Una investigación realizada en el Reino Unido revela datos alarmantes sobre la irresponsabilidad de los padres al comprar videojuegos no apropiados para sus hijos.
Cuando hay un incidente que involucra violencia, niños y videojuegos la prensa casi siempre achaca a estos últimos la culpa por su “perversa influencia”. Yo, en cambio, culpo a todos los padres irresponsables que no se informan antes de comprar productos para sus propios hijos, y es que la ignorancia alimenta el miedo. Como cualquier otro medio de entretenimiento, los videojuegos tienen una regulación que está ahí por algo. Es deber de nosotros, los consumidores, informarnos para tomar las mejores decisiones de compra.
Esto viene al caso porque, según datos de una investigación realizada por MyVoucherCodes.co.uk, el 39% de los padres dejan a sus niños jugar títulos como Call of Duty o Grand Theft Auto. Y no se detiene ahí, un porcentaje aún mayor (53%) permite que sus hijos vean películas de clasificación inapropiada para ellos y escuchen música con letras explícitas.
La violencia en los videojuegos es como la violencia de cualquier otro medio. Nadie hace escándalo por las masacres o guerras que se narran en los libros porque es muy claro cuando no son apropiados para los niños y la gente comprende bien que se trata de ficción; no ocurre lo mismo con los videojuegos, en parte por el desconocimiento e ignorancia que hay sobre este relativamente nuevo medio, y en parte porque todavía no entendemos que es sólo una forma más de entretenimiento que debe ser regulada como cualquier otra.
Hay que ponernos las pilas y educar a la gente, es la mejor manera de exterminar ese estigma que todavía tienen algunas personas de los videojuegos como algo nocivo que te influenciará para ser un asesino en serie. (Sin exagerar, son palabras que yo mismo he oído).
Fuente: networkworld.com