Reseña: The Cave

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La cueva habla. Nos llama desde sus profundidades invitándonos a explorarla. Espera paciente a los aventureros audaces dignos de sus peligros y les ofrece lo que siempre han soñado. “La cueva” (The Cave) es el nuevo juego de Ron Gilbert y, como siempre con cualquier título que lleve su firma, es un gran viaje que recomiendo realizar.

Ojo: cuando lean el nombre de Ron Gilbert nunca lo tomen a la ligera. Si les gustan los videojuegos, sabrán que algo de su influencia ha llegado a alguno de los títulos actuales que más les gustan. Gilbert es el responsable de haber fundado las bases para establecer las reglas que hasta hoy definen la mayoría de las aventuras gráficas. Y es que estamos hablando de un hombre que entre 1987 y 1993 —empleado por LucasFilm Games— escribió, diseño y dirigió los siguientes monstruos de la historia de los videojuegos en este orden: Maniac Mansion, Zak Mcracken and the Alien Mindbenders, Indiana Jones and the Last Crusade, The Secret of Monkey Island, su secuela y Day of the Tentacle.

Imaginen entonces la emoción que corría por las venas aventureras de sus seguidores cuando hace casi un año Tim Schafer anunció que Double Fine estaba trabajando en un nuevo juego de aventuras dirigido por Gilbert. Lo primero que hicimos fue ponernos nuestras finas chamarras de cuero, volteamos a buscar un mono de tres cabezas y entre meteoritos púrpuras esperamos pacientemente.

The Cave empieza muy parecido a Maniac Mansion: La cueva parlante se introduce con una narración de lo que estamos por experimentar y siete personajes estereotípicos aparecen alrededor de una fogata. En principio, nos enteramos que todos ellos están buscando algo dentro de esta mística locación. Su sueño más esperado y su secreto más oculto se fundirán para regalarles la felicidad que siempre han buscado. Tendrás que elegir entre una científica, unos gemelos adorablemente diabólicos, un caballero cuya armadura le queda grande, un montañés, una viajera del tiempo, un monje zen y una aventurera. Estos personajes cuentan con un poder especial único y deberán bajar en equipos de tres para vencer todos los acertijos que la cueva presenta.

The Cave es un juego de plataformas con acertijos donde utilizas objetos. Es un maridaje entre los juegos de aventura de Gilbert y un mapa tipo Metroidvania. Recorrerás la cueva siempre en vista lateral y el movimiento no será ninguna sorpresa para nadie. Los tres personajes podrán cargar un solo objeto a la vez y deberán trabajar en equipo para desentrañar las soluciones a los problemas presentados en cada sección del mundo. Esta dinámica ya había sido explorada por Gilbert en Maniac Mansion, donde según el personaje que elegías al principio cambiaban las soluciones. En The Cave el concepto no es llevado a ese nivel. La selección de personajes simplemente cambiará la forma en la que algunos de los problemas pueden ser resueltos, ya que en general todos se mueven igual y tienen habilidades semejantes. En donde la selección de personaje se vuelve muy importante es en el desarrollo de la historia, pues cada uno de estos protagonistas tiene una sección especial de la cueva reservada para su propia historia y solamente jugando con todos los personajes podremos decir que hemos explorado y conocido toda la cueva. En mi opinión, los niveles mejor resueltos por parte del equipo de diseño de juego son los de la viajera del tiempo, los gemelos, la científica y el caballero. Ojo: esto no significa que el resto no estén igual de divertidos, sino que simplemente los mencionados son los que hacen sentir que el juego funciona como un reloj y que cada acertijo contiene el trabajo de muchas personas imaginando el balance entre lo divertido, lo retador y lo estético.

Explorar la cueva es, como lo sugiere el título, una aventura que debe de ser tomada como lo que es: la exploración a las profundidades de nuestros secretos más oscuros y el análisis de hasta dónde estamos dispuestos a llegar para cumplir con lo que hemos soñado. Narrativamente, el juego explora cómo estos personajes —de inicio genéricos e inocentes— son capaces de hacer cualquier cosa con tal de obtener el éxito. La historia de cada uno se presenta con viñetas de arte escondidas en la cueva y con los ambientes específicos que le corresponden a la anécdota que rodea a cada uno.

En la cueva, como en muchos juegos de aventura, morir no es lo importante. El juego nos pedirá tiempo para pensar las soluciones de cada acertijo y, aunque podamos morir muchas veces, la misma cueva se burlará de nosotros (con el ya famoso humor que caracteriza a Gilbert) diciendo que la única manera de salir de ahí será resolviendo los acertijos. Morir no sacará a nadie de su problema. Como podrán imaginar, esto deja mucho que analizar una vez terminado el título. Pero dejaré que cada quien juegue y llegue a sus conclusiones.

Una de las cosas que pusieron una sonrisa en mi cara fue descubrir que, al conectar más controles, automáticamente hasta tres personas pueden unirse y apoyar el desarrollo del juego. Por ejemplo, uno de los primeros problemas con los que te encuentras es un animal de cristal que no permite que pases. Entonces, fue muy divertido llegar a la respuesta poniendo el cerebro de tres personas a trabajar. Estuvimos un ratito probando todo para lograr vencer el peligro y nos dimos cuenta que todos teníamos que trabajar para el mismo fin. Fue bastante interesante poder escuchar otras dos personas ayudar activamente y como protagonistas en un juego de este tipo —que siempre estuve acostumbrado a jugar solo. Creo que la experiencia de multijugador vale la pena y si puedes conseguirte dos cuates con cinco o seis horas libres quizás y hasta le dan una vuelta al juego juntos riendo y disfrutando el mismo viaje.

El estilo de The Cave es un mundo bidimensional con gráficos tridimensionales que recuerda mucho a los escenarios de Day of the Tentacle. Es decir, casi todo el arte está exagerado tanto en escala como en ángulos y está pensado para hacernos sentir en una caricatura ligeramente incómoda. Nada es lo que parece y veremos varias analogías a Alice in Wonderland cada vez que nuestros personajes caigan por otro hoyo de conejo y vean pasar cosas en el aire. Algunos de los fans de la vieja escuela podremos reconocer muchas autoreferencias al propio Gilbert. Por ejemplo, veremos una alberca enfriadora de reactores nucleares idéntica a la que había bajo la mansión de los Edison, una planta llamada Chuck, unas catacumbas como las de Indy Jones, un náufrago parlanchin y muchos otros cientos de detalles que nos recordarán quién está detrás de este trabajo. Y, más allá de todas esas cosas, Ron Gilbert nos hará llorar de risa varias veces con el excelente guión que ha escrito para este título.

¿Qué les puedo decir? Es un juego de Gilbert adaptado a nuestra época. Se brinca aquellas cosas que hoy podrían parecerle arcaicas a un público nuevo, pero respeta mucho al público que ha venido siguiendo su trabajo todos estos años. En mi caso, le di dos vueltas a la cueva con seis personajes diferentes. Mi intención fue conocer todo lo que había diseñado Double Fine para que yo encontrara. Explorar la cueva es una experiencia que es tan corta o larga como nuestra capacidad para resolverla o nuestro ímpetu de conocer todas las historias. Para aquellos que estén buscando un juego de aventura que se siente al mismo tiempo fresco y dinámico como inspirado en la vieja forma de pensar en el diseño de videojuegos, The Cave es una gran lección de historia puesta al servicio de nuestros controles actuales.

¿Mis recomendaciones para jugarlo? Primero: de ser posible compren la versión de Steam, pues seguramente tendrá el arte en mayor resolución y menos problemas de framerate, ya que la versión que tuve la oportunidad de terminar (Xbox) de repente tiene algunos temas gráficos que supongo serán arreglados en siguientes actualizaciones y podrían molestar a los más exigentes. Segundo: diviértanse explorando cómo claramente el equipo de diseño se divirtió inventando este mundo. Tercero: si toman la postal de la tienda al inicio del juego, cárguenla hasta el final (yo sé lo que les digo). Bajar a la cueva significa entrar en la mente de uno de los autores más importantes de la industria de los videojuegos; es lanzarse en picada a un mundo armado y entretenido. No le pondré calificación. Primero, porque no creo en ellas y, segundo, ¿porque quién soy yo para ponerle un número fijo al trabajo cuidado y lleno de cariño de uno de mis más grandes ídolos? Lo recomiendo ampliamente.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg