Durante los últimos años, el mundo se ha asombrado con la calidad de los trabajos en cinematografía de México, ya sea en fotografía, maquillaje, efectos especiales, libreto, actuaciones y, por supuesto, directores. Y ya que estamos de fiesta en México, ¿por qué no hacer una curación de las mejores cintas que directores mexicanos le han dado al mundo? Para esta selección, nos hemos enfocado en cintas de los tres directores más prolíficos de los últimos años: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
Amores perros
A inicios de la década del 2000, casi nadie se esperaba una historia de este tipo; lo que se pensaba sería una cinta más con una perspectiva obtusa de la sociedad del centro de México, terminó por ser una analogía y crítica de clases compleja en la cual miembros de diferentes estratos sociales convergen. A diferencia de otras películas con grandes dosis de crítica al gobierno, Amores perros se diferencia por resaltar la naturaleza humana; la bondad, la envidia, el rencor y el amor son mostrados en diferentes matices que terminan por darle ese toque crudo que se había perdido durante muchos años en la escena del cine nacional.
The Revenant
La evolución llegó y, tras acaparar los reflectores con Amores perros, Iñárritu se ganaría el aprecio de la crítica y de los productores en Fox. Con Birdman or (The Unexpected Journey of Ignorance) dejó huella con la técnica de grabación de Emmanuel Lubezki, así como todas las estrellas que reunió en el plató, ya ni hablar del regreso por la puerta grande que el protagónico le significó a Michael Keaton. Pero sería en esta cinta junto a Leonardo DiCaprio, por la cual ganaría su primer Oscar como mejor actor, que se convertiría en un estandarte de México ante el mundo; la locación es una de las más hermosas, complejas y difíciles para lograr filmar una película y daría luz a la falta de honor entre hombres.
Children of Men
Cuando salió The Last of Us en 2013, muchos tenían como precedente esa cinta que intenta forjar un nexo con todos nosotros en un último intento por perpetuar la raza humana. Cuarón venía de realizar otra gran producción en Warner Bros., la tercera cinta de la saga de Harry Potter, empero esta película tendría un mensaje casi profético y que termina encapsulando un mundo que, tras las guerras y problemas políticos, no suena tan imposible. Children of Men es una historia de esperanza que no teme caer en la desesperanza.
Gravity
Una de las cosas más impresionantes de esta película es que realmente logra darle vida a una secuencia, que en teoría podría ser corta, pero que se percibe digerible e íntima gracias a la introspección de Sandra Bullock en una situación de desesperación. Es a través de los ojos de Bullock que Cuarón nos ofrece una reflexión sobre los problemas cotidianos, las emociones y los arrepentimientos; ¿qué le dirías a esa persona si fuera lo último que pudieras hacer? ¿Cuál es el objetivo de la exploración espacial? Bullock, con su arrasadora personificación, se quita la máscara de científica y, en su añoranza por estar con los pies en la tierra, se siente más humana que nunca.
Pan’s Labyrinth
La ópera prima de Guillermo, Cronos, sentaría las bases para lo que sería gran parte de su obra, una mezcla de fantasía, humanidad, mensaje político, siempre con un giro de crudeza y realidad que forjarían a la fábula moderna en el cine internacional. Vista a través de los ojos de Ofelia, ella está inconforme con su entorno y se aferra al amor de su madre; al perderlo, vemos cómo ella intenta tomar las riendas de su vida, pero sin abandonar la inocencia de la infancia. Del Toro encuentra el balance perfecto entre los monstruos de sus orígenes en una aventura que diluye de manera impresionante la línea que divide el cine histórico de la fantasía. Su próxima cinta, The Shape of Water, parece llevar más allá todo lo que conocemos sobre su obra.
Hellboy
La relación entre Ron Pearlman y Del Toro alcanzaría un nuevo estándar en una de las adaptaciones que sonaban más difíciles en el ámbito de los cómics, Hellboy, publicado por la casa Dark Horse. Uno de los más grandes aciertos en Hellboy son la caracterización de Pearlman en el papel principal y su contexto de monstruos cazando a otros de su misma naturaleza, con los roces y problemas que todo ello conlleva. Asimismo, la brutalidad y las secuencias de acción se notan influenciadas por su labor en Blade II, con ese toque humano que Liz (Selma Blair) y nuestro antihéroe logran en pantalla.
