The Elder Scrolls Online: Tamriel Unlimited es un juego cuyo desarrollo y lanzamiento contaron con su buena dosis de tropiezos. ZeniMax Online Studios tenía una tarea titánica al heredar una franquicia con una gran base de fanáticos y cuyos últimos lanzamientos, Oblivion y Skyrim, ganaron premios al juego del año gracias a la maestría de su director Todd Howard.

Siendo la primera entrega de naturaleza MMORPG, The Elder Scrolls Online intentó entregar un híbrido que combinara mejor las características más atractivas de dos mundos: la solemnidad de un universo por descubrir y explorar de la franquicia, y la camaradería que sólo un título online pudiera ofrecer.

Desafortunadamente, sólo la primera premisa fue atendida con un éxito rotundo. El juego tiene toda la riqueza narrativa, artística y territorial que un juego de la serie puede ofrecer. Nos ofrece una historia que se desarrolla un milenio antes de los hechos conocidos en The Elder Scrolls V: Skyrim y nos permite explorar todo el reino de Tamriel con cualquiera de las razas que la habitan.

El año pasado, ya tuvimos la oportunidad de hablar más a detalle sobre las genialidades que el juego entregó, pero 14 meses después es momento de poner en contrapeso las oportunidades de juego en línea que supuestamente debería ofrecer The Elder Scrolls Online. Si desean conocer a fondo los detalles narrativos y de jugabilidad del título, pueden visitar nuestra reseña original en este enlace.

Envejeciendo rápidamente

Siendo un proyecto desarrollado por más de 7 años, The Elder Scrolls Online demuestra que tanto tiempo cocinándose rindió frutos a la hora de exprimir al máximo la narrativa. Por otro lado, técnicamente el título deja mucho qué desear, sobre todo si se compara a juegos contemporáneos como The Witcher III: Wild Hunt o incluso Final Fantasy XIV: Heavenswward.

Más que la siguiente iteración en la serie, The Elder Scrolls Online luce como un spin off que toma elementos gráficos tanto de Oblivion como de Skyrim. En su versión de consolas, Tamriel Unlimited luce incluso menos espectacular que sus contrapartes de PC y Mac, además de que sufre de reducciones técnicas como distancia de dibujo, resolución en las texturas de fondo además de diversos fallos constantes como el popeo de estructuras, entre otros.

Además, existen diversos factores que alguien con un ojo más sensible puede notar fácilmente. Muchas estructuras se repiten en cuestión de diseño, y en diversas ocasiones es evidente que algunos edificios lucen prácticamente igual por dentro. De alguna manera, la franquicia no se ha podido quitar de encima los elementos en calabozos que nos hacen pensar que ya hemos andado por ahí alguna vez aunque nunca los hayamos pisado.

Esto no demerita para nada el trabajo de arte que realizó el estudio, ya que en cuestión de ambientación, iluminación, física, paleta de colores y hasta música hacen sentir a cada localización única y rica en personalidad. Solo es evidente que a The Elder Scrolls Online no le viene bien la edad.

Tamriel Ilimitado

Hasta apenas hace unos meses, el título sufría por mantenerse en pie con un modelo de negocios basado en suscripciones mensuales. Como buena estratega, la compañía decidió adaptarse a los tiempos y remover este sistema para quitarle restricciones al público que deseara jugar.

Con The Elder Scrolls: Tamriel Unlimited podremos jugar sin barreras de pago, simplemente adquiriendo el título a precio completo en nuestra tienda mas cercana o a través de las tiendas digitales de PlayStation o Xbox. No obstante, si somos entusiastas del universo que nos ofrecen, siempre está la posibilidad de contar con una suscripción ESO Plus, con la cual podremos acceder a una determinada cantidad de monedas del juego cada mes, así como el derecho a recibir cualquier futura expansión sin cobro extra.

Afortunadamente, en ningún momento el juego te pone barreras de pago ni resulta invasivo a la hora de ofrecer transacciones por dinero real, por lo que será posible disfrutar de toda la experiencia sin desembolsar un sólo centavo. Bien por Bethesda Softworks.

Experiencia social desbalanceada

Existe una larga lista de contradicciones si se trata de evaluar a The Elder Scrolls Online: Tamriel Unlimited como un juego de naturaleza MMORPG. Como parte de la franquicia, cumple a la hora de ofrecer una experiencia inmersiva con un rico y vasto universo por explorar. Por otro lado, a la hora de convivir e incluso comunicarnos con otros jugadores es que las cosas pueden llegar a romper por completo nuestra inmersión.

En pocas ocasiones el multijugador es requerido para superar los retos que se nos ponen en frente. Calabozos disponibles a partir de nivel 12 y las guerras en extensos territorios PvP (player versus player) por conquistar el trono de Tamriel son prácticamente los únicos contenidos que no podremos disfrutar si no lo hacemos en equipo.

De ahí en fuera, la experiencia se disfruta en su mayoría en solitario. Por eso mismo, la solemnidad de cruzar todo un calabozo y superar decenas de retos para llegar con un jefe final puede ser rápidamente arruinada por otro jugador que casualmente se encuentre en el mismo lugar y que de un golpe elimine a la abominación a la que nos enfrentamos. A lo largo de mi aventura, me ocurrieron varias situaciones similares en las que me quedé perplejo y después decepcionado por no poder disfrutar al máximo el serio desenlace de una variada cantidad de misiones.

Otro de los elementos que verdaderamente arruinan la experiencia en consolas es la ausencia de chat de texto. Es comprensible que quieran haber diseñado una experiencia homogénea para cualquier jugador que simplemente quiera tomar el control y aventurarse en Tamriel. No obstante, con la facilidad con la que un teclado USB o Bluetooth puede ser conectado a consolas de actual generación es imperdonable que hayan eliminado tan necesario sistema.

Uno de los elementos que acentúan más lo desafortunado que resulta la ausencia de chat de texto es precisamente el de voz. A lo largo del juego, nos imponen chat de voz molesto que se activa automáticamente en cada área. Cada vez que entramos a una ciudad o nos aventuramos a los salvajes exteriores, es necesario acceder al menú y desactivar esta función manualmente para no escuchar a las decenas de personas que se encuentran allá afuera intentando comunicarse entre sí.

Hay una pequeña decisión de diseño que aunque no rompe totalmente el juego, sí puede llegar a frustrarnos en más de una ocasión: los puntos de extracción de recursos no son compartidos. ¿A qué me refiero? Si nosotros queremos salir a recolectar madera, minar piedras preciosas o reclamar cofres perdidos, podríamos vernos superados por otro jugador que haya llegado antes, una vez que haya obtenido los materiales, el punto de extracción de recursos desaparece y debemos encontrar otro nuevo. Son detalles que si bien le dan realismo al juego, sí afectan nuestra relación con él a largo plazo.

La ausencia de una casa de subastas general o un sistema de intercambio sólido también hacen de nuestra vida en el juego alienante en cuestión de convivencia. Para comerciar, tenemos que registrarnos en cofradías específicas para así poder intercambiar objetos solamente con miembros de la misma agrupación. Con ello, la economía del título resulta más que confusa y limitada, orillándonos a contar en muchas ocasiones con equipo que nosotros mismos elaboremos o que obtengamos gracias a misiones.

Una propuesta a medias

The Elder Scrolls Online: Tamriel Unlimited tiene una cantidad inmensa de virtudes, entre las cuales se encuentra la progresión abierta sin atar a los jugadores a una sola clase; una intrincada narrativa que trasciende al género eliminando casi por completo las misiones de “ir a matar a ‘x’ cantidad de enemigos” o “recolectar ‘X’ número de materiales”, y sobre todo un vasto universo por explorar donde tenemos que ser partícipes de decisiones morales que afectarán nuestra historia a lo largo de nuestra aventura.

Lamentablemente, ZeniMax Online Studios no logra amalgamar este universo con una buena experiencia en línea, fallando en ejecución en hacerle honor al título del juego. Bien podría decirse que se trata de una creación que se vuelca más a parecerse a los demás títulos de la franquicia con un componente en línea extra, pero dada la naturaleza de su género, es indiscutible que le faltan muchos aspectos para ofrecer una experiencia sólida en cuestión de MMORPG.