¡Ah! El buen Kinect. Ya tenía mucho tiempo sin usarlo y cuando supe que me tocaba reseñar un juego que haría uso de él realmente me puse contento, ya que finalmente había encontrado una excusa para desempolvarlo. Por desgracia, al final resultó contraproducente, ya que Babel Rising no es para nada la mejor experiencia para la cámara de movimiento de Microsoft.
Pero primero tenemos que entrar en contexto. Babel Rising se trata de un juego que originalmente salió para iOS y que Mando Productions lo ha renovado con gráficos 3D y soporte para Kinect para ponerlo a disposición de todos a través de XBLA y PSN. La premisa es sencilla: dentro del juego tú eres Dios y tu misión es impedir que los humanos construyan la mítica Torre de Babel.
El modo en que lo logras es tomando el control de los cuatro elementos básicos de la naturaleza: fuego, viento, agua y tierra. Pero a diferencia del juego original, en esta ocasión sólo podrás controlar dos elementos a la vez en cada nivel. Por supuesto, es posible jugar este título con un control ordinario, pero decidí aprovechar que es compatible con Kinect para ver qué tal funcionaba desde un inicio.
Para apuntar a tu objetivo, en este caso los obreros babilonios, lo haces con la mano derecha, mientras que con la izquierda ejecutas los diferentes ataques, que van desde un terremoto o una bola de fuego, hasta rayos, tornados y tormentas de nieve. Desafortunadamente, en este aspecto, se hubiera requerido que el uso de Kinect hubiera sido perfeccionado. A pesar de que acostumbrarte a los controles básicos ya mencionados es algo rápido, para cambiar de elementos necesitas aplaudir una vez, o decir la frase “Switch Elements”, algo que sirvió en muy pocas ocasiones, ya que simplemente el juego no reconocía la frase, y eso que la dije de mil maneras distintas.
Es así que, debido a que hay que aplaudir, esta acción requiere que muevas las manos y cuando estás poniéndolas de vuelta en su posición original, el juego malinterpreta eso como un ataque y puede llegar a ser frustrante, ya que cada ataque gasta magia y tarda un tiempo en regenerarse. Fue en este momento en que mejor decidí a cambiar al modo tradicional de juego con el control de Xbox 360.
De inmediato sentí la diferencia de tener que jugar con Kinect, sobretodo en el modo de supervivencia, y finalmente la frustración de los controles no responsivos desapareció. Jugando con el control, cada uno de los botones de colores representa un ataque diferente y apuntar es algo mucho más preciso con el stick izquierdo, mientras que con el derecho controlas la cámara.
Para pasar los niveles, en cada uno tienes que cumplir con una tarea diferente, ya sea desde acabar con cierto número de personajes o simplemente cumplir la misión dentro de un límite de tiempo. También hay algunos escenarios en donde tu objetivo es acabar con los sacerdotes, los cuales están protegidos con una especie de escudo de color a su alrededor y el único método de terminar con ellos es usando un elemento contrario al color del escudo. Lamentablemente, la progresión del juego, y de las misiones en general, es muy lenta, y realmente llega un punto en el que ya sea que te aburres por completo o bien, te comienza a doler la mano.
A pesar de que hay movimientos especiales cuyo medidor se va llenando al fondo de la pantalla, al final en realidad no te sientes tan poderoso para ser Dios. El ataque más devastador dentro de tu arsenal es la inundación, la cual ahoga a prácticamente todo el mundo en la pantalla y es excelente para acumular puntos, pero por el otro lado también tenemos la nube de lluvia, la cual no hace nada más que reducir la velocidad de los obreros.
A pesar de que el juego tiene sus momentos divertidos, se siente al instante que a los desarrolladores les ganó la flojera en ciertos aspectos. Por ejemplo, pudieron haber hecho que los elementos se pudieran mezclar para crear ataques más poderosos y los efectos de sonido, y la música en sí, dejan mucho que desear. Para acabar pronto, Babel Rising se siente como un juego de navegador web más que uno de consola casera de videojuegos.
Casi se me olvida comentarles que también existe un modo multijugador cooperativo, pero en realidad no aporta mucho, ya que el gameplay es el mismo y no puede ser jugado en línea, sólo de manera local. Quizás este juego funcione bien en un dispositivo móvil, pero al parecer transferirlo a una consola fue un mal movimiento y haberlo implementado con Kinect fue aún peor, aunque con una buena pulida hubieran podido mejorar mucho en este último aspecto.
Calificación: 5.0