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PS5
Coffee Stain North
Coffee Stain Publishing
17/11/2022
El año 2022 sigue su curso, y si bien ya se lanzaron grandes videojuegos de la talla de God of War Ragnarok, Sonic Frontiers, y Gotham Knights, aún quedan cosas importantes por explorar. Eso mismo le podría quitar reflectores a juegos independientes que cuentan con su propio público, y que realmente valdría la pena echarles un vistazo. Dentro de estos juegos con menos presupuesto tenemos ni más ni menos que a Goat Simulator 3, el regreso de tan singular cabra que llegó a diferentes dispositivos en el 2014. Idea que fue algo absurdo para muchos usuarios en aquellos tiempos, pero que al final logró enganchar a cierto público, y por ende, vendió un número decente de copias en todas las plataformas. Así llegamos al escenario donde conocimos este juego, el Summer Game Fest 2022, evento en el que nos dieron grandes avances como nuevo gameplay a The Callisto Protocol, la revelación de The Last of Us Part I y hasta un vistazo más profundo a Lies of P. Sin embargo, el juego de la cabra era algo que tal vez no veía venir nadie, ni siquiera los propios fanáticos del primer juego.
Algo que también llamó la atención fue el número tres en el nombre, dado que haciendo una recopilación de información no hay una versión del título que tenga el dos incrustado. Ni los propios desarrolladores han dado una respuesta. Pero salieron tantos DLC, que fácilmente dichas aventuras adicionales se podrían considerar como la segunda parte. Bien, el lanzamiento del videojuego está básicamente a la vuelta de la esquina, y sí, ya hemos podido echarle sus respectivas horas para contarles si vale la pena gastar en esta nueva aventura de la cabra. Por lo que vamos a repasar a profundidad su apartado de gráficos, jugabilidad, música y los aspectos técnicos que son bastante importantes para todo videojuego. Vale la pena mencionar, que soy un gran fanático de los juegos sandbox por lo que veremos si es tan grande como promete ser, pues los creadores mencionaron que la extensión del mapa sería 18 veces más que el original. Aún así, si no le metes actividades a estos sitios, no tiene sentido ocupar espacios titánicos llenos de árboles.
¿Logrará Goat Simulator 3 ser una buena secuela de la serie? O tal vez, ¿ Es mejor jugar a otros títulos más interesantes? Bueno, eso lo vamos a ver en la siguiente Atomix Review que con gusto he preparado para ustedes. Con un alocado gameplay a los ojos de un personaje protagonista que se sale de lo convencional en todo aspecto posible.
Toma tu vestimenta más extravagante, un par de lentes para el sol y la actitud más badass posible para recorrer una isla repleta de explosiones, animales, misiones y tareas que hacen guiños a la cultura pop. Es momento de explorar Goat Simulator 3.
Aunque pueda parecer extraño, Goat Simulator 3 tiene algunos elementos que se pueden considerar como de historia, dado que al inicio del videojuego nos llevan presos. Y durante el trayecto introductorio nos mencionan todas las aventuras que ha tenido la cabra, desde su incursión en la ciudad hasta el viaje al espacio que tuvo en el DLC.
Presuntamente quien nos tiene bajo custodia es ni más ni menos que un granjero, quien nos transporta a la isla conocida como San Angora, misma que tiene ecosistemas variados. Pues podemos pasar de una granja, hasta una ciudad pequeña con rascacielos enormes y diferentes comercios que al parecer tienen buena clientela.
No se deja tan claro, pero es evidente que nuestra cabra favorita deberá tratar de escapar del lugar, o al menos es lo que se entiende debido a la premisa que tenemos del secuestro. Para eso deberá hacerse más fuerte y realizar decenas de travesuras que lo llevarán a conseguir experiencia, armamento y distintos trajes para lucir de lujo.
Como ya mencioné, la historia de este juego no está del todo clara, pero realmente no tiene por qué tener sentido o una extensa biografía para darle un trasfondo gigante al protagonista que manejamos. Lo bueno, es que de menos nos dan el contexto del por qué estamos en dicha isla, lo que venga después realmente ya no es tan importante.
Pasamos al verdadero juego de esta entrega y eso es el gameplay. Establezcamos primero que el título es un sandbox, algo parecido a otros videojuegos como los de la saga de Grand Theft Auto. Aquí vamos a manejar a nuestro avatar principal, la cabra, la cual se puede mover de manera libre dentro de este jardín que es representado como una isla.
Lo más interesante del juego, es que genuinamente no se siente vació por todas las actividades que se pueden explorar, ya que tendremos misiones por cumplir al más puro estilo de mundo abierto. Esto va desde engrasar una máquina, golpear a cierto número de enemigos, recolectar objetos y algunas otras que en el papel suenan absurdas.
Vale la pena mencionar que cumplir con los objetivos no es en vano, dado que vamos reunir puntos que fungen como dinero para poder cumplir diferentes skins para nuestro personaje. Esto incluyen accesorios para la cabeza, cuerpo, pies y hasta hacer que nuestra simpática cabra se convierta en un espantapájaros o una jirafa andante.
Muchos de estos objetos se pueden obtener mediante la tienda del menú, pero hay algunos otros más especiales que se consiguen completando las misiones y valen totalmente la pena obtenerlos. El ejemplo más claro es la mochila cohete, misma que propulsará al avatar de forma imprecisa pero rápida por todo el mapa del juego.
Los movimientos que usaremos a nuestro favor son de lo más sencillos de utilizar, entre ellos el clásico golpe de cabeza, un salto moderado, el poder hacer acrobacias y también hacer grind sobre los rieles. También tenemos la clásica lamida de la serie, misma que le permite al personaje usar su lengua para pegar diferentes objetos y llevárselos, esto también va para los NPC’s del mapa.
Hay que mencionar que las físicas de nuestro avatar son de lo menos solidas, dado que cuando lo golpean se suele caer con fragilidad, como si fuese un muñeco de trapo del algún videojuego beta. Este fallo se puede justificar, dado que es básicamente la esencia de la franquicia, pues la misma fragilidad deja ver momentos extremadamente divertidos en explosiones que sacarán volando al personaje por metros en el aire.
Algo que también se debe comentar es la acumulación de puntos iluminati, mismos que ganaremos al completar algunos objetivos y que nos sirven para canjear por recompensas en el castillo cabra. Para tener acceso a este universo, debemos entrar en las diferentes torres repartidas por la isla. Son muy parecidos a los puntos de control que se ven en los juegos de Ubisoft.
Eso sí, una vez que te termines las misiones no habrá mucho por hacer, existen algunos mini retos como los instintos, pero siendo sincero, la diversión se encuentra en los objetivos concretos. Aunque si eres una persona que disfruta totalmente haciendo locuras en el mapa, no deberías tener problemas para pasarlo bien.
Para finalizar también tenemos la utilización de vehículos, mismos que se pueden robar al estilo GTA, sirven bastante para movilizarse de forma más rápida en el mapeado. Tienen un control cuestionable, dado que con el menor golpe serán pulverizados, al menos no tienen problemas para llevar de un lado a otro de manera sencilla.
Algo que hace especial a Goat Simulator 3 es la opción de poder activar el multijugador, se podrán unir hasta tres jugadores más para explorar el gigantesco mapa y hacer todo tipo de locuras. A esto se le suma que habrá minijuegos disponibles que pondrán a los usuarios a usar toda su experiencia en el juego.
No está de más comentar, que para unirse a la partida hay algunas limitantes específicas, y eso es la conectividad entre plataformas, pues por ahora no hay nada de crossplay. Eso significa, que si quieres jugar con todos tus amigos, deberán adquirir el videojuego en la misma plataforma, y no está tan claro si esto se va a cambiar a futuro. También se puede jugar de manera, eso es algo positivo.
Otro de los elementos de los que me gustaría hablar son las referencias a la cultura pop y otros juegos, pues en la parte de la ciudad casi todo está tapizado de carteles con guiños bastante obvios. Esto va desde la cadena de cafés Starbucks, convenciones como la Comic-Con y hasta una tienda de teléfonos bastante parecida a las de Apple.
También hay ciertas misiones que pueden recordar a videojuegos bastante famosos, se incluye a un shooter bastante querido de Bethesda que ya tiene sus años en el mercado. Por su parte, hay una referencia bastante clara hacia Hideo Kojima, concretamente cierto proyecto con el se enlazó por varios años y hasta la actualidad. Obviamente también hay escenas y misiones que pueden recordar a películas famosas, pero soltar nombres en esta reseña le quitaría el sentido, sobre todo a los usuarios que van a adquirir este juego. Solo diré que vale la pena totalmente revisar cada rincón, pues hay muchos elementos que encontrar en tan singular juego.
Hablando de elementos, quiero comentar rápidamente que nuestra cabra se puede electrocutar o quemar, algo que servirá para interactuar con el entorno y quemar ciertas cosas al pegarse lo suficiente o lanzar bolas de fuego. En cuanto a la electricidad, puede funcionar para activar mecanismos que estén cortos de energía.
En el panorama general del gameplay, hay que esperar algo de la talla de los juegos anteriores de la serie, solo que ahora todo se expande a un mundo más grande y eso es bastante interesante. Por lo que los usuarios pueden divertirse totalmente, ya sea en compañía o pasando las diversas misiones en solitario.
Los gráficos de Goat Simulator 3 los podríamos definir como simples, pues realmente no se ven mal para ser de un juego de no tan alto presupuesto, de hecho se utilizó Unreal Engine para dar vida a la isla de San Angora. Digamos que no es la octava maravilla del mundo, pero tampoco quedan a deber para el juego que se trata.
Eso sí, no hay que esperar grandes animaciones para los personajes que encontramos en el mapa, de hecho los humanos se ven carentes de expresividad debido a que están elaborados en masa, por mucho que tengan voces. Por su parte los animales tienen más atención al cuidado, especialmente las cabras y su pelaje definido que se aprecia en pantalla.
El escenario es colorido, con sus diferentes contrastes que llevan de una sección de granja, otra más citadina, un bosque, las playas y hasta el área central que es el castillo de las cabras. Sin embargo, como hay muchos elementos por cargar, es evidente que el pop in iba a estar presente, lo mismo va para la caída de FPS cuando hay muchos personajes o explosiones (con todo y que lo probamos en PS5).
Por su parte, la música es de lo más variada, cada sección del mapa tiene básicamente sus temas seleccionados, tal vez no son tan buenos como para conservarlos en la mente, pero vale la pena echarles un oído. Desde un buen sonido de rock, metal, pop, electrónica y hasta jazz hay presente, por lo que nunca se queda en lo convencional.
También están los efectos de sonido que hacen muy buena compañía cada acción, desde golpes, saltos, la caída del agua, incluso las lamidas que la cabra le da a diversos objetos y NPC’s. Claro, también están presentes las muestras de audio que implican animales, no solo son cabras, pues hay mucha más fauna en el videojuego de mundo abierto.
Podemos decir que tanto la parte gráfica como de música es lo que se puede esperar de un juego de esta índole, no es un desastre total pero tampoco destaca en comparación a otros títulos. Digamos que se cumple, sobre todo por que se trata de una producción que no busca llevarse juego del año, solamente darle risas a los jugadores.
Como un cierre para esta reseña, debo decir que Goat Simulator es un videojuego decente, con un nuevo mapa por explorar, claramente superior a la entrega pasada que llegó hace ya unos ocho años atrás. Y si bien se pulen algunas mecánicas, esa esencia que hizo tan especial a la franquicia sigue presente sin ningún tipo de problema.
La opción del multijugador es un añadido muy bueno, sobre todo para quienes quieren hacer todo un desastre en el mapeado, todo con el fin de pasar un momento en el que no hay que tomarse nada con seriedad. Aunque por ahora ese asunto es complicado, dado que todos los jugadores necesitan adquirir el juego en el mismo dispositivo.
También está la parte de referencias, misma que hace guiños a todo tipo de marcas destacadas en la cultura pop, así que si eres cazador de easter eggs, vas a pasar un buen tiempo explorando cada detalle. El pero más grande del juego es básicamente ser una actualización de la primera parte, pues no se innova como para que se convierta en una joya de la industria.
En resumen, si disfrutaste el original y quieres llevar eso a proporciones más grandes, es evidente que te va a gustar por muy simple que sea su humor y también por su rendimiento gráfico. Es totalmente una sátira hecha videojuego, y si somos sinceros, cumple con su función de divertir. No es para nada un GOTY, y no creo que quiera serlo.
La versión que jugamos para elaborar esta reseña fue la de PlayStation 5.