Review – Super Lucky’s Tale

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Una súper aventura llega al Xbox One

El género de plataformas tuvo una época dorada en la década de los noventa, sobre todo en lo que fue su segunda mitad. Durante ese periodo, vimos como muchos de los héroes y protagonistas de este tipo de juegos comenzaron a dar el salto del 2D al 3D aunque de una manera un tanto desigual; mientras unos lo hacían magistralmente y nos hacían soñar con las posibilidades, otros lo hicieron terrible e, incluso, tan estrepitosamente que acabaron por cavar su propia tumba. De igual manera y con un nuevo horizonte a la vista, surgieron otras franquicias que buscaron consolidarse como referentes del género pero, de igual manera, sólo un puñado se posicionó entre los gustos de los jugadores.

Tras esa gloriosa era en tercera dimensión que duró hasta los primeros años de la década del 2000, el género comenzó a ir en picada y la cantidad de juegos a la baja. Si bien llegaban a salir alguna que otra propuesta interesante de vez en cuando, ninguna de ellas era destacable o, cuando menos, tan memorable a como lo llegaron a ser hasta los títulos de los personajes más detestados de aquellos años.

Ésta ausencia de títulos plataformeros en 3D con mascotas peculiares y enérgicas generó un sentimiento de añoranza que empezó a verse reflejado en tiempos recientes. De repente y como si se tratará de una fiebre, vimos llegar varios títulos que buscan ofrecer una experiencia que nos recordara a aquellas aventuras que vivimos hace ya más de 10 años. Microsoft es una de las empresas que se ha unido a este movimiento al traernos una propuesta que, ciertamente, se siente más que familiar. Se trata de Super Lucky’s Tale, secuela del juego que desarrolló el estudio indie Playful Corp. y que llega acompañando al lanzamiento del Xbox One X. Pero, ¿consigue acaso brindarnos ese brío de melancolía que muchos gamers veteranos buscan experimentar?

Jugando a ser héroes en una aventura carente de personalidad

Como les comenté, Super Lucky’s Tale consiste de una secuela de un título llamado Lucky’s Tale que fue lanzado para Oculus Rift el año pasado. Al ser una continuación, éste retoma varios aspectos de su predecesor y los complementó con algunos cuantos cambios y pocas nuevas que complementan la aventura.

Empezando por su historia, el juego nos ofrece una trama simple que aunque no destaca por ser algo que no hayamos visto antes, cuando menos ayuda a justificar su mundo. Aquí tomamos el control de un pequeño zorro de nombre Lucky que sueña con ser héroe y que se ve absorbido por un misterioso libro del hechicero Jynx. Para su infortunio, el perverso y felino brujo también fue arrastrado a su texto junto a sus malévolos hijos por lo que ahora y para salir de éste, nuestro peludo protagonista deberá de hacerle frente a la familia de villanos mientras va solucionando los líos y alborotos que éstos han causado en los mundos al interior del escrito.

Fiel al concepto de los juegos de plataforma en 3D de los noventa, la historia de Super Lucky’s Tale no es profunda ni se presta para que se desarrolle una narrativa más compleja; vaya, está más ahí como un mero pretexto que le da coherencia a la aventura. Sin embargo eso es algo que vuelve al título demasiado accesible y llevadero, incluso para aquellos amantes veteranos del género. En ese sentido, el juego refleja fielmente el espíritu de los exponentes de antaño.

Por desgracia, el apartado en el cual el título falla notoriamente y que va de la mano con su narrativa es el de sus personajes principales, uno por el que más se distinguían los plataformeros de antes. Aunque todos tienen un diseño llamativo, alegre y denotan una actitud enérgica en sus acciones, tanto el protagonista como los villanos se sienten sumamente planos y en la mayoría de los casos ingenuos. Por ejemplo, Lucky es simpático pero nunca demuestra una personalidad que nos haga sentir que él es verdadero héroe de su súper aventura; Jynx es un villano de broma que prácticamente no tiene un plan perverso; y sus hijos jamás se postran como enemigos imponentes, sino como meros personajes metidos a la fuerza y con los que se quiere justificar la existencia de jefes. Es más, basta con decirles que incluso los personajes NPC con los que nos topamos llegan a tener más personalidad que el propio elenco principal.

Se podría decir que el juego resulta alegre, pero que jamás irradia una personalidad que haga click con el jugador.

Un plataformero entretenido, pero demasiado genérico y simple

Pasando de lleno a su gameplay, Super Lucky’s Tale es un juego al que podríamos describir como un título de plataformas en 3D promedio; o sea, como uno que retoma los aspectos más básicos de la fórmula del género, los complementa con algunas mecánicas propias, y los utiliza para forjar su propio universo.

El mundo al interior del Libro de los Tiempos se encuentra conformado por cuatro áreas (¿o capítulos?) distintas, todas ellas con su respectiva temáticas y con algunos cuantos noveles a los que podemos acceder vía portales. Dentro de dichos escenarios el objetivo principal siempre nos conducirá a obtener un trébol dorado que yace oculto en alguna parte aunque, para llegar a él, deberemos de realizar algunas acciones variadas que van desde resolver acertijos, explorar libremente, llegar de un punto A a uno B o ayudar a los personajes NPC que ahí se encuentran a llevar a cabo alguna tarea en particular.

Ciertamente la idea central de todo título de plataforma se mantiene pero, afortunadamente, no es lo único que hay. Y es que a la par de nuestra misión central dentro de cada nivel también se encontrarán otros tres tréboles dorados ocultos que sólo aparecerán si cumplimos ciertos requisitos específicos como lo son recolectar varias monedas, obtener las cinco letras que forman el nombre de “Lucky” o hallar una sección oculta con su respectivo reto. Además, lo que le brinda mayor variedad a la aventura es el hecho de que los escenarios juegan con la perspectiva y se estructuran tanto en 2D como completamente en 3D.

De igual manera, son pocas las novedades que se le adicionaron a los controles y al esquema de juego, aunque éstas sirvieron para pulir la más que simple fórmula que vimos en su predecesor. A la par de los saltos dobles o los coletazos a manera de ataque, Lucky ahora tiene una habilidad especial de escarbar que lo deja introducirse en la tierra para así desplazarse por debajo y encontrar objetos que se ahí esconden. También y pese a que deja maniobrarse ligeramente, la perspectiva de la cámara se mantiene fija y no se tambalea de la misma forma a como lo hacía su predecesor como resultado de traer puesta las gafas del Oculus Rift.

El gameplay de Super Lucky’s Tale se mantiene demasiado básico para lo que se esperaría de un título del género. Por un lado esto es algo positivo ya que lo convierte en un propuesta más que accesible para todo tipo de jugadores y de cuyo nivel de dificultad va subiendo paulatinamente hasta ofrecer algo que es por demás razonable. Lamentablemente, aquellos que sean fanáticos del género sentirán que el nivel de reto se mantiene sumamente bajo y que sólo habrá contadas ocasiones (como con los jefes o en algunos acertijos) en las que ésta aumentará leve y discretamente.

En conjunto, la campaña cuenta con una duración relativamente corta de apenas y entre unas 6 u 8 horas, aunque el nivel de rejugabilidad bien puede aumentarla hasta las 10. Todo esto dependerá de qué tan hábiles seamos a la hora de acostumbrarnos a los controles y de explorar los niveles.

Un mundo colorido que se llega a sentir repetitivo

Otro apartado que hizo tan queridos a los juegos de plataforma en 3D durante su época de oro fue el estilo colorido y hasta caricaturesco que muchos manejaban pero que, ante todo, mantenían elementos clave. Super Lucky’s Tale no es la excepción a esta regla implícita y la respeta de manera cabal, tanto así que su sola presentación lo hace percibir como un referente digno de esa buena era del gaming. Ten por seguro que, con todo y pese a las deficiencias que tiene en su apartado de personajes , el título te sacará una sonrisa por lo alegre que resulta su mundo y por lo llamativo que lucen sus niveles.

Infortunadamente, esta sensación se viene a ver algo opacada por lo poco variado que resulta el universo del juego. Ojo, con ello no me refiero a los niveles per se, sino a las cuatro secciones que los albergan y que exploramos, puesto que éstas son demasiado parecidas entre sí y no ofrecen nada que las hagan distanciarse mucho más allá del obvio cambio de locación.

El apartado musical es otro rubro que deja demasiado a deber, quizá más que las otras secciones. La banda sonora del juego se conforma de varias melodías y tonadas que buscan transmitir un ligero toque de epicidad que vaya acorde con el tipo de aventura que aquí vivimos. Es una pena que dicho esfuerzo se vea manchado con piezas que se pierden fácilmente con el ecosistema al que se supone ambientan hasta caer en un punto en el que se vuelven imperceptibles. Decir que éstas ambientan los escenarios de manera adecuada es demasiado, y eso sólo aplica dentro de determinados mundos o niveles.

Por último y no menos importante, creo conveniente destacar que el juego viene traducido con textos al español y hasta cuenta con doblaje al español latino, aunque esto último sólo dentro de más que contados momentos y diálogos. Gracias a este genial esfuerzo de adaptación, Microsoft hace que el título se vuelva igualmente accesible para los jugadores de nuestra región que no dominan el inglés.

Este juego es exclusivo de Xbox One y Windows 10.×

Para bien y para mal, Super Lucky’s Tale es un juego que sólo se limita a seguir una fórmula que ya estaba establecida desde hace más de dos décadas, todo sin buscar ofrecer algo que revolucione o cambie al género. En sí, esto es algo bueno ya que, al mantener esa visión, consigue forjar un título disfrutable al que fácilmente todo mundo le puede entrar y sin importar si tiene experiencia o no. Lo malo es que, al final del día, no cuenta con nada que lo haga destacar o que lo vuelva una aventura memorable como su título insinúa.

Si eres amante del género de plataformas, Super Lucky’s Tale es un título que o bien puedes disfrutar si ignoras todas sus deficiencias y te haces a la idea de lo simple y sencillo que es, o acabas odiando por el simple hecho de que no deja de ser un título genérico. Dejando eso de lado, éste es un buen juego que todo mundo puede disfrutar fácilmente y una opción ideal con la que cualquiera podría iniciarse en el aún añorado género de plataformas.