PS4
PS4
Bluepoint Games / SIE Japan Studio
Sony Interactive Entertainment
06/02/2018
Una de las eternas discusiones del medio que seguramente nos seguirán acompañando durante un muy buen rato es la que pone sobre la mesa la pregunta de: “¿los videojuegos deberían ser considerados arte?”. Claro que la respuesta a tal cuestionamiento de poco servirá a la industria, pues hay que considerar que la definición de arte cambia radicalmente dependiendo de a quién se la pidas. El acercamiento que este tipo de entretenimiento siempre ha tenido a disciplinas artísticas reconocidas nos da fuertes argumentos para sostener que en efecto, es una de ellas, sin embargo, creo que antes que basarse en cosas como la pintura o la música, los videojuegos deben expresar sentimientos a través de sus mecánicas, pues ni el cine ni la literatura ni cualquier otra forma de arte, pueden hacer lo anterior. Muy pocos títulos logran una tarea tan compleja como la que te describo, pero cuando hablamos del trabajo de Fumito Ueda, casi en todo momento se logra dicho objetivo.
A mediados de la década pasada, los videojuegos en 3D por fin comenzaban a encontrar su camino, esto luego de lo turbulento que fue dejar el 2D casi por completo para algunas productoras, por lo que comenzábamos a ver intentos mucho más sólidos sobre este tipo de diseño. Uno de ellos fue Ico, título que se volvería de culto en el PS2 y por supuesto, levantó expectativa sobre lo que sería su sucesor espiritual. No obstante, la realidad es que ni este grupo de entusiastas y ya fans de Ueda, sabían lo que nos esperaba con el literalmente épico Shadow of the Colossus de 2005.
La forma en la que este juego explotó lo recursos de la consola en turno de Sony, fue simplemente impresionante y a pesar de no ser perfecto, lo diferente que fue en casi todo sentido le ganó un lugar entre esas grandes joyas del medio. Ahora, Bluepoint Games regresa para intentar entregarnos la versión definitiva de esta autentica obra maestra, esto luego de haber redibujado casi por completo cada uno de los assets gráficos del título, pero sin tocar nada de su peculiar gameplay.
Antes de pasar a contarte de manera concreta cómo fue el trabajo general de Bluepoint Games con esta nueva versión de Shadow of the Colossus, me parece importante contarte de qué va este juego, sobre todo si por alguna razón, lo pasaste por alto todo este tiempo y no sabes bien a qué te vas a enfrentar.
De primera instancia, Shadow of the Colossus luce como una experiencia bastante intimidante que se robará una gigantesca cantidad de nuestras horas de vida; sin embargo, la realidad es que Fumito Ueda tiene una visión bastante distinta del medio si se le compara con lo que sus compatriotas suelen hacer cuando se les da un gran presupuesto. Al igual que con Ico y con el recientemente lanzado The Last Guardian, en Shadow of the Colossus, el autor va directamente al grano, es decir, no esperes que se te abrume con sofisticadas interfaces, sistema de progresión o estadísticas tipo RPG. Ésta es una experiencia completamente centrada en el gameplay y en su ambientación.
En Shadow of the Colossus tomamos el control de Wander, un joven que acaba de perder a su amada llamada Mono, la cual, puede volver al mundo de los vivos si su enamorado consigue cobrar la vida de 16 colosos. Estas criaturas míticas de gigantesco tamaño habitan diferentes regiones de una misteriosa y muy bella tierra. Para lograr la complicada y épica misión, contamos con la ayuda de Agro, fiel corcel que nos seguirá hasta el fin del mundo para completar nuestra misión, pero que como todo ser vivo, siente miedo y muchas veces duda sobre si es o no buena idea enfrentarnos contra un monstruo 200 ó 300 veces más grande que nosotros.
El gameplay de Shadow of the Colossus podría parecer simple en un inicio gracias a lo excelentemente bien integrado que está, pero lo cierto es que estamos frente a un sistema muy complejo. Wander cuenta con una espada mítica que sirve principalmente para dos cosas: matar a los colosos y emitir una luz que nos guía a las locaciones de nuestros objetivos. Además, el héroe echa mano de un arco que de igual forma sirve para resolver algunas situaciones cuando estamos en combate.
Hablando de combate, te comento que en Shadow of the Colossus los únicos enemigos son los 16 colosos a los que enfrentamos. No hay peleas casuales contra personajes de menor tamaño ni mucho menos. Así es, estamos frente a uno de esos juegos llamado Boss Rush en los que sólo tenemos que medirnos contra jefes, cada uno con sus propias características, personalidad, diseño y por supuesto, patrones de comportamiento.
Lo anterior me lleva a platicarte de lo que bien podría ser considerada la mecánica principal del juego. Antes que ser un título de acción y aventura con combate, Shadow of the Colossus es un muy sofisticado platformer. Además de contar con un botón convencional para saltar, tenemos que el gatillo derecho del DualShock sirve para decirle a Wander que se aferre a ciertas superficies, esto con un indicador de estamina que se agota. Siempre que estés escalando una gigantesca pared o por el pelaje de uno de los colosos, debes de tener en cuenta que tu personaje se cansará de estar colgado y en algún momento se soltará, no como en Uncharted, Tomb Raider o cualquiera de estos nuevos juegos que por supuesto, tomaron algo de inspiración de todo esto.
Pasando al tema de los colosos, te puedo decir que cada uno de los 16 a los que enfrentamos, cuenta con su propia manera de ser resueltos. Sí, en todos tienes que alcanzar sus diferentes puntos débiles para ahí hacer daño, pero la manera de llegar a ellos, cambia drásticamente entre uno y otro, incluso la manera de subirte a sus cuerpos o simplemente llegar a donde viven, es diferente en cada caso. Ueda describía a estas bestias como templos de The Legend of Zelda, en los que debes de pensar para poder abordarlos de manera correcta.
El control de Shadow of the Colossus tiene todo el sello de su autor. Tomar el comando de Wander puede sentirse extraño al inicio por lo orgánica que está intentando ser su animación, esto a pesar de no verse realista ni mucho menos. De igual manera, tenemos una cámara que puede ser caótica por el tamaño de nuestros enemigos. Ambos aspectos se trasladaron a esta nueva versión del juego de manera intacta, pues como te comentaba, Bluepoint Games sólo se metió con aspectos estéticos y técnicos, dejando limpia la visión de gameplay que el japonés tuvo desde un inicio.
Te puedo decir que cada vez que uno de los colosos cae ante tus pies, un raro sentimiento de triunfo mezclado con tristeza te invade, pues a pesar de lo genial que se puede sentir acabar con una bestia que te supera tanto en tamaño, es inevitable no pensar en el mal que le has hecho al mundo al terminar con la vida de algo tan majestuoso e imponente. Lo que te quiero decir es que Shadow of the Colossus no solo es una aventura épica excelentemente bien ambientada capaz de producir complejos sentimientos, también es un videojuego sumamente divertido con mecánicas bien aterrizadas sobre un sublime diseño de niveles y control funcional.
Una vez aclarado lo que es Shadow of the Colossus como videojuego, me parece que es un gran momento para contarte cómo es que fue trabajada esta nueva versión. Siempre está el debate sobre cómo es que deberíamos de llamar a estos productos. En mi opinión, una remasterización se limita a aspectos estéticos del juego en cuestión, mientras que un remake sí se mete con la estructura y núcleo de la obra; es decir, redefine cosas como el gameplay o cómo es que estaban construidos sus niveles. Bajo este argumento, tendríamos que decir que este nuevo Shadow of the Colossus es una remasterización del de PS2, pero la forma tan profunda en la que Bluepoint Games trabajó en ella, nos hace dudar fuertemente sobre la categoría en la que debemos ponerlo.
Seguro que esta discusión apareció en el equipo de marketing de Sony cuando se planteó el proyecto y para evitar más polémica, se decidió llamarlo “Shadow of the Colossus” simplemente, sin apellidos ni subtítulos. Me parece que esto fue lo más acertado, pues a pesar de que coincido en que urge que este tipo de términos se vuelvan formales para evitar más confusiones, la realidad es que nos están distrayendo de cosas más importantes.
Dejando de lado lo anterior, te comento que Shadow of the Colossus para PlayStation 4 luce totalmente espectacular, al punto de que si se lo pones a alguien que no sepa de él, seguramente te diría que está frente a un juego moderno que fue desarrollado recientemente. La forma en la que Bluepoint retrabajó todos los assets que vemos en pantalla, simplemente me ha dejado sin aliento. Desde la túnica de Wander y pelo de Agro siendo movidos por el viento, hasta la adición de mayor flora en el terreno, así como nuevos efectos ambientales como neblina, esta nueva versión de la obra maestra de Ueda es una autentica delicia para la vista.
El sentimiento de dimensión y tamaño dentro en Shadow of the Colossus es muy importante y me parece, este equipo de curadores consiguieron resaltarlo como nunca. La draw distance fue ampliada de manera muy considerable, logrando que podamos observar a un gigantesco coloso que se encuentra a varios kilómetros de nuestra posición. De igual forma, los efectos de luz fueron retocados de manera profunda, haciendo que los rayos del sol entren por los puntos exactos. Lo anterior lo puedes ver de primera mano cuando Wander está en el agua, por ejemplo. La piel se me pone de gallina sólo de recordar algunos de los cuadros que consiguieron retratar.
Sí, esta nueva versión de Shadow of the Colossus es un impresionante logro estético en todo sentido en parte a la ya de por sí maravillosa dirección artística de origen, al punto de de que sin temor a equivocarme, te diría que es uno de los juegos más bellos de todos los tiempos; sin embargo, siempre que hablamos de una reedición de cualquier título, surge la pregunta de ¿con qué extras viene?
Al respecto, Shadow of the Colossus incluye un avanzado modo fotografía como el que hemos visto recientemente en otros juegos de la marca como Uncharted 4 o Horizon: Zero Dawn, en el cual, además de poder aplicar distintos filtros a la escena que estás intentando capturar, puedes cambiar cosas como la profundidad de campo, enfoque, oclusión, entre muchos otros elementos de fotografía. Si eres fanático de este tipo de arte, entonces estoy completamente seguro de que pasarás varias horas jugando con esta maravillosa herramienta, pues se nos da la oportunidad de capturar en imágenes uno precioso ambiente virtual.
Fuera de lo anterior y de las nuevas características técnicas que te detallaré más adelante, este nuevo Shadow of the Colossus no incluye nada que no hayamos visto en la obra original de 2005. Por ahí se hablaba de que debieron haber sido integrados los colosos que fueron recortados por Team Ico al momento de lanzar el juego, pero seguramente estamos hablando de trabajo no terminado en términos de mecánicas y diseño que por supuesto, Bluepoint no habría podido completar sin la asistencia directa de Ueda y compañía. Sí, habría sido genial tener cinco o seis colosos extra, pero tal vez no sabemos bien lo increíblemente complicado en todo sentido que habría sido hacer eso realidad.
La remasterización en HD que vimos en 2011 para el PS3 fue muy buena, pero no le llega ni a los talones a lo que ahora vemos en el PS4. Shadow of the Colossus luce más majestuoso y bello que nunca. El trabajo que ha hecho Bluepoint Games no sólo es uno de gran respeto a la obra original. Es un tributo para hacer que ésta luzca de la mejor manera posible y que su envejecimiento estético se prolongue por muchos años más.
Shadow of the Colossus para PS4 es un juego indudablemente precioso que maravillará a cualquiera que le ponga las manos encima, pero el concepto de traer un juego con más de 10 años de vida a los estándares modernos, implica mucho más que sólo retrabajar modelos y texturas.
Antes de describirte cómo es que esta nueva versión de Shadow of the Colossus echa mano de las bondades del PS4 Pro, me gustaría comentarte qué tanto vale la pena si lo juegas en el modelo estándar de la consola.
De inicio, es importante recalcar que el título corre a una resolución de 1080p y 30 cuadros por segundo sumamente estables en un PS4 normal, luciendo cada uno de sus atributos de muy buena forma, los cuales, resaltan aún más si están funcionando 1:1 en una televisión o monitor de dicha resolución. Si estás dudando en entrarle o no por no tener un PS4 Pro, te diría que hagas de lado todo esto y te hagas de este juego, pues incluso en este hardware de hace cinco años, luce sensacionalmente bien y una vez más, se comprueba que el PS4 original aún tiene mucho qué dar de sí. Me sigue pareciendo raro jugar al de Ueda que no tenga problemas de framerate.
Ahora sí, pasando al tema de los caballos de fuerza extra con los que cuenta el PS4 Pro, te comento que esta nueva versión de Shadow of the Colossus nos da dos opciones generales para poder disfrutarlo. La primera es ponerlo en 4K nativo y a 30 cuadros por segundo y HDR, opción que sin lugar a dudas es la ideal si cuentas con una buena TV de esta resolución. Sigo pensando que todo el tema del 4K en los videojuegos tan sólo es producto de marketing vacío y sin sentido, pero la forma en la que se despliega el título en cuestión, me ha dejado totalmente impresionado.
La segunda opción que se nos da es poner el juego a 60 cuadros por segundo, pero a una resolución de 1080p. Mi gusto personal me hace preferir ver un juego de Ueda a 30 cuadros, pero la realidad es que a pesar de ser extraño y hasta innecesario ver algo como Shadow of the Colossus a 60, tiene su encanto. Probablemente sólo recomendaría esta opción a quien tenga un PS4 Pro pero no una TV 4K, pues ese 1080p estirado en un monitor de mayor resolución, sí afecta de manera notable el gran trabajo que Bluepoint Games hizo. Siempre es recomendable hacer todo lo posible por jugar en resolución 1:1. Si tu tele es 4K, pon el juego en 4K. Si sigues en 1080p, ponlo en 1080p y listo.
Shadow of the Colossus para PS4 es un maravilloso despliegue técnico y un ejemplo de cómo es que se deben de hacer las cosas con el hardware actual. Ni una sola caída de framerate, bug o glitch notable se cruzaron en mi camino durante todas las horas que ya llevo con este título. Simplemente impecable en términos técnicos lo que se pone a nuestra disposición en esta ocasión.
El tema de las reediciones de juegos siempre será polémico. Para unos, son síntoma inequívoco de que las grandes productoras están faltas de ideas nuevas y con grandes deseos de seguir haciendo dinero con productos que ya se nos vendieron en el pasado, mientras que otros preferimos pensar en que es una manera de preservar a grandes obras del medio y por supuesto, permitir que nuevas generaciones también las puedan disfrutar. La realidad es que como amante del trabajo de Fumito Ueda, no me importa cuántas veces me vendan Ico, The Last Guardian o en este caso, Shadow of the Colossus, siempre estaré ahí para apoyar, pues este tipo de juegos son los que me recuerdan por qué es que el medio es tan especial y diferente.
Shadow of the Colossus es una de las obras que presumen su nombre con letras de oro en la historia del medio y ahora, nos llega con su mejor y definitivo rostro. Bluepoint Games se ha comportado a la altura del reto y sin lugar a dudas, ha demostrado madurez luego de haber hecho trabajos en el pasado no tan buenos. Recomendar este título sobra por completo. Si amas los videojuegos, forzosamente tienes que jugar esto y si eres de los que ya lo ha hecho en más de una ocasión, entonces créeme que ésta es una más que maravillosa excusa para volver a hacerlo.
¿Se vale ir nominando a una remake/remasterización como Juego del Año?