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Blind Squirrel Entertainment
SEGA
07/09/2021
El Ecce Homo de Borja, mejor conocido como el Cristo de Borja, es una pintura que, si bien no tenía un alto reconocimiento a nivel mundial, sí es bastante popular en España. Sin embargo, su verdadero salto a la fama se dio hace casi 10 años, cuando Cecilia Giménez se dio a la tarea de restaurar este trabajo de 1930. El resultado no fue el deseado, y el producto final terminó convirtiéndose en una burla. Aunque la buena intención estaba presente, claramente no había el talento suficiente para darle el tratamiento que le correspondía al lienzo. Hoy en día, el Cristo de Borja es recordado, no por su versión original o la importancia histórica que representa, sino por un proyecto fallido que bien puede ser usado como metáfora para Sonic Colors Ultimate.
Sonic Colors llegó al mercado en el 2010, en una época oscura para los fans de la serie. Para ese momento, títulos como Sonic and the Black Knight, Sonic and the Secret Rings, Sonic the Hedgehog Episode 1 y, por supuesto, Sonic ‘06, habían manchado el nombre de este personaje. Sin embargo, la exclusiva del Wii dio pie a un renacimiento, con entregas como Sonic Generations demostrando que el amado erizo azul aún podía tener una presencia en esta industria. Actualmente, las aventuras en el parque de diversiones de Eggman son recordadas con cariño. De esta forma, escuchar que una remasterización de este trabajo estaba en camino, sonaba como la decisión correcta.
Ahora, después de una filtración, y como parte de los anuncios por el 30 aniversario de la serie, SEGA ha lanzado Sonic Colors Ultimate, una remasterización que prometía entregarnos la versión definitiva de este título, con contenido adicional y un estilo visual mejorado. Sin embargo, y como seguramente ya lo sabrán, el resultado no fue el que se esperaba. ¿Acaso Sonic Color Ultimate ha manchado el buen nombre que el título original tenía? ¿Vale la pena esta aventura en pleno 2021? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Después de prácticamente una generación de juegos con tramas complicadas y un canon difícil de seguir, SEGA decidió regresar a los conceptos básicos, y entregar una aventura similar a lo visto en la época del Genesis, pero con un espectáculo visual de, para ese momento, nueva generación. Es así que Sonic Colors nos presenta una aventura que apela a las historias de las caricaturas que vimos en los 90s, así como a lo que eventualmente sucedió con la adaptación de Sonic Boom. Aquí no hay un peligro intergaláctico que busca destruir a la Tierra, ni un ser de un futuro alterno que desea vencer al erizo. Nada de eso. En su lugar, Sonic y Tails visitan un parque de diversiones creado por el Dr. Eggman. Aunque al principio no hay algún tipo de prueba incriminatoria en contra del villano habitual, rápidamente nuestro dúo dinámico se da cuenta de que las cosas no son tan sencillas como lucen, ya que una raza de aliens está siendo usada para construir un arma que puede controlar a la humanidad. Así que la tarea de nuestros protagonistas es ponerle un fin a estos planes malvados y salvar el día.
Esto es simple, pero elegante. El conflicto principal es tratado como lo que es, una caricatura. Nada es tomado con seriedad y los chistes abundan por todos lados. La actitud cool de Sonic que tanto se había visto en los cómics y en la televisión, por fin fue consolidada en los videojuegos, esto en parte gracias al fenomenal trabajo de Roger Craig Smith como nuestro protagonista azul. Si bien el trabajo final no es muy largo, ni complicado, el resultado es efectivo y demuestran porque la mascota de SEGA siempre pudo competir contra Mario.
La simplicidad no se limitó a la historia, sino que el gameplay fue llevado a un punto medio entre lo visto en la época 2D y 3D. Tomando como base el sistema de boost que fue introducido en Sonic Unleashed, Colors nos ofrece una serie de niveles con diferentes caminos, los cuales siguen la filosofía que ha estado presente desde el primer juego en Genesis. La velocidad es la clave. Si logras ser lo suficientemente rápido, tendrás acceso a secciones de un escenario con menos obstáculos, más recompensas y, en general, con momentos más divertidos y espectaculares. Sin embargo, al ser lento tendrás resultados negativos, enemigos por todos lados, trampas que te frenan y pocos ítems coleccionables. Esto es algo que cualquier entrega en la serie ha logrado entender, y este título no rompe un terreno nuevo.
Junto al sistema de boost, el cual ayuda a crear la velocidad necesaria para mantenerte en el camino superior en todo momento, Sonic también puede hacer uso del homing attack, con el cual atacará inmediatamente a un enemigo y así crear una cadena que le permite acceder a más áreas de un nivel. Por último, Colors introduce los Wisps, pequeños aliens que le proporcionan una habilidad especial al protagonista, como destruir ciertos bloques, convertirse en un taladro o en una nave espacial, y más. Todas estas habilidades son una herramienta más a la disposición del jugador. Si bien cada una es necesaria para acceder a cierta sección y obtener algún ítem, ninguna es requerida para terminar un nivel, lo cual ofrece la libertad suficiente para que cada jugador logre explorar a su propio ritmo.
Uno de los apartados más llamativos de esta aventura, es su estilo visual. Pese a las limitaciones gráficas del Wii, el estilo artístico de Sonic Colors es uno que vale la pena. Tomando como base los modelos previamente vistos en entregas como Sonic Unleashed, este título nos presenta un parque de diversiones con secciones similares a un resorte estilo Disney, un planeta hecho de dulces, el hogar de Wisps, un carrusel embrujado, y una zona acuática con una temática japonesa. Todo esto le da una gran personalidad que hace a esta entrega resaltar en comparación con otras aventuras del personaje.
Fuera de eso, no hay mucho que Sonic Colors ofrezca. No hay más personajes jugables, ni mini juegos o modos alternos. Tienes frente a ti una sólida experiencia de cinco o seis horas, las cuales se pueden multiplicar si tratas de obtener todos los anillos rojos para convertirte en Super Sonic. Esto no es malo. Después de varios títulos con una calidad mixta, el trabajo que se hizo para Wii se sintió como un paso hacia adelante, y algo que Sonic Generations tomó para mejorar en básicamente todos los apartados.
Ahora, la duda es: ¿Sonic Colors merece una remasterización? La respuesta es sí. Considerando que este personaje se encuentra en un complicado periodo actualmente, con Sonic Boom y Sonic Forces demostrando que SEGA y Sonic Team no saben exactamente qué hacer con este personaje, mirar hacia al pasado no suena como una mala idea. En teoría, ofrecer una versión con un estilo visual mejorado y contenido adicional para las plataformas actuales es una forma decente de celebrar el 30 aniversario del personaje. Sin embargo, y como en un momento lo discutiré, el trabajo que se llevó a cabo en esta ocasión deja mucho que desear en varios apartados, mientras que en otros se nota la falta de cariño que se le tiene al legado del erizo azul.
Sonic Colors Ultimate introduce una saludable cantidad de adiciones, modificaciones y modos extra. El cambio más notorio es el apartado visual. En PS4 Pro y PS5 nos encontramos con una resolución a 1440p y en PS4 a 1080p. Pese a lo que se ha comentado, no hay soporte para 4K en PlayStation. Por otro lado, en Xbox Series X y One X sí podemos ver el 4K, mientras que en Xbox One estamos limitados a 900p, pero en Series S hay un sólido 1080p. En cuanto al Switch, obviamente no tenemos la alta resolución de las otras consolas, y los jugadores de esta plataforma tendrán que conformarse con solo 900p en dock, y 600p en portátil, con 30fps. Aun así, la experiencia es decente en la mayoría de las ocasiones, aunque gran parte de los assets son de menor resolución en la plataforma de Nintendo. Lamentablemente, el juego no está libre de problemas de frame rate en la consola híbrida. En más de una ocasión tuve caídas que afectaron la experiencia, especialmente considerando que estas ocurren en los momentos más espectaculares de esta entrega.
Junto a esto, los glitches y errores visuales son algo que te toparás al menos una vez. Aunque mi experiencia no ha sido tan desastrosa como algunas personas han demostrado en internet, ya que la mayoría se han limitado a solo un cuadro azul alrededor de Sonic y un par de brillos que claramente no deberían estar en el fondo de un escenario, actualmente no hay garantía de que estos inconvenientes te sucedan. De hecho, llegó un momento en donde parte del juego se crasheó, y a la hora de reiniciar, el progreso de todo un nivel había sido borrado. Esto va más allá de una simple piedra en el camino, y es algo que, por lo que he visto en línea, le ha sucedido a más de una persona. Fuera de esto, lo cual demuestra que el juego aún necesitaba un par de revisiones antes de salir al mercado, el resto de los contratiempos que presenta esta remasterización están ligados más a una falta de atención o complicaciones que no encontraron una solución.
Un claro ejemplo de este último punto son las cinemáticas. Aunque los escenarios y menús fueron retocados para verse bien en las pantallas modernas, por alguna extraña razón, todas las cinemáticas solo fueron escaladas, resultado en menos pixeles, pero ahora aparece un granulado molesto y las escenas nunca llegan a verse bien. De esta forma, pasarás de ver un increíble parque temático que está a la par con cualquier experiencia que podrías esperar para la pasada generación, a unas escenas del Wii retocadas. Pese a que puedo entender que este trabajo seguramente requirió más de lo que estaba al alcance de Blind Squirrel Entertainment, encargados de esta remasterización, el resultado final demuestra una falta de atención que no puede ser ignorada.
Pasando a cambios menores y más positivos. Cada escenario ha sido retocado de diferentes formas. La iluminación ha sido uno de los trabajos más sutiles en esta ocasión. Secciones que brillaban en el Wii, ahora resplandecen. Áreas oscuras se han convertido en zonas sombrías. Esto no es tan notorio a primera instancia. Incluso aquellos que disfrutaron del título original podrían tener problemas al notar estas modificaciones. Sin embargo, al ver una comparación directa, podrás notar claramente el trabajo que se llevó a cabo en esta parte. De igual forma, cada sección de la presentación visual ha sido retocada para dejar de lado la resolución de la consola original, y llevar esta experiencia a las plataformas modernas. Algunos de los assets fueron retrabajados para funcionar de mejor forma, y la geometría de muchos elementos redondos luce muy bien. El juego está repleto con estas pequeñas detalles que dependen completamente del gusto de cada persona.
El trabajo tiene resultados mixtos. Si bien a gran escala se pueden notar una serie de problemas con el frame rate y los glitches no se pueden olvidar, Blind Squirrel Entertainment sí está cumpliendo con la promesa de entregarnos Sonic Colors con estilo visual mejorado.
Un área que ha sido retrabajada de forma similar, es el soundtrack. Si bien las voces de Roger Craig Smith y compañía no han sido modificadas, todos los niveles ahora cuentan con una serie de remixes. En lugar de escuchar una y otra vez la misma composición a lo largo de cinco niveles, los primeros tres ahora cuentan con nuevos instrumentos y ritmos diferentes. Cada trabajo adicional se siente como algo que bien pudo haber salido de OC Remixes o GameChops, lo cual es gran agregado que le ofrece una variedad adicional a los pequeños planetas que podemos recorrer. De igual forma, los trabajos originales siguen presentes, así que no se están eliminando las canciones originales. Sin embargo, no hay una opción para elegir las composiciones que sean más de tu agrado.
Los cambios de iluminación y los remixes, son temas que dependen completamente de tu gusto. Personalmente, me agradaron todos los nuevos arreglos que se hicieron. Le ofrecen una mayor personalidad al juego, y hacen que todos estos niveles, los cuales probablemente revisitarás para completar el título, no cansen al odio. Por su parte, las modificaciones al contraste también tuvieron un resultado positivo en mí, ya que hacen que ciertas secciones sobresalgan aún más.
Sin embargo, estos apartados no pueden opacar el hecho de que las cinemáticas se ven comprimidas y no fueron escaladas de la forma correcta, que el frame rate en la versión de Switch cae de forma inconsistente en los momentos más extraordinarios del juego, y que los problemas y glitches son un tormento para más de uno. Aunque existe la promesa de un parche que, supuestamente, arreglará estos problemas, este es el estado actual del juego.
Sin embargo, una serie de cambios visuales, técnicos y sonoros no es lo único que ofrece Sonic Colors Ultimate, ya que el gameplay ahora cuenta con un nuevo Wisp, hay más ítems para recolectar, y se ha agregado una serie de batallas de rival contra Metal Sonic. Al igual que en el previo punto, hay elementos positivos, los cuales pierden peso cuando tomamos en consideración la forma en que estos están implementados.
Para comenzar, el nuevo Wisp ahora nos da la oportunidad de transformarnos en un fantasma y atravesar ciertas secciones de un nivel para acceder a varias áreas con más anillos. A primera instancia, esto suena interesante, el poder de evadir por completo ciertos obstáculos para llegar a la meta lo más rápido posible parece una buena idea. Sin embargo, su implementación deja mucho que desear. Estos aliens sustituyen algunos anillos rojos del juego original y los caminos que abren no ofrecen algún tipo de recompensa sustancial. De igual forma, el diseño de niveles no se ha modificado para que estos funcionen de forma adecuada. Claramente se ve que las partes a las que puedes ingresar son simplemente espacios vacíos que en la versión de Wii solo funcionaban como paredes invisibles. Estos son sumamente intrascendentes y no afectan sustancialmente la forma en la que Sonic interactúa con este mundo.
Por otro lado, tenemos una serie de monedas especiales que están esparcidas por todos los niveles. Estas se usan solo para comprar elementos estéticos para Sonic. Una vez más, aunque personalizar a nuestro protagonista suena interesante en papel, rápidamente te das cuenta de que las opciones disponibles son muy sencillas. Todo se reduce a un par de colores alternos para los tenis y guantes del erizo, una nueva ráfaga al usar el boost, y una serie de íconos basados en Sonic Colors y en otras propiedades de SEGA, elementos a los que nadie les presta atención. No hay un cambio visual sustancial que amerite coleccionar el dinero para comprar estos aspectos alternativos. Esto tiene un peor resultado, ya que no incentiva al jugador a explorar los niveles en busca de estos objetos.
Por último, Sonic Colors Ultimate introduce una serie de batallas de rival contra Metal Sonic. Todos aquellos que recuerdan con cariño Sonic CD sabrán que el enfrentamiento contra este personaje en Stardust Speedway es uno de los momentos más icónicos de la serie. Esta pelea demuestra que es posible crear combates que pueden funcionar junto a la velocidad del erizo. Entonces, ¿qué decide hacer esta remasterización con este concepto? Nos presenta un time trial en un nivel que ya visitamos. Al recolectar 15 anillos rojos en un mundo, podrás “retar” a Metal Sonic. Esto se reduce solamente a llegar a la meta lo más rápido posible. No hay un reto en específico. No hay un cambio en el escenario. No hay algo que sustancialmente cree una diferencia con un nivel tradicional. Esta es, sin duda alguna, la mayor decepción presente en esta remasterización.
El contenido adicional no vale la pena. El nuevo Wisp es inconsecuente a la forma en que se puede atravesar un nivel. Los agregados cosméticos son tan sencillos que no vale la pena recolectar las monedas del juego y, como consecuencia, la exploración pierde peso. Los “enfrentamientos” contra Metal Sonic son solamente un time trial tan sencillo que desperdicia la oportunidad de recapturar la esencia de uno de los mejores momentos en la historia del personaje.
Entonces, ¿vale la pena Sonic Colors Ultimate? Si bien la experiencia base sigue siendo muy divertida, y probablemente pueda ser considerada el mejor juego de la serie en 3D de los últimos años, el trabajo de remasterización deja mucho que desear. Tan solo los glitches y errores visuales que se han compartido en redes sociales durante los últimos días demuestra que el juego necesitaba de un más tiempo en el horno. Personalmente, mi experiencia solo se vio comprometida por un gran inconveniente que crasheó el juego y borró parte de mi parte, así como pequeños problemas visuales. Fuera de eso, no me topé con algunos de los contratiempos tan llamativos que circulan por Twitter.
Esto solo respecto a la versión de la consola de Nintendo y, por lo que se ha discutido, parece que en PlayStation y Xbox la situación es mejor. El único apartado que puedo considerar un cambio agradable, son los nuevos remixes, aunque estoy seguro de que estos probablemente sean un problema para más de uno. Aun si esta remasterización no tuviera caídas de frame rate en Switch y las cinemáticas no estuvieran comprimidas, el contenido adicional es decepcionante e innecesario hasta cierto punto.
En su estado actual, es difícil recomendar Sonic Colors Ultimate, especialmente en Nintendo Switch. En PlayStation, Xbox y PC la experiencia no es tan problemática, aunque esto no es una garantía. Los desarrolladores han prometido un parche para solucionar algunos de los problemas, y si esta actualización logra funcionar, entonces regresar a Sonic Colors, solo por su experiencia base, no sonará como una mala idea.