirito y sus amigos deciden probar la nueva expansión que ha tomado por sorpresa a todos los gamers, ALfheim Online. Dentro de ésta nueva tierra, la cual está compuesta de diversas islas flotantes, nuestro protagonista se propondrá a ser el primero en terminar con la aventura, aunque pronto se dará cuenta de que la competencia por serlo no será nada sencilla. También se encontrará con un conjunto de nuevos jugadores, los cuales se volverán una pieza fundamental para los sucesos de la historia y le harán darse cuenta a Kirito que ALO es más que un simple juego.
La trama como tal se prestaría para convertirse en una saga idónea que los fans podrían disfrutar de no ser por algo: ésta resulta ser sumamente intrascendente, por no decir aburrida. Si bien la idea central de ésta resulta atractiva a primera vista, la forma en cómo es abordada pronto se torna monótona, tediosa y poco lúcida. Peor aún si llegan a ella sin conocimiento previo de la serie en sí, lo cual el juego no da por hecho desde el principio.
Básicamente la narrativa recae una presentación meramente visual en la que los sucesos se nos exponen a través de diálogos interactivos entre los personajes y, en ocasiones, ilustraciones especiales. Por momentos se llegarán a hacer presentes animaciones que combinarán un estilo de anime con cell-shade, las cuales se ven increíbles pero son muy escasas.
Resulta un tanto decepcionante observar que un título que se encuentra basado en un anime/novela tan popular haya desaprovechado la oportunidad para ofrecernos una presentación fantástica. No es como si ésta no pudiese ser entendida en lo absoluto con el formato que cuenta, pero para los principiantes resultará algo complicado y escueto para los fans.
Luego de observar una oportunidad desperdiciada en el apartado de su historia y presentación, el gameplay se convierte en el siguiente aspecto en el que muchos podrían esperar que se encuentre la verdadera justificación del título. Lo es en cierta forma, ya que propone una nueva forma de abordar al universo virtual de SAO, pero a fin de cuentas no logra consolidarse por completo.
En comparación a sus juegos previos, Lost Song dejó de lado las mecánicas de un juego de rol y en su lugar se concentra en un gameplay de acción con elementos de RPG. A nuestra disposición tendremos dos tipos de ataques: uno básico y uno más potente, siendo éste último uno que consume parte de una de nuestras barras especiales. Sin embargo y conforme vayamos avanzando en la campaña iremos desbloqueando diversas habilidades con las que experimentaremos dentro de los combates para generar estrategias únicas y combos de ataque.
Para todos aquellos que hayan jugado un título de acción, hack& slash o hasta Musou (Warriors), las mecánicas de juego les resultarán sumamente familiares aunque con sus ligeras variantes. De entrada las habilidades y ataques especiales que consigan los personajes irán atadas de los diferentes tipos de armas que estos puedan usar (lanzas, espadas, arcos, garras, cetros, y más), lo cual abre todo un espectro de experimentación y estrategia. Como en todo RPG, resultará importante seleccionar el equipo que nuestros personajes usarán y que les permitirá adecuarse a cada tipo de situación.
Hablando de la estructura del título, éste se centra en un sistema de misiones por equipos de hasta 3 personajes, cada uno con su respectivo dominio de armas o habilidades. Dichas encomiendas nos llevarán a recorrer las vastas planicies de la tierra de Svart ALfheim, a explorar varios de sus ocultos calabozos y cuevas y, conforme avancemos en la trama, a visitar las islas y continentes flotantes. Precisamente dada la extensión y complexión del mundo se ha añadido como mecánica principal de desplazamiento la habilidad para flotar y volar, misma que puede ser usada tanto para explorar la región e incluso para librar combates aéreos.
Si bien las mecánicas y estructuración de la jugabilidad ofrecen una acertada adecuación al género de acción y exploración, lamentablemente éstas no terminan de convencer y en su lugar acaban por sentirse repetitivas, incompletas y poco trabajadas.
El sistema de combate es simple pero a mediano plazo se torna monótono y carente de profundidad. La poca variedad de ataques y habilidades a nuestra disposición, aumentado con un patrón de ataques predecible de los enemigos, hacen de las peleas algo repetitivo y rítmico que como una situación en la que podamos demostrar nuestras habilidades.
Estratégicamente hablando, el juego tampoco ofrece mucha variedad. Pese a que tendremos a más de 15 personajes diferentes a nuestra disposición para controlar y estructurar a nuestros equipos, cuando nos adentremos en la aventura será fácil darse cuenta de que no habrá mucha diferencia entre llevar a un personaje u otro. Resulta mucho más recomendable enfocarse en algunos pocos para así elevar sus niveles de manera tranquila y sin tener que gastar nuestros recursos a lo loco.
La mecánica de vuelo tampoco termina por convencer del todo. Al inicio del juego y cuando nos embarcamos en nuestras primeras misiones, volar por el mundo resultó ser algo increíble. Dicha expectativa pronto se vino abajo cuando en los combates aéreos nos percatamos de que ésta se siente imprecisa y poco trabajada. Si de por sí las peleas en tierra se tornan simplonas y limitadas, en el aire estas solamente terminar por sentirse menos pulidas al punto de que es preferible atraer a los enemigos al suelo con tal de no complicarnos más de la cuenta.
Todo lo anterior viene a empeorar cuando tomamos en cuenta a la cámara del juego, el peor aspecto de todos. Por algún motivo sumamente molesto, ésta siempre tenderá a apuntar a lo que más le crea conveniente. También cambiará constantemente nuestro enfoque a diversos ángulos que para nada se adecúan a nuestras estrategias.
Finalmente, el diseño del mundo y la estructuración de los calabozos no resulta ser tan llamativo ni increíble. No importa si nos encontramos en el pueblo principal o en cualquiera de las islas o continentes de ALheim Online, en más de una ocasión percibirás a éstas como zonas áridas y muertas, con todo y puedes ver a los supuestos jugadores a lo lejos llevar a cabo sus misiones. Esto resulta más claro de observar en los calabozos, mismos que se caracterizan por tener diseños vacios, lineales en muchos casos y muy parecidos entre sí.
Pero no todo es tan malo dentro de SAO: Lost Song. Pese a lo insípida que se siente su campaña de un solo jugador, también cuenta con un modo multiplayer online más vivido. Dentro de éste es posible unirse a tres compañeros más para conectarse al mundo online y llevar a cabo desde misiones cooperativas hasta enfrentamientos entre nosotros mismos o incluso contra otros equipos de cuatro integrantes.
Por mucho éste es el modo en el cual logran brillar las mecánicas del juego ya que las acciones de cada uno de los integrantes (amigos o enemigos) resulta ser menos robotizada o predecible y se convierte en el terreno perfecto para demostrar lo mucho que has desarrollado tus habilidades de combate. No es el mejor multiplayer que probarás en tu vida, pero comparado con la campaña, es el que más disfrutarán los jugadores.
Además de esto también cabe mencionar dos detalles adicionales que logran levantar un poco más al juego. El primero de ellos es la herramienta para crear a nuestro propio personaje la cual permite que los jugadores creen a su propio avatar, situación que hace del título una experiencia un tanto más personal. El segundo consiste en la adaptación del juego con subtítulos al español, opción que facilitará que muchos jugadores de Latinoamérica puedan jugarlo y comprenderlo sin tanto problema.
Si pudiéramos describir con una palabra a Sword Art Online: Lost Song sería incompleto. Con esta entrega Bandai Namco pudo demostrarnos que un título de acción con elementos RPG podría adecuarse de manera excelente con la premisa de SAO. Sin embargo, su ejecución terminó por ser un tanto pobre en lo que respecta a la campaña, aunque mejor trabajada en el multiplayer. No será el peor juego de la serie, pero tampoco puede presumir tan siquiera de ser el mejor título que Kirito, Leafa y compañía hayan tenido la oportunidad de probar.
El tercer título de Sword Art Online de Bandai Namco fue algo decepcionante. Por un lado, la apuesta que hizo la compañía por intentar llevar el universo de Reki Kawahara a un título de acción fue muy acertada, aunque en su ejecución terminó por convertirse en un título muy escueto y simplón. Lo que parecía sería un juego repleto de acción en un mundo fantástico y con mecánicas de gameplay profundas, al final derivó en un proyecto sin pulir, con una trama intrascendente, jugabilidad muy básica y repetitiva, una presentación olvidable y aburrida, gráficas similares a las vistas en la pasada generación y un mundo que no logra sentirse vivo por completo.
Pese a ello su propuesta logra brillar no tanto en su campaña de un solo jugador sino en su multiplayer, modo que refleja de mejor manera de lo que su gameplay es capaz de ofrecernos. Esto en conjunto a detalles como su audio en japonés, localización en español o la herramienta de creación de personajes, logran salvarlo de ser un juego insípido.
Si son fans de la serie, puede que SAO: Lost Song logre otorgarles más de ese fanservice que esperarían de un título como éste, aunque no les aseguramos que su jugabilidad termine por atraparlos por completo. Si apenas van empezando a ver el anime o a leer la novela y les dio curiosidad probarlo, quizá sea mejor que no se conecten a este título por ahora o, inclusive, en algún otro momento.