De entre tantos spin-off de la franquicia Final Fantasy, podría decirse que Crisis Core: Final Fantasy VII es de los más soberbios y emotivos. Del mismo director, Hajime Tabata, vemos ahora Final Fantasy Type-0 HD, juego originalmente de PSP que lleva la serie a nuevos horizontes nunca antes vistos.

A manera de documental, Tabata nos cuenta la historia de una guerra en la tierra de Orience. Militia Empire ha invadido el dominio de Rubrum. Todo ocurre dentro de la mitología Fabula Nova Crystallis, misma que ya hemos visto en la trilogía de Final Fantasy XIII y que posteriormente viviremos en Final Fantasy XV. Esto quiere decir que veremos de nuevo a los Fal’Cie, L’Cie, Eidolons y demás deidades relacionadas con este universo.

En el reino de Orience existen cuatro civilizaciones principales, cada una tiene a su respectivo cristal de vida y su deidad que le otorga protección a cada población. En la historia, el Militia Empire invade a través del uso de tecnología a sus naciones hermanas. Con Magitek y demás tecnologías que buscan acabar con la magia, el imperio deja inservible los cristales de la ciudad oponente. Así, los únicos que todavía pueden defender su territorio gracias a magia exclusiva, es la Class Zero.

La Class Zero es un equipo de catorce estudiantes, cada uno con sus propias habilidades de combate, especialización en armas y tipo de magia. Éstos salen a defender su tierra y liderar una campaña militar en contra del imperio. Se podría decir que el protagonista es Ace, un chico cuya herramienta de pelea son las cartas, pero realmente podremos usar a cualquiera de los adolescentes en todas las misiones.

Atrás dejamos el clásico gameplay de RPG por turnos de la franquicia. Final Fantasy Type-0 HD se vuelca completamente sobre la acción. Con ello, el juego fue revolucionario en muchos aspectos cuando salió hace cuatro años, y con este port por fin podemos ver esta entrega que jamás vio Occidente en su plataforma original, el PSP.

Por su naturaleza portátil, las misiones que llevamos a cabo en este título son usualmente de corta duración y abiertas a la rejugabilidad. Tendremos paso del tiempo al estilo de la serie Persona, en el cual entre misiones podremos explorar la Akademeia, donde estudian los protagonistas, y llevar a cabo misiones secundarias y explorar un poco más de la narrativa del título.

Cuando decidamos ir a la acción, tomaremos una misión del centro de comando de la institución. Con ello, saldremos de territorio amigo para salir al mapa principal y explorar distintas regiones de Rubrum y tomar posesión de ciudades a través del reino. El gameplay, como en los Final Fantasy clásicos, nos llevará a un mapa del mundo en el cual podremos toparnos con batallas aleatorias. El cambio viene al momento del combate, ya que no tendremos barras de Active Time Battle ni peleas por turnos, si no que con un botón daremos un golpe con nuestra arma, con otro usaremos magia, y así dependiendo de qué acción tengamos asignada a cada uno.

En otras misiones tendremos que llegar a ciudades aliadas que han sido tomadas por el Militia Empire. Aquí el movimiento cambiará de una vista cenital en el mapa del mundo a una en tercera persona con movimiento en 3D. Los enemigos serán visibles en la pantalla, por lo que los encuentros dejarán de ser aleatorios. Durante estas misiones habrá espacio para la exploración, pero en su mayoría tratan de avanzar por pasillos al estilo de un hack and slash hasta llegar a un evento o jefe final.

Otro tipo de misiones nos llevarán a un gameplay más táctico, el cual se asemeja a un Tower Defense invertido o un MOBA donde tenemos unidades avanzando hacia territorios enemigos para reconquistarlos. Nosotros, de manera individual y controlando a un héroe, debemos comandar a nuestros ejércitos para que vayan por el camino correcto y conquistando las zonas en el orden indicado para terminar la misión con éxito.

En cuestión de gameplay, el título tiene bastante que ofrecer. Variedad y rejugabilidad le dan un buen valor al juego, además de que siempre estará abierto a la exploración del mapa sin hacer alguna misión en particular, y habrán docenas de misiones secundarias esperando por ser resueltas en los intervalos de tiempo que tengamos libres. Claro, no nos salvamos de banalidades como ir a aniquilar equis número de enemigos para que nos den una extraordinaria Hi-Potion, pero nada que arruine la experiencia.

Realmente el título se adapta a nosotros, y crece paralelamente a nuestra experiencia con él. Ejemplo de ello es el uso de personajes. Al tener catorce posibles protagonistas, en cada misión podremos elegir tres y éstos serán los únicos que ganarán experiencia y subirán de nivel. Cada uno tiene su arma y estilo de combate que se adecue a nuestros gustos. Mientras que Ace ataca a distancia lanzando cartas, Nine utiliza el combate cuerpo a cuerpo con su lanza y Queen es más versátil con magia y el uso de una espada al mismo tiempo.

Si no queremos usar a determinados personajes pero tampoco queremos dejarlos en el olvido, también existe la posibilidad de dejarlos entrenando en la Arena. Así no nos perderemos de posibles habilidades desbloqueables que terminen gustándonos pero que no queremos subir de nivel por nosotros mismos.

El juego brilla por su gameplay, pero sobre todo por su historia. Diría sin duda que es el Final Fantasy más maduro, con temas en una narrativa contada a manera de documental y que nos acerca a una visión más cruda y carnal de los protagonistas. Por primera vez veremos sangre en un título de la serie, y estando en una guerra, la vida y la muerte será algo que nos será familiar en poco tiempo. Además, después de haber jugado la trilogía de Final Fantasy XIII, es agradable regresar a la mitología de los Fal’Cie, y al mismo tiempo ver a nuestros enemigos y música favoritos de la serie.

Donde el título deja mucho qué desear es en los controles y los gráficos. Es curioso que hayan decidido portear un juego de PSP a Xbox One y PlayStation 4; se agradece, pero tal vez no haya sido la mejor decisión en cuestión técnica. La cámara fue añadida para adaptarse a títulos de acción actuales, pero termina siendo un añadido que no va con el espíritu original del juego, por lo que termina sintiéndose acartonada y rígida, además de innecesaria en muchas ocasiones.

Los movimientos se sienten totalmente de PSP, los protagonistas corren al más puro estilo de Crisis Core, algo que tal vez no encaje con títulos contemporáneos de consolas actuales como Final Fantasy XIII. Un Target Lock y herramientas de cámara añadidos se sienten más forzados que integrados naturalmente al gameplay, algo que es palpable desde el primer momento en que tomamos el control.

Finalmente llegan los gráficos. Se agradecen elementos como el blur en los escenarios para dar sensación de profundidad, el motor de iluminación para dar efectos climáticos que hacen la luz del sol más realista, y las sombras que le dan vida a los personajes y arquitectura con la que nos encontramos. No obstante, siempre estamos conscientes de que estamos jugando algo que no va en esa consola. Las texturas lucen bastante deficientes para los estándares actuales, y en todo momento tendremos presente que los edificios, bosques y demás escenarios son adaptados de elementos que originalmente salieron en PSP.

Lo mejor tal vez haya sido la total reconstrucción de los personajes. Éstos fueron modelados completamente de nuevo para ofrecer mayor detalle a elementos como el cabello y la ropa. No obstante, durante escenas cinemáticas será evidente la carencia en expresiones faciales y movimientos más naturales.

Final Fantasy Type-0 HD me dejó con un excelente sabor de boca, aunque siempre tuve que tener presente que de haber salido hace cuatro años en su plataforma original hubiera provocado un mayor impacto en el público poseedor de un PSP. El port está hecho con cariño y esfuerzo, pero no deja de sentirse como un título de portátil con sus respectivas deficiencias de jugabilidad.

Sin embargo, ahí se encuentra toda la magia de la narrativa de guerra, el combate del género de acción inigualable y la mitología de Fabula Nova Crystallis. Una gran dificultad que sorprende hasta al más apto y un gran valor de rejugabilidad acompaña a Final Fantasy Type-0 HD, título que los fanáticos no se deberían perder y que los curiosos podrían darle una oportunidad para probar un acercamiento diferente a la franquicia. Una oportunidad más para escuchar nuestra melodía favorita de Chocobo en un nuevo remix.