3DS
3DS
Intelligent Systems
Nintendo
19/02/2016
40 minutos de una intensa batalla y mi corazón sigue latiendo rápidamente. Mis fuerzas se encuentran diezmadas y estoy totalmente rodeado por varios Wyven Raiders. Paso en falso. Subaki es alcanzado por una flecha y cae en combate. Muy dolorosa baja, pero necesito seguir adelante. Takumi y Reina hacen una gesta heroica derribando a cuanto enemigo se acerca a mi grupo principal que avanza con paso lento. Cuando parece que lo he logrado, cuatros nuevas amenazas aparecen de la nada. Todo depende del siguiente turno. Debo resistir un par de movimientos más para después activar un Dragon Vein que me dé ventaja táctica en el campo. El enemigo falla y mi plan da resultado. Respiro. Cada uno de mis siguientes golpes dan justo en el blanco y me hago de la victoria. La adrenalina se convierte en un intenso sentimiento de victoria. Esto es Fire Emblem Fates: Birthright.
Cuando uno ver por primera vez un RPG Táctico funcionando, puede pensar que la experiencia está mucho más ligada a un juego de mesa que a un videojuego en sí, por lo que difícilmente te puedes llegar a imaginar todas las emociones que se provocan a través de este tipo de gameplay. Intelligent Systems lleva ya un largo tiempo perfeccionando el género y con Fire Emblem Fates, podemos decir que se encuentra muy cerca de conseguir llegar a ese punto que muchos consideran imposible. Birthright es una celebración a esta maravillosa franquicia y al género en general, pues se trata de una obra que brilla intensamente en prácticamente todos sus apartados.
Creo que lo mejor es comenzar esta reseña contándote de qué va un RPG Táctico, pues la verdad es que a pesar de la enorme popularidad que tomó Fire Emblem gracias al sensacional Awakening, muchos siguen siendo completamente ajenos a esta clase de juegos.
Como su nombre lo indica, estos títulos combinan lo mejor de los JRPGs clásicos, con elementos de estrategia, asunto que como seguramente te estás imaginando, deriva en una muy compleja fórmula que tiene un sin fin de posibilidades por demás interesantes. La verdad es que me cuesta trabajo pensar en otro subgénero de los videojuegos que funcione tan bien pero sobre todo, que contenga mecánicas tan refinadas.
Podríamos decir de manera bastante superficial pero acertada, que estos juegos tratan de estar tomando complicadas decisiones en todo momento. Resulta de suma importancia saber qué unidad usar contra qué tipo de enemigo, sin embargo, siempre hay que estar pensando uno o dos turnos adelante, pues puede que uno de tus héroes acabe sin problemas con algún obstáculo, pero que al siguiente momento, esté en grave peligro debido a que quedó mal parado ante el resto de los rivales. El posicionamiento y ventaja táctica en el campo de batalla, puede llegar a serlo todo.
Birthright regresa con el mismo sistema de juego que Awakening, sin embargo, le hace un par de ajustes aquí y allá que lo acercan a la perfección. El primero y más notable es el que vemos en el nuevo triángulo de armas y clases. Ahora, la magia y los arqueros entran dentro de todo este ciclo, por lo que ya no se rigen por sus propias reglas aparte, además, se añadieron nuevas clases como los Samurai y los Ninja.
Espadas y magia tienen ventaja sobre las hachas y arcos, mientras que éstas superan a las lanzas y otras armas como los shurikens. Por su parte, estas últimas vencen a las que te mencioné al inicio de este párrafo. Como te podrás dar cuenta, las cosas se volvieron un poco más complejas, no obstante, creo que todo ahora es mucho más fácil de entender gracias a un cambio menor que se hizo en la interfaz, pues ahora, en el ícono de arma de cada unidad, aparece el color que representa a la clase a la que pertenece, y abajo vemos el color al tipo de unidades a las que supera.
Por supuesto todo esto no es tan simple como uno podría pensar, pues además de que debes tener muy en cuenta al tipo de unidades que tienes en frente antes de dar un paso, tienes que estar muy consiente de los stats de las mismas; es decir, qué armas cargan, cuál es el poder de las mismas y con qué habilidades te podrían sorprender.
Como te comentaba, el parado en el campo de batalla es de suma importancia, justo como pasa con el ajedrez, por ejemplo. Al igual que sucede con su antecesor, Birthright no solo se trata de ir avanzando unidades al asar, sino que debes tener especial cuidado en cómo es que éstas se mueven, casi como si estuvieras a cargo del mecanismo de un reloj. En Awakening era importante tener a tus unidades siempre acompañadas, ahora, esto llega a ser un tema de vida o muerte.
Los enemigos cuentan con la posibilidad de atacar y defenderse en pareja, o de aprovechar a las unidades adyacentes para tener ventajas al momento de los enfrentamientos directos. Lo anterior hace que nuestra visión del campo de batalla cambie por completo, pues dejar a una de nuestras unidades completamente solas, puede ser una pésima idea, sobre todo si nos encontramos en una misión en la que debemos dividir a nuestras fuerzas. Hablando de esto último, sentí que se le dio un especial énfasis en Fire Emblem Fates, pues constantemente me vi en la complicada necesidad de dividir a mi ejército con tal de sobrevivir a las embestidas del enemigo. Es esencial que sepas moverte de norte a sur, de este a oeste y viceversa.
Se dice que Birthright es la experiencia más sencilla de Fates y que todo el que esté apenas conociendo a la serie o incluso al género, debe comenzar por esta versión; sin embargo, te puedo asegurar que no será un paseo de domingo por la mañana, pues a pesar de contar con un sistema un poco más benevolente que el de su contraparte, los complicados retos estarán a la orden del día, siempre y cuando tengas las muertes permanentes actividades, pilar fundamental de esta serie.
Otro punto que seguramente más de uno notará, es que ahora, las armas no se desgastan con el uso. Los báculos para recuperar salud sí lo hacen, pero cosas como las espadas, hachas o lanzas, ya no requieren de ser reparadas. La verdad es que me he estado rascando el cerebro por varias horas intentando comprender esta determinación por parte del equipo desarrollador, sin embargo, aún no encuentro el objetivo de esto. Lo que en mi experiencia causó fue que tuviera una gran reserva de dinero acumulada por no tener la necesidad de estar renovando el equipo de mis unidades constantemente.
La forma en la que el gameplay en general fue ajustado en Fire Emblem Fates: Birthright es algo que no vemos tan seguido en esta industria que tantos cambios ha sufrido en los últimos años. Sabemos que RPG Tácticos hay muy pocos en el mercado, sin embargo, prácticamente cada vez que sale uno, es momento de festejar. Intelligent Systems encontró la manera de refinar algo que ya estaba cerca de ser perfecto. Los cambios en este apartado son familiares por un lado, pero revolucionarios por el otro.
Uno de los sellos más importantes de todo Fire Emblem tiene que ver con la muerte permanente de los personajes que nos acompañan en nuestra aventura. Si tal o cual héroe dio un paso en falso y te encuentras jugando en esta modalidad, no lo podrás recuperar a menos de que reinicies la partida, cosa que muchas veces es más dolorosa si es que ya llevas 30 ó 40 minutos librando una feroz batalla.
En mi opinión, simplemente no hay otra manera que jugar Birthright que en el modo clásico, es decir, con muertes permanentes. Quitarle este pilar al juego, mata buena parte de cómo es que funciona su gameplay, pues básicamente, le estás arrancando todo el elemento de adrenalina al título. Algo que hace tan grande a este juego es que cada paso que das se siente relevante, ni siquiera en el prólogo se nos permite avanzar descuidadamente sin que haya consecuencias.
¿Qué es mejor? ¿Perder para siempre a este personaje que llevas horas y horas subiendo de nivel, o despedirte de un buen rato de juego? Al final, la decisión es de cada jugador. Solo te diría que tengas en cuenta que puede llegar un punto en el que por haber perdido tantas unidades, te sea prácticamente imposible seguir progresando, por lo que deberías de reiniciar la campaña entera.
Evidentemente, Nintendo nos e iba a dar el lujo de lanzar un juego que no estuviera blindado para los tiempos que vivimos actualmente. Además de contar con la posibilidad de apagar las muertes permanentes (si pierdes a una unidad en combate, esta reaparece al término de la batalla) se añadió el modo Phoenix, el cual, en mi opinión destruye por completo la verdadera esencia de Fire Emblem, pues en caso de que uno de tus personajes muera, éste revivirá luego de que se complete el turno; es decir, perder resulta prácticamente imposible.
Se bien que ahora, los videojuegos se han vuelto experiencias mucho más universales que buscan gustar a la mayor cantidad de gente posible, sin embargo, me parece inaceptable que se estén dando este tipo de concesiones a quien supuestamente solo quiere experimentar la historia. ¿Cómo sería el futbol si le quitara el balón porque ahora, un grupo de personas solo gusta de correr dentro de la cancha? Así de absurdo me parece el tema de no poder perder personajes en Fire Emblem.
Cuando hablamos de este género, forzosamente tenemos que hacer referencia al tema del posicionamiento táctico. Para serte sincero, creo que las mecánicas de juego de Birthright son tan sólidas, que bien podría funcionar en mapas completamente planos que contuvieran uno o dos obstáculos. Evidentemente, al ser parte de Nintendo, Intelligent Systems se toma el diseño de niveles muy en serio y para esta entrega, nos ha dejado claro que cuenta con un dominio de los mismos verdaderamente impresionante.
Sí, es muy importante que tus unidades estén bien entrenadas y armadas para el momento de los enfrentamientos, sin embargo, es igual o más determinante cómo es que estás se mueven en el campo de batalla. Como seguro ya sabes o al menos te imaginas, cada clase determina la movilidad de los personajes. Un Sky Knight se moverá prácticamente sobre cualquier terreno en una enorme cantidad de casillas, mientras que un Samurai, lo hará de manera mucho más mesurada.
Es verdaderamente sensacional ver cómo es que Fire Emblem Fates: Birthright juega con todas estas posibilidades, presentándonos niveles muy variados que ponen a prueba tus habilidades. Algo que noté es la forma en la que el juego nos hace cambiar constantemente la forma en la que vemos el campo de batalla. En un momento estás peleando en un escenario con pasillos y puntos muy estrechos y al siguiente, te encuentras en un mapa abierto en el que puedes recibir ataques desde casi cualquier dirección.
Otro punto que sentí bastante constante tiene que ver con que el título te fuerza a dividir tus unidades para poder sobrevivir. Lo anterior seguramente le causará mucho estrés a más de uno pero créeme, si te tomas el tiempo para conocer de manera profunda a cada uno de tus personajes, estos eventos harán que te hagas mucho más diestro en el arte de la guerra. Una solución a lo anterior es mantener siempre un perfil mucho más defensivo y compacto; es decir, mantén a tus unidades cerca y estáte muy al pendiente de que los healers, por ejemplo, siempre estén fuera del alcance enemigo.
Lo mejor es que para Fire Emblem Fates: Birthright, Intelligent Systems no se limitó con presentarnos solo nuevos escenarios a los que ya habíamos visto en pasadas entregas de la serie, sino que fue un poco más allá para hacer que la cosa cambiara radicalmente, esto claro, teniendo especial cuidado de que existiera un equilibrio entre el diseño de niveles y las mecánicas de juego básicas.
Como te platicaba al inicio de esta reseña, algunos mapas cuentan con casillas especiales en las que Corrin, nuestro protagonista, puede hacer uso del Dragon Vein, una habilidad que tiene la capacidad de transformar partes del terreno para distintos propósitos. Por ejemplo, hay un nivel en el que puedes aplanar montañas de nieve para que tus enemigos pierdan ventaja táctica, mientras que en otros puedes causar tormentas para que las unidades voladoras pierdan movilidad. Recuerdo con especial odio un escenario en el que se van activando trampas con púas en el suelo, las cuales, causan que todas las unidades dentro del área, reciban daño al final de cada turno.
Estos son solo un par de ejemplos de cómo es que funciona esta nueva mecánica de juego que mi opinión, se integra de manera perfecta al ya de por sí sublime diseño de niveles de Fire Emblem Fates: Birthright. Es un deleite ver cómo es que algo que puede parecer tan simple, impacta de maneras tan importantes a la forma en la que se disfruta un juego como este.
Además de contar con sistemas de juego excepcionales, los Fire Emblem siempre nos han contado historias memorables que nos marcan para siempre. Birthright no es la excepción, pues presenta elementos narrativos verdaderamente interesantes que pocas veces en este medio al que tanto trabajo le sigue costando contar historias verdaderamente trascendentales que no se queden como algo efímero.
A diferencia de lo que vimos en Awakening, Fates toma un camino en donde la política y conflictos sociales tiene un mucho mayor peso que todo este tema mucho más fantasioso, esto claro, sin de dejar de echar mano de algunos recursos de este género para hacer aún más épico el relato que está intentando contarnos.
En Birthright tomamos el control de Corrin, un príncipe que fue criado en el reino de Nohr pero que en realidad, pertenece a la nobleza de Hoshido, nación con la que se encuentran en guerra. Después del capítulo seis del juego, te hacen escoger entre seguir con la familia que te crió o regresar a tus raíces. En caso de que hayas comprado Fire Emblem Fates: Birthright, te irás por la segunda opción.
En esta versión de Fates se podría decir que jugamos del lado de los buenos, pues Hoshido es un reino lleno de personajes honorables que a pesar de estar dispuestos a matar y morir por su país, siempre buscan la vía diplomática para resolver los problemas. Esta facción está completamente inspirada en la época feudal japonesa, en donde los Samurai eran grandes guerreros al servicio del rey o reina que se encontrara gobernando.
El enemigo es el contrastante reino de Nohr, el cual, toma elementos de la civilización occidental europea que vimos durante la época medieval y con el cual, podrás jugar si adquieres Fire Emblem Fates: Conquest. Estar del lado contrario a estos, es verdaderamente interesante, pues vez los fuertes cambios que sufren por contar con todo tipo de personajes dentro de sus filas, sobre todo si tomas en cuenta que Corrin nuestro protagonista, en realidad fue criado bajo sus leyes.
Al inicio pensé que todo Fire Emblem Fates tan solo se basaría en el conflicto entre estos dos países, presentando algunos elementos políticos de interés, sin embargo, conforme la historia se va desarrollando, poco a poco te empiezas a dar cuenta de que no todo es tan simple, pues otras facciones y naciones se encuentran en medio de toda esta guerra.
La narrativa de Birthright es una verdadera maravilla. La forma en la que se nos va contando la historia y cómo es que ésta es completamente impredecible, harán que todo el tiempo quieras saber más y más sobre ella. Puede que en un momento estés combatiendo a cierto personaje que podría ser tu mayor enemigo y al otro, haya ocurrido un evento que te fuerza a formar una alianza con él o ella.
Fire Emblem Fates es un verdadero drama familiar lleno de emociones, tragedias y momentos felices. Muy de vez en cuando vemos videojuegos con guiones tan destacados y tan bien ejecutados. Cada uno de los diálogos que vemos en pantalla, son inteligentes y muy bien pensados, asunto que si lo combinas con lo impredecible que es toda la trama, te da como resultado una historia épica que nadie se debería perder.
A pesar de que sigo firme ante lo absurdo que es agregar algo como la modalidad Phoenix a Fire Emblem, creo que puedo asegurar que estamos frente a un juego que vale completamente la pena solo por su historia, con todo y lo grandioso que son sus mecánicas de juego y diseño de niveles.
Al igual que pasa con cosas como las muertes permanentes, Fire Emblem siempre se ha caracterizado por el especial énfasis que hace a todo el tema de las relaciones humanas. En caso de que nunca hayas jugado un juego de esta serie, te comentamos que la forma en la que se relacionan los personajes, impacta directamente a cómo es que estos se comportan en el campo de batalla, asunto que por supuesto, le agrega aún más profundidad al intrincado sistema de gameplay.
En Fire Emblem Fates: Birthright regresa la posibilidad de forjar lazos en el mismo campo de batalla; es decir, si cierto personaje pelea constantemente al lado de otro, estos comenzarán a crear una relación mucho más estrecha que les servirá en futuros enfrentamientos. Dicho punto se refuerza con las charlas que tienen fuera de combate, las cuales, son tan divertidas e interesantes como lo eran en Awakening.
Algunos personajes pueden alcanzar el grado S en su relación para formalizarla o convertirse en pareja que eventualmente dará nacimiento a un hijo, el cual, podrá formar parte de nuestro ejército si es que cumplimos con una misión especial que se abre conforme la historia se va desarrollando.
En el caso de nuestro personaje principal, éste podrá hacer que la relación con cierto personaje vaya adquiriendo cada vez más fuerza a través de las interacciones que tenemos con él o ella en nuestro cuartel general, esto claro, sin descuidar cómo es que estamos conviviendo con el resto de las fuerzas que componen a nuestra armada.
Puede que a más de uno esto de estar jugando a simular vida social no le sea tan atractivo, no obstante, creo que si te tomas un tiempo para entender cómo es que todo funciona y cómo es que le puedes sacar ventaja cuando estés en combate, hará que empieces a verlo con otros ojos.
Sin importar cuál sea tu caso, tenemos que aceptar que Intelligent Systems se mantuvo por un camino bien conocido y le hizo un par de ajustes que en general, creo que le vinieron muy bien a toda la experiencia de juego dentro de Fire Emblem Fates: Birthright. Seguro habrá quien se pase horas y horas jugando con todas las posibilidades que brinda intercambiar diálogos entre uno y otro personaje.
¿Qué sería de una sensacional historia sin una profunda atmósfera que la acompañara? Primero lo primero. Sí, los modelos de los personajes en tiempo real, ya cuentan con pies, elemento del que se habló mucho en Awakening, de igual formal, los increíbles cinemáticos en 3D estilo anime, están de regreso para hacer que la mandíbula de cualquiera se caiga al piso por lo increíblemente bien que lucen.
Cada uno de los preciosos sprites que representan a los personajes en el campo de batalla lucen un nivel de detalle verdaderamente impresionante, mientras que sus contrapartes en 3D también fueron modeladas de buena forma. Los escenarios se sienten vivos y según los vayamos afectando con nuestras decisiones en la batalla, estos también van cambiando su apariencia, tanto cuando estamos en el top down view, como cuando la cámara se acerca al combate. Por ejemplo, si usamos un Dragon Vein para secar un río, éste lucirá de esa forma sin importar nuestra perspectiva. Gran nivel de detalle.
Otro punto que seguramente notarás en cuanto le pongas las encima a cualquier versión de Fates si es que jugaste Awakening, es la nueva animación de transición entre el mapa táctico y los enfrentamientos directos. Ahora, cada vez que sea momento de ver una batalla, la cámara girará dramáticamente mientras un blur aparece en el fondo, esto hasta que ya vemos los modelos 3D de los personajes desde cerca. Dicho efecto me pareció sensacional, pues creo, brinda mucho más dinamismo a los enfrentamientos, mientras que en la parte estética, hace que todo el juego se sienta más homogéneo.
La música de Fire Emblem siempre ha sido de lo más importante para toda esta serie, al punto de que en Japón, se realizó un concierto sinfónico para celebrar sus 25 aniversario el año pasado. Para deleite de todos nosotros, Fire Emblem Fates: Birthright cumple de manera magistral en este apartado, presentándonos temas clásicos con arreglos y melodías completamente originales que seguro harán que tu piel se erice.
El trabajo de Hiroki Morishita, Takeru Kanazaki, Yasuhisa Baba, Rei Kondoh y Masato Kouda, es algo de lo que en mi opinión, se debería de estar hablando con mucha más enjundia. Simplemente no hay nada mejor que sentarte en lugar tranquilo con unos buenos audífonos a disfrutar de la sensacional banda sonora de Fire Emblem Fates: Birthright. Al igual que lo dije con la historia, creo que estamos frente a un juego que tan solo por su música y dirección de arte, vale completamente la pena disfrutar.
Vamos ahora a la parte no tan grata de Fire Emblem Fates: Birthright. Si jugaste Awakening, seguro recordarás sus increíbles menús e interfaz en general que servía como apoyo a toda la atmósfera en general del juego. Pues bien, en esta ocasión, los desarrolladores decidieron hacer algunos cambios, los cuales, me parece que tienen como objetivo hacer todo sea más práctico al costo de sacrificar algunas cosas.
Ahora, en lugar de recorrer un bello mapa que se movía en forma de esfera para simular un globo terráqueo que nos hacía sentir en carne propia las distancias que nuestros aventureros recorrían, se echó mano de un hub principal para que desarrollemos todas nuestras actividades secundarias como mejorar armas, forjar lazos entre personajes y hasta jugar a la lotería.
Dicha área es conocida como Castle, el cual, podrás modificar a tu antojo, incluso cambiar elementos estéticos para que quede justo como tú quieras. Algo muy interesante es que eventualmente, este lugar será invadido por fuerzas enemigas, momento en el que se abrirá una misión especial en la que lo debemos defender. La verdad es que resulta bastante complicado evitar que el enemigo llegue al trono para vencernos, pues nuestras unidades son colocadas de manera muy separada.
Después de que completes todo lo que puedes hacer dentro del castillo, puedes ir al overworld, el cual, tan solo se trata de una lista de batallas que puedes librar. Desde la misión principal para progresar en la historia, pasando por los famosos retos para subir de nivel a tus unidades, hasta llegar a las secundarias en las que normalmente, se nos permite reclutar a un nuevo personaje, será tu paso por Birthright.
Creo que a pesar de que todo funciona de manera correcta, la idea de tener que regresar constantemente a un castillo lleno de cosas por hacer que se llegan a sentir tediosas, rompe un poco la narrativa, pues se supone que estamos viajando cientos de kilómetros y de la nada, ya estamos muy cómodos en nuestro castillo. Imagino que se trata de una edificación movible o algo por el estilo.
Como sea, esto puede ser tomado como una queja menor entre todo lo que ofrece Fire Emblem Fates: Birthright como videojuego en general. Tan solo me parecía importante apuntar el hecho de que hubiera sido mucho mejor que Intelligent Systems se mantuviera por una línea mucho más orgánica como fue lo que vimos en Awakening.
Cuando entras a una tienda o abres la e-shop de Nintendo para adquirir Fire Emblem Fates: Birthright o Fire Emblem Fates: Conquest, ya estás tomando la decisión de la que te hablaba en el capítulo seis del juego; es decir, cuando compras ya estás decidiendo qué camino seguir en esta nueva entrega de la serie. Por supuesto que esto no tiene relevancia si te hiciste de la edición de colección del juego.
La diferencia básica entre estas dos campañas es su dificultad. Birthright está mucho más pensada para quien tiene poca experiencia con la serie, esto claro, sin dejar de ofrecer un buen grado de reto. Por su parte, Conquest representa un verdadero dolor de cabeza hasta para quien lleva mucho tiempo jugando Fire Emblem, ni se te ocurra jugar primero éste último si es que nunca has probado un juego de la franquicia. Revelation, la tercer campaña que solo se puede adquirir de manera digital, es recomendada para quien ya terminó las dos primeras antes mencionadas.
En caso de que decidas comprar Birthright, ya sea en formato físico o digital, podrás descargar Conquest si desembolsas $20 dólares extra y viceversa. En el caso de Revelation, quien haya conseguido la edición de colección, podrá acceder a ella desde el día uno, mientras que el resto la podrá descargar por $20 dólares el siguiente 10 de marzo.
Podemos decir que por un total de $80 dólares, estaremos recibiendo un mínimo que supera por bastante las cien horas de juego. Nada mal para como están las cosas actualmente en la industria, en donde cada vez es más común que se nos vendan juegos incompletos por $60 dólares.
La mejor manera de definir a todo Fire Emblem Fates en una sola palabra es: Oasis. Por un lado tenemos a un medio que continúa con prácticas abusivas contra el consumidor, intentando engañar con discursos y frases prefabricadas en una sala de juntas de marketing, y por el otro está el maravilloso Nintendo 3DS que, poco a poco ha tenido un importante desaceleramiento en sus lanzamientos importantes. Es un respiro poder saber que al menos de vez en cuando, recibiremos títulos redondos en todos sus aspectos que no se vean comprometidos por factores que poco tienen que ver con su apartado artístico.
Fire Emblem Fates: Birthright no solo es un festejo de esta saga que tantas alegrías nos ha regalado, creo que es un recordatorio de que los juegos de nicho pueden seguir existiendo dentro de un violento mercado cada vez más efímero. Profundas y muy complejas mecánicas de juego, sublime diseño de niveles, una emotiva historia llena de giros inesperados y una suculenta atmósfera delicadamente integrada por su dirección de arte y banda sonora, hacen a este juego una de las mejores experiencias que me haya tocado disfrutar en los últimos años. Nos queda claro que Intelligent Systems está a un paso de perfeccionar por completo el género.
Te dejamos con nuestra reseña completa de Fire Emblem Fates: Conquest.