Review – The South Park: Stick of Truth

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Definitivamente uno de los mejores videojuegos basados en propiedades licenciadas.

Siempre he sido muy fan de Trey Parker y Matt Stone. con gran sentido del humor, tocan un sinfín de tópicos relevantes en obras como Team America, la reciente The Book of Mormon y, sobre todo, en su proyecto más exitoso: South Park. No temen poner el dedo en la llaga y burlarse de la misma. Ésa es la esencia de todo proyecto en el que se involucren directamente, su sello de calidad.

Desafortunadamente, ellos no siempre han supervisado productos derivados de su trabajo intelectual, sobre todo en los videojuegos. Recordemos South Park 64 y South Park Rally, terrible sabor de boca que lamentan Parker y Stone. Quince años después, estos creadores intentan redimirse participando en el desarrollo de una nueva propuesta interactiva, en conjunto con Obsidian Entertainment, cuyo objetivo no sólo es lograr una fiel adaptación de South Park sino, también, ser un gran juego por sí mismo. Para comprobar si tuvieron éxito, decidí aproximarme con cautela.

South Park: The Stick of Truth está escrito por los mismos Parker y Stone, cuyo amor por los videojuegos es evidente al mofarse de ellos y, sobre todo, del género al cual pertenece esta aventura: los RPG por turnos.

El juego te pone en tus propios zapatos. Eres el chico nuevo del pueblo intentando hacer amigos —incluyendo Facebook— entre los niños de South Park. Después de un encuentro con Butters, serás invitado a unirte al club de Cartman para jugar en una parodia medieval, inspirada por Lord of the Rings y Game of Thrones, en la que tendrán que proteger la llamada Vara de la Verdad, que no es más que una vil rama, pero que en la ficción infantil representa el máximo poder: aquél que controle la vara controlará el universo.

El grupo de Cartman representa a los humanos en guerra contra los drow elves, quienes se roban la vara. Dependerá de ti y tus nuevos amigos explorar South Park para recuperar este objeto. La historia transcurre a lo largo de varios días que avanzan de la mañana a la noche, y son actos independientes entre sí. Sin mencionar spoilers, confíen en que habrán muchísimos eventos absurdos y críticos detrás de la simple premisa de la vara. Muy típico de la serie. Por eso el gusto que tengan por esta historia dependerá de qué tanto les agrade la serie y su característico humor. Pienso que en las últimas temporadas la serie ha disminuido su calidad, pero siempre con capítulos llenos de repentina originalidad. Lo mismo pasa con la historia de The Stick of Truth: excelente inicio, un medio acto con una ligera caída de la que que se recupera y cierra con broche de oro.

El resultado del trabajo cercano entre los desarrolladores y los creadores de la serie se nota en las excelentes mecánicas en un juego de rol por turnos que requiere mucha estrategia y habilidad, y que nos recuerda a Paper Mario.

Al empezar el juego, uno debe crear su personaje de entre una variada cantidad de posibilidades. Minutos después, Cartman te pedirá que escojas la clase que deseas interpretar: guerrero, mago, ladrón o —la clase que inevitablemente escogí– judío. Deberás unirte a su causa para recuperar la Vara de la Verdad y conseguir amigos en Facebook que se unan a tu club.

Tu primer acompañante será Butters, pero luego podrás desbloquear a Kenny, Stan, Kyle, Cartman y Jimmy. Consideraría esto un spoiler, aunque en el menú principal aparecen sombreadas las siluetas de estos personajes: es imposible no darse cuenta de quiénes son.

Desplazarse por South Park es tarea fácil con las travel flags, un sistema de transporte en el que Timmy (TIMMY! TIMMY!) nos llevará a distintos puntos predeterminados. Al entrar en una batalla, podrás golpear desde el escenario principal a tu enemigo y tener la oportunidad de atacar primero dentro de la pelea. En cada turno, podrás usar un ítem y luego ejecutar un ataque, magia o habilidad. Incluso, hay timing attacks que consisten en oprimir un botón en un momento determinado de tu ataque para hacer más daño; lo mismo ocurre en la defensa.

De igual forma, las habilidades especiales requieren cierta secuencia de comandos o Quick Time Events, con la particularidad de que este cliché es aprovechado en favor del humor. Todas las habilidades especiales están llenas de humor y están bien implementadas. Por ejemplo, con Jimmy tendremos que ejecutar una secuencia que nos recordará a Guitar Hero o mashear el botón cuando tartamudea; con Kenny, si no ejecutamos bien la secuencia, su propia habilidad lo matará. 

El combate requiere estrategia. Los enemigos tienen formaciones y deberás estar atento a éstas: podrán rebotar tus ataques normales o de rango, usar escudos o armadura. Obviamente para cada instancia tendrás que atacar de una forma distinta y usar tus habilidades inteligentemente. Quienes no encuentren un reto suficiente, podrán incrementar la dificultad del juego en cualquier momento. Les prometo que no será un simple paseo en el parque: verán varias veces la pantalla de Game Over.

Como les comentaba, hay cuatro clases a escoger y cada una es distinta. Si bien las tres primeras responden a las arquetípicas del RPG, el judío tiene un poco de todo: una habilidad fuerte de magia, una de daño directo, otra de guerrero, etc.

Cada clase tiene un árbol de habilidades y actualizaciones diferentes que podremos ir personalizando. Por ejemplo, la habilidad Jew-Jitsu puede mejorarse para, si logras vencer al enemigo, usarse nuevamente dentro del mismo turno. También hay un sistema de “talentos” llamados perks, que ganas al conseguir amigos en tu Facebook. Estos talentos son decisiones específicas que afectarán a nuestro personaje y, obviamente, no podremos tener todos al final.

Más adelante, ganarás la habilidad de invocar personajes especiales, como en Final Fantasy. Sólo los podrás usar una vez por día y nunca contra jefes. De nuevo, no quiero arruinarles nada, pero digamos que una de estas invocaciones es Mr. Slave y, si conocen la serie, ya imaginarán en qué consiste su ataque. Otra personaje —sin decir quién— está vestido como Mickey Mouse, el aprendiz de mago en Fantasía, y utiliza olas para atacar, las cuáles no están hechas de agua.

Después de las primeras horas de juego, desapareció la cautela con la que empecé: estaba muerto de risa, disfrutando mucho las mecánicas.

Visualmente, The Stick of Truth logra recrear perfectamente el look de la serie. Jugué la versión de PC a 1080p en una pantalla grande y es imposible diferenciar el juego de un episodio: son idénticos. De igual forma, el sonido es excelente. El elenco original —integrado por los mismos Parker y Stone— brinda su excelente interpretación a los personajes. La música recrea viejas melodías del programa (¡Lemmiwinks!), pero también tiene composiciones originales que van de la mano con el tono épico y fantasioso de la trama.

En cada aspecto del juego se hace evidente la fidelidad hacia el material original, pero no sólo se extiende a lo visible. Existen miles de referencias a lo largo de South Park que son una carta de amor a los fans de la serie. Podrán coleccionar Chinpokomones, visitar Canadá (hay una gran sorpresa esperando cuando lo hagan), revisar los armarios de todos los personajes (llenos de más referencias a toda la serie), etc. Así que si son fans, prepárense para sonreír.

Ahora bien, hay que señalar el aspecto negativo: algunas cutscenes tienen problemas con el sync de audio. Hay tutoriales que aparentemente son claros y graciosos, sin embargo, no están bien explicados y serán, por momentos, difíciles de entender, por ejemplo en algunas habilidades.

Un aspecto que puede ser muy importante para muchos es la duración de un RPG. En mi opinión, este caso es una espada de dos filos. Tardé aproximadamente 12 horas en terminar el objetivo principal del juego. Al completarlo, no hay una opción tipo new game plus. Sólo podrás regresar a South Park, con toda la libertad de seguir explorando, para terminar las side quests. Podría ser decepcionante para algunos, aunque siento que The Stick of Truth no rompe la liga que estira. El tiempo de juego no requiere de mucho grinding (matar enemigos repetitivamente para subir de nivel) y usa eficazmente su relativamente corta duración con mucha calidad.

Sin embargo, hay que decir que el valor de rejugabilidad es mediano. Aunque podamos repetir la aventura con otra clase, no hay gran diferencia en la linealidad de la historia. Sólo hay un momento en ella que nos permite tomar una decisión aparentemente importante, pero la narrativa regresa a ser completamente lineal.

Con todo esto en mente, me recuerdo que un juego se califica con su propio potencial. Por ello, estoy convencido que al final de todo lo terminé con una gran sonrisa en el rostro. The Stick of Truth es el mejor título de South Park que se ha hecho: hay bastante profundidad y balance en sus mecánicas. Además, es uno de los mejores videojuegos basados en propiedades licenciadas que encontraremos en el mercado.

Para esta reseña se usó la versión de PC, pero también está disponible par Xbox 360 y PlayStation 3×

Sólo me queda compartir que al terminar The Stick of Truth, visité nuevamente mis tres capítulos favoritos de la temporada más reciente: la saga del Black Friday. Ya entrado en los episodios, de repente, me sentí extraño y reflexioné: algo le falta al show.