Los fanáticos de la franquicia quedarán satisfechos al saber que el buen gameplay que CyberConnect2 construyó sigue presente.

Las series anualizadas no son novedad en la industria de los videojuegos. Recientemente, una de las más exitosas ha sido la de juegos de peleas basados en el popular manga japonés Naruto. Desde la mitad de la década pasada, hemos visto a la serie crecer de manera inconmensurable en el manga, el anime, los videojuegos y cualquier otro producto relacionado. Era inevitable que la serie llegara algún día a su fin, y en víspera del anuncio de la conclusión del manga, surge la nueva entrega anual de videojuegos que promete entregar una revolución. ¿Lo logra?

Varios años consecutivos hemos visto títulos anuales basados en el universo de Naruto que básicamente nos entregan el mismo gameplay, manteniendo así a los fanáticos de corazón contentos tal y como lo hacen franquicias como FIFA o Call of Duty. En este caso, tenemos la entrega más extensa en cuestión de elenco de personajes, y la más apoyada por parte de los creadores originales gracias a fragmentos de anime exclusivos y un personaje diseñado únicamente para el juego.

Así, el juego presume sus fortalezas basadas en sus más de 100 personajes, sus episodios de animación inédita, sus nuevos tres modos, la especialización en tres campos y una campaña exclusiva que nos presenta una historia jamás antes vista, centrada en el simpático Mecha Naruto. Más allá de las novedades, estamos frente a un juego con la misma plantilla de control, el mismo estilo de combate, y los mismos ataques ultimate.

Respecto a la especialización, tenemos tres nuevos campos: con cualquier personaje podremos elegir un estilo de combate antes de cada enfrentamiento. Los que elijan Awakening podrán comenzar la partida con un poder masivo; los especialistas en Team tendrán más oportunidades de realizar combos grupales si perfeccionan el ritmo de ataque; y los que seleccionen Ultimate Jutsu podrán combinar sus ataques para realizar técnicas más feroces que las conocidas.

Una nueva pero ligera variación al gameplay son los objetos que permiten romper la defensa de nuestros oponentes. También, gracias a éstos podremos escapar y realizar un contra ataque ya que se nos hayan terminado los emblemáticos troncos de sustitución.

Si bien el sistema de combate ya era suficientemente sólido para popularizar de nuevo el género de peleas en 3D, estas adiciones no le vienen nada mal al título. Aunque no revolucionan ni cambian notablemente la manera en que juguemos, perfeccionan ligeramente la fórmula conocida.

El fan service no se queda corto en este juego gracias a los episodios especiales de Ninja Escapades. Durante toda la serie, hemos visto bastante relleno y eventos elementales no mostrados, como el pasado de los personajes o batallas épicas que ocurrieron pero que no vimos. Más allá de la campaña principal y los clásicos modos de juego, podremos experimentar de primera mano fragmentos inéditos de anime que cuentan la historia del genesis de Akatsuki, el pasado oculto de Shisui Uchiha, y un vistazo a la vida de los padres de Naruto.

Nuestro personaje podrá visitar los mundos de otros jugadores y retarlos a una pelea gracias a la inteligencia artificial.

Desafortunadamente, se trata de fragmentos que no se conectan entre sí, perdiendo así un gran potencial para crear una historia única que lleve la narrativa de todo el juego. Pudo haber complementado al anime y pudo haberse convertido en una pieza paralela, que incluso los fans no entusiastas de los videojuegos adquirirían. En su lugar, tenemos una campaña única llamada The Ninja World Tournament, en el cual después de elegir a un personaje principal, nos adentraremos en una historia para descubrir quién es el ninja más poderoso de todas las villas ocultas.

Éste modo es el núcleo del juego, alrededor del cual podemos ganar dinero y desbloquear personajes, objetos para usar en batalla, artículos coleccionables para las galerías y más modos de juego. La historia en sí no destaca por concisa o espectacular, sino que simplemente funge como un hilo conductor para el desbloqueo de elementos del juego. La manera de progresar consiste en una serie de batallas con una nueva dinámica. En esta ocasión, tenemos batallas de cuatro contra cuatro, en la cual al atacar a uno de los oponentes, soltarán orbes de energía. Cada quien inicia con una cantidad determinada de energía, y si ésta llega a cero, el personaje quedará inconsciente. Si somos atacados una vez más cuando estamos inconscientes, perderemos la partida. La situación será la misma para nuestros oponentes. Los objetivos podrán variar ligeramente de combate en combate, poniéndonos una meta de orbes por recolectar, o retándonos a acabar con los orbes de los demás.

Tristemente, las batallas de cuatro jugadores pueden resultar caóticas, teniendo que recurrir al clásico “lock-on” para centrar la cámara en uno de los combatientes. Nuestros ninjutsus, objetos y demás poderes podrían ser frustrantes en algunas ocasiones debido a que fallan constantemente al ser dirigidos, y en general el juego se tratará de apretar botones sin parar en vez de elaborar una estrategia durante el combate.

Entre batallas, podremos vagar libremente en la isla donde se desarrolla el torneo. Aquí podremos comprar objetos, reclutar más personajes para nuestro equipo, recolectar piezas coleccionables para la galería, y lo más importante, enfrentarnos con fantasmas de otros jugadores.

Así es, el sistema en línea vuelve con avatares que guardan el perfil de cada uno de nosotros. Con ello, nuestro personaje podrá visitar los mundos de otros jugadores y retarlos a una pelea gracias a la inteligencia artificial. Gracias a ello iremos progresando en las tablas de puntuación en línea, y así participaremos en un meta juego que igualmente se trata de ver quién es el ninja más poderoso del mundo.

Otro de los nuevos modos de juego es el que introduce a Mecha-Naruto, personaje creado específicamente para este juego por el mismo artista que nos trae el manga. Más allá de traernos a un nuevo integrante de la familia Naruto, la historia en la que nos desenvolvemos es por más aburrida, llena de clichés y lenta. Se tratará sólo de un relleno para desbloquear al personaje, mismo que sí se encuentra bien construido y nos da una nueva mirada exclusiva que muchos fanáticos se van a perder si no prueban el juego.

Los fanáticos de la franquicia quedarán satisfechos al saber que el buen gameplay que CyberConnect2 construyó sigue presente, e incluso con varias mejoras en sus mecánicas. Por otro lado, el título Revolution no le hace honor al juego, puesto que no marca ningún parte aguas ni lleva la franquicia en otra dirección. Los nuevos modos de juego y mecánicas de combate introducidas resultan flojos y poco cohesivos, por lo que no terminan de amarrar en un juego que pudo haber logrado bastante. Bien por el fan service.