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SWITCH
Purple Lamp
THQ Nordic
24/09/2024
Este año se han dado anuncios de regresos realmente no esperados en los videojuegos, pero que realmente valen la pena. Entre los más grandes ejemplos tenemos Marvel vs. Capcom Fighting Collection: Arcade Classics, Donkey Kong Country Returns HD, Tales of Graces F Remastered y algunos más, pero creo que si hablamos de alzar las cejas, ese fue Disney Epic Mickey: Rebrushed. Para quien no lo sepa, esta franquicia fue creada por el estudio, ahora desaparecido, Junction Point, y su líder Warren Spector fue quien tomó la iniciativa de sacar un producto así en 2010 en exclusiva para Wii. Posteriormente sacaron un par de secuelas en 3DS y multiplataforma, con un recibimiento que ya no gustó, lo cual llevaría a la desaparición indefinida de la saga. Sin embargo, en el Nintendo Direct de Partners del mes de febrero fue donde ocurrió la magia, ya que de la nada se anunció la nueva versión mejorada de la primera parte, que a decir verdad no fue un mal juego, pero tampoco cumplió las expectativas. Como fuera, esta revelación tuvo su impacto, ya que muchos jugadores que ahora son mayores de edad lo probaron en su infancia y, por ende, iban a transportarse a la nostalgia.
Llama la atención que, por obvias razones, su estudio no iba a estar a cargo de la versión HD, y así, al poco tiempo conocimos que ahora los responsables son ni más ni menos que THQ Nordic en la publicación y Purple Lamp en el desarrollo. En caso de que no conozcan a estos últimos, ellos han traído los juegos más recientes de Bob Esponja, el remaster de Battle of Bikini Bottom y The Cosmic Shake. Con esto en mente, solo quedaba esperar a que llegara la fecha de lanzamiento, pero en el camino fueron saliendo algunos detalles interesantes como una edición especial limitada, tráilers con las nuevas características y hasta una demo que ya está disponible, lo cual ha hecho que el hype aumente entre los fans del ratón, sobre todo porque ya casi no ha participado en videojuegos más allá del pintoresco Illusion Island. Todo esto nos ha traído al día en que publicamos este texto, pues se nos ha considerado para llevar a cabo una reseña, la cual tiene por objetivo el darles a conocer a ustedes si vale la pena comprarse este remaster. Y, por supuesto, vamos a tomar en cuenta todos los aspectos posibles, pero sobre todo nos vamos a centrar en los cambios y mejoras que tenga en comparación al original de hace más de 10 años.
¿Será Disney Epic Mickey: Rebrushed el regreso triunfal para esta franquicia? ¿O podría tratarse de un clavo más en el ataúd? Bueno, eso lo vamos a averiguar en esta nueva Atomix Review, por lo que te recomendamos tomar tu pincel para adentrarnos al páramo y vivir una aventura que presume de ser épica.
La historia de Disney Epic Mickey: Rebrushed nos lleva a un día común como cualquier otro en la vida del ratón creado por Walt Disney, quien, a la hora de dormir, descubre algo peculiar. Y es que su espejo se convierte en un portal hacia otra tierra, y, como es un personaje de lo más curioso, obviamente no se iba a negar a explorar nuevos horizontes.
Dentro del lugar, observa cómo un mago con sombrero (Yen Sid) se pone a maniobrar sobre una maqueta muy detallada, dibujando por un lado nuevas áreas y borrando otras no tan necesarias con el disolvente que acompaña a este material. Solamente que aquí se puede observar surgir algo de magia de su pincel, lo cual inevitablemente llama la atención.
Así es que Mickey espera a que el anciano se canse y, una vez ocurrido, decide experimentar por sí mismo la magia de la pintura, pero como cualquier novato, las cosas no salen nada bien. De hecho, empieza a echar a perder la pequeña tierra de dicha mesa, causando un vórtice de disolvente y dándole vida a una mancha gigante que trata de borrar todo a su paso.
No pasa mucho tiempo para que el habitante de la casa despierte por todo el ruido generado, así que el ratón decide huir dejando un rastro de destrucción atrás, pensando que tal vez fue un mal sueño. Los años pasaron en la vida del protagonista con éxito tras éxito, pero de repente, y sin previo aviso, el monstruo que creó aquella noche lo toma de los pies y lo absorbe hacia la tierra que echó a perder.
Después de mucha confusión, en la que se incluye la aparición del Dr. Malo, una caricatura bastante antigua, el ratón descubre que se encuentra en un lugar conocido como el Páramo. Un país donde fueron a parar muchos dibujos olvidados, donde habita alguien que ha hecho todo lo posible por mantener a sus habitantes felices: Oswald, el Conejo Afortunado.
La misión ahora es concreta, descubrir todos los secretos de este lúgubre lugar y volver a casa, no sin antes librar a esta gente animada de La Mancha, después de todo, fue error de Mickey haberlo concebido. En el viaje será ayudado ni más ni menos que por el gremlin Gus, su guía a través de lo que será una jornada llena de momentos de comedia y también enternecedores encuentros con toons de la antigüedad.
En cuanto a la historia, no se ha cambiado mucho, ya que está calcada de la original, pero adaptada a nuestra actualidad, y la verdad es que no ha envejecido mal. A día de hoy, se entiende muy bien. Eso significa que, si un niño quiere empezar a familiarizarse con la franquicia de Mickey, no debería haber ningún problema si lo hace con este juego en concreto.
Primero definamos qué tipo de juego es Disney Epic Mickey: Rebrushed, y se trata de un plataformero en tres dimensiones, donde tenemos que mover a nuestro personaje dentro de pequeños escenarios, contando con los movimientos sencillos de este tipo de proyectos, es decir, caminar, correr, golpear, saltar de manera doble o sencilla y poco más.
La característica que distingue a este lanzamiento es que los poderes del avatar se derivan entre borrar o pintar partes del escenario, aunque esto no aplica a todo lo que nos rodea, sino a zonas específicas. Por lo que, al ver una pared sospechosa, la podemos borrar y descubrir un secreto, o incluso dibujar alguna plataforma para llegar a un sitio inaccesible.
También esta parte de la tinta nos ayudará con los enemigos, ya que podemos eliminarlos o volverlos nuestros amigos según el tipo de líquido que les lancemos encima. Eso sí, la tinta no es infinita, ya que contamos con tanques que se pueden rellenar golpeando cofres o cajas, por lo que será necesario buscar de vez en cuando para reabastecernos.
No está de más decir que en el título es necesario medirse en cuanto al uso de ambos materiales, ya que si nos excedemos con el disolvente, se nos considerará como villanos, o si usamos mucha pintura, pasaremos a ser héroes. Si lo hacemos de manera equilibrada, quedaremos en un punto neutro donde no se nos juzgará del todo.
Esto es una especie de sistema de moralidad que influye en las misiones que nos asignan los personajes secundarios, aunque realmente no nos da un final distinto al ver los créditos rodar en pantalla. Claro, hay un par de escenas y diálogos cambiados, pero no es algo de mayor relevancia.
También es importante hablar de los encargos secundarios, ya que habrá elecciones cuando se trate de conseguir ítems y llevarlos de un lugar a otro. En el camino, pueden ofrecernos alguna recompensa mejor, y podríamos preferir romper el acuerdo con quien ya teníamos el contrato. Esto nos lleva a que es necesario pasar el juego más de una vez para conseguir todos los coleccionables.
En cuanto a la distribución de los mundos, podemos acceder a ellos desde la denominada Mean Street, un hub donde es posible comprar ítems y bocetos en las tiendas, conseguir misiones con los NPC y demás. De igual manera, hay misiones concretas que se pueden perder, por lo que es recomendable cumplir con todo encargo posible si nos encontramos con Mickey en dicho mapa.
Algo que gustó bastante en su momento fueron los niveles de transición que se pasan a través de proyectores, cambiando a un gameplay más clásico en plano 2D. La verdad, no son muy largos, pero se agradece tenerlos, ya que aquí hay secretos a encontrar, como los rollos de película, que sirven para desbloquear artes especiales y hasta trajes retro para el personaje.
Para finalizar la parte de jugabilidad, están los jefes, que, al igual que con los enemigos mancha, se pueden derrotar sin hacerles daño con disolvente, lo cual hará que al final conservemos nuestra reputación. También, dependiendo del tipo de líquido con el que ganemos, nos darán un tanque más para aprovechar a lo largo de la campaña.
Cabe aclarar que los mundos se van liberando según el transcurso de la trama, y es necesario recolectar unas bolas de energía especiales para abrir los nuevos proyectores que nos lleven al siguiente objetivo. De este modo, podríamos considerar al título como un Collectathon, al estilo de Banjo-Kazooie o Super Mario 64.
Ahora que ya tocamos la parte básica de Disney Epic Mickey: Rebrushed, es momento de hablar sobre los cambios. Aunque no son tan grandes como para modificar las mecánicas, al menos ayudan a que la experiencia sea más llevadera. Es decir, son ajustes de calidad de vida, y eso siempre se agradece, especialmente para los usuarios que lo volverán a jugar.
Lo primero es la parte de la cámara, ya que en el original era un total desastre, muy difícil de controlar. Ahora, con el stick derecho del control, es posible moverla a donde queramos. Lo mismo aplica para el puntero de la pintura, que se puede mover según la posición; incluso, en el caso de Switch, se puede activar el sensor de movimiento para recrear de manera más precisa lo que hacía el Wii Mote.
De la misma manera, el ratón cuenta con tres nuevos movimientos para los mapas: un ground pound, un dash y un sprint, lo cual hará sentir al personaje más ágil. A día de hoy, su desplazamiento original no es muy rápido, por lo que quienes hacen speedruns podrán mejorar sus tiempos sin ningún problema.
Algo que también se suma son los coleccionables, ya que habrá bocetos por todos lados en los diferentes mundos, lo que incentivará a los jugadores a explorar cada rincón para no perderse ninguno. La propia THQ menciona que hay el triple de objetos por encontrar; incluso, noté que se cambió la ubicación de algunos originales para aumentar el reto de búsqueda.
También hay nuevas misiones por cumplir para conseguir los pines de personajes y objetos icónicos. A esto se agregan más cofres secretos que albergan chapas de colores bronce, plata y oro. Tampoco se puede ignorar la nueva área de cine, donde es posible rejugar los proyectores y conseguir los rollos de película que nos hayamos saltado.
El último elemento que los jugadores amarán es la posibilidad de saltarse los niveles 2D después de haberlos pasado por primera vez, ya que ahora será posible hablar con el NPC de Gus para hacer el skip. Y, hablando justo del personaje, nos aparecerá en momentos concretos para dar pistas sobre lo que se debe hacer a continuación para progresar en la historia.
Llegamos a la parte gráfica de Disney Epic Mickey: Rebrushed, la cual da un salto que vale la pena admirar. El trabajo se ha hecho casi desde cero; no es solo un “copia y pega” del código. Esto se nota desde el inicio, al ver la cinemática de introducción, que es de CGI y se ha re-trabajado para quedar con la mejor calidad posible.
De hecho, están usando Unreal Engine 4 como motor principal de gráficos, por lo que todo lo que antes estaba en resolución SD pasa totalmente a HD. Además, se eliminan las barras negras de Wii, y ahora es posible ver la pantalla completa en 16:9, lo cual encantará a quienes jugaron el original, especialmente cuando se muestran los segmentos animados.
Las texturas se han cambiado totalmente para dar más vida a los escenarios, y los personajes también se han alterado para tener más calidad, lo que se nota a primera vista. Sin embargo, no todas las versiones del juego han tenido el mismo trabajo, y es mi deber señalar que, al menos en Switch, no cumple de la mejor manera.
Por ejemplo, en la versión híbrida se nota rápidamente que la resolución no llega a los 1080p en modo dock y, en el modo portátil, no alcanza los 720p. Los cuadros por segundo se mantienen a 30, pero se caen en varios momentos. Por su parte, versiones como las de PS5 sí están bien trabajadas, ya que ahí los 4K y 60 FPS fluyen sin interrupciones.
En la parte musical, se conservan las melodías utilizadas en el juego original, pero aquí tienen algunos retoques extra para que suenen ligeramente mejor, aunque son detalles sutiles. La banda sonora ya era icónica, por lo que no era necesario alterar nada, y eso también se aplica a los efectos de sonido para las diferentes acciones dentro de la aventura.
En conclusión, Disney Epic Mickey: Rebrushed no puede ser considerado un remake, sino más bien un remaster que se ha modificado lo suficiente para sentirse disfrutable en estos tiempos. Y, aunque la estructura sigue intacta, al menos los detalles molestos del original se han arreglado para que no aburra a los pocos minutos.
La cámara insufrible se ha corregido, se ha añadido el viaje rápido, hay más coleccionables por conseguir, y nuevas habilidades para el movimiento que hacen que no se sienta lento. Por su parte, los gráficos pasaron por un retoque que gustará tanto a propios como a extraños, aunque no en todas las plataformas se optimizó de la mejor manera.
Claro, tiene sus detalles, como la falta de agregados que motiven a completar todo el juego varias veces, o el hecho de que el supuesto medidor de moral sigue sin tener gran importancia. Pero, aun así, quienes nunca probaron el juego de Wii, quizás ahora sea el momento de darle una oportunidad, aunque podrían esperar a que baje de precio.
Al final, pienso que el juego base sigue siendo entretenido hasta cierto punto, pero dejarlo pasar es comprensible, especialmente porque en estos meses están saliendo muchos productos interesantes uno tras otro. En resumen, es un remaster aceptable, pero no un imprescindible de la industria de los videojuegos.
El título se lanza el 24 de septiembre para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, Nintendo Switch y PC.