Review – Schrödinger’s Cat and the Raiders of the Lost Quark

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atomix_review_schrodingers_cat_raiders_of_the_lost_quarkMuchas cosas pueden pasar cuando experimentas con un videojuego, desde resultados brillantes hasta completos fracasos. Hay juegos que se quedan en la media pero siempre se agradecen los esfuerzos por la innovación en géneros en los que los proyectos con grandes presupuestos no se atreven a experimentar por temor al fracaso.

Uno de estos juegos es Schrödingers Cat and the Raiders of the Lost Quark, título desarrollado por el estudio independiente Italicpig y publicado por Team17 –a quienes seguramente recordarán por juegos como la serie Worms.

Se trata de un juego de plataformas y puzzles poco convencional, no sólo por su extraña apariencia y tema, sino por sus mecánicas que no son comparables con juegos similares.

¿Qué tal nos fue en esta aventura cuántica al molecular universo de Schrödinger’s Cat? Aquí se los platicamos en nuestra reseña.

Un poco de contexto

El gato de Schröndinger es un experimento mental del físico austriaco Erwin Schrödinger que expone una de las interpretaciones de la mecánica cuántica. Dicho ejercicio propone que si se coloca un gato dentro una caja obscura junto con un matraz lleno de veneno y al lado de ellos un dispositivo que activa el material tóxico ante la desintegración de una molécula radiactiva que tiene el 50% de posibilidades de suceder, ocurre una paradoja en la que el gato está vivo y muerto al mismo tiempo –por la naturaleza de los electrones de poder estar en dos lugares al mismo tiempo– hasta que el receptor  comprueba en la caja y se da cuenta si el gato sigue vivo o no. No vamos a dar clases de física o mecánica cuántica, simplemente citamos de manera general el experimento para saber de dónde proviene el protagonista de este extraño videojuego.

El juego de Italicpig que se estrenó recientemente en consolas nos pone a jugar  con el gato de Schrödinger en una aventura en la que viajarás a un universo molecular que te llevará mucho más allá de los átomos a un mundo en el que te encontrarás con partículas subatómicas vivientes en un zoológico que se ha salido de control.

El juego fue desarrollado con el motor Unity y se publicó originalmente el año pasado en PC, siendo que hasta esta semana llegaría a consolas.

¿Cómo se juega?

El zoológico de partículas subatómicas se ve sumido en un desastre ¿quién podrá salvar el día? Nada más y nada menos que el gato de Schrödinger. Te encontrarás frente a un juego de plataformas en dos dimensiones en el que lucharás contra partículas vivientes rebeldes apoyado de otras de ellas que te seguirán y te darán súper poderes para superar los intrincados niveles.

Como juego de plataformas deja mucho qué desear, en el primer momento en que tuve el juego en las manos lo sentí muy extraño por sus controles un poco incómodos y poco pulidos; el simple hecho de tener un salto estándar en lugar del salto en diferentes intensidades dependiendo de qué tanto oprimas el botón es ya algo imperdonable para un juego del género en pleno 2015. Si a lo anterior sumamos partes del diseño de niveles que se repiten varias veces en distintas zonas y algunos de ellos que se sienten muy descuidados, nos encontramos con un juego que pudo haber sido mucho más pulido para tener mejor recepción.

La otra cara de la moneda es que afortunadamente cuenta con mecánicas muy interesantes, creativas y nunca antes vistas que nos hicieron quedar pegados al juego por horas tratando de dominar su muy extraña forma de jugar. Como puzzle funciona bastante bien y su sistema de combinación de quarks, del que hablaremos en los siguientes párrafos, nos hace ver que tiene mucho potencial y en realidad propone algo a un género en el que muchas veces se piensa que ya se ha visto todo.

La mecánica básica que hace especial al gato de Schrödinger, además del clásico caminar y saltar, es el manipular Quarks para vencer los obstáculos en su camino. A lo largo de los niveles te encontrarás a esas diminutas criaturas que te seguirán, hay cuatro tipos de ellas y al combinarlas en grupos de tres producirán varios resultados que te favorecerán.

Cada uno de los Quarks están asignados a los cuatro botones traseros del control (shoulders y triggers) y representan una habilidad: Motion, Destruction, Protection y Construction. Al combinar tres quarks iguales tendrás un helicóptero (motion), un escudo (protection), un quark explosivo que se dirige hacia abajo (destruction) y una plataforma (construction); lo más interesante cuando los combinas entre sí que se generarán resultados mixtos, por ejemplo: motion + destruction = misil, ó, construction + motion = plataforma móvil, y un gran etcétera que se traduce en una gran cantidad de movimientos especiales que te irás aprendiendo y aplicando ante distintas situaciones. Es un sistema creativo, desafiante y aunque resulta muy confuso las primeras horas del juego una vez que lo dominas te das cuenta que es muy funcional y se convierten en el principal aporte de este juego al género.

El juego se encuentra dividido en varias partes, la mayoría de ellas serán una especie de mundos abiertos inundados por criaturas rebeldes que tendrás que ir capturando; una vez que una zona queda limpia de rivales ya no volverán a aparecer y hasta te será notificado en una especie de marcador. Esa parte del juego es la que les comentaba que tiene un diseño de niveles repetitivo y hasta descuidado que sólo por las mecánicas creativas del sistema de combinación de quarks se vuelve en algo bastante entretenido el andar cazando rivales.

La parte más interesante del juego viene en una especie de dungeons o niveles específicamente diseñados como puzzles en los que, a diferencia de las zonas abiertas donde podrás cargar una cantidad de quarks que se siente ilimitada y te da grandes posibilidades, te limitarán a cierto número de pequeñas partículas que sólo combinándose de la forma en que debe de hacerse para el puzzle específico, podrás salir libre. El nivel de reto como puzzle de estos dungeons es bastante alto, y el estar pensando en las diferentes combinaciones de tus quarks hará que tu cerebro se sienta bastante estresado en el buen sentido de la palabra, de esa desesperación sana derivada del reto que supone estar ante un buen puzzle. Estas partes del juego y su creativa forma de jugarse es lo que nos hizo pensar que Schrödinger’s Cat and the Raiders of the Lost Quark no es sólo un mediocre juego que como título de plataformas que no funciona a la perfección sino que es un buen puzzle al que valió la pena invertirle las horas que lo jugamos para hacer esta reseña.

¿Cómo luce y se nos presenta?

El juego en general luce bien, su diseño de criaturas, interfaz, menús y el arte en general son elementos que nos dejan con una agradable impresión. La música no es la mejor que hemos tenido en un indie con melodías que trasciendan el juego y queramos seguir escuchando, pero cumple con su objetivo de acompañar al juego como si de un show animado moderno se tratara.

La historia se nos presenta tanto con cinemáticos que parecerían haber salido de un show animado de T.V. contemporáneo como con secuencias de diálogo del gato con las misteriosas criaturas de este universo subatómico. En esas conversaciones nos encontraremos con un humor muy tonto pero bastante simpático y disfrutable.

Su historia no es la mejor ni la más trascendental y aunque se habla de física cuántica y algunos temas bastante complejos, la narrativa del título no se toma ninguno de ellos a profundidad ni nos confunden con elementos incomprensibles.

Comentarios finales

score69Schrödinger’s Cat and The Raiders of the Lost Quark es un juego regular, pues mientras falla en aspectos como las mecánicas básicas de juego de plataforma sus experiementos innovadores a la hora de jugar como el extraño y funcional sistema de quarks, nos dejan ante algo nuevo, fresco y divertido una vez que es comprendido. Con algunos puzzles creativos se nos olvida un poco que muchas partes del juego tienen un diseño carente y repetitivo en sus niveles, lo que nos hace querer terminar el juego ante la intriga de esas desafiantes zonas del juego.

Lo recomiendo a quienes tengan ganas de algo completamente experimental y que no se desesperen fácilmente ante los puzzles dentro de los juegos de plataformas. Mi experiencia con el juego fue de menos a más y fue hasta que dominé su extraño sistema de quarks que pasé un rato bastante agradable. Su precio es adecuado para lo que ofrece, aunque ciertamente por esa cantidad hay algunos juegos que podrían considerarse más recomendables entre el catálogo digital de indies de las consolas contemporáneas.


Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg