Reseña: Twisted Metal

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Hay una franquicia exclusiva de PlayStation que ha acompañado a cada consola de Sony. No se trata de cualquier serie: es la que ostenta mayor antigüedad de todas (ni siquiera Gran Turismo es más vieja). Por supuesto que me refiero a Twisted Metal, que, desde 1995, ha colmado de destrucción, velocidad y fierros retorcidos nuestras pantallas.

David Jaffe, creador de God of War, es también conocido por ser una de las mentes detrás de Twisted Metal. Aunque la serie escapó de sus manos por un tiempo (la tercera y cuarta entregas), Jaffe pronto retomó el mando de su creación. El nuevo Twisted Metal de PS3 es su primer y último proyecto en el estudio que ayudó a fundar y que recientemente abandonó, Eat Sleep Play. Los invito a leer la reseña a continuación.

Si el ocho fuera número de la suerte, Twisted Metal de PS3 se llamaría Twisted Metal 8. No es para menos: la serie ha tenido un pasado complicado, pero regresa ahora con un gran refinamiento en los controles y un excelente diseño de niveles. Pienso que esos dos son los pilares que sostienen la experiencia de este título.

La trama es simple: Calypso ha organizado varios eventos y le concederá un deseo al que resulte triunfador. ¿En que consisten estos “eventos”? Es muy simple: súbete a un vehículo (entre más sádico se vea, mejor) entra en un escenario y aniquila a todos los demás competidores. Para conseguirlo, podrás utilizar el arma con que venga equipada tu auto; sin embargo, hará muy poco daño. Es por eso que en todo el escenario podrás encontrar misiles teledirigidos, napalm, minas remotas y otras monerías. La física del juego no está pensada para las carreras, sino para producir los choques más extravagantes que puedan pensar… pero ya hablaremos de eso después.

Lo primero que notarán al tomar el control y empezar una partida es que Twisted Metal no se controla como su título de carreras normal. Los gatillos están reservados para disparar y cambiar de armas, mientras que la aceleración dependerá de Cuadrado. Hay otras maniobras más complejas, como los giros angulados que son posibles gracias al botón Tache. Una vez que vean los videos de entrenamiento estarán conduciendo con un nivel de control y precisión que sólo puedo comparar con Mario Kart 7, pero enfocado al enfrentamiento. Las delicadas maniobras que podrán lograr en lugares cerrados me hacen pensar inmediatamente en Twisted Metal como una especie de racing brawler. Traten de imaginar que se están derrapando en Mario Kart 7 y que tienen el control total del vehículo: sentirán esa misma sensación en los intrincados niveles de Twisted Metal gracias a la magnífica configuración de botones empleada por Eat Sleep Play.

Lo anterior, sin embargo, no está libre de problemas, pues controlar la velocidad del vehículo no es sencillo. Esto es especialmente frustrante contra un jefe en particular, pues debes mantener tu auto justo debajo de él: Cuadrado no tiene niveles de presión como R2. Si bien puedes presionarlo dos veces rápido para activar el turbo, no puedes presionarlo “poco” para no acelerar tanto. Lo que ocurre entonces es que debes maniobrar cuidadosamente mientras presionas Cuadrado y Círculo (el freno) alternadamente para conservar la velocidad deseada. Debo decir que esta molestia sólo se suscitó esporádicamente y en situaciones que no forman parte del núcleo central de la experiencia.

El diseño de niveles es otro aspecto muy interesante. La campaña de un jugador está dividida en tres capítulos, cada uno con un personaje distinto y varios eventos. En cada uno debes cumplir objetivos: ir por una bomba y regresarla a la línea de partida, acabar con todos los demás, exterminar un monstruoso tráiler que arroja enemigos, etcétera. Las ideas en teoría suenan interesantes; sin embargo, en la ejecución me encontré un par de veces deseando terminar el evento, pues simplemente no son tan emocionantes como la lucha abierta y descarada del multijugador. Es una lástima que los sistemas pensados para regular los fantásticos escenarios se hayan quedado cortos. La destrucción de los ambientes es en verdad algo prodigioso: se siente increíble ir a toda velocidad arrojando misiles contra un oponente al mismo tiempo que destrozas casas, señales de tránsito y personas. En algunos otros lugares el piso literalmente se levantará creando corredores y rampas. El único punto débil del diseño de niveles son los eventos de carreras, pues el motor físico del título simplemente no está pensado para conducir por desfiladeros angostos o dar suaves curvas.

En la campaña de un jugador también hay videos que fueron grabados con actores reales que ahondan en la trama principal. Si les gustó la adaptación cinematográfica de Sin City, al menos en términos narrativos, les va a encantar el estilo de estas escenas. Por desgracia, luego de ver una se sentirán muy desconectados por el juego en sí. Simplemente no embonan. En general, debido a este tipo de incongruencias y a algunas frustraciones relacionadas con los eventos, me costó trabajo jugar de corrido la campaña. Caso diametralmente opuesto al multijugador.

¿Qué es lo mejor de Twisted Metal? Su excelente control, que está diseñado para escaramuzas en espacios reducidos o delimitados, sus armas especiales y la persecución frenética de todos contra todos. El multijugador explota el núcleo del juego de una grata manera. 16 vehículos, el clásico modo deathmatch y team deathmatch, nuke (capturar al líder) y hunted (piénsenlo como el “tú las traes” pero con sangre). Si extrañan esas viejas partidas de Mario Kart 64 en las que reventaban globos en una pantalla dividida en cuatro, amarán que Twisted Metal incluye esa misma opción.

Lo he dicho muchas veces: si tu sistema básico de juego es lo suficientemente bueno como para que alguien pueda jugarlo en un contexto infinito sin cansarse, es que tienes algo bueno en las manos. Twisted Metal tiene esa característica. Por desgracia, si se trata de la campaña de un jugador, el título decae por culpa, no del diseño de niveles, sino de los objetivos que debes cumplir, que simplemente no están a la altura del refinado control. Si tienen amigos para jugar en línea o hermanos, primos, amigos, etcétera, pasarán un rato muy divertido retorciendo los fierros de sus rivales.

8.0



P.D. No olviden que estamos, en conjunto con PlayStation, regalando una copia de Twisted Metal. Aquí pueden consultar las bases del concurso.