Review – Olli Olli

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Adictivo, divertido, nostálgico, y retador pero también muy disfrutable.

Quienes crecimos en la década de los años noventa tuvimos un fuerte impacto de toda una cultura de skateboarding, la cual impulsaba en nosotros un sentimiento de rebeldía propio de la adolescencia. Ya fuera que lo viéramos en televisión o escucháramos música punk, o incluso practicáramos este deporte, esta moda llegó a nosotros en muchas formas, incluido el videojuego.

Fue en 1999 cuando vimos el primer juego de la serie Tony Hawk’s Pro Skater y, durante la década de los dos mil, recibimos varios juegos de la serie a través de las distintas plataformas, saciando nuestros deseos de tener las sorprendentes habilidades de los patinadores profesionales, cargados de todo el ambiente de rebeldía y adrenalina propios de la época.

Recientemente, tuve un viaje en el tiempo a la época en la que teníamos patinetas hasta para los dedos y recordé lo que era tener juegos de skateboarding bien desarrollados, títulos en los que la adicción por superar las puntuaciones y crear la más alucinante combinación de trucos era el objetivo.

Esto es Olli Olli: un juego que quizá pocos esperaban, pero que llegó al PS Vita para demostrarnos el potencial que tiene este género de juegos deportivos que nunca pierde su diversión frenética y adicción a los puntos y a la emoción de estar al filo del peligro en un deporte extremo que últimamente ya no ha tenido las viejas glorias que vivió en las décadas de los años noventa y dos mil.

¿Cómo se juega?

Olli Olli es un juego de skateboarding en 2D que podría parecer un runner bastante elaborado. El juego presenta una serie de cinco niveles en cinco diferentes secciones, cuyo background y elementos cambian significativamente. Domina los niveles básicos con diferentes objetivos a cumplir y desbloquearás cinco más de un nivel más avanzado en cada una de las secciones. Si eres lo suficientemente bueno como para dominar los niveles profesionales, desbloquearás otros niveles que serán el reto máximo para cualquier jugador.

Suena fácil en el texto pero, cuando te enfrentas al juego, descubrirás que es un reto muy complicado y difícil de dominar. Es un juego con mecánicas sencillas pero con la alta dificultad que ya se extrañaba en los videojuegos. Tus movimientos deben ser precisos y exactos si no quieres acabar con tu cara sobre el pavimento, heridas graves sobre tu cuerpo y el final de la partida.

En todos los niveles inicias sobre una zona plana. Deberás tomar un poco de impulso, según lo requieras, y en cuanto encuentres barandales, escaleras, mesas, puestos o lo que se te ocurra, deberás improvisar tus mejores trucos, no sólo para ir acumulando puntos, sino para evitar los distintos obstáculos que te harán perder el equilibrio y acabar en el suelo.

La variedad de trucos es un aspecto muy fuerte de este título. Roll 7 logró incluir en su pequeño personaje pixelado la capacidad de realizar más de 35 de los más populares trucos del skateboarding, presentados con bellas animaciones y ejecutados con los precisos movimientos del stick análogo del PS Vita o el d-pad. El truco no está sólo en ejecutarlos, sino en saber combinarlos para generar cadenas más largas de combos, que a la vez funcionarán como un multiplicador para tus puntos si logras aterrizar de manera perfecta al terminar de ejecutarlos.

En cada uno de los niveles se tienen que cumplir varios objetivos que te permitirán desbloquear más niveles o escalar en las reñidas tablas de líderes con tus mejores puntuaciones: trucos específicos, hacer grinding sobre puntos especiales del escenario, reunir objetos difícilmente alcanzables dentro de cada uno de estos o lograr objetivos por cadenas de trucos o puntuaciones.

El juego no es muy amigable con los usuarios ni podría considerarse parte de la oleada de videojuegos contemporáneos que llevan al usuario de la mano explicándole lo que debe hacer de forma detallada. Su pequeño tutorial explica simplemente las bases: la manera de tomar impulso, la manera de ejecutar algunos de los trucos que se detallan en un manual incluido –y de fácil acceso– y, finalmente, la importancia de aterrizar con precisión para obtener la mayor cantidad de puntos. Eso es todo, lo demás es responsabilidad del jugador, quien, como un patinador real, tendrá que experimentar en un proceso continuo de ensayo y error en el que muchas veces dejará embarrada la piel sobre el suelo y la tabla partida por la mitad.

La dificultad al principio puede parecer simple en niveles sencillos, pero te darás cuenta que será un reto conforme avances en los niveles. No es un juego fácil, por lo que muchos podrían desistir ante el reto y, quizá, no disfrutarlo si no se acostumbran a su gameplay. Para ello, necesitarás ser constante y dominar los conceptos básicos, también mucha práctica y, sobre todo, paciencia.

¿Cómo se ve y se escucha?

La pantalla de Vita permite que muchos juegos se vean hermosos en la portátil. Gracias a su resolución es posible que títulos como Olli Olli brillen con gráficos excelentes que lucen realmente bien. Es nostálgico, no sólo por la época que representa, sino también por su detallado y fino pixel art, que tanto en el patinador como en los escenarios luce muy bien. Las animaciones son fluidas y bellas. Es sorprendente la manera en que los más de 35 trucos diferentes lucen perfectos y se distinguen sobre la pantalla en un pequeño personaje formado por pixeles.

El soundtrack es algo que también resalta positivamente. Algunos de sus tracks tienen mezclas agradables para acompañarte en las largas horas de entrenamiento para cumplir los objetivos de los niveles y poner tu nombre diario en alto en los retos en línea. Claro, hay mucha música que se combina perfecto con este tipo de juegos, incluso podrías acompañar tus sesiones de Olli Olli con música de bandas como Sum 41 o Blink 182, para que el viaje al pasado sea aún más placentero.

¿Cómo se siente?

Les advierto: Olli Olli es una experiencia altamente adictiva; es responsable de que varias mañanas llegara cansado a la oficina y con ojeras que hacían evidente que me había desvelado con largas sesiones de práctica. Es un título que se da bien tanto para una sesión rápida de unos minutos mientras esperas en algún lugar, o bien, para largas horas intentando superar los retos en la comodidad de tu casa.

Las experiencias cortas de Olli Olli se vuelven una adicción: regresar por más o reintentar un nivel una y otra vez hasta alcanzar tus objetivos. Se siente como algo libre, en el sentido de que puedes jugar cualquiera de sus niveles por la simple sensación de disfrutar el patinaje y lucirte con tus mejores habilidades sin que nadie te presione.

Olli Olli presenta muchos de los elementos adictivos de las experiencias a través de los dispositivos móviles, muy populares en nuestros días, que bien se adaptan a diversos lugares. La diferencia de este juego es que es una experiencia bien cuidada, que por la precisión de sus controles y su excelente gameplay, sólo es posible en consolas; el PS Vita el mejor lugar para poder disfrutarse.

Es un juego con mucho valor de rejugabilidad: diario presenta un reto en línea diferente para mantener la experiencia fresca. Tardarás mucho más de lo que imaginas en dominar el patinaje virtual, por lo que lo mejor es que te prepares para horas de práctica en la portátil. Considero que es uno de esos juegos que no debe faltar en el PS Vita de cualquier usuario, sobre todo si anteriormente te habían gustado los juegos de este género. Tiene un precio accesible y ocupa poco espacio en la memoria, elementos para convertirlo en uno de los indispensables de la portátil de Sony. Nos encantaría ver contenidos descargables con más diversión para llevar en este juego. Olli Olli es adictivo, divertido, nostálgico, y retador, pero también muy disfrutable.

 

Lo mejor…

-Bella presentación y gráficos que brillan en animaciones perfectas, hermosos niveles que lucen muy bien en la pantalla de PS Vita.

-Experiencia que se disfruta por unos cuantos minutos u horas de entrenamiento.

-Variedad objetivos, retos,  movimientos y trucos que te impondrán un reto en cada sesión de juego.

-Música agradable que complementa muy bien la experiencia del juego.

-Un buen regreso del skateboarding a los videojuegos con un título en 2D gratificante y muy satisfactorio.

-Experiencia adictiva para llevar;  un indispensable del PS Vita.

 

Lo peor…

-Podría ser muy rudo con algunos jugadores: su gameplay es difícil de dominar y, si no logra engancharte, abandonarás el juego. Poco probable que puedan disfrutarlo los  jugadores casuales.

-Se hubiera agradecido un tutorial más extenso o un modo específico de entrenamiento para dominar las artes de Olli Olli de manera más amigable.

-Nos hubiera gustado seleccionar manualmente las pistas de su soundtrack para una mejor experiencia personalizada.

Conclusión

Este juego es exclusivo de PS Vita×

Quizá no habían escuchado sobre Olli Olli o Roll 7, pero nos dejaron claro que el género de los juegos de skateboarding tiene aún mucha diversión si se diseña una experiencia adecuada para los usuarios. Si en algún momento de la década pasada disfrutaste de los juegos de este género, te convendría darle una oportunidad a Olli Olli, un título sencillo y modesto que sorprendió por lo bien que se siente en la portátil de Sony y por todo lo que ofrece. Es un gran ejemplo de que un gameplay bien diseñado puede mantenernos atados a una consola por horas tratando de dominar una experiencia retadora y con alta dificultad.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg