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PS4
PS4
Naughty Dog
Sony Interactive Entertainment
19/06/2020
Los desarrollos de videojuegos AAA se han convertido en atrevidos viajes en los que básicamente cualquier cosa puede pasar. No importa el tiempo de planeación que se haya invertido, las variantes y amenazas que muchas veces los involucrados no controlan, pueden interferir en un camino ya delimitado y provocar que el barco no llegue a buen puerto. Han sido casi siete muy complicados años desde que Niel Druckmann y todo Naughty Dog se embarcaron en una nueva aventura, la cual, resultó ser muchísimo más complicada de lo que se tenía presupuestado. Retrasos, escándalos mediáticos por el famoso “crunching time”, una pandemia y claro, la devastadora filtración, son solo algunas de las cosas que se tuvieron que sortear a lo largo del ya de por sí complicado proceso. A pesar de todo lo anterior, finalmente es tiempo de conocer al sucesor de aquel juego que cerraba la vida del PS3 en 2013, y que colocaba un nuevo estándar para el medio en muchos sentido. Sí, The Last of Us Part II es prueba de que lo que no te mata, te hace más fuerte y una vez más, el famoso estudio desarrollador deja claro que sigue siendo punta de lanza en este apasionante medio de entretenimiento.
Es sumamente interesante que luego de que The Last of Us fuera el broche de oro para el ciclo de vida del PS3, ahora sea turno de que su secuela haga lo propio siete años después con el PS4. Por supuesto que lo anterior es lo de menos si uno se detiene a revisar el impacto que significó el primer juego de esta franquicia en su momento. Fue una autentica revolución técnica y narrativa dentro de los videojuegos que rara vez nos toca ver. Incluso hay quienes lo colocan como uno de los mejores juegos de todos los tiempos. Creo que justo ahí se encuentra la carga con la que esta segunda parte debe lidiar, con su propio legado. The Last of Us Part II es un proyecto con ambiciones titánicas en términos técnicos, narrativos y de gameplay. Naughty Dog corrió más riesgos de los que algunos se podrían imaginar, pues a pesar de que si bien, se tomaron las bases del juego anterior, todos los conceptos se amplificaron considerablemente para entregarnos una de las experiencias más impresionantes y memorables de esta generación de consolas.
Antes de comenzar a hablarte sobre cómo es que se comporta la narrativa de The Last of Us Part II, me gustaría dejar claro que puedes estar completamente tranquilo en el tema de los spoilers, pues no me voy meter a detalles específicos sobre los hechos que en el juego se nos cuentan.
Qué terriblemente equivocado estaba John Carmack cuando en su momento, se atrevió a declarar que la narrativa en los videojuegos era igual de importante que en la pornografía. Por supuesto que la esencia de este maravilloso medio de entretenimiento debe de residir en su interactividad y en lo que tanto nos gustar llamar gameplay, sin embargo, esta auténtica forma de expresión artística ha demostrado en incontables ocasiones que no solo es fabulosa para contar una gran historia, sino que ni el cine ni la literatura ni el teatro, pueden hacerlo como ella lo hace ¿por qué? Por una razón muy simple: la audiencia no solo es audiencia, sino que es participe directa de los hechos que se están presentando. Justo ahí tenemos que absolutamente nadie puede contarnos las historias de la forma en la que los videojuegos sí pueden.
Para muchos -y creo que con justa razón y argumentos muy sólidos-, The Last of Us de 2013 ha sido el punto más alto que el medio ha alcanzado en términos narrativos. La obra de Niel Druckmann y Bruce Straley nos movió un montón de sentimientos que probablemente ningún otro título había logrado afectar, al menos no a esos niveles, esto claro, apoyado por un gameplay sumamente bien logrado, aunque todos sabemos bien que la verdadera estrella de este juego en particular fue el impresionante relato que se nos ponía enfrente. La conclusión del mismo dejó abierta la posibilidad para una secuela y cuando ésta se anunció, las expectativas se fueron hasta las nubes.
¿La historia de The Last of Us Part II es igual de conmovedora y apasionante que la de su antecesor? Me alegra decirte que sí, incluso que creo que la supera en cosas como complejidad y en cómo es que va desarrollando a sus personajes y contexto con un guión no lineal increíblemente bien escrito y llevado a un ritmo que en todo momento te mantiene al filo del asiento. De verdad, The Last of Us Part II es de esas obras que pasa de momentos llenos de paz y tranquilidad que nos muestran el mejor rostro de una raza humana al borde de la extinción, a puntos de quiebre sumamente bajos en los que vemos de lo que puede ser capaz una persona que consideramos buena, consumida por la sed de venganza o que simplemente quiere sobrevivir. The Last of Us Part II es contraste y emociones a flor de piel en todo momento.
Algo que me parece que es muy, pero muy importante dejar claro, es que The Last of Us Part II se toma sumamente en serio lo de “Part II”. Lo que te quiero decir con esto es que estamos frente a una secuela en toda la extensión de la palabra. No te recomiendo de ninguna manera jugar este título si es que no has acabado el original, pues a pesar de que si bien, es un relato con sus propias piernas, todo el argumento gira sobre cómo es que terminó la historia de The Last of Us de 2013. Además, The Last of Us Part II jamás se detiene a explicarte el contexto general en el que se encuentran los personajes, es decir, prácticamente no se menciona por qué es que el mundo se acabó y ahora, casi todo se trata de sobrevivir.
Entendido lo anterior, te cuento que The Last of Us Part II arranca varios años después del final de su antecesor. Ellie y Joel se encuentran viviendo en el asentamiento de Jackson, en donde buscan tener una vida lo más tranquila que se pueda. Por supuesto, esa paz no iba a durar y las consecuencias de nuestros actos al final de The Last of Us, comienzan a perseguir a nuestros protagonistas. Luego de cierto hecho muy fuerte, una Ellie de ya 19 años se embarca en una nueva aventura hacia la ciudad de Seattle, esto para buscar venganza. Sí, la historia de The Last of Us Part II es una sobre venganza, pero también es una sobre amor y redención. Es un relato que nos muestra cómo es que nuestras pasiones más básicas nos pueden llevar a hacer cosas fabulosas, pero también actos monstruosos que rompen a la propia humanidad de una persona.
Sin lugar a dudas, la estructura del guión y cómo es que Druckmann nos lo va presentando, es una de las cosas que más disfruté de The Last of Us Part II. Como te decía, no estamos frente a una narrativa lineal, es decir, se juega mucho con el tema de las regresiones. En más de una ocasión, se te presenta cierto hecho al que puedes llegar a juzgar de alguna u otra manera para después, darte el contexto y explicación de por qué es que ese personaje actuó como actuó en otra secuencia jugable. Es muy impresionante la manera en la que el título juega con el status quo de los personajes que vemos en pantalla. Cómo es que te hace pensar que esa acción fue un acto justificado por más horrible que parezca y unas hora más tarde, entiendas que tal vez no fue así, pues no estabas viendo la gran imagen de toda la situación.
Lo anterior me lleva un poco a hablarte de las nuevas facciones a las que conocemos. Cuando llegas a Seattle, te das cuenta que la situación es mucho más dramática y complicada que lo que se nos presentó en el primer juego sobre Boston. Aquí, dos grupos se encuentran en medio de una sangrienta guerra que está dejando estragos. Por un lado tenemos al The Washington Liberation Front mejor conocidos como el WLF o Wolfs, los cuales, fueron la resistencia que luchó contra la ocupación militar en Seattle luego de que la infección se saliera de control. Por el otro lado están los Seraphites también llamados Scars, culto religioso con ideas sumamente radicales sobre la situación del mundo. En medio está Ellie y su sed de venganza. The Last of Us Part II también es una historia sobre tribalismo y cómo es que ante la situación, la humanidad se volvió mucho más primitiva. ¿Qué hay de los Fireflies? Eso lo tendrás que descubrir por ti mismo.
De verdad, me encantaría entrar en muchos más detalles y especificaciones sobre la historia de The Last of Us Part II y cómo es que va mutando constantemente, pero además de que el embargo no me lo permite, la realidad es que sí es un juego muy fácil de arruinar, pues a lo largo de sus más de 26 horas de duración -sí, dura el doble que su antecesor- todo el tiempo está pasando algo de relevancia. Me sorprendería mucho saber de alguien que lo empiece y que no lo termine. Lo que sí te puedo decir es que es un relato inolvidable lleno de matices y de inesperados giros que no se tienta el corazón para expresar la realidad del mundo en el que viven estos personajes. ¿Da pie a una posible tercera entrega? Eso también lo tendrás que descubrir por ti mismo.
Las formas en la que se puede empujar a un medio como el de los videojuegos hacia más y mejores cosas son por demás variadas. Lo más lógico es que pensar que la contribución de Naughty Dog a todo a este asunto se recarga mayormente a la parte narrativa, lo cual, es completamente real, pero me parece que también estaríamos siendo ingenuos y un poco ciegos si no viéramos el gran empeño que el estudio pone en darle personalidad propia a sus títulos en temas de mecánicas, controles y diseño de niveles. Ejemplo de lo anterior es The Last of Us Part II, el cual, básicamente toma todo su estilo cinematográfico y lo transporta a escenas completamente jugables de una manera muy destacada.
Antes de pasar a contarte sobre cómo es que en realidad funciona The Last of Us Part II como videojuego, me gustaría recordar aquel primer gameplay que se nos mostró en E3 2018 en donde Ellie, acaba con una serie de enemigos poco a poco. Lo primero que muchos de nosotros pensamos en ese momento era que toda la escena estaba completamente guiada por una coreografía al punto de solo parecer una cinemática. Vaya sorpresa la que me llevé cuando luego de unos seis o siete enfrentamientos dentro del juego, me di cuenta de que absolutamente todos ellos se sienten diferentes entre sí y que además, lucen espectacularmente bien, casi como si en efecto, todo estuviera planeado, esto sin importar si tuviste una aproximación sigilosa o por medio de los disparos explícitos. Es como estar en control directo de una muy elaborada cinemática. Impresionante lo logrado por Naughty Dog.
Entendido lo anterior, te cuento que The Last of Us Part II parte de todos los fundamentos y fórmula de su antecesor, solo que los lleva a un nivel completamente nuevo en donde cada una de sus partes se siente con sentido y lógica. Podríamos decir de manera general que estamos frente a un juego que normalmente te invita a tomar una aproximación sigilosa a los enfrentamientos que te va presentando, ya sea contra infectados o contra humanos completamente conscientes. Esto no quiere decir que sea la única manera de abrirte paso, pues la realidad es que cuando somos descubiertos y las cosas se salen un poco de control, el título muta a un shooter en tercera persona sumamente satisfactorio y bien logrado en el que cada disparo que haces se siente totalmente significativo.
Regresando un poco al tema del sigilo, tenemos que esta es la manera más económica de progresar. Con económica quiero decir que eliminar enemigos de una forma sigilosa, no te costará recursos como balas u otros ingredientes que sirven para fabricar armas. Sí, al igual que en su antecesor, en The Last of Us Part II tenemos estos elementos de survival horror en el que normalmente estás bastante corto de munición y otras formas de defensa, por lo que administrarte bien suele ser crucial para poder salir adelante. Sin duda alguna, además del fabuloso diseño de estas arenas de combate de las cuales te hablaré más adelante, mi parte favorita fue la manera en la que se comportan los enemigos dependiendo de tu conducta.
Por ejemplo, si crees que siempre los podrás engañar con tus tácticas de sigilo, puede que no estés tomando en cuenta que en ciertos momentos, éstos aparecerán con perros de rastreo para seguir tu olor, haciendo que moverte por estas zonas vigiladas, sea mucho más complicado. Claro que ahora también se agregó el tema del pasto alto para poder escondernos, además de la posibilidad de tirarte pecho-tierra para ocultarte debajo de un auto, por ejemplo. Es sumamente impresionante cómo es que los enemigos cambian su postura si es que descubrieron un cuerpo que dejaste tirado, o si te alcanzaron a ver de reojo mientras giraban su cuello hacia un lado ligeramente como lo haría una persona real. Escuchar cómo se gritan entre ellos normalmente usando nombres propios para ponerse de acuerdo en cómo encontrarte, es algo que le agrega muchísima adrenalina a los enfrentamientos. Ni qué decir de los chiflidos que los Scars usan para comunicarse. De verdad, escalofriante.
Pero ¿qué pasa cuando se desata la balacera? Aquí las cosas se vuelven a poner muy emocionantes por la forma en la que fue trabajada la inteligencia artificial de los enemigos. En caso de los humanos, tenemos a seres mucho más listos y astutos que lo que vimos en el primer The Last of Us. Éstos suelen ser muy agresivos cuando saben en dónde estás, normalmente caminando hacia enfrente con mucha determinación mientras intentas sacarte una flecha que te dispararon, por ejemplo. Lo que vuelve verdaderamente complicados a estos enfrentamientos con armas de fuego y demás artilugios, es la manera en la que te suelen rodear. En más de una ocasión pensé que estaba seguro en cierta esquina, esto para darme cuenta de que ya tenía por los lados a más enemigos queriendo acabar conmigo. El diseño de niveles no solo está ahí para nuestro beneficio, pues los enemigos también le pueden sacar mucho provecho.
Hablando un poco más sobre la inteligencia artificial de los NPCs de The Last of Us Part II, tenemos que cuando eres acompañado por algún aliado, éste también suele comportarse de una gran manera, ya sea ayudando a matar a un enemigo que esté cerca de nosotros de manera sigilosa, o distrayendo a varios cuando la acción se desató. Para muchos, en el primer The Last of Us, Ellie era una acompañante que a veces le faltaba poder de reacción cuando la necesitábamos. Te puedo decir que en esta secuela, ese aspecto en específico se mejoró considerablemente.
El control fue otra parte que se refinó muy marcadamente en The Last of Us Part II. Recordemos que en el juego anterior, se buscaba constantemente que cada disparo se sintiera significativo y con peso propio dependiendo del arma que estuviéramos accionando, dándole un realismo a este aspecto del juego sumamente especial. En la nueva propuesta de Naughty Dog, lo anterior se llevó a un nuevo nivel. Acertar un tiro con cualquiera de las armas que tenemos a la mano no es una tarea simple, además de que tener la presión de que las balas no abundan, le agrega mucho sabor al pegar un heahshot, por ejemplo. Otro elemento muy destacado del control es que cuando estamos pecho tierra, podemos girar para apuntar en cualquier dirección y el personaje se ajusta solo de manera muy natural. Es muy parecido a cómo funciona Metal Gear Solid V.
Sí, los disparos y cómo es que éstos afectan a los enemigos dependiendo de en dónde les demos es sumamente gráfico, pero cuando la cosa se pone verdaderamente brutal es en el combate melee o cuerpo a cuerpo. A lo largo de tu aventura, te encontrarás con una serie de objetos como tubos, herramientas, bats de beisbol, machetes, hachas, etc, que serán tu mejor aliado cuando algún enemigo se te acerque demasiado. Es complicado expresar lo visceral y primitivo que se siente acabar con alguien usando una de estas armas y sentir cómo es que tu respiración se aceleró al igual que la de Ellie. Reventar a un stalker con un tubo se siente justo como debería. Por cierto, dichas armas se gastan con el uso, por lo que también hay que saber cómo administrarlas, aunque también tienes la opción de mejorarlas en el sistema de crafting. La cosa es que aquí todo funciona como un juego de ritmo, pues debes de esquivar los golpes enemigos con L1 para después contraatacar y sí, la mecánica es increíblemente divertida, pues se apoya mucho de lo fluidas y bien hechas que están las animaciones del juego.
Sobre la variedad de enemigos, tenemos un sistema interesante. Del lado de los humanos, tenemos que por ejemplo, los miembros del WLF suelen ser mucho más organizados al momento de enfrentarnos, además de que normalmente llevan equipo militar avanzado para acabarnos rápidamente en un enfrentamiento directo. Los Seraphites son excelentes para rastrear y en más de una ocasión te llegan a emboscar usando arcos y flechas que no sabes de donde vienen, pero al momento de agredirnos directamente, pueden ser mucho más descuidados. Por parte de los infectados tenemos la adición de los Shambles, monstruos de mayor peso que suelen ser muy complicados de derribar y que tienen el poder de lanzar bombas de gas venenoso. De igual forma, cuando acabas con ellos, explotan y hacen mucho daño a su alrededor. Los clickers, stalkers y runners están de regreso y sí, siguen haciendo que cruzar cualquier zona con ellos sea bastante intimidante.
Algo que me pareció genial es que la mecánica que vimos introducida en Left Behind de usar a los infectados como arma para acabar con enemigos humanos y viceversa, está de regreso. Si llegas a estar en una situación en la que alguna de las facciones te está buscando en una zona con infectados, puedes usar eso a tu favor por ejemplo, lanzando un ladrillo para causar sonido y atraer a los infectados hacia tus otros enemigos. Es muy placentero ver como una de tus acciones genera caos. Mi única queja en este apartado tal vez sería que me hubiera gustado tener más de estas oportunidades, pues el juego no suele poner juntos a humanos enemigos con infectados.
En The Last of Us Part II pasarás gran parte de tu tiempo recolectando toda clase de productos que después te servirán para una serie de cosas. El sistema de crafting instantáneo está de regreso para este segundo juego. Usando su mochila, nuestro personaje podrá fabricar desde medkits para recuperar su salud, hasta bombas molotov y trampas para eliminar enemigos. Cada uno de estos ítems requiere de ciertos ingredientes para ser creado, por lo que sí es muy importante que explores y vayas recogiendo todo lo que te vas encontrando. Además de cinta adhesiva, alcohol, botellas, vendaje y demás cosas, puedes recolectar chatarra y unas píldoras especiales.
La chatarra puede ser convertida en mejoras específicas para nuestras armas. En ciertos momentos del juego encontrarás unas mesas de trabajo en las que podrás agregarle elementos a tus armas como un mejor agarre, miras o una culata diferente que por supuesto, mejorarán cosas como su precisión, daño o velocidad de recarga. Lo más cool de todo esto es que esas mejoras sí impactan también el aspecto físico de las armas, por lo que poco a poco irás viendo con tus propios ojos cómo es que van progresando. Además de lo anterior, nuestro personaje ahora también puede ir mejorando sus habilidades. Usando las píldoras de las que te conté, podrás ser más eficiente moviéndote en modo sigiloso, aprender a construir nuevas trampas o simplemente a tener más salud. Esto se divide en diferentes árboles de habilidades que puedes ir desbloqueando si encuentras unos manuales especiales.
La verdad es que el crafting y personalización en The Last of Us Part II es algo en lo que se tomó cero riesgo al irse por un camino sumamente conocido y ya probado, sin embargo, creo que funciona y cumple su cometido de hacernos sentir que poco a poco vamos teniendo a un personaje mucho más capaz. Tal vez el tema de estar recolectando recursos le llegue a matar un poco el ritmo a la experiencia en general, es decir, sí se puede llegar a sentir un poco cansado el estar repitiendo el ciclo de estar revisando estantes, puertas y demás puntos para ver qué nos podemos encontrar.
Creo que las mecánicas y controles de The Last of Us Part II se comportan de una maravillosa manera. Puede que se tenga la ilusión de que estamos frente a ideas ya antes vistas, pero creo que estaríamos siendo muy injustos si no viéramos cómo es que esos conceptos ya conocidos, fueron retrabajados por Naughty Dog para darles su propia personalidad. Detalles tan simples como el ser derribados por un disparo enemigo y al caer boca arriba, tener la posibilidad de justo apuntar y disparar de regreso en esa posición, hacen que el combate y también el sigilo del juego, se sientan sumamente orgánicos y más importante que nada, se sientan como “The Last of Us”.
La estructura y forma de The Last of Us Part II como videojuego es una de las dudas que más se han estado presentando desde que el juego fue revelado, sobre todo por cómo es que el propio Naughty Dog se aproximó a Uncharted en sus dos últimas entregas. Algo que es importante aclarar es que seguimos estando frente a un juego en el que ritmo va siendo marcado por la narrativa prediseñada del título y no tanto por nuestras acciones como jugadores, sin embargo, en este nuevo título, el estudio desarrollador se tomó algunas libertades en pro de la exploración, del uso más constante de puzzles, y de que nuestras posibilidades al momento de entablar un enfrentamiento fueran mucho más amplias.
Es importante quitar de una vez de la mesa la duda. No, The Last of Us Part II no es un juego de mundo abierto ni mucho menos. La nueva entrega de Naughty Dog es una experiencia completamente enfocada en la parte de la narrativa y la cronología propia de los hechos, sin embargo, al igual que vimos en los últimos dos Uncharted, lo que se hizo en esta ocasión es que esto que podríamos considerar un túnel, fue ensanchado de una forma muy marcada, incluso al punto de darte la ilusión de que sí estás explorando una área abierta en la que puedes ir casi a cualquier lado.
Pasando la primer hora u hora y media de juego cuando estás llegando a las afueras de Seattle, sí hay un área completamente abierta que puedes explorar a placer y que tiene varios elementos opcionales. Muy parecido a lo que pasó con Uncharted 4 y Uncharted: The Lost Legacy. En esta parte, Ellie contará con su fiel corcel para moverse de un lado al otro y como te digo, puedes o no explorar los edificios que este lugar contiene. Mi recomendación es que sí te tomes tu tiempo en esta sección, pues además de que el juego te premia con nuevos aditamentos para tu equipo que no puedes obtener en ningún otro lado, hay puntos en los que se nos presentan elaboradas cinemáticas que le dan muchísima más profundidad a los personajes que en ellas participan.
Además de todo lo anterior, dicha zona podría ser considerada como un vistazo general a toda la composición que tendrán los niveles más adelante en el juego, pues aquí te topas con las arenas de combate contra diferentes enemigos, puzzles y el uso de otros recursos como cuerdas para alcanzar nuevos puntos o la posibilidad de romper vidrios para entrar a algún lugar. Una vez que sientes que ya hiciste todo lo que podías hacer en este lugar “abierto” y sigues con la historia, el juego regresa a su estructura de túnel, sin embargo, los niveles que vas recorriendo y descubriendo, son bastante más elaborados de lo que te podrías imaginar.
Algo que seguro notarás en cualquiera de los recorridos que hagas, es la gigantesca cantidad de interiores que el juego nos presenta. Constantemente serás distraído para ver qué te puedes encontrar en esa tienda de pasteles que está en la esquina, o en el súper mercado que se alcanza a ver cruzando la calle. ¿Qué puedes encontrar en estos lugares? Principalmente ingredientes para el crafting y elementos para mejorar tus armas y a tu personaje, pero también te podrás topar con una cinemática o momento especial que de no haber explorado, te pudiste haber saltado por completo. De hecho, me sigo preguntando qué tanto me faltó por ver en mi primera pasada.
También puede que te llegues a topar con un puzzle o con un enfrentamiento con enemigos opcional. Si superas cualquiera de estas situaciones, lo más común es que se te vaya a premiar con un ítem especial. Las cajas fuertes es otra de las ideas que más gustaron dentro de Naughty Dog para The Last of Us Part II. Muy a la Resident Evil, deberás de revisar tus documentos y otras pistas para descubrir la combinación para abrir ese tesoro. Hablando de documentos, el juego echa mano de narrativa secundaria a través de muchas, pero muchas cartas esparcidas en todo el mundo. Estos papeles suelen contarte algo muy interesante o útil para tu aventura, sin embargo, sí llegue a pensar “vaya que en el mundo de The Last of Us Part II les gustaba dejar cartas”. Lo que te quiero decir con esto que sí llegan a sentirse un poco excesivas.
The Last of Us Part II es un juego que puede presumir mucho de su ritmo tanto narrativo, como en la parte del gameplay. Es una experiencia que fluye sumamente bien. A pesar de que como te decía, el estar revisando interiores en búsqueda de recursos se puede llegar a sentir un poco tedioso, la realidad es que se hace un gran trabajo en combinar este tipo de secciones, con puzzles, encuentros contra enemigos o por qué no, escenas de acción muy a la Uncharted completamente guiadas. Creo que a pesar de que esta secuela no pierde para nada la esencia de la serie, sí es una en la que la acción está mucho más presente pero te repito, es acción a la Naughty Dog, o sea, de la buena.
Otro punto en donde claramente brilla el trabajo que se hizo con el diseño de niveles, es cuando entramos a estas zonas llenas de infectados o de humanos enemigos las cuales debemos de atravesar. Como te dije, tienes la opción de irte por el sigilo incluso sin matar a nadie, por la acción o por una combinación de ambos. Yo la verdad prefería ésta última, es decir, intentaba economizar lo más que pudiera siendo sigiloso, pero tampoco tenía problema si era momento de soltar plomo. Además de dichas opciones, tenemos varios caminos que podemos tomar, se agregaron muchísimos recovecos que podemos utilizar a nuestro favor pero que también pueden ser aprovechados por los propios enemigos. Es bastante impresionante el cuidado que se le puso a cómo es que estos niveles deben de funcionar en armonía con los mecánicas y controles del juego para así, entregar una experiencia sumamente sólida en temas de gameplay.
A mi parecer, Naughty Dog encontró la estructura perfecta para sus juegos desde Uncharted 4. La idea de no despegarse de tener una aventura lineal totalmente guiada por una narrativa muy bien estructurada, es algo que el estudio no debe perder por más tentador que pueda parecer la tendencia de los mundos abiertos. Lo mejor es que justo se ha sabido cómo implementar más poder de decisión al jugador sin desvirtuar una visión de autor. The Last of Us Part II brilla intensamente en todo esto, pues supo combinar lo mejor de los dos mundos en espacios que todo el tiempo te invitan a saber más de ellos, además de que sabe perfectamente cuándo hacer un poco de lado el realismo en pro de una mecánica de juego.
La sofisticación gráfica, sonora y de animación dentro de los videojuegos ha llegado a niveles que básicamente nadie imaginaba hace unos 20 ó 25 años, incluso menos. Con el pasar de cada generación, vemos saltos gigantescos que nos hacen preguntarnos cosas como “¿Cuándo llegaremos al punto en el que sea indistinguible un videojuego de la propia realidad?”. Muchísimas personas están involucradas en este complejo proceso y sin temor a equivocarnos, podemos decir que Naughty Dog tiene ya rato siendo punta de lanza en temas de presentación y valores de producción. The Last of Us Part II es por mucho su obra más sofisticada y una auténtica cátedra de cómo extraer hasta la última gota de jugo de un hardware como el del PS4, el cual, erróneamente ha sido llamado “limitado” por algunos.
Después de lo que fueron las últimas dos entregas de Uncharted, creo que todos sabíamos que Naughty Dog podía fallar en cualquier cosa, menos en la presentación audiovisual de The Last of Us Part II. Para nuestra fortuna, el estudio entregó excelentes resultados en apartados como el gameplay, controles, historia, etc, pero en cómo es que se ve y se escucha su nuevo juego, creo que el término “excelente” se queda muy corto. Me parece que más bien estamos hablando de una autentica obra maestra que innegablemente pone entredicho lo que otros desarrolladores están haciendo y claro, es prueba de lo importante que sigue siendo trabajar software completamente pensado para cierto tipo de hardware. Sí, las exclusivas first party siguen siendo muy importantes.
El nivel de detalle que The Last of Us Part II luce en cada uno de sus rincones es simplemente ridículo. Además de tener todos estos exteriores de una ciudad moderna que ya fue casi completamente retomada por la naturaleza, Naughty Dog se lució construyendo una abrumadora cantidad de interiores en los que todo está en su lugar correcto y que más sorprendente aún, no se nota ninguna clase de repetición ni nada por el estilo. Por supuesto que esto tiene que ver con la sublime dirección de arte del juego, pero cosas como el trabajo de texturas y apreciar que ninguna de ellas luce defectos, es algo que sin duda teníamos que destacar.
Puede que la única queja que tengamos en este apartado es que sí puedes llegar a apreciar que los modelos de algunos personajes se llegan a repetir. No sé exactamente si fui yo, pero noté que en ambas facciones enemigas, constantemente me aparecían los mismos NPCs con alguna que otra variante. Nada grave, pero que creo que sí es algo que se nota.
Lo anterior se ve fuertemente apoyado por una iluminación fuera de este mundo. Sin ayuda de algo como el famoso Ray Tracing, Naughty Dog consiguió que el PlayStation 4 lograra procesar rayos de luz completamente naturales que se comportan de una impactante manera. Lo más llamativo de todo este asunto es que la gran mayoría de las fuentes de luz que ves dentro del juego, son fuentes naturales, mucho más complicadas de trabajar que fuentes de luz artificiales. Ver al sol colándose entre las rendijas de una ventana llena de polvo, o cómo es que la luz de la luna cambia cuando toca un vidrio lleno de suciedad, es algo que simplemente to volará la cabeza.
A pesar de que podríamos decir que, gráficamente, The Last of Us Part II es el juego más destacado de esta generación de consolas, creo que lo que más impresionó de su presentación fue lo que se hizo con su animación. El caminado de nuestro personaje se comporta exactamente como debería dependiendo de qué va pisando o junto a qué objeto va pasando, esto sin mencionar de que dependiendo del momentum que tengamos, será la manera en la que por ejemplo, caiga de cierta altura. La animación facial es otro tema aparte. Simplemente no puedo pensar en otro juego que tenga un mejor trabajo. Ver cómo es que cambia el semblante de Ellie cuando está matando o cuando se encuentra corriendo de algún peligro, es algo que me ha dejado sin aliento.
Hablando de quedarse sin aliento, te puedo contar que la mezcla y edición de audio de The Last of Us Part II, es otro aspecto de autentico alarido. Además de que cosas como las armas reflejan todo el poder de un disparo, tenemos grandísimos detalles en como es la manera en la que cambia la respiración de Ellie dependiendo de la situación en la que se encuentra. El tronido de un Clicker es más intimidante que nunca y el hecho de que los enemigos se hablen por su nombre, le da un sabor muy especial a toda la experiencia.
La música del sensacional músico argentino, Gustavo Santaolalla, está de regreso con viejas y nuevas composiciones, las cuales, una vez más te sumergen profundamente en ese ambiente melancólico y poco optimista del mundo en el que viven estos personajes.
En temas de desempeño no hay ninguna queja. El juego luce increíblemente bien escalado a 4K corriendo en un PS4 Pro. Su framerate es brutalmente estable sin importar lo que esté pasando en pantalla, además de que a lo largo de la extensa aventura, no me topé con ni un solo glitch o bug. Definitivamente los retrasos que sufrió The Last of Us Part II, sirvieron para que al final se nos pudiera entregar un juego completamente terminado. Se me ha preguntado mucho sobre cómo es que corre en un PS4 estándar. Para esta reseña no he podido probar el juego en dicho hardware, pero al tratarse de un juego first party de SIE, te puedo asegurar que no vas a tener ninguna complicación para disfrutarlo de una gran manera.
Naughty Dog vuelve a demostrar que simplemente no hay nadie como ellos al momento de crear estos escenarios completamente inmersivos que están poblados por seres igual de verosímiles. Me parece que al igual que pasó en 2013 cuando el primer The Last of Us llegaba para demostrar que el hardware del PS3 aún tenía mucho qué dar, ahora The Last of Us Part II hace lo propio con el sensacional PS4. La elegancia y obsesión por el detalle de estos desarrollares luce ahora más que nunca, incluso con cosas que tal vez no notarás. Intenta lanzarle una botella de cristal a un enemigo y después revisa con cuidado cómo es que los pedazos de ésta se incrustaron en su rostro y manos. Una verdadera locura.
Cualquier temor que podríamos haber tenido respecto al resultado final de The Last of Us Part II, me parece que no tenía que ver con la capacidad de Naughty Dog para contar historias a través de este medio, creo que más bien iba por el lado de que las expectativas probablemente se habían salido de la estratosfera y que sin importar qué se hiciera, jamás se iban a poder alcanzar. Me alegra comunicarte que al menos desde mi punto de vista, esas expectativas por el juego sí fueron logradas, presentándonos una de las experiencias más sofisticadas y avanzadas en prácticamente todos los apartados que componen a un videojuego, desde narrativa y gráficas, hasta un gameplay genuinamente divertido y un mundo que todo el tiempo te invita a describir más de él.
Una apasionante historia que te hará experimentar todo tipo de sentimientos escrita y estructurada magistralmente, presentación audiovisual fuera de este mundo que redefine muchos de los conceptos y formas de cómo es que se deben de ver y escuchar los videojuegos modernos, refinado gameplay con controles perfectamente bien pensados y ejecutados, así como un sublime diseño de niveles lleno de detalles, hacen de The Last of Us Part II uno de los más destacados videojuegos de esta generación y claro, un broche de oro a la espectacular vida del PlayStation 4. ¿Candidato serio a Juego del Año? Por supuesto.