A un año del lanzamiento de Xbox Series X|S en tierras niponas, Microsoft ha celebrado el hito de haber distribuido 100 mil unidades en un mercado que representa serios retos y una necesidad de reinvención continua por parte del gigante tecnológico de Redmond para posicionar su marca de videojuegos.
Diversos son los factores que han influido para que las ventas de la última consola de Xbox se ubiquen en cuatro dígitos (de dos mil a cuatro mil por semana). En primer lugar, se ha realizado una campaña de marketing focalizada al mercado asiático, tanto en contenido, lenguaje y una comunicación constante con su base instalada de usuarios.
La división encabezada por Phil Spencer, ha aprovechado cualquier evento tecnológico como escaparate para mostrar las bondades no sólo del hardware sino de Game Pass, siendo prueba de ello que en el pasado Tokyo Game Show se anunció la llegada de Scarlet Nexus al servicio de suscripción.
Asimismo, los esfuerzos en los puntos de venta físicos se han intensificado, consiguiendo que los productos de la gama Xbox tengan un mejor lugar de exhibición y se aprovechan los pendones no sólo para promocionar los títulos que se encuentran disponibles en dicho establecimiento, sino para dar a conocer a Game Pass.
Si bien en Estados Unidos y Europa se han emprendido campañas virales, como la del refrigerador que terminó convirtiéndose en realidad, en Japón han recurrido a influencers y a las redes sociales para difundir el catálogo de juegos, centrado en los perfiles sociodemográficos de dicho país.
Durante sus veinte años de existencia, las ventas de las consolas de la gran X en el país del sol naciente, han tenido el siguiente desempeño: Xbox (530 mil unidades), Xbox 360 (1.6 millones), Xbox One (120 mil), mientras que a Xbox Series X|S le ha tomado un año llegar a las 100 mil y se enfrenta al desafío de superar a Xbox 360, la plataforma de sobremesa más exitosa para Microsoft en todo el mundo.
En el horizonte quedan los esfuerzos para seguir generando alianzas estratégicas tendientes a la incorporación de diversas sagas en el servicio de Game Pass. Compañías como Square-Enix y Sega se han unido a esta iniciativa y aún queda pendiente que en algún momento puedan sumarse títulos de Atlus, por ejemplo.
Otro aspecto que podría tomar gran relevancia a mediano plazo es la retrocompatibilidad de Xbox, ya que si se agregan nuevas producciones a esta funcionalidad, el público japonés sería capaz de volver a disfrutar de juegos exclusivos que en su momento fueron fruto de sinergias con estudios nipones y que muchos de ellos pasaron desapercibidos, a pesar de poseer una calidad destacada.
Será interesante conocer qué otras estrategias pondrá en marcha Phil Spencer para seguir posicionando la marca en tierras asiáticas, ya que en un sinfín de ocasiones ha mencionado la importancia que este mercado tiene para la compañía. Mientras tanto, la celebración del 20° aniversario de Xbox seguirá dando sorpresas a todos sus fans alrededor del mundo.
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