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PS4
Yuke's
2K Sports
11/10/2016
El wrestling estadounidense (llamarlo lucha libre es, para muchos, motivo de polémica), es una de las formas de entretenimiento deportivo más mediáticas en la actualidad. Sin embargo, hay qué admitirlo, tiene como centro un imperio multimedia con sede en Stanford, Connecticut: la World Wrestling Entertainment. Se trata de un corporativo que maneja dos marcas, una promotora para talentos en desarrollo, un canal de televisión y miles de productos relacionados puestos a disposición del público. A nivel “deportivo” (porque el qué tanto sea esto un deporte también es motivo de controversia) existen varias empresas buscando emular sus alcances, pero en cuanto a público la principal competencia de esta corporación es entre sus mismos programas y marcas.
¿Por qué empezamos la reseña de un videojuego con esta lección acerca de la realidad de la WWE? Sencillo: entender el contexto nos permite comprender algunas de las razones por las cuales la franquicia de videojuegos basada en los combates que presenta esta compañía ha mantenido un nivel de calidad particular en los últimos años. Se trata de productos que nos tienen competencia, porque la misma marca a la que representan tampoco la tiene. Por tanto, no hay una obligación de ir más allá y separarse realmente de los desarrollos anteriores mientras se presenten ciertas novedades, principalmente en el róster.
Yuke’s, Visual Concepts y 2K Games han prometido sorpresas en esta entrega. Lo importante es qué tanto han respaldado este compromiso con un trabajo que ofrezca novedades y, de paso, sea acorde con el cambio generacional que está viviendo la misma compañía. Vivimos tiempos en los que los campeones de WWE son reconocidos por su talento, las mujeres están siendo tomadas en cuenta por sus habilidades en el ring y en los que se atiende de mayor manera la voz de los aficionados. ¿Por qué no tener un mejor videojuego representando dicha transformación?
La jugabilidad de WWE 2K17 sigue siendo el gameplay básico que conocimos en el pasado. Ya quizá te lo sepas de memoria: un botón para ejecutar llaves, uno para golpear a tu oponente, uno para el látigo irlandés y uno para ejecutar movimientos especiales. Es, obviamente, un sistema bastante familiar para el jugador y cambiarlo podría resultar contraproducente ante lo tradicional que resulta.
Sin embargo, se han presentado cambios puntuales que dan un aire de frescura al gameplay. El más notable es que ahora puedes llevar con mayor libertad el combate al ringside, la extensión de la arena y hasta el backstage. No es una novedad real, puesto que es una opción presente en los viejos juegos de WWF que conocimos en los tiempos del primer PlayStation. Sin embargo, otorga opciones para los combates que el juego regularmente no ofrecía. Especialmente, cuando te da posibilidades de utilizar el escenario como arma de una manera que se ve con cierta regularidad en las transmisiones de televisión, pero que no era tan posible ni tan libre en entregas recientes.
Mientras tanto, tenemos una jugabilidad en la que la fluidez ha sido una aparente bandera para los desarrolladores. La animación es más ágil, mostrando de manera menos entrecortada las diferentes acciones y ataques de los diversos luchadores que te encuentras en este camino. Puedes enlazar ataques de manera más sencilla y útil, además de funcional. Esto te permitirá utilizar de manera mucho más sabia y precisa el abanico de ataques que tiene cada luchador.
Detalles como los reversals tienen un mayor rango de tiempo para poder ser utilizados, al tiempo que siguen siendo limitados y ofrecen la posibilidad de una mayor estrategia para tomar el control del combate. De igual manera, esto permite a los jugadores recrear con mayor diversión el ritmo y el flujo de la lucha libre estadounidense. Para aumentar la tensión, en momentos el juego se convierte más en una competencia de reflejos, al momento de ejecutar una rendición o revertir un ataque, que un duelo de habilidad completa. Esto te permitirá, como suele pasar en el wrestling, salir de un apuro para construir un camino inesperado a la victoria.
Las estipulaciones, además, son variadas y te dan la oportunidad de llevar este juego clave a nuevas alturas. De entrada, puedes combatir por toda la arena en el Backstage Brawl, así como en luchas donde las caídas cuentan fuera del ring. Incluso combates de escalera por el título o el maletín de Dinero en el Banco (con el que obtienes inmediato acceso a una lucha de campeonato) tienen todo para convertirse en verdaderas disputas de locura. Una diversidad de oponentes, armas por todos lados y la posibilidad de que el más mínimo movimiento cambie el curso de la batalla. Sumemos también, claro, reglas como las luchas de jaula. La variedad hace de esto muy divertido, en especial cuando estás compartiendo el juego con tus amigos. Hay otras opciones, como la posibilidad de interrumpir la llegada de un luchador al ring, que también ofrecen elementos para hacer el juego más caótico y divertido.
Para sumar al entretenimiento, tu lucha podrá tener una calificación. Depende de qué tan épica resulte, será de 1 a 5 estrellas. Variedad de movimientos, aprovechamiento de las habilidades, así como el hecho de que vaya de ida y vuelta. Se trata, para obtener más calificación, de dar un combate vistoso, no de arrollar.
Sí, tiene muchas opciones y amplios guiños a la comunidad luchística. Pero el gameplay no es lo más pulido. De entrada tenemos movimientos que, si bien son más fluidos que en el pasado, resultan todavía acartonados. Aún no se resuelve del todo la sensación de que jugamos con muñecos de acción de luchadores en lugar de recrear los combates que vemos los lunes por la noche. El control de los impactos es ampliamente impreciso, así como la detección de los mismos. Puedes apenas acercarte a un peleador y darle un golpe directo, o pasar aún más cerca y fallarlo. Hay movimientos aéreos que no aterrizan correctamente, pero los cuales son acomodados por el sistema para que luzcan como si hubieran impactado en pleno. Esto es una falla constante que lleva, incluso, a glitches ya tradicionales.
Tal vez porque cambiar estos detalles representaría modificar el funcionamiento del juego, por pereza o por falta de tiempo. Pero resulta un poco fastidioso ver el mismo tipo de fallos, año con año y de manera regular. Es claro que no estamos ante un proyecto que necesite estar pulido al 100 para funcionar, quizá porque los developers asumen que el público leal a la serie sabe a lo que se enfrentará. Este tipo de situaciones son las que le restan al juego mucho del brillo que podría tener.
El juego está en un híbrido poco claro entre lo que quiere representar. Por un lado, aún hereda los aspectos arcade que hicieron populares a los juegos clásicos. Por otro lado, quiere representar una simulación de lo que la lucha libre estadounidense es en la actualidad, su flujo y su desarrollo. Esto nos brinda, también, un choque estilístico en el que los aspectos de simulación no funcionan tan bien como deberían, mientras los de arcade pierden bastante terreno en cuanto a diversión. Un ejemplo es el que atletas pequeños puedan levantar y manipular a colegas más grandes, lo cual da pie a una animación inusual, así como representa un polvorín para glitches.
El modelado de los peleadores ha mejorado. Eso es una realidad. Pero estos detalles positivos no son una constante. Hay luchadores en los que el trabajo visual desluce. Ya sea en facciones menos elaboradas, o en detalles menos realizados. Se agradece el buen trabajo realizado con las texturas y el importante esfuerzo por darle vida a un róster de combatientes tan amplio. Pero de eso a ser una labor de completa calidad existe mucha diferencia. Basta con ver, principalmente, a las luchadoras.
Los desarrolladores, citando falta de tiempo y problemas con la licencia de ciertos combatientes que ya no están en WWE, decidieron quitar su modo de historia: la modalidad Showcase. Podemos decir que el recortar esta modalidad es un desatino, aunque prometieron poner ese empeño en mejorar la modalidad de Carrera y la de WWE Universe.
La realidad es que ninguno de estos modos está a la altura de compensar la ausencia de una modalidad. Sí, MyCareer es un buen simulador que lleva de manera correctamente narrada el camino de tu atleta desde el centro de desarrollo de NXT hasta los estelares en el pago por evento. Pero las novedades son escasas. Poder ser parte de un equipo como el del villanesco Paul Heyman, o hasta poder invadir la carrera de un amigo son aspectos que se agradecen, pero que no son el complemento que podríamos esperar.
Tampoco lo es WWE Universe, una modalidad que es fundamental para vivir el sentimiento de controlar lo que sucede semana a semana. Puedes editar los equipos, dirigir de la manera que desees la programación de los eventos, organizar luchas y plantear rivalidades. Hay herramientas de creación más efectivas, pero desgraciadamente no aportan grandes cambios a lo que se ha visto de la modalidad en entregas pasadas.
Si hay algo que siempre se lleva las palmas es la herramienta para crear personajes. Es, en términos simples una de las mejores en lo que se refiere a este tipo de instrumentos dentro de los juegos de deportes. Hay millones de opciones, en realidad, para personalizar a tu esteta de la manera más acorde a tu gusto. Incluso puedes emular a tu luchador favorito, sin importar si lucha en la AAA o en el Consejo. Para sumar a las posibilidades, Yuke’s tiene una biblioteca amplísima de movimientos luchísticos que puedes utilizar para que tu creación se comporte en el ring como una auténtica Ave de las Tempestades. Seamos francos, es una opción de culto desde los viejos tiempos en que la WWE se hizo de un nombre en el mundo de los videojuegos y siempre es bueno ver cómo está a la altura de dicho legado.
Lo que si es indigno de ver es la opción para editar los promos. ¿Qué es un promo en el wrestling? Aquellos segmentos donde los luchadores se ponen a hablar ante la cámara y el público para contar una historia, de modo que los combates sean mucho más interesantes y signifiquen algo más que un simple encuentro a ojos de espectador. Es interesante poder manipular el diálogo y las respuestas, pero no deja de romper el encanto que el resultado de este trabajo sea una obra silente. Que no haya voces. Como se ha dicho, este tipo de opciones está puesto como una compensación para una modalidad que fue dejada de lado, pero no está tan a la altura de semejante deuda.
Tenemos un roster amplio. Pero amplio de verdad. Más de una centena de luchadores, sin contar los descargables, están presentes para que puedas combinar los mejor del presente y del pasado en luchas de ensueño. Es claro que allá fue el principal esfuerzo de los desarrolladores: presentar una alineación que retrate la actualidad de la compañía, brinde opciones de juego y, claro, apantalle al público. Sin embargo, no es del todo satisfactorio cuando el gameplay no está del todo pulido.
Lo que sí es notorio es que grandes cambios llegaron a la WWE cuando el juego no está preparado para retratarlos. Nuevos campeonatos como el título Universal no están presentes, mucho menos la división de marcas. Se comprende por los tiempos de desarrollo, pero siempre resulta un tanto desconcertante que movimientos tan importantes en la realidad de esta compañía no puedan ser considerados en la realización del juego.
WWE 2K17 es un juego mediano. Sí, es una recreación divertida de lo que la lucha libre estadounidense representa. Pero su principal ventaja es que es la única y no hay otra opción para vivir en los videojuegos lo que es esta disciplina. Estamos hablando de una serie cuya última competencia medianamente seria ha sido Héroes del Ring. Las novedades se agradecen, pues hacen del juego una experiencia algo más agradable. Pero están lejos de la calidad que otras series deportivas entregan año con año, incluso bajo las acusaciones de cada vez ser casi una calca.
Se ganaron opciones de personalización, pero se perdió un modo de juego. Ganamos posibilidades en el combate, pero el mismo aún no se siente lo suficientemente pulido. La entrada de Visual Concepts y 2K Games aún no muestra el potencial que se esperaba y eso es siempre una mala noticia. Sin embargo, si eres fan de la WWE hay mucho material para tu deleite. De igual manera, si has seguido la serie, es probable que los pros te parezcan más importantes que los permanentes contras.