PS4, XBOX ONE
PS4
IO Entertainment
WARNER BROS. INTERACTIVE ENTERTAINMENT
11/01/2019
El año pasado se cumplió el aniversario 20 del momento que cambió el género de sigilo para siempre. En el ahora lejano 1998 se estrenaron dos títulos que dieron forma a las mecánicas que serían la base para todo lo venidero en este estilo de juego y el cambio más sustancial desde Metal Gear 2 Solid Snake. Me refiero a Metal Gear Solid y Thief: The Dark Project los cuales aprovecharon las capacidades técnicas de sus plataformas de desarrollo para crear el estándar de los títulos de sigilo moderno.
Uno de los juegos que embebió la fórmula fue Hitman que apareció para PC en el 2000, ahora a 18 años de su lanzamiento es una de la series más reconocidas de su género, incluso con los altibajos que ha tenido en los últimos tiempos y en los que parece incierto su futuro debido a los problemas de recibimiento que han tenido sus últimas dos entregas. En medio de la situación actual IO Interactive nos trae una remasterización de dos juegos ampliamente reconocidos por razones muy distintas entre ellos, a saber, Blood Money y Absolution siendo el primero uno de los más aclamados y el segundo uno que no tuvo el recibimiento esperado y que no gustó entre los fanáticos.
La dualidad de esta colección no es fortuita, sin duda poner lado a lado a un título que es considerado por muchos como el punto más alto de la historia del Agente 47, (Blood Money), y uno de los considerados momentos más bajos como es Absolution puede tener la pretensión de darle otra apreciación al que lleva la peor parte. Puede ser una manera del estudio de hacernos ver cómo la historia evolucionó y darle un nuevo enfoque al que se ha visto como el “patito feo”, de manera que seamos capaces de comprender que es parte del crecimiento de una historia los cambios.
Pero no saquemos conclusiones apresuradas y veamos qué nos puede ofrecer esta colección.
Lanzado originalmente en 2006 mantiene su vigencia gracias a los temas que aborda dentro de sus misiones, si bien la trama principal no deja de ser una buena narración tipo cine clase B en sus entrañas esconde temas que a 12 años de distancia siguen siendo desafiantes para el medio, a saber, no es tan simple hablar de tráfico humano infantil o narcotráfico por mencionar algunos de los tópicos que hay detrás del trabajo del Agente 47. En este sentido el juego no ha envejecido y escuchar el trasfondo de cada misión es una oportunidad única para ver un panorama social y político que sigue siendo incómodo, aún cuando esto no se traslade del todo al gameplay. Esto no es necesariamente malo ya que las mecánicas de juego bastan para hacerlo brillar como una gran obra… y es que eran otros tiempos en los que no había lo que hoy conocemos como un entorno sistémico donde hasta el más mínimo detalle influye en cómo reacciona la inteligencia artificial; sin embargo, Blood Money fue un precedente para lo que hoy vemos en casi todas las franquicias de mundo abierto, a saber, nos da mapas que funcionan como pequeños Sandbox y que a la vez representan todo un reto de entendimiento de lo que nos rodea y en el que tenemos que analizar las posibilidades y también las consecuencias. Hablando del resultado de nuestras acciones vemos cómo no es salir y matar todo lo que se nos cruce de maneras ingeniosas el ser un sicario profesional sino que nuestra remuneración se merma cuando inocentes se convierten en daños colaterales.
Temas ríspidos y un diseño de niveles maravilloso no envejecen de forma simple. Justo los niveles del juego y cómo están creados son la más clara muestra de que la serie había encontrado su punto máximo. Los escenarios tienen profundidad de entorno en el que cada sala cumple una función y nos da posibilidades de ejecutar la misión, no es que estos cuartos sean lineales y cumplan con una progresión del mismo tipo, por el contrario las podemos abordar en el sentido que creamos mejor esperando que nuestro análisis sea el más adecuado para no llamar la atención en ningún momento. Eso es lo que hace grande su diseño de niveles que combinado con una IA sorprendente para su tiempo da como resultado un verdadero desafío para el jugador.
12 años son un período largo y más cuando hablamos de videojuegos pues la tecnología avanza a todo galope y en su camino atropella muchas cosas, siendo fundamentales dos: una de ellas el aspecto visual de una obra y la otra el cómo se interactúa con la misma. Cuando un título es tan valorado, como el caso de Blood Money, es indiscutible que debe hacerse una adaptación a las nuevas plataformas para que más gente aprecie su valor o para que se pueda revivir la experiencia. Remarco lo de regresar a la vida a una obra porque al final de cuentas una de las limitaciones de las remasterizaciones es que nunca se podrá jugar como el original por distintos motivos, siendo el control el mayor de estos.
Los años que han pasado desde su lanzamiento original son más que notorios incluso ahora que se puede jugar en 4K y 60 cuadros por segundo. Hay un trabajo notorio en la iluminación y texturas; sin embargo, en los acercamientos sale a flote que la cantidad de polígonos pertenece a otra era e irremediablemente hace deslucir cuando nuestros ojos vienen acostumbrados del extremo detalle de los juegos que hemos tenido en estos años, pero esto es solo un punto que se va perdiendo con el paso de las horas de juego ya que es tan bueno que nos olvidaremos por momentos de esos dientes de sierra que se ven en las cinemáticas. De manera que el aspecto gráfico es lo suficientemente aceptable para no alienarse del todo.
Pero como hemos dicho el otro punto fundamental es el control. El cómo del movimiento en una interacción. Aquí es donde más adolece la adaptación ya que el esquema de controles se siente viejo y eso se traduce en movimientos torpes que estropean mucho del gameplay, pues al no ser fluidos y precisos frustran nuestro intento de seguir la propuesta principal del juego, a saber, el sigilo. Sin duda el control pudo haber recibido más atención de manera que se sintiera su cambio a los estándares de esta generación. En esto también se implican las físicas que son iguales a las originales y carecen del peso o respuesta adecuada.
No me mal entiendan, al final después de una curva de adaptación se puede disfrutar lo más pleno posible de este gran juego, empero, hay momentos en los que los controles nos sacarán brevemente de la experiencia total de la obra pero no lo suficiente como para arruinarla.
Visto como uno de los puntos más flojos de la serie este juego, lanzado originalmente en 2012, ya era gráficamente muy bueno y demostraba la madurez de desarrollo que había alcanzado el estudio en el sentido estético, no obstante carecía de la narrativa de buena película de mal gusto que le daba énfasis a la serie. En este sentido el tiempo pasa por Absolution de una manera muy diferente con relación al otro título de la HD Enhanced, aquí se nota la marca en lo pasable que es su historia y que los temas ya no tienen actualidad, es decir, como secuela funcionaba bien pero cuando se juega sin otro contexto no hay mucho que exprimirle a su narrativa y en aquel momento fue uno de los puntos que más disgustó a los seguidores del Agente 47.
Como dijimos al inicio de esta reseña la dualidad que se crea al lanzarlo con Blood Money es importante porque nos ayuda a entender más Absolution en sí mismo, con esto nos referimos a que al jugarlo desde este nuevo punto de vista dual se puede intuir porque IO Interactive tomó ciertas decisiones sobre la serie. Para empezar la tan criticada mecánica de Instinto es ahora un punto común de varias entregas de otras franquicias y es una ayuda extra para cumplir misiones en entornos más grandes, es decir, como en ese momento se podía tener cientos de personajes a la vez en un solo entorno era necesario tener una forma de hacer un poco más llevadero el sigilo. El poder predecir caminatas o marcar personajes hoy es algo común pero que en aquel momento se sentía una traición al espíritu de la serie que nos tenía acostumbrados a hacer un largo análisis antes de ejecutar cualquier movimiento.
De cierta manera Absolution estaba pensado para un público más extenso y esto requería incorporar nuevas cosas a la saga. Sistemas que al final del día llegaron para quedarse y darle a la serie otro enfoque en el que la diversión por sí misma ya no sólo estaba en romperse la cabeza pensando una decisión sino que con una progresión más lineal pudiera dar satisfacción con menos trabajo… al final era hacer una experiencia que atrajera a nuevas audiencias y que a la vez mantuviera a los fanáticos, algo que es casi imposible pues los más fieles suelen ser puristas y no les gusta que haya más facilidades pues comprenden la dificultad y la han aprendido a dominar con los años.
En general Absolution es un buen juego a secas… uno de esos que puedes seguir sin tener que comprender demasiado lo que está pasando y solo te enfocas en terminar la misión porque es un pasillo.
En lo que respecta a esta remasterización el juego aún mantiene un punto gráfico aceptable y bien podría pasar como un título de inicio de la presente generación, nos referimos a aquellos que se ven bien pero que no explotaban al máximo las capacidades de las consolas recién salidas. Fue un acierto el no afectar mucho la iluminación para esta adaptación pues en gran parte la poca personalidad de Absolution tenía que ver con su paleta de colores saturados. Aún con esto es notorio que sí hubo un retoque en las texturas que se ven muy bien y logran cautivar en ciertos momentos en los que realmente logra transmitir la vibra que asociamos a lugares como un barrio chino.
En cuanto a los controles, a diferencia de Blood Money, se sienten frescos y podrían pasar como totalmente actuales pues su esquema es cómodo y la interacción con los ambientes se siente correcta, al igual que el control sobre las armas y nuestro personaje. Aquí se nota el esfuerzo que se hizo en aquel momento con su motor pues el peso de las cosas y cómo se transmite al jugador por medio del mando es satisfactorio sin llegar a sobresaliente.
En general los juegos de la serie Hitman tienen un nicho muy específico el cual se deleita con la paciencia que se debe tener para hacer una buena misión y tener esa satisfacción de haber evadido todos los obstáculos como todo un profesional.
Como se pueden imaginar en esta reseña no evaluamos las historias en sí de cada juego sino más bien el cómo se siente la adaptación con todas las bondades de la actual generación de consolas. Antes de proseguir diremos que es bueno el poder apreciar desde la distancia la dualidad entre ambos títulos de la serie y que esto sin duda nos hace replantearnos el cómo entendemos Absolution, quizás no reivindica el camino que se perdió con dicha entrega pero es una buena manera de comprender la evolución de la saga y de su estudio desarrollador.
De nuevo se manifiesta la naturaleza dual de este paquete de remasterización pues por un lado tenemos un juego de hace seis años que ya manifestaba condiciones de lo que hoy es aceptable gráficamente mientras que del otro tenemos un título más viejo y al que el avance de la tecnología le pasó factura y en esta adaptación no pudo llegar a un nivel óptimo por sus controles sobre todo. En lo visual Absolution simplemente necesitaba una mano y Blood Money por más que se pueda ver en 4K no deja de verse viejo, lo que nos hace pensar que quizás lo mejor sería un remake de éste último… algo que se ve muy lejano.
Por coherencia con nuestras calificaciones y tomando en cuenta que el paquete se manifiesta como un producto que compite con todos los demás le damos un 65 de calificación.