El SAO mejor aterrizado hasta la fecha

Lo he dicho antes y lo vuelvo a repetir: Sword Art Online no tiene un juego digno que le haga justicia. Me parece increíble (y hasta irónico) que a más de siete años de haber iniciado su publicación, la obra de Reki Kawahara todavía no haya podido consagrarse en un ámbito como el de los videojuegos, sobre todo cuando consideramos que su historia trata precisamente de eso, sobre un juego de video. Durante todo ese tiempo, hemos visto desfilar una cantidad notable de títulos que han intentado cambiar esto por medio de propuestas que buscan aterrizar el concepto de SAO en el mundo virtual. Por desgracia y si bien hay algunos casos rescatables, la gran y amplia mayoría de dichas entregas han dejado mucho a desear.

¿A qué se deberá que todavía no tengamos un juego memorable de Sword Art Online? Si me lo preguntan creo que eso se debe a que los desarrolladores no han logrado hallar la manera para trasladar fielmente todos esos elementos de la novela a un ámbito como el de los videojuegos. Podrá sonar un poco absurdo pero la realidad nos ha enseñado que hacer un título basado en una obra que trata sobre un juego no es una tarea sencilla.

En medio de este triste panorama, Bandai Namco ha decidido traernos una apuesta más que quiere cambiar ésto con un juego que, al menos a mi parecer, cuenta con el concepto que más se ha apegado a la obra original japonesa. Su nombre es Sword Art Online: Hollow Realization y es un título que ofrece una propuesta interesante con ideas muy llamativas que, desgraciadamente, terminan por sentirse mal implementadas (o hasta desarrolladas).

¿Un MMORPG que no se juega online?

Empecemos por lo importante, ¿qué es Sword Art Online: Hollow Realization? Dejando un poco de lado su historia, éste consiste de un título que busca replicar toda la experiencia de un MMORPG en un juego para un solo jugador en el que no se requiere de conexión a internet. ¿Suena extraño el concepto? Honestamente lo es, pero te sorprenderá saber lo bien que funciona.

El gameplay central de Hollow Realization nos lleva a tomar el control de un grupo conformado por Kirito (o un personaje que nosotros creamos) y tres acompañantes más dentro de un mundo extenso en el que realizaremos diversas misiones (la mayoría de ellas de cacería o recolección de materiales) y donde enfrentaremos a una gran cantidad de enemigos y bestias. Si han jugado los últimos juegos de la serie como Lost Song o Hollow Fragment, estoy seguro que lo sentirás como un híbrido en el que se combinan el esquema de misiones del primero con el sistema de combate del segundo.

Al momento de entrar en combate contaremos con un esquema sencillo de controles en donde habrá un botón para atacar, uno más para hacer un golpe más fuerte, otro para saltar, uno más para defender y otro con el que es posible dar órdenes a nuestros compañeros. Se trata pues de un juego de acción con un aspectos similares al de un título hack and slash.

Sin embargo el verdadero fuerte del gameplay recae en tres aspectos: el primero de éstos consiste de una amplia barra ubicada en la parte inferior de la pantalla, similar a la vista en los juegos MMORPG, en la que colocamos y encontramos diversos comandos, habilidades, ítems o perks a los que podemos acceder rápidamente; el segundo es su sistema de asignación de movimientos y acciones predeterminadas que, de combinarse correctamente, pueden derivar en estrategias balanceadas; y el tercero es su esquema para dar órdenes a los demás miembros del equipo. Todas éstas, en conjunto con sus elementos de RPG, hacen del gameplay uno de los más robustos y completos que hayamos visto dentro de los juegos de SAO.

El sistema de combate es estratégico y dinámico. En verdad quedé sorprendido con lo fácil que me resultó tomar el control de un grupo de cuatro personajes en el que, además de controlar a mi personaje, podía influir enormemente en las acciones de los demás. Sin embargo y pese a lo bien estructurado que están sus controles, éste cuenta con fuertes desperfectos que lo dañan notablemente.

Para empezar, la inteligencia artificial de los compañeros de equipo es muy pobre. Aunque arriba mencioné que éstos acatan cabalmente a todas las órdenes que les asignemos, esto de poco o nada sirve cuando al momento de que realizan sus tareas lo hacen sin considerar riesgos. Ver que tus acompañantes se coloquen frente al enemigo sin motivo aparente o que realicen sus acciones en áreas y momentos de gran peligro será más común de lo que te imaginas. No es como si fuesen tontos, pero llega a ser desesperante ver lo torpe que pueden llegar a actuar.

Otro terrible error que se relaciona de manera indirecta con el gameplay es la manera caótica en la que se estructuran sus interfaces. Sin importar si estamos en el menú de pausa o en las barras y categorías que salen durante las partidas, en todas éstas verás una cantidad absurda de contenidos y opciones que, más que aclarar tus dudas, terminan por confundirte más.

Esto último termina afectando enormemente a la manera en la que interactuamos con la barra de perks durante los combates. Aunque todas las habilidades que podemos colocar en ésta son útiles y pueden influir enormemente en nuestras estrategias, por desgracia la manera tan desordenada en la que están colocadas dentro de su respectivo apartado hace que experimentar con ellas se vuelva una tarea tediosa. Con tal de evitarte la molestia de adentrarte a su rebuscado menú, preferirás quedarte con sólo algunas habilidades lo que resta de la campaña.

Y si a todo lo anterior le sumamos que muchas de las descripciones y nombres que se muestran en éstas cuentan con una tipografía apretada y pequeña, las interfaces acaban viéndose muy rebuscadas, desordenadas y confusas. En definitiva explorar los menús del juego es un martirio.

Un mundo vivo con una historia…me’h

Una crítica que solía hacerles a las entregas previas de SAO es que no conseguían mostrarnos mundos que se sintieran vivos o que, en su defecto, se viesen atractivos. Para Hollow Realization esta situación mejoró bastante.

La trama del juego se desarrolla en un nuevo servidor conocido como Sword Art: Origin en el que encontramos varias regiones interconectadas con diversos tipos de ecosistemas, todas ellas con sus respectivos climas, flora y fauna. Como ya mencioné, lo que más llama la atención de los mapas a primera vista son las amplias dimensiones que tienen ya que que cumplen con su cometido de dar la finta de hacernos sentir que estamos jugando un MMORPG.

Pero las dimensiones de los mapas no son lo único que enriquecen al mundo del juego. Dentro de éstos y al igual que como sucede en diversos exponentes del género, nos toparemos con otros equipos de personajes (en este caso NPC’s) con los que podremos interactuar, hablar e, incluso, unir fuerza en algunos combates o misiones. Obviamente este detalle busca dar la sensación de que nos encontramos jugando un título online en el que están participando activamente otros usuarios, aunque debo decir que me sorprendió la manera en la que un aspecto tan simple y bien implementado como éste logró brindarle más vida a un mundo como el del juego. Por donde lo veas, el nuevo servidor de SAO se siente muy vivo.

Lamentablemente no se puede decir lo mismo de su historia, la cual se siente poco viva, nada interesante, intrascendente y sin emociones profundas. En esta ocasión la trama de Sword Art Online: Hollow Realization nos narra una nueva aventura de Kirito y sus amigos quienes se encuentran a una misteriosa niña que no tiene nombre o recuerdo alguno de su pasado. Como ya te lo podrás imaginar, nuestros héroes decidirán ayudar a la pequeña a recuperar sus memorias pero, conforme se desenvuelven los hechos, descubrirán que en ella yace un enorme secreto que podría poner en riesgo a los jugadores del nuevo servidor.

¿Suena interesante? En primera instancia lo aparenta, pero rápidamente descubrirás que sólo la premisa lo es. Como tal la narrativa es torpe, lenta y muy compleja. Gracias a toda la cantidad de escenas, extensos diálogos y sucesos intrascendentes que suceden durante las primeras horas de juego, la trama se torna extremadamente aburrida y tediosa; es más para cuando las cosas se empiezan a poner buenas, es muy probable que ya hayas perdido el interés por continuar jugando.

Lo anterior fácilmente podría haberse perdonado si la historia hubiese contado con un tono oscuro y profundo similar al visto en la obra de Kawahara. Por desgracia, lo que en su lugar vemos es un relato blando y débil en el que se omiten casi por completo aspectos que hicieron tan popular a Sword Art Online como lo son las muertes, revelaciones, traiciones y demás. No esperes toparte con algún un momento que te deje shockeado de la misma forma a como lo hizo el anime.

Lo peor de esto es que, con una descripción como la que acabo de exponer, se pensaría que la historia fue especialmente diseñada para quienes apenas se inician con la serie; sorpresa, no lo es. Desde el inicio y en prácticamente todo momento, Hollow Realization da por hecho que quienes acuden a él son los fans que conocen a la perfección la historia principal o, incluso, quienes probaron todos los juegos anteriores. De ahí que el la historia pueda llegar a sentirse demasiado compleja para los principiantes pero muy vacía y sosa para los seguidores más asiduos de Kirito, Asuna y compañía.

Fanservice para los fans de SAO

Estoy seguro que para estas alturas los fans de SAO podrían pensar que no hay nada que los convenza de probar el juego. Por suerte, siento que esto no es así.

A la par de su gameplay funcional y coloridos mundos, uno de los puntos fuertes que tiene Hollow Realization recae en su sistema de interacción entre personajes, por mucho uno de los más completos que haya visto en los últimos años.
Durante y fuera de los combates podremos entrar en contacto con nuestros compañeros de equipo, ya sea mediante conversaciones casuales o por halagos a sus acciones. Conforme más interactuemos con ellos irá aumentando el nivel de amistad entre ambos, lo cual a la postre se verá reflejado ya no sólo durante sus conversaciones sino incluso en el campo de batalla con movimientos, ataques y habilidades especiales.

Lo mejor de todo es que dicho sistema no solamente se limita a hacer que los personajes platiquen entre sí. Como tal todos y cada uno de nuestros compañeros (Leafa, Asuna, Sinon, etc.) cuentan con una personalidad propia que los distingue y hace actuar de una manera en particular. Por ello y dado que no todos reaccionarán de la misma manera, resultará muy importante saber la manera en la que deberemos acercarnos a ellos.

Y justamente cuando creías que dicho sistema no podría ser más profundo, Bandai Namco nos sorprende al incluir un apartado extra. En el caso de las relaciones con las chicas, las interacciones llegan a rayar en el género de los juegos de citas (Dating sims) pues nos permite llegar a niveles de intimidad más extremos con ellas y en los que podemos jugar algunos minijuegos especiales en los que, entre otras cosas, saldrán a relucir confesiones al por mayor.

Para muchos este apartado podría rayar en lo exagerado pero, en mi opinión, considero que es uno de los mayores atractivos que tiene el juego. Dejando de lado el fanservice con las chicas, el sistema de relaciones es capaz de influir directamente en el desempeño de nuestro equipo. Adicionalmente y si eres todo un fan, las interacciones sirven para que conozcas con mayor detalle a los personajes, situación que hasta ahora no había sido del todo posible con varios de ellos dentro del anime o manga.

Gráficamente hablando, el juego luce increíble. Se nota que en esta ocasión Bandai Namco planeó el juego como un título de PS4 y no como uno de pasada generación que debía llegar a como dé lugar a los sistemas actuales. Sí, es cierto que éste no explota al máximo las capacidades de la consola, pero al menos denota el amplio trabajo que se invirtió en su presentación: niveles más detallados, cinemáticas bien realizadas, ilustraciones coloridas o hasta dinámicas en algunos casos, y un hub que se ve y siente más vivo con personajes que no están por mero adorno y con los que es posible interactuar, son sólo algunos de esos puntos que lo hacen ver maravilloso.

Ideas interesantes pobremente ejecutadas

Con todo y sus desperfectos, creo que puedo decir que Sword Art Online: Hollow Realization es el mejor juego de la serie hasta ahora, lo cual no es decir gran cosa. De manera general puedo decir que el título me dejó un sabor agridulce ya que aunque entendí las intenciones que tenía Aquria (el estudio desarrollador), lo que vi me dio a entender que todas y cada una de las ideas que tenían fueron trabajadas al aventón y sin ser bien aterrizadas.

De todo corazón espero que Bandai Namco tome nota de las imperfecciones que hay en el juego. No me queda duda de que si se corrigen todos esos errores y se trabajan mejor sus ideas, podríamos ver en el futuro ese juego de SAO que los fans tanto han anhelado.

Sword Art Online: Hollow Realization no es un juego para cualquiera. Es un título diseñado especialmente para todos esos fans que aman con locura a la serie pero, sobre todo, para aquellos que tiene un alto nivel de paciencia y tolerancia. Si eres de esos o consideras que puedes aguantar grandes imperfecciones como lo son su absurda y aburrida historia, menús desordenados y repletos de cosas o compañeros torpes, entonces serás recompensado con un juego que desborda gameplay dinámico y funcional y tremendas dosis de fanservice.

Si por el contrario eres uno de esos jugadores que le quiere entrar a la obra de Reki Kawahara por medio de este juego, déjame ponértelo en términos simples: mejor empiézale por otro lado. El anime sería una mejor opción, ¿sabes?