SWITCH
SWITCH
Grasshopper Manufacture
Grasshopper Manufacture, Nintendo
18/01/2019
Tuvieron que pasar muchos años para que volviéramos a tener noticias de Travis Touchdown, el asesino otaku que brilló por su extravagancia en las entregas de No More Heroes. Para alegría de sus seguidores, el divertido anti-héroe creado por Suda51 está de regreso y lo hace con un título que, aunque muy simple en sus mecánicas, transpira en cada uno de sus poros la genialidad de Goichi Suda y el equipo de Grasshopper Manufacture. Estoy hablando de Travis Strikes Again: No More Heroes, obra que se estrenará en el Nintendo Switch este próximo 18 de enero.
Pocos imaginábamos que volveríamos a ver a Travis en acción, pero un sorpresivo anuncio durante aquel Nintendo Direct de 2017 confirmó la existencia de Travis Strikes Again: No More Heroes (TSA), un título que en principio generó confusión al no saber si seguiría la línea de los juegos que llegaron al Wii. Al final, aunque efectivamente sigue la línea de tiempo que dejo No More Heroes 2 (la historia comienza 7 años después), este juego sirve más bien como un forma de refrescar a su protagonista.
La premisa es muy sencilla: alejándose de su vida como asesino, Travis ahora vive en una casa rodante disfrutando de los verdaderos placeres de la vida (como jugar videojuegos) hasta que es sorprendido por Bad Man, quien lo ha venido siguiendo para vengar la muerte de Bad Girl, su hija. En medio del caos de una batalla que se está librando dentro de la casa rodante, ambos rivales son absorbidos por una consola misteriosa: la Death Drive Mk II. Así es como inicia TSA y vayamos dándole a esta reseña.
TSA es un título de acción que sigue la tradición Hack and Slash de la franquicia. La principal diferencia con los juegos originales es la forma en que vivimos dicha experiencia: la Death Drive Mk II funciona con unas esferas llamadas Death Balls, cada una incluye un juego y, como se podrán imaginar, cada uno de ellos representa un género distinto. La experiencia entonces no es de mundo abierto, por el contrario, avanzaremos por distintas etapas sumamente delimitadas y con una fórmula fácil de detectar: dentro de cada Death Ball hay una sección en donde se vive el género en cuestión (puzzle o plataformas, por ejemplo), seguida de otra fase que nos hará enfrentarnos contra hordas de enemigos con la clásica Beam Katana. Aunque hay ligeros cambios en la cámara, en realidad casi un 80% de la experiencia se vive desde una toma cenital que nos permite ver ampliamente el escenario.
Se dice que quien obtenga las 7 Death Balls podrá cumplir un deseo así que nuestra meta será obtenerlas todas e ir completando su respectivo juego dentro de la consola. Ahora bien, y volviendo la base del gameplay, en TSA las mecánicas son muy sencillas, nuestra espada tiene los siguientes comandos: un ataque rápido pero débil, otro lento pero fuerte y una serie de poderes especiales que iremos desbloqueando conforme encontremos sus chips a lo largo del juego. Adicionalmente Travis puede saltar para realizar ataques desde el aire y dar una marometa para esquivar ataques. Cada golpe que demos irá descargando la Beam Katana (representado con una pila en la parte superior izquierda de la pantalla) así que tendremos que agitar nuestros Joy-Con para recargarla o bien dejar presionado el botón L y mover rápidamente el stick izquierdo.
Con los comandos detallados, el resto será encargarnos de vencer a las hordas de enemigos (llamados, convenientemente, bugs). El principal problema de TSA es que no hay muchas variantes a la hora de enfrentarnos contra los enemigos y aunque progresivamente nos iremos encontrando bugs más difíciles de derrotar, la verdad es que la inteligencia artificial no es la mejor y a veces la única forma de representar dificultad es con grupos de enemigos cada vez más multitudinarios. El gran aderezo a esta situación son los poderes especiales antes mencionados, solamente podrás equipar cuatro pero las combinaciones harán más disfrutables las peleas.
Tristemente sí, los enfrentamientos contra los enemigos genéricos resultan repetitivos luego de un rato, por otro lado, cada Death Ball viene con un Mid Boss y un Boss; el Mid Boss siempre es el mismo, un monstruo gigante llamado Sheepman, pero los Bosses definitivamente cambian entre cada juego de la Death Drive Mk II y la verdad es que sus batallas son bastante únicas; de alguna manera se siente como cuando nos enfrentábamos contra los grandes asesinos en No More Heroes.
Habiendo detallado el gameplay principal de TSA es bastante importante mencionar otro de los elementos que hacen tan especial a este videojuego. El equipo dirigido por Suda51 supo dotar de una gran personalidad a cada una de las Death Balls, al iniciar los juegos en la Death Drive Mk II verdaderamente nos sentiremos en un mundo distinto, hay algunos con secuencias live-action, otros presentan gráficos similares a los inicios del 3D de los 90, otros más optan por lo clásico y presentan escenas con animación, etc.
Una entrega dentro del universo de No More Heroes no sería la misma si no estuviera plagada de buen humor, rupturas de la cuarta pared, easter eggs y momentos extrañísimos (por mencionar sólo algunos elementos); la buena noticia es que en TSA todo eso está presente, así que si ustedes son fans del estilo único de su director entonces se sentirán como en casa.
Además de cada uno de los 7 juegos de la Death Drive Mk II hay otra sección llamada Travis Strikes Again que hace alusión a los videojuegos de DOS. En esta parte, que se siente como una novela visual, conoceremos a otros personajes y nos toparemos con lo mejor que el título nos puede ofrecer a nivel narrativo y de desarrollo de personajes.
TSA no es muy extenso: como les comentaba, desde su historia hasta su gameplay es bastante sencillo y no tiene necesidad de andarse con rodeos. Les tomará, a lo mucho, unas diez horas completar los 7 juegos. Por otro lado, algo que le da cierto sabor son los coleccionables: desde artículos y personajes secretos escondidos en los escenarios hasta una fabulosa colección de playeras con motivos de distintos juegos independientes (desde Dead Cells, Hollow Knight y Pato Box), este detalle me pareció un gran tributo a otros creadores, el único pero que le doy es que la playera de Travis nunca termina de verse bien debido a la toma cenital a la hora de los guamazos.
A nivel audiovisual TSA se siente como una gran cinta clase B: no luce bien pero esto es un efecto consciente de sus creadores. Hay estática, los colores de pronto juegan con una psicodelia extraña, incluso muchas secuencias se muestran en 4:3. En general todo esto es bastante especial y termina por darle una sensación nostálgica a lo que se nos presenta. No puedo continuar sin mencionarles que por fortuna el juego fluye, casi siempre, a 60FPS, sin embargo no está exento de caídas de framerate; por lo demás las escenas de acción son muy dinámicas.
A diferencia de lo mucho que se aprovecha a nivel visual, debo decir que el plano sonoro es bastante plano: la música de incidental es monótona, los efectos de sonido sin chiste y las pocas apariciones de locución se pierden como lágrimas lágrimas en la lluvia.
Travis Strikes Again: No More Heroes es una buena prueba de que incluso una idea muy sencilla (matar hordas de enemigos) puede ser presentada de una manera disfrutable y entretenida. Si bien no está cerca de la gran experiencia que resultaron los primeros dos títulos de la franquicia, sí logra entregarnos varios momentos bastante emotivos y un buen reto si decidimos jugar con la mayor dificultad (hay tres a elegir y una cuarta más complicada al terminar la historia por primera vez). Me agradó que optara por darle a los Joy-Con protagonismo y la acción rápidamente se podrá compartir para vivir una experiencia cooperativa en cuestión de segundos.
Hay otros elementos que no aportan demasiado, por ejemplo, cada personaje tiene la opción de subir de nivel conforme vamos progresando pero cuando lo hacemos simplemente tenemos más vida y unos cuantos puntos más de ataque. Hubiera sido interesante que estos se ampliará con nuevas habilidades, por ejemplo. Igualmente reitero que el matar a los mismos enemigos una y otra vez termina por hacer de la experiencia algo predecible y que lo único que le da sabor a luchar contra las hordas son las habilidades adicionales (que además lucen bastante cool).
Sin ser nada profundo, y no tener intenciones de serlo, Travis Strikes Again: No More Heroes nos da una aventura entretenida y llena de guiños. Si ustedes son seguidores del trabajo de Suda51 seguro la pasarán muy bien en un título que no pesa más de 6GB. Si buscan una experiencia sencilla de hack and slash consideren la crítica que acaban de leer para no aburrirse a la mera hora. Travis Strikes Again: No More Heroes es un juego pequeño pero disfrutable.